Coincido con lo que dicen los colegas anteriores. Nunca dar mucha información por teléfono, sólo preguntar de que se trata y algún dato para ir pensando si es viable el tema. Ahí vamos a saber si sólo quieren sacarse una duda o si hay un potencial tema que nos puede servir. En el primer caso se invita a la persona a ir al estudio y se le anticipa el valor de la consulta, y en el segundo también se lo invita pero ahí cada uno va viendo de acuerdo a lo que le contaron. Por ejemplo, rara vez cobro la consulta si veo que hay interés cierto en comenzar una sucesión y me la juego a captar al cliente en la entrevista. Ahora, si sólo quieren sacarse una duda para dormir tranquilos, evacuo la duda y cobro la consulta.