HomeTailor
Primero, vayamos al grano. Contratar a su propio contratista o elegir a alguien barato puede ser muy tentador al embarcarse en un gran proyecto de remodelación. Elegir una empresa sin experiencia o con pocos recursos puede operar con márgenes más bajos y, por lo tanto, cobrar menos, pero esta opción conlleva varios riesgos para su proyecto de renovación de vivienda. Aquí hay cinco riesgos potenciales a considerar:
Capacidad y experiencia limitadas
Los proyectos grandes sin duda presentarán desafíos sustanciales y novedosos. Los pequeños contratistas que deben subcontratar grandes proyectos corren el riesgo de no tener la capacidad de coordinar adecuadamente actividades complejas e interdependientes. Las empresas sin un historial comprobado de proyectos exitosos pueden tener dificultades para afrontar desafíos inesperados o brindar soluciones innovadoras.
Inestabilidad financiera
Grandes sumas de dinero se mueven rápidamente por las cuentas de los contratistas. Sin el personal y los controles financieros adecuados, se crea un entorno donde la estabilidad financiera de un contratista puede desequilibrarse rápidamente. Cuando esto sucede, el cliente se encuentra en una situación difícil. Podría resultar en retrasos, disputas legales o incluso el abandono del proyecto. Recursos y redes insuficientes
Los proyectos exitosos a gran escala se basan en una amplia red de profesionales cualificados. En comparación con las empresas consolidadas, los contratistas que operan con recursos limitados tendrán dificultades para obtener la atención oportuna de los mejores profesionales en diseño, proveedores y oficios. Esto podría afectar negativamente el cronograma del proyecto y la calidad de los materiales y la mano de obra.
Garantía limitada y asistencia posterior al proyecto
Los contratistas más nuevos y con recursos limitados podrían no ofrecer garantías o no poder realizar el trabajo cuando se necesite. Esto expone a los propietarios a costos y molestias potencialmente significativos cuando surjan problemas una vez finalizado el proyecto. Sin el respaldo de una empresa de renombre, obtener asistencia o reparaciones posteriores al proyecto puede ser imposible.
Riesgo de incumplimiento y problemas legales
La construcción es un sector altamente regulado porque puede suponer un riesgo considerable para la salud y la seguridad de las personas. Cumplir y superar los códigos de construcción y las normas relacionadas requiere una amplia formación, licencias y gestión de registros (y es costoso). Para los contratistas de menor nivel, el incumplimiento por falta de conocimiento es una preocupación muy real. Para quienes operan con márgenes de beneficio ajustados, la presión financiera para recortar gastos es considerable. Para el propietario, un trabajo que no cumple con las normas puede plantear problemas legales, financieros y de seguridad.
Considerando estos riesgos, es fundamental investigar a fondo a cualquier contratista antes de contratar sus servicios. Realizar verificaciones de antecedentes, verificar credenciales, comprobar referencias y aclarar los términos contractuales puede ayudar a mitigar los posibles riesgos y garantizar una experiencia de renovación exitosa.
Primero, vayamos al grano. Contratar a su propio contratista o elegir a alguien barato puede ser muy tentador al embarcarse en un gran proyecto de remodelación. Elegir una empresa sin experiencia o con pocos recursos puede operar con márgenes más bajos y, por lo tanto, cobrar menos, pero esta opción conlleva varios riesgos para su proyecto de renovación de vivienda. Aquí hay cinco riesgos potenciales a considerar:
Capacidad y experiencia limitadas
Los proyectos grandes sin duda presentarán desafíos sustanciales y novedosos. Los pequeños contratistas que deben subcontratar grandes proyectos corren el riesgo de no tener la capacidad de coordinar adecuadamente actividades complejas e interdependientes. Las empresas sin un historial comprobado de proyectos exitosos pueden tener dificultades para afrontar desafíos inesperados o brindar soluciones innovadoras.
Inestabilidad financiera
Grandes sumas de dinero se mueven rápidamente por las cuentas de los contratistas. Sin el personal y los controles financieros adecuados, se crea un entorno donde la estabilidad financiera de un contratista puede desequilibrarse rápidamente. Cuando esto sucede, el cliente se encuentra en una situación difícil. Podría resultar en retrasos, disputas legales o incluso el abandono del proyecto. Recursos y redes insuficientes
Los proyectos exitosos a gran escala se basan en una amplia red de profesionales cualificados. En comparación con las empresas consolidadas, los contratistas que operan con recursos limitados tendrán dificultades para obtener la atención oportuna de los mejores profesionales en diseño, proveedores y oficios. Esto podría afectar negativamente el cronograma del proyecto y la calidad de los materiales y la mano de obra.
Garantía limitada y asistencia posterior al proyecto
Los contratistas más nuevos y con recursos limitados podrían no ofrecer garantías o no poder realizar el trabajo cuando se necesite. Esto expone a los propietarios a costos y molestias potencialmente significativos cuando surjan problemas una vez finalizado el proyecto. Sin el respaldo de una empresa de renombre, obtener asistencia o reparaciones posteriores al proyecto puede ser imposible.
Riesgo de incumplimiento y problemas legales
La construcción es un sector altamente regulado porque puede suponer un riesgo considerable para la salud y la seguridad de las personas. Cumplir y superar los códigos de construcción y las normas relacionadas requiere una amplia formación, licencias y gestión de registros (y es costoso). Para los contratistas de menor nivel, el incumplimiento por falta de conocimiento es una preocupación muy real. Para quienes operan con márgenes de beneficio ajustados, la presión financiera para recortar gastos es considerable. Para el propietario, un trabajo que no cumple con las normas puede plantear problemas legales, financieros y de seguridad.
Considerando estos riesgos, es fundamental investigar a fondo a cualquier contratista antes de contratar sus servicios. Realizar verificaciones de antecedentes, verificar credenciales, comprobar referencias y aclarar los términos contractuales puede ayudar a mitigar los posibles riesgos y garantizar una experiencia de renovación exitosa.