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 #79039  por Pandilla
 
Anexo a este Post un reportaje hecho al sociólogo francés Loic Vacquant, pues, como él, en una de sus respuestas, relata, hace unos pocos meses, visitó a el C. U. D. y quedó muy impresionado por el lugar.
Por otro lado, varias de sus reflexiones, son muy interesantes.

Los intelectuales del mundo y LA NACION (Edición del día Miércoles 28-11-2007).

"La inseguridad social será el tema del futuro"
Lo dice el sociólogo francés Loic Wacquant

Lejos de ser un sociólogo de laboratorio, al francés Loic Wacquant le gusta meter los pies en el barro: no dudó en hacerse boxeador, en Chicago, para llegar a comprender, en su propia piel, las claves de la nueva marginalidad urbana, el área de su especialidad.

La tesis central de sus trabajos sobre los guetos urbanos resulta inquietante: “Al contrario de lo que se supone, el crecimiento económico fabricará más y más pobres. La solución a la desigualdad ya no pasará exclusivamente por generar más empleos y que la gente pueda vivir de su trabajo. Eso ya no será posible, porque la supervivencia no podrá garantizarse sólo a través del mercado laboral. Se deberá pensar en nuevas maneras de distribuir los derechos sociales y económicos, porque la inseguridad social será el gran tema del siglo XXI”.

Wacquant, de 47 años, es el principal discípulo del sociólogo francés Pierre Bourdieu, uno de los más influyentes y conocidos del siglo XX. Con él escribió Una invitación a la sociología reflexiva.

Durante una entrevista con LA NACION, afirmó que el rechazo de buena parte de la clase media a las protestas piqueteras encubre un profundo miedo colectivo a caer en la marginalidad. "La incertidumbre de las personas de clase media de no tener seguridad en su trabajo les genera una gran ansiedad, porque temen no poder transmitirles a sus hijos su estatus social. Ese pánico se transforma en hostilidad. «Ese podría ser yo», piensan cuando se topan con un piquetero", dice, agudo, Wacquant, que también es antropólogo.

Loic Wacquant vive actualmente en Estados Unidos, donde dicta clases en la Universidad de California, en Berkeley.

De paso por la Argentina, invitado por la UBA, en el marco del 50° aniversario de la carrera de Sociología, dio una conferencia y visitó la cárcel de Devoto, donde habló con los presos.

Aprovechó también la visita para presentar su último libro, Los condenados de la ciudad. Guetos, periferias y Estado , editado por Siglo XXI.

P-Usted debe de ser una especie de bicho raro en Estados Unidos, ¿no?

R-[Se ríe a carcajadas] Bueno, en realidad todos los intelectuales en Estados Unidos lo somos, de algún modo. Los grandes diarios no nos entrevistan. Somos ignorados y estamos marginados del debate público.

P-Algo así como piqueteros intelectuales en su propio gueto...
R-Sí; de allí que me resulta muy gratificante viajar por América latina y por Europa, donde realmente considero que hay discusión intelectual.

P-¿Cuando fue boxeador tampoco lo entrevistaban?

R-¡Ah, sí, ahí sí! Me entrevistó el Chicago Tribune porque, al parecer, les parecía muy exótico y simpático que fuera intelectual y a la vez boxeador. Una nota de color, en fin... Pero nunca me preguntaron por mis conclusiones sobre la vida en la prisión, por ejemplo. A propósito: estuve en Devoto hablando con los prisioneros y me quedé muy conmovido por los cursos universitarios que se dictan en las cárceles argentinas. Es un avance enorme con respecto a Estados Unidos, donde se eliminaron esos programas. El trabajo de los docentes argentinos al conectarse con la gente en la prisión no sólo me resulta muy conmovedor, sino que además demuestra que la cárcel es parte de la sociedad, no algo de otro planeta.

P-Usted dice que el crecimiento económico no sólo traerá bienestar, sino también más marginalidad. Pero la verdad es que no me imagino a los políticos argentinos proponiendo un retroceso. ¿Qué solución potable sugiere?

R-La solución no pasa por frenar el crecimiento, sino por dejar de ilusionarse con que remediará la marginalidad, porque es al revés: traerá más pobres si nos quedamos esperando que el mercado laboral mejore y que la gente consiga trabajo. La expansión del trabajo precario asalariado, con baja remuneración, hecho que ya estamos viendo en los países más desarrollados, generaliza la inseguridad social. Es necesario buscar políticas públicas que ataquen la marginalidad en forma más directa.

P-¿Cómo es eso? Si no es del trabajo, ¿de qué vamos a vivir?

R-La principal fuente de marginalidad es el desempleo y la proliferación del trabajo part time y en negro, y eso no se resolverá con el crecimiento económico. La precariedad no es un fenómeno pasajero ni del pasado: está en nuestro futuro. En adelante, ya no podremos depender del salario para garantizar lo básico. Se requerirá un mayor compromiso del Estado para distribuir los principales bienes sociales: tener un techo sobre la cabeza, no morir de una enfermedad curable, poder trasladarse, tener acceso al entrenamiento laboral...

P-¿Propone algo así como un piso mínimo de derechos básicos, garantizado por el Estado?

R-Sí, pero cuando hablo de una política pública igualadora no es porque ame el Estado. No debe ser entendido el Estado como la teología de la izquierda. Precisamente a mí me parece que el desafío del siglo XXI es salir de la discusión de Estado versus mercado, como si fuera un debate religioso. El punto es que hasta ahora no se ha inventado un instrumento mejor para reducir la desigualdad. Mientras los pobres afrontan una inseguridad objetiva, la clase media sufre otro tipo de inseguridad social. Se trata de la inseguridad subjetiva, porque los trabajos son cada vez menos seguros. Entonces se comienza a sentir incertidumbre por el futuro, la ansiedad de no saber si se podrá transmitir a los hijos el propio estatus social. Eso lleva a la clase media a sentir hostilidad por los marginales, que aquí pueden ser los piqueteros. El rechazo esconde un temor profundo, que dice: "Ese podría ser yo". El piquetero es una amenaza concreta.

P-O sea que la hostilidad de buena parte de la clase media argentina hacia los métodos piqueteros, los palos y los cortes de calle encubre, según usted, el miedo a la marginalidad propia...

R-Sí, pero en el caso de los piqueteros el miedo es doble, porque con los palos evocan y agitan una violencia ancestral. Los piqueteros son una manifestación extrema de esa sensación de no tener un futuro, en la que tenés que hacer algo desesperado, como es irrumpir en la vida pública, para intentar resolver tu situación. Pero, pienso yo, su situación no puede aislarse de la del resto de los asalariados.
P-Algunos dicen que a ciertos sectores del poder, incluso a cierta dirigencia política, les conviene que haya pobres, porque son manejables.

R-Yo diría, más bien, que no les importa. Hay un enorme egoísmo social que hace que los que más tienen digan: a mí me va bien, yo estoy haciendo plata. Es tu problema... Hay un individualismo que lleva, incluso, a echarles la culpa a los pobres por su condición.

P-Muchas veces el poder político ha usado los planes sociales para generar redes de clientelismo y atacar la dignidad de las personas, en lugar de fortalecerlas.

R-Yo creo, sin embargo, que este tema de la dependencia es un prejuicio contra los pobres. Se cree que si a los pobres se los ayuda con subsidios no van a trabajar, pero no se piensa lo mismo de quienes tienen bonos y participan en la Bolsa. Nadie dice que a quienes viven de rentas no les gusta trabajar. El trabajo implica participar en la corriente de la vida, hace a la identidad de las personas. Que se reciba un subsidio en forma de ayuda social no implica que la gente deje de trabajar. Ese es un mito.

P-Mi pregunta apuntaba al uso del clientelismo político. En la Argentina, al menos, hay una fuerte conexión entre las políticas sociales y los aparatos políticos tradicionales que buscan perpetuarse en el poder a cualquier precio.

R-El tema es complejo, porque el discurso de la dependencia es dual. Hay una larga tradición latinoamericana según la cual las grandes firmas reciben grandes subsidios del gobierno o ventajas fiscales. ¿Nadie piensa que esas empresas son dependientes?

P-Claro que sí. También se habla de empresarios cercanos al gobierno de turno, o distantes de él, y se evalúan sus privilegios en virtud de los beneficios que obtienen. Ahora, ¿cómo se construye ciudadanía en el marco de una marginalidad creciente?

R-Me pone contento que haya sacado el tema de la ciudadanía, porque me parece otro debate central de las nuevas sociedades. El incremento de la nueva marginalidad urbana es una gran amenaza para la construcción de ciudadanía, porque fragmenta y erosiona los derechos fundamentales. La pregunta que deberíamos hacernos, lejos de paradigmas fundamentalistas que se reducen a Estado versus mercado, es cómo vamos a extender los derechos sociales y económicos a todos los ciudadanos. ¿Cómo vamos a poner la institucionalidad al servicio de la construcción de ciudadanía? Y en ese marco no veo otra solución que organizar las instituciones públicas para distribuir esos derechos. Porque si esperamos que lo haga el mercado, esperaremos de por vida y la pobreza se hará endémica.

P-¿Corre peligro la Argentina de tener el nivel de marginalidad de Brasil? ¿Podrán convertirse nuestras villas en favelas, así de violentas y penetradas por los narcos? Sabrá que en los últimos años se cuadruplicó la población de las 14 villas que existen en Buenos Aires, por darle sólo un ejemplo.

R-Justamente por eso no hay que dejar que la marginalidad urbana se convierta en algo natural. Yo no compararía, por ahora, las villas miseria con las favelas, pero sí digo que Brasil representa una llamada de atención para la Argentina. Porque cuando los marginados sienten que el único futuro al que pueden acceder pasa por la economía ilegal y a la criminalidad se le responde con represión se llega prácticamente a un conflicto militar entre el Estado y los lores criminales que rigen en los Estados pobres.

Por Laura Di Marco
Para LA NACION
 #82197  por jusval
 
Hola, yo también tuve la suerte y puedo decir, el honor, de cursar el práctico profesional en el C.U.D. A diferencia de lo que comentaba Cinthia, yo elegí, es más, perdí un cuatrimestre para llegar a los puntos que eran necesarios para cursar el práctico en el C.U.D. Es mucho lo que se puede comentar sobre esa experiencia, pero lo fundamental es que para el abogado penalista (como lo soy yo hoy) es el máximo y mejor aprendisaje de la carrera de penalista cursar el práctico profesional allí. Yo fui alumna del práctico y luego ayudante, y, por esas cosas de la vida, sobre todo por el trabajo que -gracias a dios- me surgió luego, no pude continuar asistiendo. Ya les contaré más....
Por ahora, solo decir... inolvidable. :cry:
 #82389  por Pandilla
 
Hola jusval, bienvenida y gracias por tú aporte. Claro, desde ya, todo lo que puedas relatar de tú experiencia en el C.U.D. viene bien, no sólo para conocimiento de otros/as abogados/as, sino, también, para quienes ahora son estudiantes o, ¿ por qué no....?, Público en general.

Saludos y suerte, :lol:

 #92159  por enana
 
Hola a todos. Hoy he descubierto este foro, del cual no sabía que existía y me sorprendí mucho al ver un foro específico del CUD. Yo tambien fuí alumna de la práctica profesional hace un par de años y también fuí como ayudante, hasta que por motivos laborales tuve que dejar, pero sigo yendo de vez en cuando y conozco a mucha de la gente que vive ahí y que se ha nombrado.
Mas allá de las situaciones políticas que se manifiestan en el Centro, donde tengo favoritismo yo también hacia el actual presidente, creo que de ningun modo se votó con ignorancia. El actual presidente ya lo había sido hace dos años por primera vez, y justamente el haber tenido una buena gestión en aquel momento, es que volvió a ganar. Creo que muy por el contrario no ganó la ignorancia, ganó el que cada persona que tuvo derecho a votar supo la diferencia entre la gestión de Da Bouza y de German. No tildemos de ignorantes a todos aquellos internos que día a día bajan a estudiar al CUD, y que quisieron dejar de lado el código tumbero para aportar, desde su actual representante, un encierro un poco menos violento.
El haber pasado por ese espacio de autodeterminación y autogestión fue una experiencia inolvidable, como bien dice JusVal. Conocer cada persona que pasa por esas aulas, que logra salir en libertad sin reincidir (conozco muchas personas con las cuales mantengo el contacto) y con mucho esfuerzo consigue un trabajo digno con lo que allí aprendieron, hace un poco mas humanizada toda la teoría o práctica legal. Ser abogado defensor de las personas privadas de su libertad no es un simple mecanismo, asi lo puedo apreciar yo.
Ese espacio dentro de la Unidad me ha enseñado mucho mas de lo que se puede aprender en la facultad. Y hasta me ha dejado amigos, con los cuales día a día intentamos ayudar a los internos, a que puedan estudiar y consigan una libertad diferente a la que tuvieron antes de ingresar.
Podria contar muchas cosas de ese lugar, que dejaré para otro momento así no se hace muy extenso este comentario.
Saludos.

 #92166  por Cintia Rodriguez
 
Hola enana, mi pregunta es si todavia sigue dando clases el Dr. Daniel M....?
Yo cuando curse fuimos el primer grupo ,asi que mucho no se pudo aprender porque faltaba un poco de ornanizacion de la Unidad.Pero conoci mucha gente con historias de vidas increibles.
Inolvidable, esa es la palabra, en noviembre me conto una amiga que fue a una fiesta institucional ,fuiste, yo no pude por trabajo.
Un abrazo.

 #92180  por enana
 
Si, sigue dando clase el mismo profesor. Y no se como habra sido en ese momento, pero estaba un poco mas organizado. Cada uno tiene su terjeta para entrar, hay diferentes grupos y cada uno con uno o dos ayudantes, hay una metodologia para buscar las cedulas que llegan al palacio, y cada grupo se organiza junto con su ayudante a como van a ser las recorridas por tribunales.
De acuerdo a la fiesta institucional si, fui, si te referis a aquella donde estuvo el Dr Alterini entregando diplomas a las personas que se recibieron, si estuve alli presente.
Saludos
 #92638  por jusval
 
Hola, quería hacer un pequeño comentario con respecto a los mensajes de Viviana y Enana...la verdad es que yo no tengo ningun favoritismo político por ninguno de los candidatos que se postularon en las últimas elecciones del C.U.D, pero creo que en algo es muy acertado el comentario de Enana: no subestimemos a los internos, no pienso que hayan votado con ignorancia, todo lo contrario. Y decir que son ignorantes por el solo hecho de haber votado a tal o cual candidato no es correcto, para mi forma de verlo. Es lo mismo que decir que algo es malo o bueno, o alguien...quien estipula que es lo malo o lo bueno?? Yo pienso que esas personas, privadas de su libertad, muchas veces nos podrían dar "cátedra" en varios temas. No son ignorantes, no creo que asi sea. Son, simplemente, personas que votaron lo que creyeron más conveniente para el lugar y momento en que viven, es tan simple como eso. El problema creo que es que mucha gente, al tildarlos de "ignorantes" está practicando la repudiada estigmatización contra la cuál ellos tienen que luchar día a día, ahora y cuando logran salir de ese mundo, estigmatización que abogados penalistas como nosotros debemos tratar de estirpar por completo, y de una vez por todas, de todos los contextos sociales y culturales. Creo que si hay que hablar de ignorantes, son tales los que piensan que las personas privadas de su libertad no pueden tener decisones libres y voluntarias, no así, ellos.
Saludos.
 #99577  por Pandilla
 
Artículo cuyo contenido tiene cierta relación con los temas del Post:

Fuente: Diario Pagina12, Edición del día Sábado, 02 de Febrero de 2008

LAS MUJERES PRESAS CONTARAN CON ASISTENCIA CIVIL
Derechos tras los barrotes

Además del defensor oficial que se ocupe de la causa penal, las mujeres detenidas tendrán una asistencia en el área civil. Es un plan piloto que ya se puso en marcha en dos penales.

Como todas las mañanas desde que están detrás de los barrotes, ellas despiertan antes de que la bicha (celadora, en jerga tumbera) golpee con su llave las rejas de la celda que comparten y grite “¡arriba! Cayeron por tenencia o comercialización de drogas mayormente. Ellas “previo a su ingreso a la prisión, han asumido no sólo el sostén económico del hogar, sino también la mayor parte del trabajo doméstico y del cuidado de la familia”. En consecuencia, “el paso por la prisión tiene un efecto perjudicial en el caso de las mujeres en tanto puede provocar la ruptura familiar”, argumenta una resolución de la Defensoría General de la Nación por la cual se creó un programa para asistir a mujeres privadas de libertad en los asuntos familiares y civiles.
La iniciativa Programa piloto para la asistencia jurídica a mujeres privadas de libertad comenzó a funcionar ayer, en dos penales del Servicio Penitenciario Federal (SPF). En una primera etapa, se implementará en la Unidad Penal 31, Nuestra Señora de San Nicolás, de Ezeiza, donde hay 242 mujeres que cumplen condena o esperan su juicio, y en la Unidad Penal 3, la más antigua de las dos cárceles de mujeres de Ezeiza con capacidad para 300 internas, pero alberga a más de 700 mujeres, según datos oficiales. La propuesta “también da cuenta de la necesidad de reforzar la protección de derechos de mujeres, en particular en lo relativo a la preservación de sus vínculos con sus hijos”, señala el documento. En la Defensoría no descartan replicar la propuesta en otros penales, incluso en cárceles de hombres.
En la Defensoría explican que el programa busca ayudar a mujeres detenidas a fortalecer el vínculo con sus familiares, en particular con sus hijos. Por ejemplo, a través de la iniciativa, según indicaron voceros de la entidad, mujeres presas que tengan hijos menores de edad podrán impulsar presentaciones judiciales para cumplir la pena de arresto en sus hogares.
El proyecto, creado por la titular de la Defensoría General de la Nación, Stella Maris Martínez, a pedido de un grupo de detenidas, funcionará en el ámbito de la Secretaría General de Política Institucional de la Defensoría. De acuerdo con el informe El Sistema de la Crueldad III, del Comité Contra la Tortura, de la Comisión Provincial por la Memoria –publicado por Página/12 en su edición del 12 de diciembre de 2007– hay en la población carcelaria de la provincia de Buenos Aires, 76 mujeres que están presas con sus hijos, que viven junto a ellas como detenidos. Además, indica que en la fecha de producción del informe había 22 embarazos.
Entre los fundamentos de la resolución de la Defensoría General de la Nación se destaca una cita a la periodista de Página/12 Marta Dillon que había sostenido en la edición del 17 de diciembre de 2006 de este diario, que “la pena de encierro a las mujeres suman el dolor causado por la desintegración de sus familias, lo que se considera un clásico castigo de género”.
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