Cualquiera que haya preparado una comida para alguien querido, ya sea familia, amistades o todo lo que existe, como en la gran reunión, quizá haya experimentado un sentimiento placentero cuando se juntan los alimentos. Cuando los colores y sabores se mezclan con la certeza creciente por parte del cocinero de que el manjar será exquisito, algo pasa a través del cocinero, a través de los alimentos, a través del vestíbulo de meditación y regresa después. Supongo que podría llamársele amor. La gente ha disfrutado ya de los alimentos antes incluso de habérselos comido. El cocinero lo percibe y crece una sensación de bienestar.
D. Scott y T. Pappas, Three Bowls Cookbook
D. Scott y T. Pappas, Three Bowls Cookbook
...mi trozo de pan, mi viejo refrán, mi poeta, la fe que perdí, mi camino y mi carreta, mi dulce placer, mi sueño de ayer, mi equipaje, mi tibio rincón, mi mejor canción, mi paisaje...