Estimados Colegas,
Les copio abajo una nota que acabo de redactar con poca reflexión y bastante enojo al Presidente del CPACF. Si quieren está en mi Facebook que es Fabiana Espósito.
Gracias por entrar y leerla. A lo mejor vamos sumando enojos y/o ideas y alguna vez logramos que nos dejen de tocar la dignidad:
Señor Presidente del CPACF:
Me pregunto si alguna vez podré sentirme protegida, contenida y defendida por el Colegio. No quiero servicios de turismo por viajes que no puedo hacer, bancos que estafan y siguen plantados en el edificio del Colegio, licencias de conducir de autos que no me puedo comprar. Quiero que el CPACF defienda y corporativamente le diga al Estado, en este caso, que por asesorar a un jubilable "no le estoy sacando la plata a los pobres viejitos" como con total demagogia públicamente dejan sentado. No me satisface la nota que pregonan en su página en cuanto a la preocupación del Colegio por la normativa que Anses ha dictado, casualmente con la nueva moratoria. ¿Sabe usted que a partir de la resolución que obliga a reempadronarme como abogada de Anses si no tengo al día el pago del monotributo (no más, hasta autónomo / régimen general no llegan mis ganancias) no puedo hacerlo ya que no podré emitir la constancia de monotributo que me exigen?¿ Sabe que si aún habiendo logrado convencer a un potencial cliente a los fines que lo asesore para su futura jubilación, tengo que pedir especialmente un turno para que me apodere (en este mientras tanto de los 120 días hasta que comience a regir la nueva normativa)? Estoy cansada de oír el mito urbano “los abogados son unos estafadores” y estoy cansada de no poder trabajar dignamente. Y más aún me cansa y me enoja que el Estado lo convalide y que nuestro Colegio sea un testigo mudo. Sé que la actitud corporativa que le pido al Colegio, mucho consenso no tiene entre mis colegas, somos cero corporativos, como por ejemplo, lo son los escribanos. Pero entienda bien que este grito escrito es un pedido de auxilio. El año pasado una persona a quien le había tramitado una pensión para un niño pequeño, me dejó esperándolo en un banco con la promesa del pago de mis honorarios. Luego de más de una hora, corroboré en el banco que ya había cobrado el día anterior. Y me pregunté: cómo puedo reclamar mis honorarios? En qué me ayuda la colegiación obligatoria? Ejecutarle un convenio de honorarios…? No. No se puede. Pero no iban a promover una nueva ley de honorarios? No. Desde la otra elección volvió a quedar guardada. El último librito me lo dieron cuando hubo elecciones. Volví a mi casa y trato de no acordarme.¿ Sabe cuánto me regularon de honorarios hace no mucho tiempo por haber acordado en un juicio ejecutivo el pago de una deuda de expensas incobrable durante muchos años? $ 300. Me sigo preguntando: es digno? Los clientes van pululando por distintos colegas “buscando precio” por una sucesión más barata. Alguno siempre encuentran. Y la ley que nos iguale a todos? Cuándo llega? Los clientes creen que “el abogado le manoteó el 20%” de una sentencia laboral el día que van a cobrar al banco su giro. Claro, ni hemos actualizado ni mejorado la ley de honorarios. Tampoco a partir del Colegio de Abogados le decimos a la sociedad que un abogado estuvo como mínimo dos años trabajando por cero pesos. Y le voy a decir que soy lo suficientemente ingenua para creer que el Colegio recuperado iba a ser el de los trabajadores. Y aún me sustentaba la creencia, que quien fuera elegido presidente en ese momento era del mismo barrio que yo, había ido al mismo colegio que yo, vivido en el mismo edificio que yo y atendido a sus clientes en La Giralda como alguna vez yo lo hice. Pero me encuentro chupando un clavo sobre una calabaza, cuando una vez más, ante una normativa de Anses, tendré que someterme a mil requisitos, que encima tampoco me diferencian de un simple gestor, a los fines de poder cobrar dignamente mis honorarios. Y con todo respeto: no siento que “mi” Colegio de Abogados me esté defendiendo. Le ruego que por el medio que considere idóneo nos ayude. Convóquenos, movilicemos, protestemos, pero ayúdenos. Agradezco desde ya su respuesta.
Les copio abajo una nota que acabo de redactar con poca reflexión y bastante enojo al Presidente del CPACF. Si quieren está en mi Facebook que es Fabiana Espósito.
Gracias por entrar y leerla. A lo mejor vamos sumando enojos y/o ideas y alguna vez logramos que nos dejen de tocar la dignidad:
Señor Presidente del CPACF:
Me pregunto si alguna vez podré sentirme protegida, contenida y defendida por el Colegio. No quiero servicios de turismo por viajes que no puedo hacer, bancos que estafan y siguen plantados en el edificio del Colegio, licencias de conducir de autos que no me puedo comprar. Quiero que el CPACF defienda y corporativamente le diga al Estado, en este caso, que por asesorar a un jubilable "no le estoy sacando la plata a los pobres viejitos" como con total demagogia públicamente dejan sentado. No me satisface la nota que pregonan en su página en cuanto a la preocupación del Colegio por la normativa que Anses ha dictado, casualmente con la nueva moratoria. ¿Sabe usted que a partir de la resolución que obliga a reempadronarme como abogada de Anses si no tengo al día el pago del monotributo (no más, hasta autónomo / régimen general no llegan mis ganancias) no puedo hacerlo ya que no podré emitir la constancia de monotributo que me exigen?¿ Sabe que si aún habiendo logrado convencer a un potencial cliente a los fines que lo asesore para su futura jubilación, tengo que pedir especialmente un turno para que me apodere (en este mientras tanto de los 120 días hasta que comience a regir la nueva normativa)? Estoy cansada de oír el mito urbano “los abogados son unos estafadores” y estoy cansada de no poder trabajar dignamente. Y más aún me cansa y me enoja que el Estado lo convalide y que nuestro Colegio sea un testigo mudo. Sé que la actitud corporativa que le pido al Colegio, mucho consenso no tiene entre mis colegas, somos cero corporativos, como por ejemplo, lo son los escribanos. Pero entienda bien que este grito escrito es un pedido de auxilio. El año pasado una persona a quien le había tramitado una pensión para un niño pequeño, me dejó esperándolo en un banco con la promesa del pago de mis honorarios. Luego de más de una hora, corroboré en el banco que ya había cobrado el día anterior. Y me pregunté: cómo puedo reclamar mis honorarios? En qué me ayuda la colegiación obligatoria? Ejecutarle un convenio de honorarios…? No. No se puede. Pero no iban a promover una nueva ley de honorarios? No. Desde la otra elección volvió a quedar guardada. El último librito me lo dieron cuando hubo elecciones. Volví a mi casa y trato de no acordarme.¿ Sabe cuánto me regularon de honorarios hace no mucho tiempo por haber acordado en un juicio ejecutivo el pago de una deuda de expensas incobrable durante muchos años? $ 300. Me sigo preguntando: es digno? Los clientes van pululando por distintos colegas “buscando precio” por una sucesión más barata. Alguno siempre encuentran. Y la ley que nos iguale a todos? Cuándo llega? Los clientes creen que “el abogado le manoteó el 20%” de una sentencia laboral el día que van a cobrar al banco su giro. Claro, ni hemos actualizado ni mejorado la ley de honorarios. Tampoco a partir del Colegio de Abogados le decimos a la sociedad que un abogado estuvo como mínimo dos años trabajando por cero pesos. Y le voy a decir que soy lo suficientemente ingenua para creer que el Colegio recuperado iba a ser el de los trabajadores. Y aún me sustentaba la creencia, que quien fuera elegido presidente en ese momento era del mismo barrio que yo, había ido al mismo colegio que yo, vivido en el mismo edificio que yo y atendido a sus clientes en La Giralda como alguna vez yo lo hice. Pero me encuentro chupando un clavo sobre una calabaza, cuando una vez más, ante una normativa de Anses, tendré que someterme a mil requisitos, que encima tampoco me diferencian de un simple gestor, a los fines de poder cobrar dignamente mis honorarios. Y con todo respeto: no siento que “mi” Colegio de Abogados me esté defendiendo. Le ruego que por el medio que considere idóneo nos ayude. Convóquenos, movilicemos, protestemos, pero ayúdenos. Agradezco desde ya su respuesta.