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Charlas de café. Hilo social y cualquier tema de interés o entretenimiento.
 #247336  por abogado_1987
 
usuario escribió:Les pido disculpas a los lectores de este hilo por estas menudencias que interrumpen una lectura fluída.
Uds, sabran entender que hay personas que tienen mucho tiempo y cuál es su cometido en el Portal.
disculpas aceptadas ...

:mrgreen:
 #247338  por abogado_1987
 
abogado_1987 escribió:
usuario escribió:Les pido disculpas a los lectores de este hilo por estas menudencias que interrumpen una lectura fluída.
Uds, sabran entender que hay personas que tienen mucho tiempo y cuál es su cometido en el Portal.
disculpas aceptadas ...

:mrgreen:
aceptadas ... porqué son muchas

:mrgreen:
 #247356  por Doncella_de_Orleans
 
Oia...lo único mío es lo del pollo eh!

Pero creo que no hace falta citar, que no? :|
 #247389  por marale
 
Doncella_de_Orleans escribió:
usuario escribió:Les pido disculpas a los lectores de este hilo por estas menudencias que interrumpen una lectura fluída.
Uds, sabran entender que hay personas que tienen mucho tiempo y cuál es su cometido en el Portal.

Quieeeeeeeeeeeeeeeen metió aquí hígado de pollo????? :shock:
No desvíen el hilo!!! En todo caso, vayan a Practiquísima...
Que cosa che... :roll:
Donce, lo del pollo lo decís por las pechugas?? :?: :?: :lol: :lol:
 #247397  por marale
 
Doncella_de_Orleans escribió:Oia...lo único mío es lo del pollo eh!

Pero creo que no hace falta citar, que no? :|


Te lo decia ya que leí por ahi que lo único tuyo es lo del pollo ..., que no? y se me vino a la mente las pechugas :roll: :roll: :roll: , que si bien no son menudencias forman parte del pollo :roll: :roll: :roll: y si sale con papas, mucho mejor :roll: :roll: :roll: :arrow: :lol: :lol:
 #247465  por attorney
 
usuario escribió:Le dije....le van a quitar el saludo..... :lol: :lol: :lol:
Publicamos nuevamente las de zonas aledañas??? :lol: :lol: :lol:
Ud. me entiende. no??? :lol: :lol: :lol:
Si me quedaba alguna duda, ya se disipó.
Ud. discrimina a los gordos??.Qué poco respeto merecería si fuese así.
:roll: :roll:
El saludo no me quita el sueño.
El respeto de alguien poco respetable, tampoco.
A los gordos no los discrimino. Es más, yo SOY gorda.
Uté se fue de tema :roll:

Lo que no me piace es el mal gusto.
Se hablaba de la ropa.
Y bánquese las consecuencias, porque fue ud la que sacó el tema, cuando empezó a pedir sastre....
 #247603  por aleuba76
 
usuario escribió:Si alguien conoce un buen sastre, que se presente en estos para canje con forista con escasos recursos?
Ahhh...lo suyo era por mi traaaaje...el de mi foto!!! Que INGENIOSA..que creativa... idola!!

Me ha intentado denigrar públicamente por el solo hecho de que el traje que llevo puesto en mi foto no cuesta U$S3.000, ¿ y ahora se hace la ofendida en materia de discriminación ? :shock: :shock:

Igual..piense... ¿que viene primero... el huevo ... la gallina?
Mis recursos intelectuales me llevan a conseguir recursos de otro tipo, y también de esos que ud. tanto prioriza.

Por ahora no tengo un yate como el suyo, y con mi modesto traje nunca jamás ute´me invitaría a su isla :cry: (noo, la de la fantasía noooo), pero SOY FELIZ! :mrgreen: :mrgreen:
Si quiere puede abrir un post y hacer una encuenta para ver que opina el resto de los foristas sobre mi traje!! :oops: :oops:

Igualmente, cuando necesite cambiar de Contardora, le aviso. :P

Con la Isla Maciel toy contento. :P
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Y con mi yate...ni le cuento (uhh...me salió un pUema!!)
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 #251092  por usuario
 
La pareja idealNasrudin conversaba con un amigo.
- Entonces, ¿nunca pensaste en casarte?
- Sí, pensé –respondió Nasrudin. – En mi juventud resolví buscar a la mujer perfecta. Crucé el desierto, llegué a Damasco y conocí a una mujer muy espiritual y linda; pero ella no sabía nada de las cosas de este mundo.
Continué viajando y fui a Isfahan; allí encontré a una mujer que conocía el reino de la materia y el del espíritu, pero no era bonita. Entonces resolví ir hasta El Cairo, donde cené en la casa de una moza bonita, religiosa y conocedora de la realidad material.
- ¿Y por qué no te casaste con ella?
- ¡Ah, compañero mío! Lamentablemente ella también quería un hombre perfecto.
de Paulo Coelho

La playa
Estaba en la playa,una niña con su padre y él le pidió que probara si la temperatura del agua era buena. Ella tenía cinco años y se entusiasmó de poder ayudar; fue hasta la orilla del mar y se mojó los pies.
-Metí los pies. Está fría- le dijo.
El padre la tomó en brazos, fue con ella hasta la orilla del mar y sin ningún aviso la tiró dentro del agua.
Ella se asustó pero después se divirtió con la broma.
-¿Cómo está el agua?- preguntó el padre.
-Está buena- respondió.
-Entonces, de aquí en adelante, cuando quieras saber alguna cosa, zambúllete en ella.
de Paulo Coelho, libro: "Brida"

El camino del tigre
Un hombre caminaba por el bosque cuando vió una zorra lisiada. "¿Cómo hará para alimentarse?", pensó.
En ese momento, se acercó un tigre, con un animal entre los dientes. Sació su apetito, y le dejó a la zorra lo que había sobrado. "Si Dios ayuda a la zorra, también me va a ayudar", reflexionó.
Volvió a su casa, se encerró en ella, y se quedó esperando que los Cielos le proveyeran de alimento. Nada pasó. Cuando ya se estaba quedando demasiado débil para salir a trabajar, se le apareció un ángel.
- ¿Por qué decidiste imitar a la zorra lisiada? -preguntó el ángel.
- ¡Levántate, toma tus herramientas, y sigue el camino del tigre!
de Paulo Coelho

El guerrero de la luz

Un guerrero de la luz comparte con los otros lo que sabe del camino.
Quien ayuda, siempre es ayudado, y tiene que enseñar lo que aprendió.
Por eso, él se sienta alrededor de la hoguera y cuenta como le fue en su día de lucha.
Un amigo le susurra: ¿Por qué revelas tan abiertamente tu estrategia?
¿No ves que actuando así corres el riesgo de tener que compartir tus conquistas con los otros?
El guerrero se limita a sonreír, sin responder.
Sabe que si llegara al final de la jornada a un paraíso vacío, su lucha no habría valido la pena."
de Paulo Coelho, "Manual del Guerrero de la Luz"

 #251346  por usuario
 
Un cuento de Paulo Coelho

Un Hombre, su caballo y su perro iban por una carretera. Cuando pasaban cerca de un árbol enorme cayó un rayo y los tres murieron fulminados.
Pero el hombre no se dio cuenta de que ya había abandonado este mundo, y prosiguió su camino con sus dos animales( a veces los muertos andan un cierto tiempo antes de ser conscientes de su nueva condición…)
La carretera era muy larga y colina arriba. El sol era muy intenso, y ellos estaban sudados y sedientos.
En una curva del camino vieron un magnífico portal de mármol, que conducía a una plaza pavimentada con adoquines de oro.
El caminante se dirigió al hombre que custodiaba la entrada y entabló con él, el siguiente diálogo:
Buenos días.
Buenos días - Respondió el guardián
¿ Cómo se llama este lugar tan bonito?.
Esto es el cielo.
Qué bien que hayamos llegado al Cielo, porque estamos sedientos!
Usted puede entrar y beber tanta agua como quiera. Y el guardián señaló la fuente.
Pero mi caballo y mi perro también tienen sed…
Lo siento mucho – Dijo el guardián – pero aquí no se permite la entrada a los animales.
El hombre se levantó con gran disgusto, puesto que tenía muchísima sed, pero no pensaba beber sólo. Dio las gracias al guardián y siguió adelante.
Después de caminar un buen rato cuesta arriba, ya exhaustos los tres, llegaron a otro sitio, cuya entrada estaba marcada por una puerta vieja que daba a un camino de tierra rodeado de árboles..
A la sombra de uno de los árboles había un hombre echado, con la cabeza cubierta por un sombrero. Posiblemente dormía.
Buenos días – dijo el caminante.
El hombre respondió con un gesto de la cabeza.
Tenemos mucha sed, mi caballo, mi perro y yo
Hay una fuente entre aquellas rocas – dijo el hombre, indicando el lugar.
Podéis beber toda el agua como queráis.
El hombre, el caballo y el perro fueron a la fuente y calmaron su sed.
El caminante volvió atrás para dar gracias al hombre
Podéis volver siempre que queráis – Le respondió éste.
A propósito ¿Cómo se llama este lugar? – preguntó el hombre.
CIELO.
¿El Cielo? Pero si el guardián del portal de mármol me ha dicho que aquello era el Cielo!
Aquello no era el Cielo. Era el Infierno – contestó el guardián.
El caminante quedó perplejo.
Deberíais prohibir que utilicen vuestro nombre! ¡ Esta información falsa debe provocar grandes confusiones! – advirtió el caminante
De ninguna manera! – increpó el hombre
En realidad, nos hacen un gran favor, porque allí se quedan todos los que son capaces de abandonar a sus mejores amigos…
 #251579  por usuario
 
EL CUENTO DENTRO DEL CUENTO
Hacía meses que vivía asustado por terribles pensamientos de aniquilación que lo atormentaban… sobre todo en las noches.
Se acostaba temiendo no ver el amanecer del día siguiente y no conseguía dormirse hasta que el sol despuntaba, a veces apenas una hora antes de tener que levantarse para ir a su trabajo.
Cuando supo que El Iluminado pasaría la noche en las afueras del pueblo, se dió cuenta de que tenía en sus manos una oportunidad única, ya que no era frecuente que los viajeros pasaran, ni siquiera cerca, de este poblado perdido entre las montañas de Caldea.
La fama precedía al misterioso visitante, y aunque nadie lo había visto, se decía que el maestro tenía las respuestas a todas las preguntas. Por eso esa madrugada, sin que ninguno de su casa lo notara, lo fue a ver a la tienda que le habían avisado, había armado junto al río.
Cuando llegó, el sol recién había terminado de separarse del horizonte.
Encontró al Iluminado meditando.
Esperó respetuosamente unos minutos hasta que el maestro notó su presencia…
En ese momento, y como si lo estuviera esperando, giró hacia él y con una plácida expresión, lo miró a los ojos en silencio.

- Maestro, ayúdame. - dijo el hombre - Pensamientos terribles asaltan mis noches y no tengo paz ni ánimo para descansar y disfrutar de las cosas que vivo. Dicen que tú lo resuelves todo. Ayúdame a escapar de esta angustia…

El maestro sonrió y le dijo:

- Te contaré un cuento:

“… Un hombre rico mandó a su criado al mercado en busca de alimentos. Pero a poco de llegar allí, se cruzó con la muerte que lo miró fijamente a los ojos.

El criado empalideció del susto y salió corriendo dejando tras de sí las compras y la mula. Jadeando, llegó a casa de su amo:

- Amo, Amo!. Por favor, necesito un caballo y algo de dinero para salir ya mismo de la ciudad… Si salgo ya mismo quizás llegue a Tamur antes del anochecer… por favor amo, por favor…!

El señor le preguntó sobre el motivo de tan urgente pedido y el criado le contó a borbotones su encuentro con la muerte.
El dueño de casa pensó un instante y alargándole una bolsa de monedas le dijo:

- Bien, sea. Vete. Llévate el caballo negro que es el más veloz que tengo.

- Gracias amor - dijo el sirviente y, tras besarle las manos, corrió al establo, montó el caballo y partió velozmente hacia la ciudad de Tamur.

Cuando el sirviente se hubo perdido de vista, el acaudalado hombre caminó hacia el mercado buscando a la muerte.

- ¿Por qué asustaste a mi sirviente? - le preguntó en cuanto la vió.

- ¿Asustarlo yo? - preguntó la muerte.

- Sí - dijo el hombre rico - él me dijo que hoy se cruzó contigo y lo miraste amenazante.

- Yo no lo miré amenazante - dijo la muerte - lo miré sorprendida. No esperaba verlo aquí esta tarde, porque se supone que tengo que recogerlo en Tamur esta noche!!

- ¿Entiendes? - preguntó

- Claro que entiendo, maestro, intentar escapar de los malos pensamientos es salir a buscarlos.
Huir de la muerte es ir a su encuentro.

- Así es.

- Tengo tanto que agradecerte, maestro… - dijo el hombre - Siento que desde esta misma noche dormiré tan tranquilo recordando este cuento que me levantaré sereno casa mañana…

- Desde esta noche… - interrumpió el anciano - no habrá más mañanas.

- No entiendo - dijo el hombre.

- Entonces… no entendiste el cuento.

El hombre, sorprendido, miró al Iluminado
y vio que la expresión de su cara,
ya no era la misma…
 #255205  por usuario
 
UN HOMBRE, Poldy BIrd

Quien puede decir ciertamente lo que es un hombre. Qué siente. Qué piensa. A qué le teme. Por qué vibra. Qué es lo que mas le interesa en la vida y en el mundo. Hasta donde es capaz de amar sin pensar que está loco o que es ridiculo.

Quien puede decir que realmente conoce a un hombre. Quien puede decir que realmente lo comprende...

A veces pareciera que sí, que es posible, que atravesando el complicado laberinto de su pensamiento uno ha llegado al fondo, a ese lugar secreto, escondido, protegido por los cinco sentidos y lo ha encontrado... Pero un minuto despues, él se rebela, borra todas las huellas, tuerce las agujas del reloj, cambia de voz, de piel, de convicciones.

Cambia la intensidad de la mirada, se vuelve hosco, lejano, inalcanzable, o nos hace creer que cambia de voz, de piel, de convicciones y que se vuelve inalcanzable...

Y otra vez estamos afuera, otra vez llamando a su puerta, otra vez estamos comenzando.

Con un hombre nunca se está en camino. Siempre se está empezando a caminar...

No somos nosotras las que podemos apoyar la cabeza sobre su pecho seguro y descansar..., sino que son ellos los que terminan apoyando su cabeza en nuestro pecho y se quedan dormidos como niños.

Un hombre...

Qué dilema...

Amamos.

Amamos a un hombre y nos abrimos con una daga para darle el corazón desnudo en la palma de la mano. Y él deja el corazón desnudo en la palma de nuestra mano, desnudo y tembloroso, porque tiene miedo de abrirse el pecho para cobijar ese corazón que se le está brindando.

Y cuando oye que su propio corazon late solo, dice que esta solo, " que esta solo como siempre", sin darle importancia al otro corazón que fue arrancado violentamente de su sitio y cada vez mas debilmente da la ofrenda su latido.

Es que... tal vez, él no queria que le dieramos el corazón; tal vez él queria solamente una sonrisa y nosotras, exageradas como siempre, le dimos el corazón.

Es muy posible que él buscara simplemente una oreja pequeña y bien formada para contarle sus penas, para darle algunas veces las palabras que exceden al recipiente... y nosotras, exageradas como siempre, le dimos nuestra vida.

Es posible que él buscara la suavidad de nuestra piel para sembrar en ella unos luceros que subitamente le crecieron en la sangre... y nosotras, exageradas como siempre, le dimos nuestra sangre.

Quizá quería tener cerca nuestro silencio para poder pensar que estaba acompañado... y nosotras, exageradas como siempre, le dimos todos nuestros pensamientos.

¿Acaso no es cuando no damos nada, cuando mas recibimos de un hombre?

¿Acaso no es cuando le damos solamente un poco de nuestra piel, cuando recibimos todo de él, su piel, sus nervios, sus músculos tirantes, su clamor y su hoguera?

¿Acaso no es cuando le damos solamente el silencio cuando recibimos su grito y su llamado, su pedido de rodillas, su lamento estremecido atravesando las montañas, los valles, los rios del universo?

¿No es cuando le dejamos en ristre la duda, que nos ofrece todas las certezas, nos promete la luz, el agua, las estrellas?

Y, cuando vamos por nuestro camino, sin detenernos, él estira sus manos y quiere llevarnos a su camino, dejarnos transitar por él, mostrarnos el puerto de donde todo parte.

Y cuando no lo vemos, quiere que lo miremos.

Y cuando no lo amamos, quiere amarnos y hace lo imposible para que dejemos caer sobre él una gota de amor pequeña y transparente como una lágrima.

Y sus manos son nido cuando no somos pájaros.

Y su ternura es vino cuando no somos cántaro.

Y su pasión es llama cuando no somos leña.

Y su cariño es un millón de luciérnagas cuando no somos noche.

Y su presencia es sol cuando no somos cielo ni dia ni le pertenecemos.

Un hombre es un hombre cabal, entero, valeroso y generoso solamente cuando lo obligamos a luchar sin tener la certeza del triunfo.

Cuando nuestro jardín esta sin siembra, él quiere recoger las rosas.

Cuando el muro es resbaloso y alto, él quiere treparlo y llegar hasta el final para ver lo que hay del otro lado.

Porque lo que verdaderamente quiere un hombre es conquistar la plaza que no se rinde nunca, es alcanzar la palabra que no fue pronunciada, es cortar las violetas que no fueron sembradas, es devorar el pan que jamás fue amasado, es escuchar la música que no fue compuesta, ni tiene aun la melodia nacida.

Lo que un hombre quiere es ser niño cuando lo necesitamos hombre del todo, cabalmente hombre. Y ser hombre cuando inventamos para él un parque con una calesita y un montón de hamacas. Y busca que riamos como un sonajero, cuando la tristeza amenaza el alma y una pequeña caricia de su mano serviría para disipar las sombras y las dudas.

Y quiere que volemos cuando él mismo ha cortado nuestras alas.

Y quiere que tengamos los colores del arco iris cuando se ha encargado de borrarlos y dejarnos en blanco y negro, como una vieja fotografia de la desolación.

Y odia nuestra felicidad aunque sea él quien la haya provocado, porque la felicidad de los demás no lo hace feliz, como él pregona... Le provoca malestar, inseguridad, celos...

Es por eso que no sé, verdaderamente, no sé de quien nos enamoramos las mujeres, si de un hombre o de la idealización del hombre que tenemos en nuestra mente. Si de un hombre o de la imagen nuestra que vemos reflejada en el espejo de nuestro propio corazón .Y creemos que le teme a la soledad... pero él lo que ama en verdad es su soledad, y es eso lo que defiende como una brava fiera...

Porque tal vez lo que un hombre verdaderamente teme ,es perder su soledad... Esa soledad que le hace sentir que nadie va a cambiarlo, que es él mismo... Y que un hombre no se da ni se comparte-
 #256399  por usuario
 
Un cuento de Eduardo Galeano.
Terapia Intensiva.


Lo encontraron en su casa de Buenos Aires, caído en el suelo, desmayado, respirando apenitas. Mario Benedetti había sufrido el más feroz ataque de asma de toda su vida.

En el Hospital Alemán, el oxígeno y las inyecciones lo devolvieron, poquito a poco, al mundo, o a algún otro planeta más o menos parecido. Cuando alzaba los párpados, veía muñequitos que bailaban, tomados de la mano, en la remota pared, y entonces volvía a sumergirse en un silencio asueñado y ausente. Estaba molido. Había sido aporreado por Joe Louis, Rocky Marciano y Cassius Clay, todos a la vez, aunque él nunca les había hecho nada.

Escuchó voces. Las voces iban y venían, se acercaban, se alejaban, y en alemán decían algo así como mal, mal, lo veo muy mal; un caso difícil, difícil; quién sabe si pasa de esta noche. Mario abrió un ojo y no vio muñequitos. Vio unas túnicas blancas, al pie de su cama. Con voz de bandera arriada, preguntó:

—¿Tan grave estoy?

Lo preguntó en perfecto alemán. Y uno de los médicos se indignó:

—¿Y usted por qué habla alemán, si se llama Benedetti?

El ataque de risa lo curó del ataque de asma y le salvó la vida
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