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Temas de interés general relacionados con cuestiones Jurídicas. De lectura libre.
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 #594876  por enzo fernando costa
 
Estimada DAL:
Para responder a tu pregunta recurriré a las técnicas más modernas de educación sexual para uso escolar. Debes saber que para que tú nacieras, fue necesario que tu papá pusiese una semillita en el cuerpo de tu mamá, valiéndose de una parte específica de su cuerpo. De los 100.000.000 de semillitas que pone un papá, sólo una hace bingo. Así que las tiene que hacer llegar lo más cerca posible de donde está el caminito que las lleva a encontrarse con el huevito que pone la mamá. Si las deja lejos, lejos, lejos del caminito, no se pueden encontrar, y entonces el nene no queda encargado, y la mamá no tiene a quien albergar en su pancita.
Por otra parte, si sabes de alguna señorita que se haya quedado embarazada sola y en la pileta de natación, y conservando su virginidad, aunque hubiesen muchos chicos a su alrededor, tráela, que la propondremos para el record Guiness.
 #595065  por enzo fernando costa
 
Como parece que el tema del proyecto de ley de aborto ha sido puesto nuevamente sobre el tapete a raíz de unas declaraciones de la magistrada de la Suprema Corte, Dra. Carmen María Argibay, aparecidas en los noticiarios de hoy, y como he sido quien arriesgó en este foro algunos principios que considero esenciales en tales proyectos, creo oportuno hacer ahora una necesaria aclaración. Si manifesté cuál sería mi posición frente a la disyuntiva "ley de aborto SÍ/NO", fue porque me dí cuenta de que algunos foristas creyeron encontrar en mí un militante antiabortista. Creí honesto de mi parte señalarles que mi propósito al iniciar este hilo de debate fue criticar con dureza no exenta de ácido humor lo que entiendo ha sido un acto de autocrática soberbia, y de manifiesta impericia en el manejo jurídico por parte del Ministerio de Salud. Esto no significa que no considere que la existencia del embarazo no deseado es un problema real y cotidiano, y que se resuelve siempre en nuestro medio desde la inoperancia, la angustia, y la clandestinidad, lo cual no hace otra cosa que complicarlo todo, crear un mercado negro de la "especialidad", y facilitar las circunstancias para la existencia de complicaciones, secuelas, y ocasionalmente muertes. Entonces, desde una óptica sanitarista, tengo que votar en favor de blanquear esta situación. Aunque, lo confieso, el tema no me gusta en absoluto, hasta el punto que rehúyo toda controversia teórica o incluso bioética. Me coloco en la posición pragmática en la que me colocó el ejercicio profesional, tanto desde la medicina como del derecho.
Pero en mi conducta profesional no he sido ni seré jamás un proselitista del aborto. Toda vez que en mis años de desempeño clínico en el marco de obras sociales me vi requerido a dar una orientación tras la indeseada confirmación de un embarazo no buscado, hice todo lo poco que estuvo al alcance de mi mano para apoyar a la mujer en el sentido de la conservación de la vida en gestación. Aún así, reconozco que sólo en dos casos mi intervención pudo pesar en el sentido de un happy end. Y ello porque en uno la joven embarazada encontró, en el seno de su neurótica familia, la sorpresiva contención de uno de sus elementos, curiosamente, la oveja negra de la misma. En el otro, porque mi orientación no hizo más que reforzar la decisión de la mujer, ya tomada, de desafiar con fiereza la imposición de su marido y factor del embarazo. O sea, que no tuve un protagonismo fundamental en el desenlace. En los demás, -que no fueron tampoco muchos, se cuentan con los dedos de la mano- se impuso la dura realidad, dejándome con el sabor amargo de los absurdos de la vida.
Es decir que lo que aprendí fue que el desenlace favorable o desfavorable de estas encrucijadas de la vida no depende de la aséptica admonición de los moralistas, sino de factores socioambientales que están muy lejos del alcance de las frases bonitas y poéticas, o las ilustraciones conmovedoras. Y trabajar sobre esos factores es una tarea que nunca tendrá fin, y que sin embargo hay que emprender siempre, en el largo plazo. Las sociedades que lo logran, demuestran que merecen tener un buen destino manifiesto; las otras…
Espero haber sido claro, y no haber desilusionado a muchos.
 #595081  por ANAMARIAP
 
jajajaa el colegio de monjas! hasta tener período ahí era pecado, si alguna de las alumnas quedaba embarazada -además de haber comprado el ticket directo al infierno- debía cambiarse de colegio. Si tenías un amiguito eras rapidita, si tenías novio algo cercano a protistuta. El vestido blanco solo para las que se casen vírgenes, el resto debía elegir otro color. Si tenías relaciones sexuales sin casarte "nunca mas otro hombre te tendría respeto". Y si hiciste las cosas "bien" Dios seguramente te enviaría un hijo varón. Que polutedeces!!!

Yo no estoy a favor del aborto libre, más aún en el siglo XXI, creo que el tema de los anticonceptivos está al alcance de todos, no hay excusas. Si uno no se cuida, y queda embarazada, no puedo disponer de otra vida que no es la suya y que depende de esa persona hasta nacer. No lo querés, tenelo y dalo en adopción, somos muchas las mujeres que queremos tener hijos y no quedamos embarazadas y tenemos las puertas abiertas a adoptar.
Muy bueno el que posteó el comentario "sobre la panza transparente".
Saludos, Anamaría
 #595113  por Master
 
Estimado Costa ..
La claridad, solidez y -sobre todo- honestidad de sus posts me colocan en un grave compromiso a la hora de responder, por no mencionar la posibilidad de una discrepancia. Pero no deseo dejarlo sin comentarios.


Como parece que el tema del proyecto de ley de aborto ha sido puesto nuevamente sobre el tapete a raíz de unas declaraciones de la magistrada de la Suprema Corte, Dra. Carmen María Argibay, aparecidas en los noticiarios de hoy, y como he sido quien arriesgó en este foro algunos principios que considero esenciales en tales proyectos, creo oportuno hacer ahora una necesaria aclaración. Si manifesté cuál sería mi posición frente a la disyuntiva "ley de aborto SÍ/NO", fue porque me dí cuenta de que algunos foristas creyeron encontrar en mí un militante antiabortista. Creí honesto de mi parte señalarles que mi propósito al iniciar este hilo de debate fue criticar con dureza no exenta de ácido humor lo que entiendo ha sido un acto de autocrática soberbia, y de manifiesta impericia en el manejo jurídico por parte del Ministerio de Salud. Esto no significa que no considere que la existencia del embarazo no deseado es un problema real y cotidiano, y que se resuelve siempre en nuestro medio desde la inoperancia, la angustia, y la clandestinidad, lo cual no hace otra cosa que complicarlo todo, crear un mercado negro de la "especialidad", y facilitar las circunstancias para la existencia de complicaciones, secuelas, y ocasionalmente muertes. Entonces, desde una óptica sanitarista, tengo que votar en favor de blanquear esta situación. Aunque, lo confieso, el tema no me gusta en absoluto, hasta el punto que rehúyo toda controversia teórica o incluso bioética. Me coloco en la posición pragmática en la que me colocó el ejercicio profesional, tanto desde la medicina como del derecho.

Ciertamente, este hilo giró en torno al protocolo del ministerio del ramo y a sus implicancias y desprolijidades. Pero, inevitablemente, las posiciones personales aparecen entre los argumentos y es difícil a veces, en estos temas, separar planos emocionales de recursos racionales. Con todo, debería cederle la derecha a quien, como Ud., estuvo en la primera línea en su condicion de médico, y experimentó de primera mano las situaciones concretas que presentan estos casos. Y por eso debo coincidir con Ud. (más bien, aceptar su lectura sanitarista, que de eso se trata en buena parte de los casos, sobre todo de mujeres humildes). Pero dudo al momento de aceptar el blanqueo del tema, porque la 'ilustración conmovedora' que subi al tema me muestra un pequeño ser humano frente al cual (y no frente a su imagen) debe pensarse necesariamente en una decisión que -razones de estado de necesidad médicamente establecidas aparte- pasa por posiciones valorativas (llámense éticas, morales o hasta religiosas).


Pero en mi conducta profesional no he sido ni seré jamás un proselitista del aborto. Toda vez que en mis años de desempeño clínico en el marco de obras sociales me vi requerido a dar una orientación tras la indeseada confirmación de un embarazo no buscado, hice todo lo poco que estuvo al alcance de mi mano para apoyar a la mujer en el sentido de la conservación de la vida en gestación. Aún así, reconozco que sólo en dos casos mi intervención pudo pesar en el sentido de un happy end. Y ello porque en uno la joven embarazada encontró, en el seno de su neurótica familia, la sorpresiva contención de uno de sus elementos, curiosamente, la oveja negra de la misma. En el otro, porque mi orientación no hizo más que reforzar la decisión de la mujer, ya tomada, de desafiar con fiereza la imposición de su marido y factor del embarazo. O sea, que no tuve un protagonismo fundamental en el desenlace. En los demás, -que no fueron tampoco muchos, se cuentan con los dedos de la mano- se impuso la dura realidad, dejándome con el sabor amargo de los absurdos de la vida.

Nunca pensé que lo fuera y, si interprete bien sus líneas, entendí que Ud.abogaba por condiciones que eliminaran o redujeran la morbilidad o mortalidad. Esto me sonaba un poco a 'Si no podemos evitarlo, al menos no arriesguemos a perder dos vidas en lugar de una' pero así son los 'Plan B'. De allí a la libre disponibilidad del aborto hay un trecho que yo, al menos, no estoy dispuesto a suprimir, según lo exigen los sectores partidarios del 'pro choice'. Creo que es por aquí por donde pasa el meollo de la cuestión, y la discusión previa en torno a facilitar condiciones sanitarias óptimas no me parece un tema médico, sino ético y politico. En cualquier caso, disponer de una vida humana (en agraz, en este caso) no es tarea sencilla pero tampoco privativa de los médicos.

Es decir que lo que aprendí fue que el desenlace favorable o desfavorable de estas encrucijadas de la vida no depende de la aséptica admonición de los moralistas, sino de factores socioambientales que están muy lejos del alcance de las frases bonitas y poéticas, o las ilustraciones conmovedoras. Y trabajar sobre esos factores es una tarea que nunca tendrá fin, y que sin embargo hay que emprender siempre, en el largo plazo. Las sociedades que lo logran, demuestran que merecen tener un buen destino manifiesto; las otras…
Espero haber sido claro, y no haber desilusionado a muchos.


Aquí llegamos al punto, que no creo que pase por el problema en sí sino por el encuadre con el cual Ud.lo aborda, colocando de un lado al médico en la trinchera de su consultorio, y del otro a los que llama 'moralistas'. Creo que este esquema tan polarizado (que hemos analizado en posts anteriores) altera la percepción del abanico de implicaciones que el problema presenta y, a mi modo de ver, requiere bajar a la realidad las 'admoniciones' (me molestan tanto como a Ud.) y ampliar el ángulo pragmático de los médicos (que, salvo nítidas indicaciones frente a estados de necesidad, no contienen criterios de decisión extra-médicos), con lo cual llegamos a ese punto de confluencia -la Bioética- donde se tornan relevantes ambos abordajes. Caramba, si fuera tarea sencilla no habría enconados debates.
Colega Costa: mi experiencia personal pasa por el ejercicio de la especialidad penal y por años de camino académico buscando respuestas a estos arduos asuntos de vida o muerte. Pero cada vez que leo un aporte suyo enriquezco mi visión del tema. Gracias.
 #595303  por enzo fernando costa
 
Estimado Master:
Le agradezco sus elogiosos términos, y de paso me da pie a hacer una aclaración dirigida a los seguidores u ocasionales lectores de este hilo. Se refiere al limitado papel que le cabe al médico que con acertada metáfora Ud. ha colocado “en la trinchera” del consultorio. Él no “decide” nada: sólo diagnostica, haciéndole saber a su paciente que esos extraños síntomas que la llevaron a consultar -desgano, cambios de humor, náuseas, variaciones de apetencia hacia los alimentos, y extraño retraso menstrual, etc.- se deben, conforme lo revelan los análisis realizados, a que está embarazada. “Enhorabuena. Le daré un suplemento vitamínico con minerales, para ir ganando tiempo mientras va sacando turno de consulta con el servicio de Obstetricia”. (Punto).
Ahí puede surgir el problema. En lugar de una sonrojada sonrisa de júbilo esperada, puede aparecer la inconfundible mueca de ansiedad y angustia.
“Pero yo no lo puedo tener, doctor… ¿A dónde puedo recurrir…?”
No hay encuadre bioético posible a este nivel. Sólo cabe definir –robándole unos cuantos minutos a la próxima consulta de 15 minutos de la clínica sindical- si la mujer tiene su decisión ya claramente tomada, o aún está confundida. En este último caso, -y robándoles unos minutos más a los próximos pacientes que ya refunfuñan en la sala de espera- deslizar un consejo en pro de la aceptación de esta maternidad, y sugerirle una nueva consulta al día siguiente (“dígale a la secretaria que yo la autoricé a que la anote como supernumeraria”). Y si hay receptividad, motivarla para que acepte una derivación para el servicio de Salud Mental, cruzando los dedos para que nuestra derivación con rótulo de “urgente” sea respetada. Porque si le dan el habitual turno para dentro de 30 días…
Pero si la mujer se muestra claramente refractaria a nuestra exhortación de tomarse unas horas de reflexión y reconsiderar el tema con la ayuda de profesionales idóneos en la contención y orientación existencial, entonces no nos quedan más que dos alternativas en el camino crítico:
a) ponerle bien en claro que ese planteo no es materia de consulta médica, y que "es política institucional el no hacerse cargo de tales cuestiones de índole absolutamente personal ajenas al quehacer profesional" (Punto). “La obra social pondrá a su disposición todos los controles y atención debidos a su embarazo. Buenas tardes.” (Punto); o
b) pensar rápidamente a qué obstetra de criterio “amplio” dentro de la nómina de la institución podemos remitirla, que ya sabrá él cómo conducir el caso. (Punto)
Personalmente, me tocó ejercer la opción (a) cuando trabajaba en un policonsultorio mutual sindical regenteado por un médico rigurosamente católico; y la opción (b) en una clínica laboral en la que los directivos eran de criterio mucho más laxo. ¿Cuál de las dos opciones fue más humana y “médica”…? Lo dejo librado al criterio de los lectores/as.
O sea, que las consideraciones bioéticas se dan a otro nivel mucho más elevado en la pirámide de poder y social. La discusión cabe a nivel legislativo. Y allí tendrán que sopesarlas con las conveniencias sanitarias, y las estadísticas de secuelas, complicaciones, y muertes. De esto seguramente podrán hablar con muchísima más experiencia de campo que yo los obstetras; como clínico generalista ya he aclarado que mi casuística fue cuantitativamente muy limitada.
Entonces, como el terreno donde deben pensarse bien estas cosas, y enfocarlas desde una óptica multidisciplinaria es el legislativo, en un post previo –muy a las apuradas- esbocé algunas precondiciones al posible otorgamiento “legal” de abortos, en el supuesto de que prosperen los proyectos de desincriminación.
Si algún legislador/a considera que le podré ser útil desde un rol de asesor, cómo no, servidor… y desde ya que entonces no sólo tendré que profundizar en las realidades epidemiológicas obstétricas y sanitarias, sino que tendré que sumergirme también en la disciplina bioética, como con generosidad de colega abogado Ud. me recuerda.
Mi tiempo de servir en la “trinchera” ya quedó atrás. Que vengan los nuevos a ocuparla.
Reciba mi cordial saludo de siempre.
 #595569  por viko
 
nada...
otra vez con la boca abierta. No hay como ejercer para conocer el palo. Espectacular dr, tu descrpcion de la profesion de medico. Muchos solo sabemos de medicina lo que vemos en DR House.-
reitero mi inquietud planteada en otro hilo sobre el mismo tema: Cuantos casos reales de persecucion penal por aborto hemos visto nosotros en nuestra practica profesional??
yo vi casi de todo... pero delito de aborto aun no vi nunca en mis escasos años de pasillo.-
saludos
 #595908  por ricardito21
 
Valorando, como siempre en este hilo, los aportes de los Dres. Costa y Master, quisiera mencionar mi acuerdo con lo expresado por ANAMARIAP en el segundo párrafo de su post. No así lo dicho en el primer párrafo: nunca tuve conocimiento de tan disparatadas enseñanzas en colegios religiosos; de ser así, se trataría de una barbaridad como -también- decirle a los adolescentes: "reviéntense a gusto, salten de colchón en colchón desde los 12 años, pero usen "esto"". Ahora bien, comparto en general lo expresado por Anamaría:

"Yo no estoy a favor del aborto libre, más aún en el siglo XXI, creo que el tema de los anticonceptivos está al alcance de todos, no hay excusas. Si uno no se cuida, y queda embarazada, no puedo disponer de otra vida que no es la suya y que depende de esa persona hasta nacer. No lo querés, tenelo y dalo en adopción, somos muchas las mujeres que queremos tener hijos y no quedamos embarazadas y tenemos las puertas abiertas a adoptar"..

Considero que, en general, un "embarazo no querido" es derivación de una relación sexual "sí querida"; por lo tanto, NADA puede justificar el descuartizamiento de una persona por nacer que tiene derecho a la vida. En mi convicción, lo jurídico, lo político, lo sanitario y lo social tienen íntima relación con lo moral.

Es cierto que procesos penales por aborto no abundan. En mi caso, no me tocó actuar como abogado, sino como testigo en un procedimiento de allanamiento de un antro abortero en Capital Federal, ocasión en la que tuve que visualizar los lugares de la práctica, así como también tambores donde se encontraban arrojadas y despanzurradas las critaturas humanas allí asesinadas, como si fueran residuos patológicos. Jamás aceptaré la legalización de semejantes tropelías. Que cada uno se haga cargo, en la vida social no sólo hay derechos, también hay deberes y obligaciones.
 #595947  por DAL
 
ricardito21 escribió: Considero que, en general, un "embarazo no querido" es derivación de una relación sexual "sí querida";
Bueno, en general NO.
De hecho, cuando hablamos de la "guia" su pecado es tratar como no punible el aborto de la mujer violada-. Que por definición trata de un embarazo no querido en una relación sexual NO QUERIDA, ni consentida.

Estabamos hablando del aborto como control de natalidad sino de su punibilidad en caso de violación. Y tampoco de la bondad del aborto, o su moralidad, sino de su punibilidad en caso de violación: esto es, la mujer violada que decide abortar, es una persona que necesita ser resocializada mediante una pena privativa de libertad????

No creo que debamos mezclar los tantos porque no todo es lo mismo.
 #596024  por ricardito21
 
En efecto, colega DAL, no todo es lo mismo. En mi anterior post expresé "en general" para diferenciar con los casos excepcionales de violación. En anteriores post en este hilo (y otros) enuncié mi postura con relación a este supuesto de "embarazo no querido". En esta ocasión, sólo repetiré esta idea: en un caso de aborto, la resocialización de la madre por imposición de la ley penal es un tema que merece ser analizado con mucho detenimiento (a mi me merece dudas). Pero respecto de quienes lo practican, a ellos les aplicaría la pena del homicidio calificado por la alevosía.
 #597012  por enzo fernando costa
 
Con fecha de hoy, jueves 12 de agosto de 2010, leemos en la edición on line de "Página 12" un artículo titulado "El derecho a la salud sexual", del que recorto los siguientes párrafos:
“La organización internacional Human Right Watch criticó la “falta de decisión política” del Gobierno para garantizar los derechos sexuales y reproductivos en el país y denunció que miles de mujeres deben enfrentar numerosas trabas en los servicios de salud para acceder a métodos anticonceptivos, procedimientos de ligaduras tubarias y abortos permitidos por la ley.” (…)
(…)“La actitud del gobierno argentino no es sólo errática sino ausente en esta materia”, lamentó el directivo de la organización. Y cuestionó que se haya dado marcha atrás en la decisión de avalar con una resolución del Ministerio de Salud la Guía Técnica para la Atención Integral de los Abortos No Punibles, elaborada por esa propia cartera.”

En el tema puntual del aborto, y contrariamente al pensamiento de esa organización con sede en Nueva York, me congratulo de que la sensatez haya retornado las cosas a sus cauces normales. También me congratulo de que la significativa respuesta de participantes de este Foro, aún desde ángulos de opinión con matices muy disímiles, haya sido conteste en la inviabilidad jurídica de estas "desprolijidades" (como mínimo). Quiero pensar que esta reacción colectiva de hombres de derecho haya aportado su granito de arena para hacer reflexionar a los Poderes involucrados, en el sentido de la necesidad de darle a la cuestión el tratamiento integral y conforme a derecho que se merece.
 #597252  por ricardito21
 
Totalmente de acuerdo Dr. Costa. Por otra parte, me enorgullece que las autoridades de nuestro país reciban la crítica de esa organización, que integra la "internacional abortera".
 #598565  por enzo fernando costa
 
En el editorial del diario "La Nación" de hoy, domingo 15 de agosto de 2010 se encara el tema que nos ha ocupado en este hilo. He creído interesante citarlo y recomendar su lectura, porque es la primera expresión de compromiso editorial que he visto desde que se dio difusión masiva a esa "Guía..." tan peculiar. Interpreto que complacerá a muchos de los foristas que opinaron así.

"La cultura de la vida y el aborto
Hay quienes sostienen absurdamente que, para eliminar abortos clandestinos, lo mejor es matar al niño por nacer legalmente
El tema del derecho a suprimir la vida de la persona por nacer ha sido puesto una vez más sobre el tapete a partir de la controversia desatada por la difusión de un polémico protocolo por parte del Ministerio de Salud de la Nación, publicado "por error" según el titular de la cartera, Juan Manzur, como por recientes declaraciones del consejo superior de la UBA y de la jueza de la Corte Carmen Argibay en favor de la despenalización del aborto.
El Código Penal argentino exime de pena la realización de los llamados abortos terapéuticos y eugenésicos. Los primeros son aquellos que se hacen con el fin de evitar un peligro para la vida o la salud de la madre y que no puede ser evitado por otros medios. Los segundos son aquellos en los cuales el embarazo "proviene de una violación o de un atentado al pudor cometido sobre una mujer idiota o demente".
Para la interpretación histórica y tradicional, sólo se exime de pena el aborto sobre un embarazo de una mujer idiota o demente; para la interpretación extensiva, se trata de cualquier violación. Vaya esto sin polemizar sobre tal anacrónica concepción que discrimina a la persona incapaz, y cree que el incapaz va a generar un hijo incapaz, y por eso puede ser eliminado.
El "protocolo" que nos ocupa se ha erigido en reformador o intérprete del Código Penal, facultad reservada al Congreso de la Nación, y ha dicho que los hospitales están obligados a realizar abortos cuando la mujer embarazada afirme haber sido violada, o acompañe la denuncia policial. La opción, creación pura de funcionarios de la cartera de Salud, es inexistente. Si un funcionario se basa sólo en la simple afirmación de la mujer de que ha sido violada, aun cuando implique una declaración jurada, y con ello se autoriza el aborto, se habrá legalizado el aborto en la Argentina, sin reformar el Código Penal.
Si se leen con buena fe, los cuatro artículos que la ley penal dedica al aborto, se advertirá que se pena: a quien lo causare sin consentimiento de la mujer; a quien lo hiciere con el consentimiento de ésta, con agravamiento de la pena si deriva en la muerte de la mujer; a los médicos, cirujanos, parteras o farmacéuticos que abusaran de su profesión y causaran el aborto o cooperaren a causarlo; al que causare un aborto con violencia, aun sin intención, cuando el embarazo fuese evidente, y a la propia mujer que se lo causase o consintiere que otro se lo cause. Es evidente para el lector desprejuiciado, que se está protegiendo, no a la mujer, sino al ser humano por nacer; de lo contrario, no sería punible el aborto hecho con conocimiento y consentimiento de ésta, o el propio aborto.
De allí se sigue que como no se discute ya que el ser humano existe desde que se unen el espermatozoide y el óvulo, pues desde entonces el ADN del nuevo ser está completo y es único, individual e irrepetible, es bastante claro que el bien jurídico protegido es la vida humana del por nacer. Para quienes, al pretender legalizar el aborto, insisten en lo contrario, hay que recordar que distinguidos especialistas, como el premio Nobel de biología Jean Rostand, han expresado que "existe un ser humano desde la fecundación del óvulo" y que "el hombre, todo entero, ya está en ese óvulo, con todas sus potencialidades". Del mismo modo, el genetista francés Jérôme Lejeune sostuvo que "la naturaleza humana, desde la concepción hasta la vejez, no es una hipótesis metafísica, sino una evidencia experimental".
Uno de los argumentos en boga para justificar la despenalización pasa por los abortos clandestinos. Aquí, la extraña lógica abortista considera que, para eliminarlos, lo mejor es matar al niño legalmente, con garantías médicas.
Quienes creen que la vida es el don supremo del hombre piensan que hay que combatir la práctica clandestina y sancionar duramente a los profesionales o falsos profesionales que se dedican a este infame menester.
A la vez, se debe fomentar la adopción legal en todas sus formas, facilitando trámites y ayudando a las mujeres embarazadas con graves dificultades económicas para mantener a su hijo por nacer.
Es muy extraño leer como seudoargumento que han muerto 80 madres en 460.000 abortos clandestinos, según supuestas cifras oficiales, y no se diga que por tal acción murieron 460.000 niños. Hay miles de padres que desesperan durante años por tener en adopción alguno de esos niños.
Mucho se ha dicho ya sobre este tema, y pocas dudas deben quedar respecto del derecho humano del más pequeño e indefenso de los seres humanos. Menos se puede dudar de que es a éste a quien hay que proteger, como lo hace nuestra legislación. Y a la vez, obvio es decirlo, apoyar fuertemente desde el Estado a la madre violentada, en todo sentido, ya que no tiene la culpa de lo que le ha acontecido, pero no por ello tiene derecho a sumar a su daño la muerte de otro ser inocente. Debemos tratar que
la sociedad intente remediar el daño sufrido por la madre sin matar a nadie. E[/b]n eso consiste la cultura de la vida.


Personalmente, como ya saben, coincido en aquello de que..."la opción, creación pura de funcionarios de la cartera de Salud, es inexistente.". Un mamarracho jurídico, añadiría yo.
No coincido en la remanida solución de resguardar todo embarazo, -para el caso el surgido en violación-, porque siempre existirá un gran número de parejas ansiosas de adoptar. Tampoco coincido en la conservación del embarazo surgido de una violación en mujer idiota o demente, por similares razones. Aquí tengo que remitirme a los médicos positivistas del siglo XIX y principios del XX, que si bien de genética científica sabían muy poco, de herencia sabían mucho. Eran los médicos de familia de veras (no esa creación moderna de la medicina masificada), y estaban curtidos de ver familias en varias generaciones. Sabían que los genes son implacables, por más filosofía que les queramos aplicar. Cualquiera de ellos le hubiera observado al editorialista: ¿cuál cree Ud. que sería el fruto de la violación de una mujer con debilidad mental profunda y un cretino moral?...Me gustaría ver también la opinión editorial de otros prestigiosos exponentes de nuestra prensa escrita al respecto de toda esta temática. Ya que los políticos, muy convenientemente hacen mutis por el foro...
 #599452  por enzo fernando costa
 
Bueno, seguimos con el macaneo de la dichosa "Guía..."
Hoy (martes 17/8/10) es el diario Clarín, quien en sus páginas 24 y 25 nos hace saber de la preocupación de la representación local de la OMS (Organización Mundial de la Salud) acerca de las erráticas vicisitudes del conocido documento ministerial presuntamente aprobado -pero nunca firmado- por resolución 1184. Al parecer, sobre esa Guía reposaban grandes expectativas de dar un vuelco fenomenal a la mortalidad materna debida a complicaciones por abortos inseguros. Y, si seguimos el tenor de la nota periodística, resultaría también que "en junio el comité de los Derechos del Niño de la ONU le habría recomendado al Gobierno que adoptara medidas urgentes".
Por favor, alguien que me pellizque a ver si estoy despierto, o esto es una alucinación de mis sentidos.
¿Estoy entendiendo bien, o mediante la aplicación del aborto en casos de embarazo tras violación nuestro país modificará dramáticamente el índice de mortalidad por abortos inseguros en general...? ¡Entonces estoy viviendo en un país de violadores...!
Además, resultaría que el Comité de los Derechos del Niño de la ONU cifraría sus esperanzas en...¿el aborto de futuros niños...?
¡Cuán poco serio se está volviendo este tema abortivo!
O quizá deberíamos lamentar más bien cuán poco enjundioso es el quehacer periodístico al respecto.
 #599507  por DAL
 
enzo fernando costa escribió: O quizá deberíamos lamentar más bien cuán poco enjundioso es el quehacer periodístico al respecto.
Creo que esa es la verdad de la milanesa. Por lo menos en este país. Desconozco sobre todos los temas de los que tratan las cronicas periodísticas. Pero cuando tocan temas juridicos sufro leyendo viendo la supina ignorancia con la que se hacen ridículas afirmaciones. Y supongo que en politica son iguales que en derecho. Y en economía, y demas temas.
Ya aprenderán???
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