Un chico se va a la Universidad en Córdoba, pero más o menos la mitad del semestre se le acaba el dinero que le dieron sus padres. Se le ocurre entonces una idea brillante y llama a su padre.
- Papá, no vas a creer las maravillas modernas de la educación en este sitio. Resulta que aquí, en mi Universidad, tienen un programa para enseñar a hablar a los perros.
- ¿Y cómo puedo hacer para que acepten a Pluto, el perro de la casa?
- Solo envíamelo con $1,000 y yo me encargo de matricularlo.
Así es que el confiado padre envía al perro con los $1,000.
Más o menos a los 2/3 del semestre, el muchacho se gasta la plata de nuevo y decide volver a llamar a su padre.
- Bueno, y ¿cómo le va a Pluto? le pregunta su padre.
- Increíble, papi. Ya habla hasta por los codos, pero ahora resulta que hay otro curso más avanzado, para enseñar a los perros a leer
- ¡No jodas! ¿Y cómo hago para que entre a ese curso?
- Solo envíame $2,500 y lo matriculo en ese nuevo curso.
Así es que el ingenuo padre le envía el dinero.
Al final del semestre, el chico para no descubrirse porque el perro no sabe ni hablar, ni leer, le mete un tiro al perro. Cuando llega a su casa para las vacaciones, el padre está feliz, esperándolo..
- ¿Dónde está Pluto? Estoy deseoso de escucharlo hablar y leer. Ya tengo separada una revista de animales para que me la lea.
- Papá, no me lo vas a creer. Ya lo tenía todo preparado para el viaje, cuando lo veo acostado en el sofá, leyendo el Clarin, como todas las mañanas. De pronto me dice, 'Bueno, ¿y tu viejo se sigue acostando con la pelirroja ésa que vive enfrente de la casa?'
Y el padre le contesta,
- Espero que le hayas metido un tiro a ese perro, antes de que hable con tu mamá.
- Claro, papi ¡Eso fue exactamente lo que hice!
- Así se hace, hijo.
El chico se graduó y se convirtió en un político exitoso que ganó elecciones en Córdoba.
********Abogado********
Ciudad Autónoma de Bs.As.