Liberación de presos
Señor Director:
"La lectura del problema de la inseguridad en la Argentina se enfoca mayormente en cuestiones sociológicas y económicas, sobre todo por la preeminencia casi absoluta de la doctrina Zaffaroni. De este modo, se ha llegado a una total perversión de la justicia y el derecho penal: considerar que todo delincuente es una víctima de la sociedad. Si esto fuera así, cientos de miles de excluidos sociales de la Argentina cambiarían sus carritos de recolección de cartones por armas y se dedicarían a robar y a asesinar.
"Lo que no quieren saber ni comprender los garantistas y abolicionistas es que la inmensa mayoría de los delincuentes tiene graves trastornos de personalidad, que resisten todo tratamiento terapéutico. Las psicopatías graves no tienen cura y esto lo saben todos los psiquiatras forenses. Pero el criterio mayoritario de los jueces y abogados penalistas es indiferente a este conocimiento y se pretende, en un desatino total, que violadores, asesinos de niños o ejecutores a quemarropa de mujeres embarazadas puedan llegar a ser incluidos socialmente. No existe tratamiento, ya sea carcelario o extracarcelario, para estas patologías.
"Un debate en la reforma de las leyes debe incluir la estimación adecuada de la peligrosidad de los reos, a pesar de que Zaffaroni sostenga que la noción de peligrosidad es contraria a los derechos humanos. La realidad argentina desmiente día tras día su dogma. Resulta trágicamente obvio que liberar sujetos como el asesino de los hermanos en Cañuelas es una muestra más de que la defensa de los derechos individuales de un criminal psicópata resulta en un grave daño al conjunto de la sociedad."
Jorge López
http://www.lanacion.com.ar/1488858-cartas-de-lectores
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