Por supuesto que les aclaro > sigo entregada incondicionalmente a mis convicciones, a mis principios y a lo que se me canta sin rendirle cuentas a nadie. Me alcanza con rendirme cuentas a mí misma. La vida se encargó de disponerlo así. 

Hay que vencer con clase y perder con osadía, porque el mundo pertenece a quienes se atreven.

