La echan en pleno juicio por defender mal al acusado
Un tribunal oral apartó a una abogada que mostró una "actitud dubitativa, vacilante y contradictoria", poniéndo así en riesgo el derecho a la defensa de su propio cliente, en una causa por tentativa de homicidio
Según informaron hoy fuentes judiciales, el tribunal oral Nº7, integrado por los jueces Gustavo Pablo Valle, Daniel Morin y Juan Facundo Giúdice Bravo, adoptó la poco frecuente decisión en el marco del juicio en el que Enrique Gabriel Rupil estaba acusado por " delito de homicidio simple en grado de tentativa en concurso real con lesiones leves reiteradas en dos hechos". Según documentación a la que tuvo acceso la agencia DyN, Rupil era defendido por la abogada Ana María Almirón de Kohan.
Tras los primeros trámites del juicio, el fiscal Oscar Ciruzzi explicó que un grupo de testigos no había sido localizado, por lo que ante la imposibilidad de interrogarlo en la audiencia, era conveniente incorporar las declaraciones que se habían efectuado durante la etapa de instrucción del juicio.
"La defensora manifestó que, aunque hubiese querido escuchar a todos esos testigos en el juicio porque eran importantes, se conformaba con esa incorporación, puesto que se habían efectuado todas las diligencias posibles para localizarlos, con resultados infructuosos", consigna el acta del juicio.
Los jueces advirtieron que la declaración de los testigos ausentes podía ser importante para la defensa de Rupil, por lo que le preguntaron a la abogada por qué "había dado su conformidad para que se incorporasen esas declaraciones por lectura".
"La defensora señaló que había muchas contradicciones entre los dichos de esas personas y por eso las hubiera necesitado en el juicio", ante lo que el juez Morin le señaló que a la abogada que "por una parte, expresaba su necesidad de interrogar a los testigos en el juicio pero, por otra, se conformaba con la incorporación por lectura de declaraciones incriminatorias que no habían sido controladas por la defensa".
"La defensora, frente a ello, dijo que era verdad, que el doctor Morin tenía razón, por lo que no prestaba su conformidad para la incorporación requerida por el fiscal, toda vez que hubiese necesitado a los testigos aquí para interrogarlos", consigna el acta, al dar cuenta del abrupto cambio de opinión de la abogada defensora.
Ante la insólita situación, el tribunal pasó a "evaluar, en todo caso, si la defensa era efectiva" y respondió: "No puede pasar por alto que la respuesta final de la defensora oponiéndose a la incorporación por lectura de los testimonios estuvo precedida de una actitud vacilante y contradictoria, a partir del requerimiento que se le hizo para que explicara por qué se conformaba con ese procedimiento, cuando a lo largo del debate había señalado, insistentemente, la necesidad de interrogarlos en el juicio".
Los jueces resolvieron "apartar a la abogada de su rol de defensora de Rupil y, en consecuencia, declarar la nulidad del debate", es decir anular todo el juicio hasta el momento desarrollado.
El tribunal le designó un defensor oficial al imputado y además se excusó de seguir interviniendo en el caso "por estimar que se encuentra afectada la garantía de imparcialidad".
Fuente: DyN
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