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  • EL NUEVO CODIGO CIVIL NO ES IGUALITARIO (2 NOTAS)

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Charlas de café. Hilo social y cualquier tema de interés o entretenimiento.
 #837348  por Rickyricardo
 
EL NUEVO CÓDIGO CIVIL NO ES IGUALITARIO (PRIMERA NOTA)
escribe el Dr. Ricardo Guillermo Cardinali
Tipos previsores para pensar como los griegos, no hubo. Me refiero a los griegos de antes, no a los de ahora que tienen tal despelote que están como para andar pensando.
Los romanos no. Los romanos eran unos tipos prácticos. Cuando Rómulo y sus amigotes fundaron la ciudad cuadrada, que era chiquitita así, una verdadera porquería, descubrieron luego de los holocaustos y libaciones de práctica que les faltaba algo. Los nacientes romanos estaban en paz. Y es sabido que los romanos no se llevaban muy bien con la paz, salvo en tiempos de Augusto, en que no tenían con quien pelearse porque todo era Roma. ¿Y por qué estaban en paz los romanos? ¿Por qué iba a ser? Porque no tenían mujeres. Pero como no podían quedarse tranquilos, alguno dijo
-Che, esto de fundar Roma será muy histórico pero sin minitas es aburrido.
Y salieron de levante.
En el literal sentido de la palabra. Una noche engañaron a los sabinos, una tribu vecina y se levantaron a todas las mujeres en edad de merecer que encontraron a mano.
De más está decir que a los sabinos no les gustó ni medio y declararon la guerra a los romanos por el ultraje recibido. Tardaron tanto en hacerlo –lo que hace presumir a algunos historiadores que se regían por una democracia parlamentaria- que cuando alistaron al ejército las sabinas ya estaban amantando romanitos.
Porque primero no les gustó que las rapten, pero después sí. (Cualquier similitud con las mujeres contemporáneas es mera coincidencia).
El asunto fue que estando frente a frente ambos ejércitos esperando la orden para partirse los correspondientes cráneos, se cruzaron en el medio las mujeres con sus hijos y ahí sí que se armó en serio:
-¿Encima que me secuestraste querés matar a mi viejo , pedazo de cretino? –le gritó una al marido.
-¿Qué querés vos tarado, matar al padre de tu sobrinito? –increpó otra a su hermano.
-¡A ver si se dejan de jorobar con estas chiquilinadas y se vuelven pa las casas!-ordenó una tercera.
Y de ahí en más, romanos y sabinos fueron un solo pueblo y como ya no se pelearon entre ellos se dedicaron a invadir al prójimo construyendo el imperio más poderoso del mundo, aunque nunca pudieron librarse de su fama de pollerudos.
Muchos siglos después diría Montesquieu: “los romanos gobernaban el mundo pero obedecían a sus mujeres”.
Y para no pelearse entre ellos, siempre prácticos y basándose en la observación de la naturaleza –sobre todo de la humana- se crearon un derecho, que algún éxito ha tenido, por lo que se comenta.
Así continuó Roma creciendo hasta que un buen día uno dijo:
-El negocio nos está yendo bien, pero la verdad que somo bastante bruto, somo. Precisaríamos unos filósofo.
-¿Y eso que son?
-Unos chabones que piensan.
-¿Y donde hay?
-En Grecia, queda cerca para hacerle un toque.
-¿Y si la invadimo?
-Dale. Pará que le aviso a Agripina que voy a volver tarde y vamo.
Y así fue que invadieron Grecia y haciendo uso de la venerable institución de la agarratio, que tantos resultados les había dado, se agarraron a los filósofos.
Y de la fusión de los refinados griegos y los prácticos romanos nació la civilización occidental, de la cual somos hijos, mal que les pese a los progresistas. Porque a un progre le nombrás el mundo grecorromano y se brota. Como si le nombraras a un milico.
No te digo si el milico es de esos que dicen “tenemos un senado patricio…”, “Es menester reconstruir un nuevo Imperio Romano en el terreno espiritual” o, para quedar bien también con los griegos, “todo en su medida y armoniosamente”. Ahí hay que llamar a un exorcista.
Bien. Ya tenemos los elementos necesarios para continuar: el derecho, los romanos, los griegos… y las mujeres.
Pero eso en la próxima.

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EL NUEVO CÓDIGO CIVIL NO ES IGUALITARIO (CONCLUSION)
escribe el Dr. Ricardo Guillermo Cardinali
Los griegos, como ya quedó dicho, se pensaron todo. El amor, la inmortalidad del alma, la Justicia, la Libertad, el Logos y también la Igualdad. Al mito griego se debe la creación del campeón indiscutido de la igualdad: Procusto.
El vago tenía una cama de hierro en la que acostaba a sus huéspedes, a quienes engañaba para robarles. Si la víctima excedía el largo de la cama, serruchaba el sobrante. Si era más corta que el lecho, lo estiraba hasta matarlo. Y de paso, les robaba a todos.
Como dice acertadamente Eduardo Rosa en su artículo “Sarmiento y el lecho de Procusto”(1), el griego –que quería imponer la igualdad a todo trance-, “…era una especie de comunista utópico de la época” .
El maestro italiano Francesco Carnelutti (2) enseña que los juristas son los obreros del derecho. “El parangón del derecho con una manufactura es cómodo y nada tiene de casual: los juristas son los que fabrican el derecho. Obreros, bien está: pero obreros calificados”. “Basta, sin embargo –agrega-, una mínima experiencia para demostrar que al fabricar el derecho concurren también obreros no calificados; en efecto, las leyes se hacen en los parlamentos, y hoy los parlamentos, más todavía con el sufragio universal, no se componen únicamente de juristas… Ocurre incluso en este procedimiento lo contrario de los que vemos en las fábricas, en las cuales los peones ejecutan las órdenes de los albañiles; en el parlamento son los peones los que predominan o pueden predominar, por lo menos. Las leyes pues, están hechas, si no precisamente sólo, por lo menos también por hombres que no han aprendido a hacerlas”. (3)
El proyecto del nuevo Código Civil fue redactado por una comisión de juristas.
El proyecto de ley de identidad de género –que cuenta con media sanción en diputados-, no.
La Primera Mandataria se ha manifestado alguna vez como kelseniana, postura jurídica que comparto. Mi análisis es, pues, descarnadamente positivista y despojado de cualquier consideración axiológica, sea moral, religiosa, política o de cualquier otro orden.
Pasando ahora sí a la hipótesis planteada en el título de este artículo, intentaré demostrar que, si se convierten en ley ambos proyectos, el resultado será una grave discriminación contra los hombres con cromosomas XX.
Antes de que algún oscurantista de esos que nunca faltan salga a decir que soy más bruto que los romanos porque los cromosomas XX son siempre femeninos, es conveniente recordar el texto del artículo 2º del anteproyecto de ley de Identidad de Género: “Definición. Se entiende por identidad de género a la vivencia interna e individual del género tal como cada persona la siente, la cual puede corresponder o no con el sexo asignado al momento del nacimiento, incluyendo la vivencia personal del cuerpo. Esto puede involucrar la modificación de la apariencia o la función corporal a través de medios farmacológicos, quirúrgicos o de otra índole, siempre que ello sea libremente escogido. También incluye otras expresiones de género, como la vestimenta, el modo de hablar y los modales.” Y el artículo 3º dispone “Ejercicio. Toda persona podrá solicitar la rectificación registral del sexo, y el cambio de nombre de pila e imagen, cuando no coincidan con su identidad de género auto percibida.”
Pero, al referirse al comienzo de la existencia de la persona humana, el artículo 19 del proyecto de nuevo Código Civil establece: “ARTÍCULO 19.- Comienzo de la existencia. La existencia de la persona humana comienza con la concepción en la mujer, o con la implantación del embrión en ella en los casos de técnicas de reproducción humana asistida.”
Este artículo demuestra que a pesar de las buenas intenciones de la Presidenta y del Dr. Lorenzetti, el código no es progresista. El concepto de mujer que utiliza parte de la observación de la naturaleza, es un concepto romano.
Dejemos de lado el debate bioético que genera el hecho de que los embriones fecundados por medio de técnicas de reproducción asistida no son personas, y detengámonos con algún detalle en la palabra “mujer”.
¿Qué es una mujer para la comisión redactora del Código? Pues lo mismo que para los albañiles de una obra en construcción. Muy poco progresista, por cierto.
No se crea que se trata de un juego de palabras o un simple divertimento. La norma es claramente discriminatoria contra alguna clase de hombres y además deja sin protección jurídica a algunos seres humanos que no serán nunca personas: los gestados y paridos por hombres, cuya situación es olímpicamente ignorada por el nuevo y progresista código.
Antes de que llamen a la ambulancia para llevarme a Romero (o al Borda, aclaración para porteños), afirmo sin temor a equivocarme que en la Argentina Procustiana, algunos hombres son capaces de gestar y parir.
Para ello claro está, habrá que dejar de lado la atávica y medieval opinión de que los cromosomas XX son de nena y los XY de nene.
Porque la identidad de género habrá nenas XY y nenes XX. Es decir, mujeres que deberán prevenirse del cáncer de próstata y hombres que deberán hacerlo del de ovarios.
En otra parte (4) y haciendo el análisis del proyecto con media sanción de la ley de Identidad de Género hemos visto que en caso de duda acerca del sexo de una persona, deberá estarse a lo que en tal sentido consigne su D.N.I.
Ahora bien, María, nacida mujer se autopercibe hombre, cambia su documento y ministerio legis es hombre. Un hombre nuevo, moderno, progre, pero un hombre. Un hombre capaz de gestar y parir. Y no sólo por fecundación asistida. Estamos en presencia de un hombre susceptible de ser penetrado vaginalmente por otro hombre –o por una mujer XY- y concebir naturalmente, con perdón de la palabra.
Pues bien, nuestro hombre XX concibió, gestó y parió un hijo. Ese hijo no es persona, categoría reservada por el nuevo Código Civil a los hijos concebidos o implantados en el seno de una mujer.
Alguien le tendría que haber avisado a la Comisión de Juristas que antes de utilizar la palabra “mujer”, había que pedirle el documento.
No es necesario demasiado análisis para visualizar (visualizar queda más progre que “ver”) que de sancionarse ambos proyectos, se estaría discriminando arbitrariamente a los seres humanos paridos por hombres XX, que nunca alcanzarían el status de persona.
Que es lo que queríamos demostrar.
¿Cómo se soluciona este pequeño inconveniente en el que la naturaleza se obstina en obstaculizar al progresismo?
¡Qué se yo!
Habría que preguntarle a Procusto…

(1) El texto puede verse en http://www.pensamientonacional.com.ar/c ... custo.html Fallecido Sarmiento en Paraguay y dadas las condiciones en que había quedado el país después de la guerra, introducen el cadáver en un ataúd de madera barata. Al embajador argentino el féretro le pareció indigno de un ex presidente, y consiguió uno más lujoso, pero más pequeño. Continúa Rosa: “Como era más importante la apariencia que el respeto (una derivación de la idea que es más importante la ley que el sentido común), para hacerlo caber hay que cortarle las piernas.” Es así que el Gran Sanjuanino, fue a su muerte un poquito menos grande.
(2) Cuyo pensamiento, introducido en la Asamblea Constituyente por el Dr. Arturo Sampay, es fuente de la Constitución de 1949. El “eminente jurista italiano” al que se refiere Sampay en su intervención del 8 de marzo de 1949 es, precisamente, Carnelutti. Como coincidencia curiosa, Carnelutti fallecerá un 8 de marzo, el de 1965.
(3) CARNELUTTI, Francesco, Cómo nace el Derecho, Librería el Foro, Bs. As., 2008, págs.. 9 y 10.
(4) Las Ventajas de ser Mujer, que puede verse en este link, entre otros: viewtopic.php?f=13&t=149836
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RickyricardoMiembro Mensajes: 4Registrado: Jue, 15 Sep 2011, 19:08