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A principios del siglo XX, autores españoles homosexuales como Jacinto Benavente,4 Pedro de Répide, José María Luis Bruna, Marqués de Campo,5 o Antonio de Hoyos y Vinent debían elegir entre ignorar el tema de la homosexualidad o representarlo de forma negativa. Los únicos que publicaban literatura sobre temas homosexuales fueron extranjeros: el chileno Augusto d'Halmar publicó Pasión y muerte del cura Deusto, el cubano Alfonso Hernández Catá publicó El ángel de Sodoma y el uruguayo Alberto Nin Frías publicó La novela del Renacimiento. La fuente envenenada, Marcos, amador de la belleza, Alexis o el significado del temperamento Urano y, en 1933, Homosexualismo creador, el primer tratado que veía de forma positiva la homosexualidad.6
Otros se refugiaron en la poesía, como los pertenecientes a la Generación del 27. Así, los autores homosexuales o bisexuales de la Generación del 27 forman una larga lista, comenzando por Federico García Lorca, Emilio Prados, Luis Cernuda, Vicente Aleixandre y Manuel Altolaguirre.7 Estos poetas estaban influidos por los grandes escritores homosexuales europeos, como Oscar Wilde, André Gide (sobre todo por su colección de ensayos Corydon), o Marcel Proust. También se publicó Poemas arabigoandaluces de Emilio García Gómez, que contenía poemas pederastas de poetas de Al-Ándalus.6 Federico García Lorca dejó tres textos de tema explícitamente homosexual, si bien ninguno de ellos se publicó en España en vida del autor. Se trata del poema Oda a Walt Whitman, la obra de teatro El público y los Sonetos del amor oscuro (estos últimos no vieron la luz hasta 1983 ya que la familia se negaba a editarlos).8
También hubo un tímido despertar de la literatura lésbica a principios del siglo XX. La primera obra en tratar del tema fue Zezé (1909) de Ángeles Vicente.9 En 1929 se estrenó la primera obra teatral que trataba del tema, Un sueño de la razón de Cipriano Rivas Cherif.10 La única que se atrevió a publicar versos homoeróticos fue Lucía Sánchez Saornil, aunque bajo seudónimo masculino. Otras autoras hicieron referencias al lesbianismo de forma más velada, como Carmen de Burgos.11
Hacia mediados de los años 30 se estaba produciendo una tímida apertura que se vio cortada por la Guerra Civil. Tras la Guerra Civil, con Lorca asesinado y la mayoría de los poetas homosexuales o bisexuales en el exilio, la cultura gay se retiró de nuevo a la poesía oscura de Vicente Aleixandre, que nunca admitió su homosexualidad públicamente. Otros poetas gais de la época son Francisco Brines, Juan Gil-Albert y Jaime Gil de Biedma y, en Córdoba, Ricardo Molina,12 Vicente Núñez, Pablo García Baena, Julio Aumente y Juan Bernier, pertenecientes al grupo Cántico.6 5 13
Álvaro Pombo
De entre los autores cuyo éxito se sitúa a finales de la Dictadura y tras la Transición, hay que mencionar a Juan Goytisolo (el más influyente fuera de España y que continua la tradición del malditismo de Jean Genet), Luis Antonio de Villena, quizás el intelectual homosexual que mejor ha tratado esta temática, Antonio Gala y Terenci Moix, de los más conocidos públicamente por sus frecuentes apariciones en televisión y por ser de los pioneros en declararse públicamente gais, ya a finales de los años 70.14 En 1976 un excarmelita, Antonio Roig, publicó en la Editorial Planeta su novela Todos los parques no son un paraíso. Esta obra tuvo gran éxito. Contenía elementos autobiográficos y describía sus encuentros sexuales en Londres, ciudad en la que se refugió tras ser expulsado de su convento.15 Otros autores gais reconocidos que iniciaron su obra literaria en la década de 1970 o en la de 1980 son Álvaro Pombo o Leopoldo María Panero. Entre los menos conocidos se puede mencionar a Biel Mesquida, Alejandro Céspedes, José Luis García Martín, Leopoldo Alas, Vicente García Cervera (ganador en 1985 del premio de novela erótica "La Sonrisa Vertical" con su obra Las cartas de Saguia-El-Hambra, la primera que publicaba) 16 , Carlos Sanrune, Jaume Cela, Eduardo Mendicutti, Alberto Cardín, Mariano García Torres o a Agustín Gómez Arcos (quien escribió buena parte de su obra en el exilio y en lengua francesa).6 Eduardo Mendicutti fue el primero en incluir en una novela suya una relación de tipo leather, aunque lo hizo con un tratamiento humorístico.17 En catalán se puede mencionar a Lluís Maria Todó, al mallorquín Blai Bonet5 y a los poetas Narcís Comadira18 , Jaume Creus o Gaspar Jaén i Urban.19 Terenci Moix también tiene obras en catalán, aunque escribió la mayor parte de su literatura en español.
La gran eclosión de los años 90
Esther Tusquets
Es en los años noventa cuando eclosionaron las publicaciones de tema homosexual, no sólo poéticas y literarias, sino también teóricas, centradas en la teoría queer y la crítica al sistema heterosexista (en palabras de Luis Daniel Pino).20 También empezaron a hacerse visibles en estas fechas las primeras autoras lesbianas. Gloria Fuertes nunca quiso que se hiciera público, pero otras poetas sí declararon públicamente su homosexualidad, como Andrea Luca o Cristina Peri Rossi.21 Algunas otras autoras han tratado temas de amor entre mujeres, como Ana María Moix, Ana Rossetti, Esther Tusquets, Carmen Riera, Elena Fortún, Isabel Franc o Lucía Etxebarría, en la novela Beatriz y los cuerpos celestes, Premio Nadal 1998.6 En lengua catalana, hay que destacar a Maria Mercè Marçal.5
Teatro
En el ámbito teatral también se estrenaron obras en las que la homosexualidad o el sida fueron asuntos principales. Uno de los dramaturgos que escribieron este tipo de obras fue Rafael Mendizábal, quien había tenido grandes éxitos populares en la década de 1980 con comedias protagonizadas por Florinda Chico o Rafaela Aparicio22 . En 1994 estrenó en el teatro Victoria Eugenia de Donostia Feliz cumpleaños, señor ministro (Premio Ciudad de San Sebastián 199223 ), donde aborda la homosexualidad y la transexualidad. Con todo, su obra más importante sobre homosexualidad fue, según Pedro Víllora, Madre amantísima (estrenada en Madrid, en 2003) que supuso una novedad importante al abordar el asunto desde presupuestos ideológicos conservadores y burgueses.
Madre amantísima es una contribución importante a este discurso en pro de la normalización y liberación de tabúes sociales. [...] Madre amantísima una obra idónea para hablar a las familias burguesas y abrirles los ojos a esa realidad que es suya pero que no siempre saben –o no quieren- ver. [...] Madre amantísima no sólo no cuestiona los ideales de la sociedad burguesa y conservadora sino que hace un auténtico canto de amor a la familia tradicional [...]. Puede acusarse a esta obra de compromiso con los poderes fácticos y se estará en lo cierto, pero también es cierto que es ahí donde radica uno de sus atractivos.24
Ensayo
También aparecieron numerosos ensayos, entre los que destacan Homografías y Extravíos, ambos escritos por Ricardo Llamas y Francisco Javier Vidarte,25 y Salir del armario de Alfonso Llopart.26
Siglo XXI
La normalización de la homosexualidad en la sociedad española en el siglo XXI también se manifestó en el mundo editorial y las obras con esta temática ya no se consideraron marginales o excepcionales. Aparecieron o se consolidaron nuevos autores como Luisgé Martín u Óscar Esquivias. El crítico Miguel Rojo, refiriéndose al libro de cuentos Pampanitos verdes de este último, afirmó:
Una homosexualidad del siglo XXI en un país avanzado que no genera más conflictos que si el protagonista fuera heterosexual o bizco.27
En poesía destacaron nuevos autores como Juan Antonio González Iglesias, J. Ricart, Iñaki Echarte28 o Sofía Rhei. Aparecieron antologías que aportaron nombres nuevos, como Mujeres que aman a mujeres (antología de poesía lésbica realizada por Carmen Moreno en 201229 ) o Blanco nuclear. Antología de poesía gay y lésbica última, de Luis Daniel Pino (Sial, 2011), donde antologó poemas de Alberto Acerete, Cristian Alcaraz, Ariadna García, Sofía Rhei o Lawrence Schimel, entre otros.30
En 2012 la ACEC (Associació Col.legial de Escriptors de Catalunya/Asociación Colegial de Escritores de Cataluña) organizó las I Jornadas de literatura gay y lésbica en las que se analizó el fenómeno desde el punto de vista académico y de la creación. Participaron estudiosos y escritores como Lluís Maria Todó, María Castrejón, Alberto Mira, Eduardo Mendicutti o Isabel Franc.31
Literatura infantojuvenil
Esta normalización afectó también a la literatura infantil y juvenil. A partir de 2001 se comenzaron a publicar cuentos infantiles en los que se trata la diversidad sexual y la familia homoparental. Por ejemplo, ese año Ediciones la Tempestad publicó un cuento con protagonistas masculinos, en el que se trata una relación homosexual, El príncipe enamorado de Carles Recio. En 2002 la editorial SM publica la novela de Alberto Conejero El beso de Aquiles para público juvenil. En 2003 se publicó Paula tiene dos mamás de Léslea Newman y La princesa Ana de Luisa Guerrero, con protagonistas lesbianas, que además se adaptó al teatro en 2010. Por esta obra, la Compañía Tarambana, ganó en diciembre de 2010 el premio Sal a escena contra la discriminación del Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad español.32
Editoriales y librerías especializadas
En el campo editorial surgieron varias especializadas en temas GLBT: la editorial Egales (creada en 1995), la editorial Odisea (creada en 1999) y la editorial Stonewall (creada en 2011). La editorial Odisea entrega desde 1999 el Premio Odisea a libros de temática gay y lésbica en lengua castellana. La fundación privada Arena comenzó a entregar en 2005 el premio Terenci Moix de narrativa gay y lésbica,33 que a partir de 2012 se denominó Premio Fundación Arena de Narrativa GLBTQ. La editorial Stonewall entrega desde 2011 el Premio Stonewall de Literatura LGTB. Existen también varias librerías LGBT, destacando Berkana34 y A different Life en Madrid, Cómplices35 y Antinous36 en Barcelona y Safo de Lesbos37 en Bilbao.
Saludos.-
La 7° Brigada de Caballería, fue mia... incluyendo los caballos...