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 #99583  por Pandilla
 
Fuente: Diario Pagina12, Edición del día Sábado, 02 de Febrero de 2008

EL CONGRESO DEBATE LA LEY QUE IMPONE EL DOBLE APELLIDO PARA LOS HIJOS

En el nombre del padre y de la madre

El Gobierno fijó que se trate en las sesiones extraordinarias el proyecto de Ley del Nombre. Los hijos llevarán el apellido paterno y materno. Se elimina el “de” en las mujeres casadas. Y se libera la elección de nombres.

Por Emilio Ruchansky Carabelli

Es la vieja historia. El hijo no tuvo “ni un varoncito” que continuara el apellido, al menos en los papeles. O la pasión por la estirpe que sentían aquellos curiosos que probaron suerte en 1992, cuando se cumplieron 500 años del encuentro entre América y Europa, y en aquella gigantesca exposición detrás la Casa Rosada un stand prometía rastrear el origen migratorio del apellido. Su ausencia también puede ser un estigma, la posibilidad de que los otros sepan si alguno de sus padres lo desafilió, el famoso “hijo de madre soltera”. También representa la posesividad heterosexista: ser “de” otro, luego de casarse. Seguramente, el proyecto de la Ley del Nombre que impulsa el gobierno nacional no va a solucionar ni los estigmas ni el imaginario sobre el apellido; pero, según aseguró ayer su autor e impulsor, Aníbal Fernández, consolidará “la individuación de la persona” y dejará mejor parado al país, el único en Latinoamérica donde no es obligatorio llevar el apellido materno y uno de los pocos que aún impone una lista de posibles nombres.
Este proyecto de reforma tomó un impulso inusual por “el interés político” –acotaron voceros del Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos– que le dio el Gobierno. Será “el tema del verano”, al menos para los senadores que tendrán que reunirse en sesiones extraordinarias para analizarlo, entre otras iniciativas. El proyecto ya tuvo dictamen favorable en la Comisión de Legislación General del cuerpo el año pasado y está relacionado con otra ley –con media sanción en el Senado– para modificar los trámites internos y externos a la hora de inscribir a un recién nacido. Esta última será tratada en las sesiones ordinarias y apunta, aclaró Fernández, “a darle una identificación mayor que permita un elemento más en cuanto a las posibilidades de ser traficado”.
La enmienda a ley 18.248 comenzó a debatirse en 2004 en una reunión entre las autoridades de los registros civiles de las 24 jurisdicciones y el titular de Interior en Bariloche, un encuentro que se repitió al año siguiente en Mar del Plata y luego en La Rioja.
“La idea era simplificar los trámites”, le contó a Página/12 una ex funcionaria del Registro Civil porteño que participó de las reuniones. De aprobarse la propuesta, se podría, entre otras cosas, elegir un nombre sin lista de por medio y las madres solteras podrán optar por ponerle a su hijo su apellido repetido, o el propio más el materno (es decir que el bebé llevaría el apellido de sus dos abuelos maternos).

Los Fernández González

- Una vez aprobada la ley, los recién nacidos reconocidos por ambos padres deberán llevar los dos apellidos de la pareja: el del padre y el de la madre, en ese orden. Así figurarán en el acta de nacimiento y en el DNI.
El ítem más publicitado restablecerá la situación anterior a ley actual, promulgada por un gobierno de facto en 1969. “El orden de aparición está inspirado en el modelo hisponamericano, sólo en Brasil, donde siguen el modelo lusitano, se anota primero el apellido de la madre”, comentaron en el Ministerio de Justicia.
Hay otro proyecto de ley de las kirchneristas Nora César y Ana Monayer que circula en el Congreso, que adopta el esquema brasileño pero “iba a generar más controversia”, se atajaron los voceros de Aníbal Fernández. ¿Y la multiplicación de apellidos?, insistió Página/12. “No vamos a tener chicos con 4 o 6 apellidos, quedan los dos primeros que tengan el padre y la madre”, respondieron. Habrá que tener un varoncito entonces, para perpetuar la genealogía.
“El problema se presenta cuando se trata de una madre soltera”, reconoció ayer Fernández, quien explicó que en estos casos la nueva ley contempla dos posibilidades: “Tomar los dos apellidos de la madre, es decir, si ella se llama González Fernández, el chiquito se llamará González Fernández, o puede repetir el apellido de la madre ‘González González’”. Si el padre reconoce al hijo después, podrá sumar su apellido pero, según contempla el proyecto, “el niño mantendría como primer apellido el de la mamá y como segundo, el del papá” para conservar su identidad e individualidad ya que es reconocido socialmente con el apellido de la madre.
¿Qué pasa con los hermanos que nacieron antes de este proyecto? Hoy los padres pueden agregar un segundo apellido. Si quieren unificar los apellidos de sus hijos, basta con que decidan hacerlo.

No soy “de” nadie

- Si la mujer quiere usar el apellido del marido, no existirá más la obligatoriedad de agregarlo seguido de la preposición “de” o la conjunción “y”.
“Es para eliminar la discriminación respecto del género”, aseguró Aníbal Fernández. Hubo un caso similar en la República Checa, donde se eliminó el sufijo “ova”, de uso obligatorio en el apellido de las mujeres casadas. El ministro, fiel al ejemplo autorreferencial, explicó que “hoy la esposa se podrá llamar Fernández de González, mañana puede ser Fernández González, será indistinto” y añadió: “De la misma manera, el marido puede ponerse el apellido de la mujer, si así lo desea”.
“La ley estaba atrasada de todo atraso”, comentaron los voceros del Ministerio sobre la norma vigente, que no contempla situaciones familiares que surgieron en los últimos 30 años. Puntualmente, la transformación de los modelos de familia, que pasó de un modelo más paternalista hacia otro en el que la mujer adquirió un lugar de mayor paridad.

Todos los nombres

- De ahora en adelante podrían elegirse nombres extranjeros para los hijos argentinos. Salvo los de difícil fonética y grafía.
Hasta ahora existe una lista de nombre que se ha ampliado, pero la imaginación, se sabe, no tiene parámetros. En los Registros Civiles conocen bien esta situación. “Cada vez que un nombre no aparecía, los padres tenían que pedir una autorización al director de registro, que generalmente solo autorizaba a esa persona en particular, aunque otras agregaba el nombre a las lista general”, aseguró la ex funcionaria del Registro Civil consultada por Página/12. A principios del año pasado, la diputada Marta Lucía Osorio presentó un proyecto sobre este punto para pedir la modificación del artículo 3 de la ley 18.248, para que se puedan inscribir “nombre aborígenes o derivados de voces aborígenes autóctonas y latinoamericanas”.
“Es el punto más popular de todos. Mucha gente quiere ponerle el nombre de algún personaje de telenovelas a sus hijos, nombre como ‘Nick’ o ‘Tommy’. Ahora van a poder hacerlo mientras no sea ofensivo, ridículo o impronunciable”, destacó el vocero del Ministro, que comentó punto a punto el proyecto y deslizó una jugosa anécdota al respecto: “Mi mujer es de Brasil, y allá se permiten todos los nombres. El día que nació su papá estaba tan contento que salió a festejar y bueno... se mamó. Con la madre había decidido ponerle Elida, pero cuando el papá llegó al Registro Civil lo pronunció mal. La anotaron como ‘Huelitas’ y nunca se pudo cambiar el nombre”.

Notas Relacionadas:

EL CAMBIO CULTURAL, EN EL ANALISIS DE TRES ESPECIALISTAS
Jaque a la larga dominación masculina
Por Pedro Lipcovich Roberman

“El cambio al doble apellido es un avance democratizador”, sostuvo Irene Meler, psicoanalista e investigadora en temas de género, respecto de la ley que el Congreso se dispone a tratar: “El régimen de dominación masculina se ha puesto en cuestión, y se empieza a restituir a las mujeres derechos elementales como el de nombrar a la prole con su apellido”. Nelly Minyersky, profesora titular de derecho de familia en la UBA, discrepó con “la obligatoriedad del doble apellido, que de hecho ya es tradicional en países de Iberoamérica y ha tenido un sentido discriminatorio para el que, sin padre que lo haya reconocido, cuenta con un solo apellido”; estimó oportuno, en cambio, “que la madre, sin mediar consentimiento del padre, pueda exigir que el hijo lleve su apellido junto al paterno”. El psicoanalista Germán García consideró que la incorporación del doble apellido “parece más bien una vindicación formal: está en el orden de dignificar a las mujeres, de manera parecida a las reivindicaciones de género en el lenguaje, que requieren dejar de lado expresiones machistas”. El autor de esta nota consultó también, introspectivamente, a la memoria de su madre, tal como puede leerse más abajo.
Irene Meler, coordinadora del Foro de Psicoanálisis y Género de la Asociación de Psicólogos de Buenos Aires (APBA), recordó que “según postuló Engels, cuando se desarrollaron históricamente la agricultura de arado y la ganadería, se constituyeron como tareas de varones, por requerir mayor fuerza física; cuando la agricultura era sólo horticultura, sin uso de arado ni de animales de tiro, se trataba de una actividad femenina. A partir de esas formas de producción, fue posible salir de la economía de subsistencia y los hombres, es decir, algunos hombres, por primera vez acumularon excedentes, que no alcanzaban a gastar en el curso de sus vidas. Desearon entonces legarlo a sus descendientes. Pero en esa época, según Engels, la familia estaba en la etapa de los matrimonios ‘sindiásmicos’: monogámicos pero acotados en el tiempo, sucesivos; hay que decir que es la forma de matrimonio que prevalece hoy en día. Bueno, en ese contexto los hombres necesitaban establecer quiénes eran sus descendientes, y su triunfo histórico fue poder sellar con su apellido a la progenie: el patrilineaje expresa la dominación social masculina”.
“Actualmente, las sociedades están cambiando y el régimen de dominación masculina se ha puesto en entredicho: empiezan a aparecer nuevas instituciones que restituyen a las mujeres derechos elementales como el de nombrar con su apellido a la prole. Las mujeres siempre estuvieron a cargo de la crianza y hoy es incluso frecuente que, en casos de divorcio, los padres dejen de sostener a sus hijos y las madres se tornen progenitoras únicas. El cambio al doble apellido es un avance democratizador”, afirmó Meler, quien presidirá el Congreso de Psicología que la APBA efectuará en julio.
A esta altura, el cronista efectuó su primera consulta a la memoria de su madre, para tratar de saber si ella hubiera estado de acuerdo con la inclusión obligatoria del apellido materno: “¿No le molestará a tu padre?”, se inquietó ella.
Nelly Minyersky –profesora titular de Derecho de Familia en la UBA– estimó preferible “que la madre, en cualquier momento y sin mediar consentimiento del padre, durante el matrimonio o en caso de divorcio, pueda requerir que en el hijo su apellido se agregue al paterno”.
En cambio, “la obligatoriedad del doble apellido es, de hecho, una práctica tradicional en muchos países de Iberoamérica, con un sentido discriminatorio: quien no tiene un padre que lo haya reconocido queda expuesto porque cuenta con un solo apellido –advirtió Minyersky–. Por eso sería preferible mantener la voluntariedad en cuanto al doble apellido; salvo en algunas familias de clases sociales dominantes, lo habitual en la Argentina es el apellido único, y esto tiene una raíz democrática y de respeto a los derechos civiles”.
Aquí el cronista volvió a la memoria de la madre, quien dio su segunda respuesta: “Para mí no tiene ninguna importancia, dejemos las cosas como están. Ya bastantes problemas hay”.
El psicoanalista y escritor Germán García recordó una experiencia personal: “Alguna vez estuve por agregarme mi apellido materno, Fernández; había otro Germán García escritor, que todavía publicaba cuando yo empecé a hacerlo. Pero decidí que no: me parecía un remedo de los aristócratas, que eran los que usaban doble apellido”.
Por lo demás, recordó García, “etimológicamente, ‘apellido’ proviene del latín apellitare, que literalmente sería ‘llamar excitando’. Diríamos: llamar con vehemencia, llamar a los gritos; es la misma etimología de ‘apelar’. En los apellidos llamados naturales esto se hace más evidente: llamar a alguien ‘¡Herrero!’ fue, en su origen, apelar a un herrero”.
“En realidad –agregó Germán García–, ya los romanos distinguían entre genitor, el que había engendrado a ese hijo, y pater, el que le daba el apellido. La finalidad era, como tantas veces, económica: garantizar que las herencias fuesen a las personas consideradas adecuadas. Esto se mantuvo durante milenios: actualmente el ADN permite verificar la correspondencia entre genitor y pater, aunque en términos legales la situación no haya cambiado.”
En cuanto a la obligatoriedad del doble apellido, “creo que tiene un valor simbólico, no me parece de mucha importancia en los hechos –estimó García–. En rigor, esto ya rige desde el punto de vista patrimonial: cuando uno compra un departamento, debe consignar nombres y apellidos del padre y de la madre. El cambio propuesto parece más bien una vindicación formal: está en el orden de dignificar a las mujeres, de manera parecida a las reivindicaciones de género en el lenguaje, que requieren dejar de lado palabras o expresiones machistas”.
Antes de terminar la nota, el cronista consultó una vez más a la memoria de su madre, que parecía más distendida: “Al fin y al cabo, este tema ha servido para que me recuerdes. Y, la verdad, me gusta eso de que hayas firmado con mi apellido: me hace sentir que estoy presente”.


Cambio en el Registro Civil

“La ley 8204, hecha por todos los jefes del Registro Civil, busca darle una seguridad mayor al menor”, comentó ayer el ministro de Aníbal Fernández, en referencia a la modificación de la norma que rige el funcionamiento de los Registros Civiles de todo el país. El jefe de la cartera de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos señaló que con “la legislación actual, hay 30 días para inscribir al menor con su nombre y apellido, pasados los 30 días hay un plazo determinado para inscribirlo a través del Ministerio Público; no existen formas más simples”. Este estatuto afecta a las personas con limitaciones económicas, que a veces no registran a sus hijos, quienes figuran como NN.
“El documento más importante del recién nacido no es la partida de nacimiento, es un simple documento interno que se llama F1, en donde el médico dice: ‘este chiquito es hijo de esta señora porque yo acabo de atenderla, doy fe de que esto es así’”, indicó Fernández, quien agregó que, actualmente, en el documento no existen las mismas garantías de que “la madre sea quien es”. La propuesta es que ese F1 no sea entregado al padre, sino directamente al Registro Civil. Habría 40 días para inscribir al bebé, de lo contrario el Registro Civil lo inscribirá de oficio, “con lo cual no habrá más chicos sin estar inscriptos”, estimó Fernández.

Claves

- Doble apellido: el apellido del padre y el de la madre serán obligatorios y deberán conservar ese orden.
- Cónyuge: no se utilizará el “de” en el caso de las mujeres y el marido podrá optar por agregar el apellido de su esposa.
- Casada: como hasta ahora, la mujer casada podrá optar por conservar únicamente su apellido de soltera.
- Madre soltera: le pondrá al bebé su apellido paterno y materno o dos veces su apellido.
- Reconocimiento: en caso de que el padre reconozca más tarde a su hijo, su apellido se agregará a continuación del de la madre.
- Nombres propios: podrían elegirse nombres extranjeros para los hijos argentinos, salvo los de difícil fonética y grafía.


OPINION
El nombre de la rosa
Por Sandra Russo

Nombrar nunca fue un acto inocente. Dar nombre a algo o a alguien es de alguna manera inaugurarlo, hacerlo entrar en la lengua, ofrecer una identidad que identifique, en el caso de las personas, un Yo con un sonido. Nuestros nombres se escriben, pero sobre todo se pronuncian. Por nuestros nombres nos llaman. Llamamos a las cosas por su nombre. Esa frase, acaso más que ninguna, une la idea de nombre a la idea de verdad. Llamar a las cosas por su nombre implica claridad.
Nuestros nombres se descomponen en dos partes. La segunda, el apellido, es el nombre de nuestra identidad. Somos primero que nada el apellido. Somos incluso aquellos que en la escuela eran apenas un apellido. Así han quedado marcados en la memoria. En la mía están Schteigerwald, Gerber o Bacigalupo, por ejemplo. Piensen: todos tenemos dos o tres apellidos que arrastramos desde la infancia. Y son apellidos los socios, los políticos, los funcionarios, las directoras de escuela, los médicos, los próceres. En la vida pública, sólo los cantantes pop se llaman Shakira o Madonna.
Quiero decir: el hecho de empezar a nombrarnos por nuestros apellidos paterno y materno es revolucionario. Internamente revolucionario. No sólo empata el peso del padre y la madre en la identidad de un hijo. Más allá de cada uno de nosotros, que en la lengua se imbriquen lo femenino y lo masculino para la gestación y crianza de un hijo, y para la continuidad de la especie, nos invitará (nos obligará, diría Barthes) a pensarnos a nosotros mismos como fruto de una combinación de pares.
Lo que la lengua no nombra, no existe. Hasta ahora, lo femenino es borrado en la identidad de alguien. Tener los dos apellidos y poder optar por uno de ellos cierra ese cambio como una coronita de oro: no sólo nos nombran, sino que también podemos decidir nosotros quiénes somos.
 #99593  por Pandilla
 
Fuente: Diario La Nación, Edición del día Sábado 2 de febrero de 2008

Iniciativa del gobierno nacional
Impulsan el uso del doble apellido

El proyecto oficialista también propone que el hombre tenga la opción de añadirse el apellido de la esposa

Antes de que pierda estado parlamentario, el Congreso tratará durante este período de sesiones extraordinarias un controvertido proyecto de ley, impulsado por el gobierno nacional, que obliga a todos los progenitores a inscribir a sus hijos con ambos apellidos. Primero el del padre y luego el de la madre.

Aunque hoy nada impide que los hijos lleven los dos apellidos, ya que es un trámite que se realiza al inscribir al recién nacido en el Registro Civil, se trata de una práctica que resulta muy poco frecuente en la sociedad argentina. Por eso, de aprobarse esta iniciativa, la polémica no tardará en llegar a cada uno de los hogares del país.

Al habilitar el tratamiento de este proyecto el Gobierno intenta modificar la denominada ley del nombre. Además de igualar derechos entre hombres y mujeres, el ministro de Seguridad y Justicia, Aníbal Fernández, dijo ayer a un medio radial que se pretende dar una mayor seguridad a los menores de edad, de modo de evitar que sean objeto de la trata de personas.

Sin embargo, el funcionario reconoció que el problema se presenta más cuando se trata de una madre soltera. En ese caso, el artículo 5 de la ley que será debatida señala: "El hijo extramatrimonial reconocido sólo por su madre llevará los dos apellidos de ésta. Y si la madre no tuviere segundo apellido, será obligatorio repetir el apellido materno. "Es decir, si la madre se llama González Fernández, el chiquito se llamará González Fernández; si no, se puede repetir el único apellido de la madre, González González", explicó.

Consultada por LA NACION, la psicóloga Iris Pugliese opinó que esta repetición suena ridícula. "González al cuadrado. Creo que con esto lo único que se hace es poner al niño en ridículo frente a sus pares. Aunque la madre no tenga doble apellido, sería mejor poder habilitar la opción de que a su hijo sí se le pueda añadir el de su abuela materna".

Mujeres "de" nadie

Pero no sólo se trata del doble apellido para los hijos, ya que el proyecto propone más innovaciones para los cónyuges, como la que establece que el hombre también podrá añadir a su apellido -seguido de la preposición "de" o de la conjunción "y"- el apellido de su esposa.

Con respecto a este punto, el ministro agregó: "Así se elimina la discriminación respecto del género, es decir, no existirá más la obligatoriedad de escribir el nombre del cónyuge seguido de la preposición "de", como rige en la actualidad para la mujer".

Cuatro, el límite

Según el proyecto, también es posible solicitar la inscripción del hijo con el apellido compuesto del padre, "haciendo extensiva la posibilidad de adicionar el apellido compuesto de la madre. Pero, en todos los casos, los apellidos del inscripto no podrán exceder de cuatro", dictamina el texto original.

¿Qué sucederá con los que actualmente portan un solo apellido? El proyecto establece que, en caso de los menores de 18 años, los padres en forma indistinta podrán -es optativo- solicitar al Registro Civil la adición del nombre materno. Y este mismo derecho podrá ser ejercido por el individuo a partir de los 18 años.

Vale recordar que la iniciativa es fruto del consenso de 25 directores de registros civiles de todo el país. El propósito fue modificar la llamada ley del nombre, aprobada hace 30 años durante el gobierno de Juan Carlos Onganía. Desde entonces, en la Argentina se sancionaron diversas leyes y se adhirió a varios tratados internacionales que colisionaban con la letra de aquella norma. "Como ejemplo, se pueden mencionar la Convención sobre los Derechos del Niño o y la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer", recuerda María Elena Naddeo, especialista en infancia.

Los nombres de pila también fueron tenidos en cuenta en este nuevo proyecto. En el artículo 3 se establece que no podrán inscribirse nombres que sean lesivos a la dignidad de la persona, extravagantes o equívocos respecto del sexo. Tampoco se podrán usar nombres extranjeros de difícil grafía o fonética y los apellidos como nombre. También hay un máximo, que no podrá superar los tres nombres.

Otro proyecto en danza

Si bien el citado es el único proyecto que se tratará en las sesiones extraordinarias, las diputadas kichneristas Nora César y Ana Monayar presentaron en noviembre de 2007 otra iniciativa para derogar la mencionada ley 18.248, pero mucho más controvertida que la propuesta oficial.

Según ese texto, queda estipulado que "los hijos llevarán el primer apellido de la madre, y a pedido de los progenitores podrá inscribirse el apellido compuesto de la madre o agregarse el paterno". En el mismo sentido, el artículo 5, aclara: "El hijo reconocido por uno solo de sus progenitores adquiere su apellido. Si es reconocido por ambos simultánea o sucesivamente, adquiere el apellido de la madre".

En cuanto a los nombres de pila, ambos proyectos se asemejan en sus restricciones, aunque este último sostiene que el derecho a elegir el nombre de pila se ejercerá libremente.

"Podrán inscribirse nombres aborígenes o derivados de voces aborígenes autóctonas y latinoamericanas. Asimismo, podrán inscribirse primeros nombres idénticos a los de uno o más hermanos vivos, siempre y cuando uno de los nombres de pila permita individualizar a cada uno de ellos", dice esta última iniciativa.

Por Soledad Vallejos
De la Redacción de LA NACION
 #99601  por Pandilla
 
Fuente: Diario Clarin, Edición del día Sábado 2 de febrero de 2008

CRISTINA KIRCHNER PIDIO SESIONES EXTRAORDINARIAS PARA TRATAR EL TEMA
Nuevo impulso a la ley que promueve el doble apellido en recién nacidos
Es el del padre y el de la madre. Y se anularía la preposición "de" para las mujeres casadas.
Por: Pilar Ferreyra

La presidenta de la Nación, Cristina Fernández, convocó al Congreso a sesiones extraordinarias del 4 al 29 de febrero, mediante el decreto 174, y pidió el tratamiento de once temas. Uno de ellos es la Ley del Nombre que modifica la ley 28.248, que regula los nombres de los argentinos.

De ser sancionada, los recién nacidos deberán, en forma obligatoria, ser inscriptos con doble apellido. Los bebés reconocidos por ambos padres llevarán el apellido de su papá y el de su mamá; si el padre no los reconoce, los dos de la madre. Además, dejaría de ser obligatorio que las mujeres casadas adopten el apellido del marido anteponiendo la preposición "de". Será una elección de la pareja; además, podrán elegir tener el apellido de su esposa, con o sin la preposición "de".

"Cuando sea ley y todos los recién nacidos deban ser inscriptos con los dos apellidos-el del padre y el de la madre (en ese orden); o los dos de la madre-, nos ocuparemos de armar una ley de amnistía para que la gente pueda hacer un trámite simple en el Registro Civil y unificar los apellidos del resto de sus hijos", adelantó el ministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos de la Nación, Aníbal Fernández.

Si bien el proyecto de Ley del Nombre lleva su firma, Fernández precisó a Clarín que esta iniciativa es prácticamente una copia de la que ingresó en el Congreso en 2006, sin éxito. Y que su creación responde al trabajo de los directores de los 24 Registros Civiles de todo el país. "Ellos son los que conocen el tema por experiencia", indicó el ministro.

Las madres solas que llevaran un solo apellido, deberán tramitar la incorporación del apellido materno a su nombre; de ese modo podrán anotar a su hijo con sus dos apellidos. De lo contrario, deberán inscribirlo con su único apellido, dos veces (por ejemplo, Sánchez Sánchez).

El objetivo del proyecto es defender "la singularidad y la identidad de los recién nacidos", afirmó Fernández, así como darles más aire a los padres a la hora de elegir cómo quieren que se llamen sus hijos. Salvo nombres ridiculizantes o cuya fonética y grafía sean muy complejos, los hijos podrán llevar el nombre que los padres deseen.

No habrá un listado de nombres "ridiculizantes". "Eso estará a cargo de los funcionarios del Registro Civil. La idea es inhibir los nombres que sean malas palabras; o que les pongan nombres como el de aquel juego que estaba de moda, Tamagotchi, o como 'Dosporuno'. Nuestra prioridad es defender y proteger los derechos de los recién nacidos", puntualizó Fernández.

El proyecto también admite el mismo primer nombre para los hermanos. Así podrán llamarse, por ejemplo, María Julia y María Rosa; o Juan José y Juan Carlos.

Se propone además una simplificación para inscribir al recién nacido: su documento más importante no será la partida de nacimiento sino un documento llamado F1, donde el médico dará fe de que el bebé es hijo de esa mujer a la que acaba de atender. Ese documento no será entregado al padre sino directamente al Registro Civil. Los padres tendrán 40 días para anotarlo pero, de no hacerlo, el Registro Civil lo hará de oficio, "con lo cual no habrá más chicos sin estar inscriptos", subrayó Fernández.
 #100601  por Pandilla
 
Fuente: Diario Pagina12, Edición del día Domingo, 03 de Febrero de 2008

CONVERSACION CON LA ENSAYISTA ADRIANA GOMEZ SOBRE VALIJAS, DOLARES Y POLITICA
“El dinero sirve para borrar los rostros y los rastros”

Desde la valija de Antonini Wilson a las de Amira, desde la bolsa de Miceli a los miles de pesos quemados en un instante en fuegos artificiales. El dinero ocupa la tapa de los diarios y el centro de las preocupaciones cotidianas de casi todos. Una mirada diferente sobre ese dinero que determina el poder, la ocultación y las mentiras que lo rodean.

Por Jorge Halperín

La ecuación “Dinero-valijas-política” genera en la prensa múltiples escándalos. La valija del extraño emisario venezolano Antonini Wilson no abandona los titulares y compromete las relaciones internacionales, y la bolsa de la ex ministra Felisa Miceli reaparece cada tanto por su derivación judicial. En los tiempos de Carlos Menem, las valijas millonarias de Amira Yoma hicieron el “deleite” del público informado y no informado. Mucho dinero junto y exhibido parece marcar el límite de lo tolerable. Sin embargo, por muy espectacular que sea la magnitud de los escándalos, es imposible romper la barrera de invisibilidad que protege a los “terceros” actores de estas operaciones. “Más dinero lava a este dinero sucio”, dice la ensayista Adriana Gómez, docente de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA y autora del libro El dinero y las palabras; conexiones insospechadas. Gómez habla sobre esos vínculos oscuros y describe las fuertes analogías entre los sistemas del lenguaje y de la moneda.

P–Las grandes sumas de dinero parecen requerir el anonimato. ¿Qué pasa cuando, como en los casos que llenan los titulares de los diarios, ese anonimato se rompe?

R–Se lo puede relacionar con esta especie de genealogía o metáfora que yo hago en mi libro sobre el lenguaje del dinero. El caso de Antonini Wilson está muy teñido de lo anónimo, característica que es muy propia del dinero como sistema de intercambio. El dinero que apareció en esa valija no existía. En principio, se desconocía aquí a su portador, no se sabía adónde iba, de quién era, no estaba marcado. Representaba la forma perfecta del dinero, que es justamente su ser anónimo. Era un dinero que no dejó huellas, o que dejó pocas. Otro rasgo interesante: las grandes cantidades de dinero y los rostros, que siempre remiten a algo particular, individual, que tienen colores y gestos, ambas cosas no se llevan bien. El dinero, que tiende a este vacío de contenido, y las caras, históricamente no se llevan bien... hay ejemplos, como el de Alfredo Yabrán: cuando su rostro se hizo visible, su fotógrafo lo pagó muy caro.

P–El mismo Yabrán dijo que fotografiarlo era como pegarle un tiro, y, en cambio, ahora que ya no está “visible”, es como si hubiera revivido: la gente cree que sigue vivo...

R–Identificar sus rasgos particularizantes, siendo que el hombre está asociado a una gran masa de dinero, eso parece intolerable. Digamos que el dinero grande y los rasgos personales de cierto sujeto no van bien, siempre producen escándalos. Lo de Antonini Wilson es muy curioso, además, porque con este ser anónimo, rodeado por un velo de misterio, el dinero borró sus pistas. Hubiéramos podido pensar que era un fenómeno de “lavado” si no hubiera tenido estas connotaciones y si no hubiera habido un “quebrado”, Durán, que dijo, no sabemos si con intenciones políticas o simplemente para cubrirse, que iba para la campaña de Cristina. El propio Antonini, portador de este dinero, tiene una identidad incierta: tiene doble nacionalidad, es estadounidense y venezolano...

P–No sabemos si es un hombre de Chávez o es de la CIA...

R–No lo sabemos. No se hace ver mucho fuera de un ámbito íntimo. Vive en lugares como Miami, donde los excesos pasan desapercibidos, y donde nadie es nadie por tener una Ferrari o por pasear en un barrio cerrado. Y otra cosa muy importante: en una época en la cual la inteligencia y el dinero son los valores centrales, una de las profesiones más importantes es la de intermediario que, como la profesión del administrador de empresas, implica una despersonalización. Le pasa algo por las manos... el hombre es un intermediario y tiene algunas sociedades que comercian armas, petróleo, etc., pero no agrega valor en nada.

P–Además, el intermediario “es” en tanto nexo entre otras personas, no por él mismo.

R–Y eso nos remite al origen del dinero. En tiempos remotos teníamos el trueque para que nos entendiéramos vos, que tenías una bolsa de maíz, y yo, que tenía una vaca, y no siempre teníamos una coincidencia de deseos, porque con la multiplicación de las poblaciones y la formación de las ciudades cada vez menos se producían estas coincidencias. Tuvo que haber un tercero que hiciera que tu bolsa de maíz y mi vaca carecieran de esas características tan específicas como los valores de uso y de deseo como para que los dos pudiéramos obtener lo que queríamos. En todo caso, yo la vaca, y vos un dinero que te permitiera comprar otra cosa que necesitabas, que no era el maíz. Entonces, ese tercero –el dinero, el intermediario y también el lenguaje, entendido como transacción verbal– tiene que ser funcional. Tiene que estar vacío de contenido, tiene que estar petrificado y tiene que ser como el centro de un consenso que hace funcionar a las cosas. Así, el dinero hace funcionar a las cosas. Es un lenguaje que todos entendemos. Todos entendemos lo que es un billete de diez pesos o de diez euros y no todos, en cambio, entendemos una frase cualquiera que puede ser críptica y dar lugar a confusiones, o a múltiples sentidos, y desvíos. En ese sentido, el lenguaje de las palabras tomó o se contagió de esta funcionalidad del dinero, que achata, para lograr que todos se entiendan rápidamente.

P–Sigamos con las valijas: las otras de los escándalos han sido manejadas por mujeres, y son casos diferentes. En uno, al menos en la enunciación de Felisa Miceli, el dinero era para comprar un departamento, o era para el hermano, que se lo dejó. En el caso de Amira, todo suena a lavado de dinero.

R–El caso de Miceli es bastante emblemático. Porque el dinero fue un elemento explosivo de la política. Que le encuentren dinero a uno estando en la función pública o en la política siempre es comprometedor. Pero es sopa de su propio chocolate en una ministra de Economía que se encarga de manejar el dinero de la Nación, que está habituada a controlar flujos financieros. Es casi como una invitación a pensar que le plantaron un muerto, porque se trata de un descuido muy grande con una cantidad muy pequeña.

Volver invisible lo que está vacío

P–En todos los casos citados –Antonini, Felisa Miceli y Amira Yoma–, los escándalos tienen que ver con que hay un tercero o varios terceros que permanecen en la penumbra. Uno dice “Si éste traía una bolsa de dinero, ¿quién se la dio y para qué?”. Siempre está el personaje que toma estado público y los que continúan en las sombras.

R–Esto nos lleva al fenómeno del lavado de dinero, que es otro concepto bastante jugoso, además, desde el punto de vista de las ideas. Porque al dinero, cuya propiedad más importante para que funcione como medio por excelencia es ser lo menos particular posible, también se lo puede lavar. O sea, ya está vacío de contenido, y algo que está vacío de contenido es lavable. Y lavar algo que ya está vacío de contenido es como cepillarle los dientes a Mariana Fabbiani. O sea, querer limpiar algo que se supone que por origen ya está limpio de cualquier rasgo subjetivizante, particular, individualizante, gestual, de color, etc.

P–Y todavía se puede seguir llenando páginas de los diarios con las valijas de Amira Yoma, de Felisa Miceli y de Antonini Wilson, y probablemente los terceros que les dieron el dinero o que se lo iban a quedar seguirán siendo anónimos. Quiero decir que estos casos pueden ser verdaderos tsunamis de escándalos y, sin embargo, no hay modo de romper esa barrera de anonimato de los terceros en cuestión.

R–Y yo agregaría que eso mismo lo permite el dinero. No nos quepa duda de que, en este momento, tanto los contactos en Venezuela como los contactos en Estados Unidos, y estos testigos están siendo “adornados” y están acordando tratos seguramente de reducción de penas o lo que fuera, como para limpiar todo. Los peces gordos nunca caen. Si caen, sucede en escenas muy raras y truculentas, como el caso de Yabrán, de quien nadie vio el cuerpo y todavía circulan esas bromas de que está en Siria o que se hizo cirugía estética. Se descubre dinero sucio, y el mismo dinero viene detrás del dinero para tapar todo, porque el dinero remite siempre a más dinero.

P–Otra conclusión posible es que el dinero es tan poderoso que puede volver invisibles a ciertas personas y organizaciones. En la sociedad de la imagen, el dinero todavía conserva el poder de hacerlos invisibles.

R–Y hacerte invisible es también borrar tu cara. Y así es más fácil. Otra vez derivamos hacia algo que une al tema de las palabras y el dinero: el movimiento hacia la abstracción. Nos sentimos más cómodos o borramos nuestras huellas o somos menos culpables o estamos más cómodos manejándonos en el mundo de la abstracción. Por ejemplo, hablamos hoy tranquilamente y decimos “Bueno, mientras que la valija de Antonini tenía 800 mil dólares, Amira pasó valijas con diez millones”. O decimos: “Tal candidato obtuvo diez millones de votos”. O “Tal acontecimiento afectó a diez millones de personas”. ¿Alguien vio diez millones de personas o diez millones de votos o diez millones de dólares? Bueno, con los dólares puede haber alguien, en fin. Pero nadie vio esas magnitudes y esas cantidades, y, sin embargo, nos resulta tan fácil hablar de eso. Así como hablar de algunos conceptos que también son tan abstractos como un encaje financiero o trasplantar conceptos de la física o de la química a las ciencias sociales. Entonces, tenemos gente hablando de entropía, de sinergia... Por ejemplo, la entropía podría explicar el fenómeno de las coimas, de las pérdidas necesarias para que las cosas funcionen porque estos desvíos de dinero, estas coimas, etc. son como lubricantes, procesos que hacen que determinadas cosas funcionen. Son operativos.

P–De hecho, la percepción en la sociedad es que la política tiene mecanismos de financiación oscuros sin los cuales no se podría ejercer el poder. Así como también el empresario dice en privado: “En este país, si no arreglás por izquierda, no podés trabajar”. Es decir, habría una tolerancia a la corrupción en función de que permite que las cosas funcionen.

R–Ahí está. Y no pasa solamente en nuestro país, es una lógica global. Las coimas que hay en China... Ahí estamos hablando de fenómenos astronómicos de dinero. Pero el dinero fue evolucionando hacia sus formas más lógicas desde el punto de vista de su identidad, que son justamente los flujos invisibles. Es decir, las tarjetas de crédito, las transferencias bancarias, los encajes, los interdepósitos. El papel todavía ensucia, la moneda era pesada, se habla de peso –nosotros teníamos el peso–. La moneda era pesada, dejaba más marca todavía, más huella, tenía un relieve. El papel es más liviano, es más transportable, es todavía un poco más impersonal. En este contexto en que el dinero se torna invisible, que aparezcan billetes en valijas es un fenómeno que todavía salta a la vista y que justamente es un ancla particularizante. Hay algo ahí que alguien lo puso o va para algún lugar. Tiene que explicarse de alguna manera. En cambio, hoy los flujos son mucho más etéreos y, en ese sentido, son mucho más cómodos, menos ensuciantes, menos palpables, menos materiales...

P–Dejan menos huellas... Ahora, si la existencia y la circulación misma del dinero está basada en la confianza, ¿por qué aparece el dinero como móvil de tantas traiciones? In God we trust (En Dios confiamos), dice, por ejemplo, el billete de dólar.

R–All Others Pay Cash. El habla popular estadounidense agrega (En Dios confiamos) “todos los demás tienen que pagar en efectivo”. Yo haría una disquisición acerca de elegir las palabras. Detrás del sistema de intercambio y comunicación que es el dinero subyace una necesidad de consenso social. Detrás de ese papel hay oro, hay divisas, hay algo que lo respalda. Todos sabemos, y lo sabemos desde antes del corralito, la crisis del ’30 en Estados Unidos, etc., que si personas, instituciones u organizaciones importantes empiezan a dudar de que estos papelitos sean solventes o si hay gente que tiene demasiados papelitos, entonces se preguntan de qué están hechos esos papelitos y quieren ir a ver de qué están hechos los papelitos a una institución que los respalda, como un banco. Y entonces hay mucha cola, y estos papelitos, al haber tanta gente, al haber proliferado, al haberse acumulado, tienen poco correlato dentro del mundo de lo real, del mundo material. Así, sabemos que si se quiebra la confianza tiembla todo ese sistema que tiene que ver con un consenso, con un orden social, con un ponernos de acuerdo, diría Nietszche: ponernos de acuerdo, porque los hombres tendemos a la dispersión y al desacuerdo y al conflicto.

P–Mencioné el tema de la traición. Está muy instalada en la gente la idea de que todo el mundo tiene su precio, que los valores de una persona pueden licuarse rápidamente según la suma a la que él acepte traicionar a sus amigos o a sus principios. “Este tipo, ¿cuánta plata cuesta?”; “Todos tienen un precio...”.

R–Todos tienen un precio, en todo caso lo que faltan son financistas...

Pasión de multitudes

P–Bueno, se repite el juego de preguntar: “¿Por cuánto dinero estás dispuesto a firmar un pacto con el diablo?” Según este juego, el dinero es más poderoso que los valores de las personas porque puede doblegarlas. En cambio, se considera más excepcional que suceda lo contrario, que una persona resigne todo el dinero por sus valores.

R–Esa es una operación que la podemos estar mencionando acá livianamente, pero que ha llevado siglos y siglos durante los cuales los valores estuvieron muy asociados –sobre todo en la Edad Media– a la religión. En determinado momento de la historia, la religión pierde su valor como gran explicadora de los actos humanos, y en la época del Renacimiento los hombres, que siempre necesitan una explicación última o una autoridad última, empiezan a girar y a depositar su creencia en la ciencia.
Obviamente, la ciencia está muy vinculada a temas lógicos, al método científico, observador imparcial, observador que prácticamente está mirando como si fuera un instrumento y que no se involucra con la cosa. Entonces, ya empezamos a manejarnos en un nivel de abstracción importante, y llega un momento donde hay una pasión, no por un valor religioso, no por una religión, no por una figura, no por Gandhi, tampoco por la ciencia, porque los paradigmas científicos se van comiendo uno a otro con facilidad o rapidez.

P–¿Cuál es, entonces, la nueva pasión?

R–Es el dinero: pasa a ese lugar de gran explicador universal de los movimientos de los hombres y se desarrolla una pasión por el dinero. ¿Por qué esa forma perfecta del Dios? Porque es una potencia. Dios era una potencia creadora, pero necesitamos en un punto agregarle barba, particularizarlo, hay un libro –la Biblia– que se supone que tiene que ver con la historia que él protagonizó. Y el dinero también tiene una historia que fácilmente olvidamos porque la memoria dentro de este mundo que hablábamos no es un valor importante. Entonces, yo deseo tener dinero. ¿Para qué? Para después tener más dinero, y cuando a ese dinero lo liquide en un viaje, el momento de consumación de ese deseo va a ser mínimo porque ya voy a estar pensando de nuevo en recuperar mi potencia. En ese sentido, el dinero se ha transformado en un fin. Yo no deseo ir a Polinesia, deseo tener más dinero. Entonces, lo que vos decías sobre que cada uno tiene su precio y todos podemos identificarnos con esta forma abstracta que es el dinero, es porque todos deseamos controlar la pura potencia de algo.

P–¿Para qué?

R–Bueno, ¿qué poder quiero?, ¿poder de qué?, ¿de ser feliz? ¿Qué es ser feliz? ¿Tener diez palos verdes guardados en una cuenta? Tampoco alcanza, ahí tenés a Scioli, que quiere ser gobernador. ¿Para qué? Probablemente para tener más poder, porque la política es también el mecanismo del poder. ¿Para qué necesitaba presentarse de nuevo Menem a las elecciones? Entonces, cuando uno ha degustado un poco el tener potencia, que es poder –la potencia es el poder de hacer algo–, eso hace que desee multiplicarlo. El dinero se multiplica también a sí mismo, y resulta muy sencillo medirse a través de eso. En cambio, es mucho más difícil medirnos en torno de qué te hace a vos más feliz. Y vos te comprás otra casa. ¿Ya te realizaste, pudiste detenerte unos cinco años en el placer de disfrutar tu nuevo lugar? Es raro. De inmediato se te aparece un nuevo proyecto o algo para lo cual lo primero que necesitás hacer es acumular determinada cantidad de nada, porque el dinero es nada, pero es poder para hacer otra cosa.

P–Por otra parte, también es algo que podríamos perder. El dinero es algo que te hace imaginar que puedas alcanzar todos tus fines y, en el otro extremo, puede ser la fuente de los pensamientos más tortuosos. Es decir, si lo pierdo, y caigo en la miseria y en la pobreza más extrema y no pudiera ni mantener a mi familia. Los dos extremos...

R–Yo pondría énfasis en esto último: el dinero es la representación de que el hombre está cada vez menos dispuesto a perder. Lo mismo hablábamos de los vínculos. Elijo, por ejemplo, establecer vínculos sociales más o menos neutralizados, y no entro en compromiso porque perder eso sería terrible. Perder dinero también. Y ahí te traigo otro pensador francés que se llama Georges Bataille, que habla de gasto improductivo, que dice que la realización en muchos pueblos –y en el origen de la economía, para él– no tenía que ver con acumular. O sea, el origen del sistema capitalista no se apoya en acumular sino en destruir, en hacer pelota grandes fortunas o cosas de valor, para demostrar la capacidad o el poder de perder.

Perder para humillar a otros

P–¿Ese es el concepto de potlatch?

R–Sí. Perder es una forma de mostrar mi poder, el poder de perder. Yo valgo o yo soy un sujeto interesante cuando te muestro que yo soy capaz de destruir una determinada cantidad de dinero en un segundo. Yo tengo un pequeño ejemplo: conozco a una mujer de clase media modesta que se enorgullece porque todos los años celebra un ritual: se compra uno de esos fuegos artificiales que salen de quinientos a mil pesos y que se consumen en cincuenta segundos. Lo que la emociona es la idea de que mil pesos se evaporen en apenas unos segundos. Ella es feliz con ese pequeño acto de destrucción del dinero, y su hija, que es chiquita y le gusta ver el espectáculo, también.

P–En mayor escala está el caso del empresario brasileño Gilberto Scarpa, que años atrás quemó una cifra alucinante en una fiesta nocturna en Punta del Este. Más atrás en el tiempo, estuvo el caso de el arquitecto Peralta Ramos, que era un excéntrico, de quien se cuenta que recibió el dinero de una beca Guggenheim –25 mil dólares– y lo gastó en una noche haciendo una fiesta en el Hotel Alvear.

R–Son más impresionantes esos gestos de parte de gente que, aunque queme diez palos, tiene otros cien atrás. Pero, efectivamente, es la lógica del potlatch, una suerte de humillación del otro a través del regalo costoso, es la lógica de la entrega. Porque esas entregas tienen que ver con un bien social. Pensemos que ese acto de destrucción del dinero es visto por muchas personas. La gente lo hace para que otros lo miren, y para disfrutar del hecho de que se puede perder. El poder de perder. Aunque hoy en día estamos en una época en la cual la pérdida es algo impensable.

P–Más aún, esa idea aterra. Muchos dicen, por ejemplo, que en el rechazo que ha sentido la clase media en estos años por los piqueteros estaba el terror de caer como ellos, de ser un desocupado y arruinarse económicamente.

R–Pasa que es impensable el funcionamiento de una familia independientemente de este flujo que necesita como para consumir. Pensando en el dinero, cuán importante es el número de la canasta básica que afecta la forma en que se mide el no tener. Prácticamente, por debajo de la canasta básica uno no existe, marca una frontera de vida terrible. Allí reside el terror a salir de un circuito de “normalidad”, quedar afuera de un circuito que es impersonal, infértil etc., pero que permite una integración dentro de un flujo social fuera del cual no existís. La ruina lleva a lugares marginales y de muerte.

P–Su libro nos habla de la relación de las palabras con el dinero. ¿Cómo es ese vínculo?

R–Es complejo, desigual, pero hoy bastante regido por un movimiento común. El lenguaje aconseja no considerar que las palabras son sinónimos y cosas fijas, sino que pueden “ser” provisoriamente. O sea, en distintos momentos y contextos dicen cosas diferentes. En cambio, el dinero “no sabe” provisoriamente. Hay esa cantidad de dinero, la encontramos y nada es provisorio. En el caso del lenguaje, el lenguaje nació como un juego. No nació como un sistema lógico para que nos pongamos de acuerdo. Según Jean-Jacques Rousseau nació más guturalmente como expresión de la ira, el miedo y el amor, y no por un impulso tipo: “Vamos muchachos, pongámonos de acuerdo, veamos qué palabra podemos formar para cada idea y así más o menos nos vamos organizando y sabemos qué queremos decir”. No. Todas las palabras, si uno busca, tienen memorias que son un recorrido, que son un viaje. No son piedras intercambiables como en un diccionario de la Real Academia. En ese libro vos tenés un vocablo, y tiene sinónimos que son equivalentes, casi podríamos considerar iguales. Así como un billete de diez pesos es equivalente a dos de cinco, y nadie duda de eso. La verdad es que con las palabras nunca es así. Una palabra nunca puede ser igual a la otra por su resonancia, por su historia, por su puesta en un contexto, porque las personas que estamos intercambiando esas palabras tenemos un tono, tenemos silencios...

P–¿Y en qué se igualan hoy?

R–Más que igualarse, parecen primos lujuriosos o parecen vivir en un incesto, y provocan hijos bobos entre el lenguaje y en el dinero. ¿Por qué bobos? Porque son hijos lógicos que no tienen dobleces, que no tienen multiplicidad, que carecen de esas cosas que hacen que, todavía para algunos, los objetos, las personas y los intercambios sean interesantes. De pronto, ante lo nuevo, vos tenés la necesidad inmediata de ubicarlo en un cajón o en una categoría porque tenés miedo de lidiar con eso. Si tenemos un desacuerdo, lo dejamos a un costado. Es una época en que se tiende al acuerdo, acuerdos rápidos y fáciles. Listo, nada más que hablar del asunto. En cambio, los conflictos dan lugar a una relación más larga, merecen un desarrollo en el tiempo. Y hoy en día todo es inmediato. Así, el lenguaje se achata y pierde significados. ¿Por qué? Porque hoy le tenemos terror al conflicto.


El dinero y yo

P–Queda claro cómo se lleva usted con las palabras. ¿Y cómo es su relación personal con el dinero?

R–Yo tengo una relación ambigua. Empecé a pensar todos estos temas ya cuando era chica. Hacía avioncitos con los billetes, y me costaba creer que ese papel fuese igual a una muñeca, que un papel de cincuenta pesos equivaliera a una muñeca. Y también tuve experiencias de robos. Una bastante angustiante para mi vida infantil: yo había ahorrado en una latita de Redoxon una cantidad de monedas, que en determinado momento formaban un tesoro, y mi hermano me las robó y las usó creo que para comprarse una pilas para un juguete. Yo lo sentí como una gran pérdida. Pero yo también robaba. De niña, hacia los diez o doce, junto con una compañera robaba golosinas en el kiosco que estaba enfrente de la escuela, y también les robábamos plata de la billetera a nuestras madres para comprar cosas para dibujar, yo dibujaba y mi amiga pintaba. Para justificar ante nuestros hermanos y amigos de dónde sacábamos la plata, la “hacíamos aparecer” en la calle cuando caminábamos, como si la hubiéramos encontrado de pura suerte, porque en esa época todavía se encontraban billetes perdidos en la calle. Pero confieso que todavía me sigue resultando arbitrario, ajeno, misterioso, el tema de los sistemas de equivalencia que armamos. El hecho de que un papelito o una moneda pueda representar alguna cosa... por ejemplo, con la terapia. Me cuesta mucho pensar que ese vínculo íntimo que armé, y no hay manera de generar un vínculo así sin involucrarse con alguna intimidad, a mí me cuesta pensar que eso tenga un valor dinerario. Me cuesta entenderlo...
 #100606  por Pandilla
 
Todo sea Por la Paz en el Mundo:

Fuente: Diario Pagina12, Edición del día Domingo, 03 de Febrero de 2008

EL PRESIDENTE FRANCES Y LA EX MODELO YA SON MARIDO Y MUJER

Sarko y Carla, casados en el Elíseo

Un amigo de la pareja contó que fue una ceremonia íntima y sin fiesta, que la novia se casó de blanco y que el novio estaba radiante.
Nicolas Sarkozy y Carla Bruni dieron el sí. Como Napoleón, ayer el presidente francés hizo suyo el palacio presidencial del Elíseo y lo decoró para la ocasión. Llamó al alcalde del octavo distrito de París y a los familiares y amigos más íntimos, y le cumplió el sueño a la mujer que le robó el corazón. “La boda duró, como es costumbre, unos veinte minutos. La novia estaba de blanco, radiante como siempre. El novio no estaba tampoco mal”, relató al salir el alcalde y aliado del mandatario, François Level. Los franceses se sorprendieron, pero no mucho. En menos de seis meses, Sarkozy pasó de felizmente casado a divorciado, a felizmente en pareja y, ahora, a radiante esposo. En el medio de su agitada vida personal, la popularidad del mandatario empezó a caer. Pero los franceses ayer tenían la cabeza en otro lado: los detalles íntimos de la boda presidencial.
A pesar de los esfuerzos de los periodistas, los detalles jugosos de lo que pasó dentro de las paredes del palacio presidencial ayer seguían siendo un misterio. “No tuvo nada de excepcional –intentó convencer el alcalde Level–, excepto que sucedió en el primer piso del Elíseo.” Según el testigo privilegiado, Sarkozy quiso mantener una ceremonia simple. Sólo hubo una breve recepción, sin fiesta ni nada. Mientras tanto, los teléfonos no paraban de sonar y sus asesores corrían de una oficina a otra, buscando una forma de detener la rebelión que amenazaba anoche con tumbar al gobierno de Chad, uno de los pocos aliados que le queda a París en Africa.
Pero los muertos de Chad no lograron arruinar el día más feliz en la vida del presidente y su nueva primera dama. Según contó Level, fue una hermosa ceremonia. Sarkozy, a los 53 años, no disimuló, como nunca lo hizo, su adoración por su nueva y tercera esposa de 40 años. No le importó que no tuviera la nacionalidad francesa, ni que hace apenas un año hizo campaña por su rival, la socialista Ségolène Royal, ni sus declaraciones poco protocolares a los medios, ni la nueva campaña publicitaria de la Fiat que la muestra medio desnuda y que despertó más de un comentario entre los franceses.
Como tampoco le había importado a Sarkozy mostrarse cariñoso y de la mano junto al nuevo amor de su vida, apenas tres meses después de haber blanqueado su divorcio con Cecilia Ciganer-Albéniz, la madre de sus tres hijos y la mujer que lo acompañó durante la campaña presidencial el año pasado. Para diciembre pasado los dos tórtolos ya llenaban las páginas de las revistas del corazón con sus exóticas vacaciones en Egipto y Jordania. Con la camisa desabrochada y sus Ray Ban, Sarkozy se esforzó para imponer un nuevo y moderno estilo presidencial para los franceses. “Queremos marcar una ruptura con la deplorable tradición de nuestra vida política: la hipocresía y la mentira”, dijo hace un mes en una conferencia de prensa.
Es tal su obsesión por parecer honesto y transparente que lleva a su novia en sus viajes oficiales, le pide prestado a sus amigos empresarios yates y casas de veraneo en el exterior y utiliza el palacio presidencial como recinto para su casamiento, como si buscara la sobreexposición mediática que tanto le critican sus detractores.
Aunque no lo digan, Sarkozy y Bruni son lo más cercano a la realeza que conocen los franceses. La nueva reina fue criada en un castillo del Piamonte, rodeada de artistas y empresarios millonarios. La fortuna Bruni, anclada en la empresa de neumáticos Pirelli, viene desde su abuelo. Su padre chef, su padrastro Bruni y su madre pudieron dedicarse al elegante mundo artístico, al igual que sus dos hijas. Para finales de los noventa, la carrera de modelo ya le había asegurado a Carla una pequeña fortuna personal de 97 millones de dólares y romances con Mick Jagger, Eric Clapton, Kevin Costner y Donald Trump. El año pasado declaró que se aburría con la monogamia y que prefería la poligamia y la poliandria.
Sarkozy no se queda atrás. En París nadie se anima a estimar el patrimonio del moderno presidente. Pero sus amigos pueden dar una pista. La fiesta sorpresa que le hizo hace sólo unas semanas su novia, ahora esposa, fue lo más selecto del jet set empresarial francés. Su padrino ayer fue Nicolas Bazire, uno de los directivos del grupo galo de artículos de lujo LVMH. Del lado de la novia, el acta de matrimonio la firmó la portavoz de la exclusiva marca de ropa italiana Prada, Mathilde Agnostelli, una amiga de Bruni de sus años de modelaje. El resto de la lista de invitados es un secreto, que seguramente acaparará el interés de la mayoría de los medios franceses en los próximos días.
 #100613  por Pandilla
 
Fuente: Diario La Nación, Sección Opinión, Edición del día Domingo, 03 de Febrero de 2008

Con gobierno y con sistema es el próximo paso

Mariano Grondona

Adam Smith criticó lo que él llamaba "el espíritu de sistema", entendiendo por tal el afán de encuadrar nuestras ideas en reglas rígidas que al fin nos aprisionan. En el mismo tono, el filósofo Alfred Whitehead pronunció una frase memorable: "Mantén tus sistemas abiertos". Pero tanto Smith como Whitehead pertenecían a la cultura anglosajona, que premia el pragmatismo y huye de las abstracciones. Nuestra cultura latina, al contrario, ama el espíritu de sistema a la manera de Descartes para caer con frecuencia en el extremo opuesto del desconcierto. Por eso brilla ante nosotros esta otra frase memorable de Ortega y Gasset: "¡Qué no diera por un sistema!". Ellos, que habitualmente tienen sistemas, temen exagerarlos. Nosotros, que tantas veces nos hemos quedado sin sistemas, los amamos.

Este contraste cultural viene al caso cuando hay que analizar la situación política de la Argentina actual. En la terrible crisis de 2001, la Argentina se quedó sin gobierno y sin sistema. A siete años de distancia ya tiene gobierno, quizá demasiado gobierno, pero aún no tiene sistema. Su próxima tarea será fundarlo. Esto es lo que todos aquellos que exigen calidad institucional, lo sepan o no, están diciendo: que agregarle sistema al gobierno es la asignatura pendiente de los argentinos.

Al no haber sistema, al haber sólo gobierno, éste tiende a expandirse y perpetuarse. Ignora al Congreso y condiciona a la Justicia. Maneja sin controles el presupuesto. Somete a las provincias. Ha planteado un método de sucesión presidencial capaz de soslayar los plazos constitucionales y, con la inminente concentración del Partido Justicialista en una sola mano, está dibujando el esquema inquietante de un partido único.

Se dice con frecuencia que, de consolidar su exclusivo dominio, el Partido Justicialista se asemejaría al famoso PRI, que gozó del monopolio político en México durante varias décadas antes del reciente retorno de la república. Pero el PRI reconocía un límite temporal al poder porque cada seis años sus presidentes se iban, no podían ser reelegidos y abandonaban la jefatura del partido. La presidencia de la Nación y el PJ argentinos, en cambio, podrían permanecer en principio sine díe bajo el control de los Kirchner.

¿Qué es un sistema?

En los años setenta se dijo "Cámpora al gobierno, Perón al poder". ¿Podría decirse ahora "Cristina al gobierno, Néstor al poder"? No, porque no hubo entre Perón y Cámpora el affectio societatis que une a Néstor y Cristina. Hoy, la consigna podría ser, en cambio, "Néstor al partido, Cristina al gobierno". Lo que ocurriría con esta nueva consigna, que sólo superficialmente parece exaltar a Cristina por delante de Néstor, es que esta supuesta primacía no podría concretarse si el partido en manos de Néstor resultara ser algo muy parecido al PRI mexicano: en los hechos, un partido único.

Si éste resultara ser el caso, la posición de jefe de partido se aproximaría más a la que gozaron los jefes de partido en la Unión Soviética porque en ella el secretario general del PC era más, y no menos, que el jefe del gobierno. En la medida en que el PJ lograra consolidar el monopolio de nuestra vida política a partir de su inminente reorganización, la jerarquía del poder en la Argentina ya no culminaría en la presidencia de la Nación, sino en la presidencia del partido.

La pregunta sobre qué haría Kirchner fuera de la presidencia, a qué dedicaría sus ocios como "príncipe consorte", fue ingenua. A metros de la Casa Rosada, las oficinas de Puerto Madero podrían ser más importantes que ella, o al menos igualmente importantes por el affectio societatis que convierte a Néstor y Cristina en las dos caras de una misma moneda.

Cuando decimos por otra parte que la asignatura pendiente de los argentinos es dejar de estar sólo bajo un "gobierno" y tener, además, un "sistema", no estamos proponiendo que el sistema "sustituya" al gobierno. No planteamos una relación de conflicto, sino una relación complementaria entre ambos.

Aquellos países que gozan de un sistema como los Estados Unidos, España y la gran mayoría de los países europeos, lo que tienen en realidad no es un partido dominante, sino dos partidos que se sustituyen recíprocamente en el gobierno a través de elecciones libres y periódicas; este ritmo bilateral se traduce en "políticas de Estado" que, sea cual sea el partido al que le toque gobernar, continúan a través del tiempo. Lo que llamamos "sistema" en las democracias contemporáneas es, en suma, la alternancia en el gobierno entre dos partidos de fuerza equivalente y suerte "ondulante", cuyo rol de oficialistas u opositores depende de la voluntad popular sin que la continuidad de las políticas de Estado se vea afectada.

Esta y ninguna otra es la fórmula del desarrollo político que fundamenta a su vez el desarrollo económico que algunas naciones ya tienen y otras todavía buscan. Esta es la fórmula política que, porque ya se están asentando sobre ella, augura un gran futuro a países latinoamericanos como Brasil, Chile, México y Uruguay. Un gran futuro que ellos acarician y nosotros, aún, no.

¿A quién le conviene?

Basta mencionar a las democracias bipartidistas exitosas de Europa, América del Norte y América latina para concluir que el sistema político al que han llegado o están llegando les conviene. Su alternativa ha sido hasta ahora la anulación del sistema democrático bipartidista en favor de un gobierno monopólico, basado en un personalismo ilimitado en el tiempo. Lo que pasa con los proyectos de este tipo, básicamente, es que son ilusorios.

La suerte del personalismo vitalicio ha sido invariablemente funesta entre nosotros. Perón, que había impuesto la presidencia vitalicia en la reforma constitucional de 1949, sólo pudo disfrutarla por tres años, de 1952 a 1955. Con la reforma constitucional de 1994, Menem logró estirar su gobierno hasta los diez años para caer después, a partir de 1999, en un profundo desprestigio. El problema del reeleccionismo indefinido es que, en vez de quedar protegido por una Constitución republicana que le asegura un plazo limitado pero previsible, el caudillo personalista pretende sustituirlo por una fantasía tan excitante como vulnerable. En estos tiempos republicanos, el poder vitalicio sólo lo han alcanzado dictaduras como la de un Franco o un Castro. Pero los dictadores son mortales. Sólo las repúblicas son inmortales.

Eso sí, si saben sustituir la ambición personal por el empeño de crear instituciones perdurables. La república que fundó Urquiza después del derrocamiento de Rosas -otro iluso del poder sin término- duró 77 años, de 1853 a 1930, cuando la ceguera de los conservadores abrió una larga serie de efímeros gobiernos en vez de un sistema, prácticamente hasta nosotros. Sólo las repúblicas son inmortales, con la condición de que aquellos que las fundan tengan el temple de un Urquiza o de un Washington.

Se nos dirá: pero este elevado esquema institucional, ¿les conviene acaso a los Kirchner? Sí, porque si bien acortaría su ilusión de poder en el tiempo, les ofrecería, en cambio, el papel envidiable de ser los fundadores de una república inmortal. ¿Serán capaces de advertir que al bastón de mando lo supera el pedestal?
 #100615  por Pandilla
 
Fuente: Diario La Nación, Sección Enfoques, Edición del día Domingo, 03 de Febrero de 2008

La entrevista

Jaime Peñafiel: "España es juancarlista, no monárquica"

Es el periodista que más sabe sobre la familia real española. Después de un año de duros cuestionamientos políticos a la figura del rey, en su último libro, Juan Carlos y Sofía, trazó un duro retrato del matrimonio real, con detalles de infidelidades y peleas. Sin embargo, dice que Juan Carlos debe quedarse 15 años más, hasta que la sociedad acepte a su heredero. Del fin de las monarquías, de su crítica a Letizia y su admiración por Máxima habla en esta entrevista

Por Silvia Pisani

MADRID.- Figura controvertida en España, donde hay quienes lo detestan y otros que toman sus columnas como una cucharada de verdad servida desde el misterioso mundo de palacio, el granadino Jaime Peñafiel es considerado en este país, por unos y otros, sinónimo de cronista de "casa real".

Abogado y licenciado en comunicación, lleva años revelando, con el encanto de un adivino, el cerrado mundo de las monarquías, mundo que, admite, corre riesgo de desaparecer: "En el mundo hay 256 países y sólo 24 tienen el sistema monárquico. Saque usted sus propias conclusiones", suele decir.

Pero de esas 24 que quedan, él sabe y cuenta mucho. En particular, de la española, a la que ha dedicado ocho libros de título sugerente: Los herederos ; Dios salve a la Reina ; Dios salve... también al Rey ; ¿Y quién salva al Príncipe?; A golpe de memoria ; Los tacones de Letizia ; Letizia en Palacio y Los consuertes .

A eso se acaba de sumar el número nueve, Juan Carlos y Sofía. Retrato de un matrimonio , al que él define como "un homenaje a lo difíciles que han sido 45 años de problemas, infidelidades, dolor e incertidumbres", y en el que revela las enormes limitaciones que las presiones políticas pueden llegar a poner en la vida de un rey.

Y, en el otro extremo, cuenta también de la "obsecuencia" de una España en la que "nadie se anima a criticar al rey". Aunque él es de los que sí se atreven a hacerlo -por ejemplo, cuando afirma que se equivocó con el famoso "Por qué no te callas" al presidente venezolano-, también le reconoce a Juan Carlos lo que la mayoría de España: que jugó un papel fundamental en el tránsito a la democracia.

Afirma que, tanto en las casas reales de esta Europa unida como en la península, nadie sabe si la institución sobrevivirá. Aquí, porque la sociedad "es juancarlista y no monárquica" y el desafío será "convertirla en felipista" para que acepte al heredero, Felipe.

Admirador ferviente de Máxima Zorreguieta, quien -confiesa- le "hubiese gustado para Felipe", asegura que el heredero español se equivocó con la elección de su mujer: "No tiene sentido que las familias reales intenten parecer una familia más, porque no lo son".

De todo esto habló con LA NACION, en el living de su casa de Madrid donde, curiosamente, no se vio la típica foto que, con cierta pretensión, se exhibe en muchas salas de esta ciudad: la del anfitrión saludando al rey, aunque haya sido sólo un instante de los miles y miles similares que el monarca tiene al año.

P-Es curioso que usted saque este libro ahora, en tiempos complicados para el rey, que cumple sus 70 años con horas difíciles, cuando los republicanos le queman fotos y cuelgan su muñeco en la plaza pública.

R-Pasan muchas cosas, sí, pero yo lo hago como un homenaje. Creo que ha llegado el momento de reflexionar sobre lo dura que fue la trayectoria vital de este matrimonio que lleva 45 años. Hubo momentos muy difíciles y debieron superar sucesivas crisis.

P-¿Cómo influyó la política en esta alianza?

R-Mucho. Yo siempre digo que este matrimonio no es la historia de un gran amor, eran sólo dos jóvenes príncipes que de pronto coincidieron. Cada uno venía de ese primer amor que tenemos todos; ella, con el príncipe Harald, de Noruega, y él con María Gabriela de Saboya.

P-¿Y fue la política lo que lo impidió?

R-Al general [Francisco] Franco no le gustaba Gabriela, decía que era moderna. Y, pese a que estaba totalmente enamorado, Juan Carlos sabía que su destino dependía de Franco, que era quien mandaba en su vida. Hoy los príncipes se casan con quienes quieren y así están las cosas.

P-¿Cómo fue esa manipulación?

R-Afectó mucho a Juan Carlos, tironeado de dos lados. Por un lado, Franco, por el otro, su padre, el conde de Barcelona. Doña Sofía intentó conciliar en eso. A veces sus intervenciones no eran las apropiadas y Juan Carlos, que estaba realmente desesperado en ese momento, se exasperaba. No sabía qué hacer de su vida. Tuvieron muchísimos problemas. Y Juan Carlos es genéticamente un Borbón.

P-Explíquele a un argentino qué significa eso.

R-Que tiene mucho éxito con las mujeres. Yo quise, con este libro, hacer un homenaje a esa trayectoria tan difícil.

P-Un homenaje en el que dice que la reina ha sufrido por infidelidades del rey.

R-¿Y qué matrimonio de 45 años no tiene problemas de infidelidad?

P-Usted habla del matrimonio de ellos.

R-¡Tenían tantos problemas! Franco le contaba hasta las Coca-colas que se tomaban. Y, a ella, llamadas que hacía a Grecia.

P-Usted cita el ejemplo de la reina Isabel, que no pide fidelidad a su marido sino lealtad. ¿Es esa la tónica en una corona?

R-En las familias reales, la lealtad está por arriba de todo. Eso es lo que ha permitido a Juan Carlos y Sofía llegar adonde llegaron.

P-¿Ha tenido algún problema por el libro?

R-No. Este es un país libre, donde no se persigue a nadie y, además, la Casa Real respeta la libertad de expresión.

P-Bueno, tal vez la revista El Jueves , censurada por haber dibujado a los príncipes, no piense lo mismo.

R-El Rey ha reconocido que él no lo hubiese hecho. El fiscal general del Estado, el Conde Pumpido, se anticipó en una actitud muy cortesana. España es un país muy hipócrita.

P-¿Y por qué en la prensa nadie los critica ni hay bromas ni caricaturas con la casa real, como ocurre con todas las monarquías europeas?

R-En todos los sitios se cuecen habas. Pero en España es como que no se habla, aunque se cuezan catedrales.

P-¿Qué piensa de que las familias reales ahora intenten "parecer una más"?

R-Que se no es verdad y que se equivocan. Ellos no son una familia como cualquiera, aunque se empeñen en decir eso. Es cierto que las monarquías ya no son lo que eran, pero ellos cometen un error con esto de querer parecer una familia como otras, porque la gente más modesta no quiere que se parezcan a ellos. "Si son como yo, ¿para qué?"

P-¿Qué tiene de grave que Letizia sea divorciada y nieta de un taxista, como usted ha cuestionado?

R-El país no está preparado para eso. Yo sé que suena clasista.

P-No, no es que suene: lo es.

R-Bueno, pero es la nieta de un taxista, ¡qué quiere Usted que haga!

P-Y es, tal vez, una mujer fantástica.

R-Lo que se sabe es que es divorciada y nieta de un taxista. Lo de fantástica tendrá que demostrarlo.

P-Usted le tiene una tirria particular a Letizia...

R-¡No! No le permito que me diga eso. Yo pertenezco a una generación de españoles a los que se nos enseñó a respetar a una gran mujer, como la reina Sofía. Y luego nos dicen que esa gente ya no vale, que cualquier muchacha puede ser reina de España.

P-Y sí, es así.

R-La confusión no es sólo mía. La gente modesta también. No se puede vender que la familia real es una familia cualquiera, porque no lo es.

P-Pero Letizia ha sido buena influencia para el príncipe.

R-Si, hay que admitir que ella lo ha cambiado. Era caprichoso, maleducado, altanero, poco comunicativo, serio, antipático. Ella lo ha transformado.

P-¿Por qué a ella se la ve menos exultante?

R-Esa forma tan distante y hierática y tan dura que tiene ella, en el fondo, es el complejo y la presión por querer demostrar que puede hacerlo muy bien. Intenta ser más perfecta que nadie y eso, al final, acaba con una persona. En eso, lo mejor es la naturalidad, pero ella insiste con que no.

P-¿Lo contrario a Máxima Zorreguieta?

R-Tal cual. Máxima no cambió nada desde que llegó hasta que se casó. Hasta los peinados siguen siendo los mismos. Letizia, en cambio no hace más que cambiar de peinado porque en el fondo no tiene estilo. Y se olvida de que lo importante es ser natural, si tampoco es tan difícil. Es sentarse, sonreír, no meterse el dedo en la nariz y no bostezar. Y punto. Aunque yo entiendo que cuando uno viene de una clase social baja, entrar en una familia real no debe de ser fácil.

P-Usted pide 15 años más de reinado para Juan Carlos. ¿Por qué?

R-Por el bien de la monarquía. Porque este país no es monárquico sino Juancarlista, que no es lo mismo.

P-¿Quince años más no desgastan a Felipe como príncipe expectante?

R-No, porque él se está formando. Tiene su carácter, es distinto. Su padre es el referente, él intenta imitarlo, pero no tiene la misma personalidad.

P-Hay rumores sobre la salud del rey.

R-Está espléndido, más allá de lo que se diga.

P-Cuando fue lo del "por qué no te callas" al presidente de Venezuela, vimos a una persona fuera de sus casillas.

R-Sí, nuestro rey tiene esas salidas. A mí también me lo dijo una vez.

P-Pero usted no es el presidente de otro país. ¿Se equivocó en eso el rey?

R-Sí, porque un rey jamás debe perder la compostura. Además, dio paso a que, cuando se retiró de la sala, nadie se pusiera de pie. Nadie criticó al rey en España por ese episodio porque aquí gusta eso de "ponerlos arriba de la mesa". Y como él estaba en horas bajas, le vino bien. Pero fue un error.

Por Silvia Pisani

El perfil

Abogado y periodista

Jaime Peñafiel nació en Granada en 1932. Estudió Derecho en la Universidad de Granada y luego obtuvo una licenciatura en periodismo en la Universidad de Navarra. Trabajó tanto en gráfica como en televisión y radio.

Crítico de Letizia ortiz

Experto en monarquías, desde 1994 es columnista semanal del diario El Mundo . Desde allí se mostró profundamente crítico con el casamiento de Felipe de Borbón y Letizia Ortiz. Publicó nueve libros sobre la Familia real española.
 #100627  por Pandilla
 
Fuente: Diario Pagina12, Sección Sociedad, Edición del día Martes, 05 de Febrero de 2008

En el nombre del padre, y por qué no primero en el de la madre

Algunas especialistas cuestionan el proyecto de ley de nombre porque el apellido materno se pierde en segunda generación. Propuestas.

La ley del nombre que impulsa el Gobierno es un premio consuelo para las mujeres y dista de ser una reivindicación de género: así opinan algunas voces del feminismo sobre el proyecto incluido por el Ejecutivo para ser tratado en las sesiones extraordinarias. Objetan que la reforma no sea más profunda y permita que los hijos lleven en primer lugar el apellido materno y luego el paterno o al menos que se deje librado a la elección de cada pareja el orden en que se colocarán o cuál de los dos poner. “Es una lástima que se pierda esta oportunidad para discutir modificaciones más profundas, de acuerdo con una sociedad más igualitaria”, señaló Sofía Harari, abogada de familia e integrante del Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA). Para otras feministas, la iniciativa, a pesar de sus falencias, significa un paso adelante.
“Con este proyecto no hay mucho avance en cuanto al reconocimiento de las mujeres hacia las generaciones futuras. En Brasil, el primer apellido es el materno y en muchos países de Europa se elige cuál de los dos ponerle al hijo”, apuntó Harari, quien ha estudiado el tema. El punto en cuestión es que los bebés que a partir de la sanción de la ley empiecen a llevar doble apellido, primero el paterno y luego el materno, en el futuro, cuando tengan un hijo, les transmitirán el apellido paterno, y el materno volverá a desaparecer.
“Es una reivindicación de género, pero de primera generación. Por algo se empieza”, destacó de todas formas la abogada especializada en asuntos de familia Leonor Vain. Su visión del proyecto es distinta a la de Harari. “Yo estoy encantada”, afirmó Vain a Página/12, no sólo por la inclusión del apellido materno –aunque sea a continuación del paterno– sino también porque elimina el posesivo de para las mujeres casadas y el marido podrá optar por llevar el apellido de su esposa. El proyecto ya tuvo dictamen favorable en la Comisión de Legislación General del Senado y está relacionado con otra ley –con media sanción en el mismo cuerpo– que obligará a las clínicas y hospitales a enviar la documentación que certifica el nacimiento de un bebé directamente al Registro Civil, con el fin de evitar que queden chicos indocumentados o se demore su inscripción.
Para la doctora en Filosofía y legisladora del ARI, Diana Maffía, el proyecto “no surge con un espíritu de reivindicación de género”. Más que eso, tiene que ver con “homogeneizar” la forma de inscribir los nombres en Latinoamérica, donde en la mayoría de los países se utiliza el doble apellido en forma obligatoria.
Frente a quienes cuestionan el proyecto porque puede estigmatizar a los hijos de madres solteras, la abogada Marisa Graham, especializada en familia y derechos de la infancia, consideró que se trata de una crítica “inconsistente”, porque “ya no creo que queden prejuicios en la sociedad hacia las madres solas”, y además los hijos podrán llevar el apellido paterno y materno de sus madres o dos veces su apellido. La abogada Gabriela Pastorino, integrante también del Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA), celebró la iniciativa como “positiva”. Y consideró que se adecua a cambios de la sociedad. “Veinte años atrás hubiera generado mucho debate la inclusión del apellido materno como obligatorio; hoy no es un tema que se cuestione”, observó. En su caso personal, cuando nació su segunda hija, con su marido decidieron ponerles a ambas los dos apellidos, el paterno y el de ella, y así lo hicieron: “El trámite es sencillo –aclaró– y se puede hacer a través de una modificación de la partida de nacimiento en el Registro Civil, con la presencia del padre y la madre”.


Notas Relacionadas:

OPINION
Una ley discriminatoria entre niños
Por Silvina Darmandrail *

Este proyecto de modificación de la ley 18.248 me provoca una suerte de asombro e indignación al mismo tiempo, cuando en la Era de los Derechos Humanos pareciera que los niños han quedado nuevamente al margen de quienes legislan para el país. “Es para eliminar la discriminación respecto del género”, aseguró Aníbal Fernández. La pregunta es: ¿Y la discriminación que plantea la ley con esta modificación entre hijos nacidos dentro del matrimonio y fuera de él, quién la elimina?
La obligación de inscribir a un niño con el doble apellido del padre y de la madre de acuerdo con las costumbres de los países latinoamericanos genera una brecha difícil de solucionar entre aquellos niños que tuvieron la suerte de nacer en una familia bien constituida y los que nacieron en hogares monoparentales, donde la madre es la encargada de llevar el hogar adelante. De esta forma, los niños con doble apellido serán reconocidos ante la sociedad como aquellos que viven dentro de un hogar bien constituido y los niños con un solo apellido serán entonces los señalados como los pobres que no tienen padre. Ante ello el legislador otorga una nueva solución discriminatoria, ya que la madre soltera podrá inscribir a su hijo con su apellido paterno (si ella lo tuviera) y materno o dos veces con su apellido. En el caso en que optare por su apellido repetido nos encontraríamos con una sociedad conformada por niños con doble apellido distintos como González Fernández y niños con doble apellido pero iguales como por ejemplo Fernández Fernández, éstos hijos de mujeres solteras. Si optare por los apellidos paterno y materno de ella se violaría el derecho a la identidad del niño, ya que el mismo no es hijo del abuelo.
Se ha llegado a decir que la ley es un avance democratizador, ya que se empieza a restituir a las mujeres derechos elementales como el del nombrar a la prole por su apellido. Quedarán los niños con doble apellido repetido estigmatizados como los antiguos entenados. La sociedad entera conocerá a través de esta situación quiénes viven en aparente estado familiar y quiénes no... Quizá para los que opinan que el efecto democratizador de esta ley se encuentra en que el niño sea llamado por el apellido de la madre no piensan si el niño quiere mostrar a la sociedad que no tiene padre, o que si lo tiene no quiso tener relación con él.
Actualmente la ley 18.248 no prohíbe que los hijos puedan llevar el apellido del padre y la madre. Así lo establece el artículo 4. Por lo tanto la ley faculta a los padres para que el niño sea inscripto también con el apellido de la madre. Entonces la cláusula de obligatoriedad que pretende la nueva ley ¿qué fin tiene a los efectos de asegurar el derecho a la identidad del niño? En mi modesta opinión, ninguna, ya que la madre que quiere inscribir a su hijo con su apellido con posterioridad al del padre puede hacerlo. La ley no se lo prohíbe. La cláusula que obliga a la madre soltera a inscribir a su hijo con su doble apellido o con el de su padre y madre coloca al niño en una situación de desigualdad frente al resto y por lo tanto es absolutamente discriminatoria, ese niño desde que nace será identificado como hijo extramatrimonial y no se le garantiza el derecho a su verdadera identidad desde el primer momento, siendo ello un atributo de su personalidad. Por otro lado, el artículo 7 de la Convención de los Derechos del Niño reconoce el derecho a la identidad del niño. Y en el primer párrafo del preámbulo de la Convención, la noción de igualdad tiene presencia destacada al señalarse “que la justicia y la paz en el mundo se basan en el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana”. Las desigualdades en el ámbito de los niños sólo son tolerables si satisfacen, entre otras condiciones, procurar el máximo beneficio de los miembros menos aventajados de la sociedad.
Se cae nuevamente en la violación de los derechos humanos de los niños y en la concepción de que sólo son objeto de protección y no auténticos sujetos de derechos.
* Jueza de Menores del Tribunal Número 1 de Mar del Plata.


OPINION
El derecho a un nombre
Por Marcela Romero *

En su portada del sábado pasado, Página/12 informa acerca del proyecto presentado por el ministro Aníbal Fernández para reformar la Ley del Nombre. Se explica que esta reforma terminaría con el uso del posesivo en la conformación del apellido de las mujeres casadas, sumaría el apellido materno a los hijos y permitiría elegir nombres extranjeros, entre otros cambios. Esta iniciativa, que compartimos en general, se produce, sin embargo, sin contemplar la mayor violación a los derechos humanos que la legislación actual sobre la identidad legal de las personas sigue perpetrando: la negación del derecho a la identidad de las personas trans.
Mi nombre es Marcela Romero. Pero mi documento dice otra cosa. Para la ley, no existo sino como alguien que no soy yo, con un nombre de varón que no me nombra y por el que nadie, absolutamente nadie me conoce.
Luego de más de diez años de haber iniciado el reclamo judicial para que se rectifique mi partida de nacimiento, sigo esperando que la Justicia reconozca que soy la que soy y no otra ni otro, que me llamo como me llamo, como todos me llaman, y que mi identidad es esa que vivo, y no la que figura en unos papeles amarillentos con un sello oficial del Registro Civil, que nada dicen sobre mí.
Miles de hombres y mujeres transexuales vivimos el calvario cotidiano de no tener un nombre reconocido por la ley. Eso nos produce infinitos daños morales y materiales. El proyecto de ley de Identidad de Género, elaborado por la Falgbt junto con el equipo de la diputada Silvia Augsburger y presentado por esta legisladora con la firma de diputados de diferentes partidos políticos, propone terminar con esta aberrante violación a nuestro derecho a la identidad. Esperamos que, con el mismo impulso que el gobierno nacional ha decidido darle a esta nueva Ley del Nombre, nuestro derecho humano a tener un nombre también sea reconocido.
* Vicepresidenta de la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans.
 #100634  por Pandilla
 
Fuente: Diario Pagina12, Sección Sociedad, Edición del día Martes, 05 de Febrero de 2008

ROSARIO PATROCINA TRES PEDIDOS ANTE LA JUSTICIA

Cambio de sexo con apoyo

Tres jóvenes travestis acompañadas por el Area de Diversidad Sexual rosarina pedirán ante la Justicia autorización para el cambio de sexo. Es la primera vez en que el Estado lo patrocina

Fueron a uno de los tantos servicios que ofrece el Area de Diversidad Sexual de la Municipalidad de Rosario, una asesoría psicológica. Allí surgió la necesidad de estas tres jóvenes travestis que demandarán a la Justicia provincial sendas operaciones de reasignación sexual y el cambio registral en el DNI, todo bajo el patrocinio del equipo jurídico del área. “El sellado y los trámites cuestan entre 300 y 500 pesos, pero lo más caro es contratar un abogado”, detalló ayer Esteban Paulón, director de este lugar pionero al que define como “una puerta de ingreso a espacios de inclusión”. De las tres chicas, sólo una está en situación de prostitución y hasta el momento, explicó Paulón, “son invisibles, solos sus padres saben de su transexualidad”. Es la primera vez que un organismo estatal patrocina una acción de este tipo ante la Justicia.
Las demandas impulsadas por la comuna, que serán cursadas no bien termine la feria judicial, deberán ser resueltas por la jueza Marta Gurdulich. Su veredicto sentará jurisprudencia en la provincia de Santa Fe, ya que hasta ahora se han presentado tres chicas operadas en el exterior, que sólo reclamaban el cambio registral. “Es apuesta política”, afirmó Paulón, uno de artífices del proyecto de Ley Nacional de Identidad de Género, junto con la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans (Falgbt) y varias diputadas del Partido Socialista rosarino. El proyecto legislativo prevé que las personas que deseen cambiar su nombre en el documento o readecuar sus genitales al sexo que han elegido no tengan que recurrir a la Justicia y obliga al Estado y las obras sociales a cubrir estas operaciones prohibidas por una ley de práctica médica sancionada en 1956.
“Como la única forma de acceder a este tipo de intervenciones es a través de una demanda judicial, vamos a promocionar los pedidos que se presenten”, aseguró Paulón. La situación de travestis y transexuales conforma el 70 por ciento de las consultas que recibe el Area de Diversidad Sexual, inaugurada hace siete meses. “Atendemos desde casos de gente expulsada de su casa por discriminación sexual hasta litigios de ex matrimonios heterosexuales, donde por ejemplo una mujer no deja que su ex marido vea a sus hijos por su orientación sexual”, enumeró el funcionario municipal.
El equipo de abogados especializados en derechos humanos, quienes brindan el servicio de seguridad jurídica al área, promoverá que las intervenciones se realicen con el único equipo especializado en este tipo de intervenciones en el país. Se trata del hospital Gutiérrez en La Plata, donde opera el cirujano César Fidalgo, que el 3 de diciembre pasado intervino quirúrgicamente a Nati, la menor cordobesa cuyo caso constituyó la primera cirugía en favor del derecho a la identidad sexual costeada por una obra social pública (la Obra Social del Estado de Córdoba).
Paulón comentó que la comuna rosarina pretende garantizar con la promoción de este juicio la “inclusión laboral, educativa, entre otras”, así como evitar “que las chicas travestis sean empujadas al mundo de la prostitución como única opción”. La dependencia que dirige es un proyecto del Partido Socialista, cuyos representantes decidieron que debe ser una “política de Estado la igualdad de oportunidades, de trato y derechos de todas las personas sin distinción de orientación sexual”.
Entre las metas para el año que corre, el Area de Diversidad Sexual se propone firmar convenios con al menos siete sindicatos y una empresa, con el fin de fomentar puestos laborales para personas discriminadas por su orientación sexual. Muchas de las chicas que se acercan comenzaron una capacitación en oficios en el Area de la Juventud. “Sabían que iban a ganar menos dinero, pero no querían seguir en lo mismo –comentó Paulón al respecto–; una abrió su propia peluquería, otras trabajan como vendedoras telefónicas y les va muy bien.”
Por otro lado, el funcionario destacó “el criterio interdisciplinario” del área que, junto con la Secretaría de Salud provincial, creó en agosto del año pasado un centro de salud dedicado exclusivamente a atender a travestis y transexuales. Actualmente, allí se hace un seguimiento de al menos 20 casos, con prescripción de hormonas, acompañamiento médico y psicológico en el proceso de cambio corporal.
 #100715  por Pandilla
 
Fuente: Diario INFOBAEprofesional.com, Sección Abogados, del día Lunes 7 de enero de 2008.

Zaffaroni considera necesaria una reforma del Código Penal

El jurista del máximo tribunal dijo que hubo pocos cambios de carácter institucional y que éstos son necesarios para brindar mayor seguridad jurídica.

El ministro de la Corte Eugenio Raúl Zaffaroni estará a cargo del máximo tribunal de Justicia durante la feria judicial de enero. Estimó necesaria una reforma del Código Penal y ratificó que los jueces tienen que pagar el impuesto a las ganancias pero “para que esto ocurra es necesario que fijen sobre qué rubros”.

Con respecto a la relación con el nuevo Ministro de Justicia de la Nación, Aníbal Fernández, cree, dado que es un hombre político y pragmático, que hará cosas y confía en que la relación será más abierta a la recepción de iniciativas.

"A veces comprendemos que nosotros sugerimos cosas que no se hacen debido al temor que eso tenga tal o cual lectura política. Afortunadamente se terminó el año electoral. Ahora lo que interesa es la cuestión técnica", dijo Zaffaroni a una emisora radial.
Al referirse al balance de la Justicia en el año que pasó, el magistrado consideró que se cerraron algunos temas en materia de actualización de jubilaciones y se avanzó en el amparo del Riachuelo. Pero dijo que son conscientes de que lo que pueden hacer desde la Corte es relativo y que hay una deuda de la Justicia que en gran medida tampoco la pueden resolver ellos sino que para hacerlo tienen que ponerse de acuerdo con los otros poderes del Estado.

En referencia a la cantidad de temas sociales que analizó la Corte el año pasado, el jurista afirmó que están abriendo una línea jurisprudencial que es nueva en la Argentina.

En este sentido, el abogado penalista agregó que cuando se trata de derechos sociales resulta muy difícil porque es imponerle al Estado que realice acciones que pertenecen al campo político estricto.

"Hay un ámbito que sí es exclusivo de los poderes políticos, pero lo que no puede hacer es no hacer nada frente a un derecho que no está satisfecho", dijo Zaffaroni.
Al ser consultado sobre las críticas que reciben de parte de funcionarios del Gobierno por algunos fallos de la Corte, Zaffaroni señaló que forman parte de juego democrático. "No lo tomamos como una injerencia. No pierdo mi condición de ciudadano por ser juez de la Corte y por ende a opinar y a criticar a los funcionarios de los otros poderes del Estado", sostuvo.
Durante al entrevista Zaffaroni destacó que hubo pocas reformas de carácter institucional en el gobierno de Néstor Kirchner, salvo el cambio en la integración del Consejo de la Magistratura. Dijo además que cree que viene una etapa en la que tienen que pensar en reformas de tipo institucionales como por ejemplo la del Código Penal.

"No podemos tener un Código Penal que no existe. Hemos tenido momentos de legislación penal represiva. Uno leía y sabía lo que estaba escrito. Hoy no sabemos cuál es la pena máxima privativa de la libertad. Alguien puede decir que son 50 años, otros 37, y otros sostenemos que son 25 años. Eso es una inseguridad jurídica", agregó el jurista.

Por último al ser consultado sobre si los jueces tienen que pagar el impuesto a las Ganancias consideró que sí. Pero afirmó que no les han fijado cuál es la base imponible. "Los otros dos poderes del Estado pagan el impuesto sobre una base de todo lo que se cobra de bolsillo de los rubros que son remunerativos. Queremos que nos fijen cuáles son nuestros rubros para pagar", concluyó el magistrado.
 #101071  por Pandilla
 
Fuente: Diario La Nación, Sección Información General, Edición del día Miércoles, 06 de Febrero de 2008

Qué leyes está impulsando Macri
El bloque oficialista buscará que algunas se aprueben antes de fines de este mes

El gobierno de Mauricio Macri ya prepara las próximas leyes que enviará a la Legislatura, para que los diputados de Pro alcancen los consensos parlamentarios necesarios para su aprobación. Entre los proyectos, de los que aún no trascendieron demasiados detalles, se destacan una llamada ley del peatón, la creación de una agencia para el control de las prestaciones y los circuitos administrativos en los hospitales públicos, y una ley de modernización del Estado. Se suman al proyecto de licencias por puntaje (scoring), que será debatido mañana, según el temario de la quinta sesión extraordinaria.

 La denominada ley del peatón pretende promover una mayor cantidad de áreas no transitables por vehículos en la ciudad; pero no mediante la peatonalización total de ciertas calles, sino mediante restricciones en algunos días y horarios, especialmente los fines de semana. Así lo confirmaron a LA NACION el jefe de bloque Pro, Oscar Moscariello, y el presidente de la Comisión de Obras Públicas, el macrista Cristian Ritondo.

Uno de los sectores protegidos sería el casco histórico. La ley también contemplaría una medida complementaria a la limitación al tránsito en determinados días y horarios y el traslado de algunas paradas de colectivos. El borrador no sería girado a la Legislatura antes de la segunda quincena de este mes y en el macrismo prevén que podría ser aprobada en marzo o en abril.

 Antes, el Poder Ejecutivo trabajará junto con sus diputados para lograr la aprobación de una ley que autorice al gobierno a revisar todas las concesiones vigentes. Según el borrador, la norma impondría a todos los que tengan una relación contractual de este tipo con el Estado porteño un plazo de 30 días para presentar la documentación que acredite la cesión de un bien, prorrogable por otros 20 días. Si no lo hicieran, anticipó Moscariello, recibirán una multa diaria equivalente a la veinteava parte de canon que abonan.

 También desea el gobierno de la ciudad que la Legislatura ratifique, cuanto antes, el acta entendimiento entre la ciudad y la Nación para la construcción de la autopista ribereña.

 Otra norma que los equipos de Mauricio Macri impulsarán es la reforma del Sistema Informático de Obras de Infraestructura y Arquitectura Urbana (Sidiau), para concentrar toda la información sobre obras realizadas en la vía pública, el subsuelo y el espacio aéreo porteños. Pretenden que la modificación quede aprobada en otra sesión extraordinaria, en la segunda quincena de este mes.

 En los próximos días también quedarían sancionados cambios en las funciones del Instituto de Vivienda de la Ciudad y la Corporación del Sur, para que ésta absorba lo concerniente a la construcción de viviendas y urbanización en villas de emergencia.

Para el período de sesiones ordinarias que comienza en marzo, explicó Moscariello a LA NACION, el gobierno y sus diputados intentarán avanzar con otro paquete de normas:

 La modificación de la ley 7, que organiza el Poder Judicial de la Capital.

 La reforma de los códigos de Habilitaciones y Edificaciones, sobre la base de un profundo estudio realizado por profesionales durante los últimos años y las sugerencias efectuadas. Este fue uno de los proyectos destacados por Rodríguez Larreta.

 Definir el futuro de la Caja de Seguridad Social para Abogados de la ciudad (Cassaba).

 La ley de Modernización del Estado, tendiente a instalar un plan que promueva una gestión más eficiente. Este proyecto regularía la evaluación del desempeño por el logro de resultados y el cumplimiento de "compromisos de gestión" que los ministros de Macri empezaron a suscribir. En principio regiría sólo para los niveles políticos superiores, ya que su aplicación a los empleados requiere una adecuación del convenio colectivo de trabajo de los municipales.

 La creación de una Agencia de Control de Salud, para fiscalizar tanto la calidad de las prestaciones como el funcionamiento de los circuitos administrativos y de compras en los hospitales públicos. Actualmente, estas potestades las tiene el propio Ministerio de Salud, del que dependen los hospitales, pero los equipos macristas opinan que hay desviaciones y deficiencias que podrían ser mejor controladas por un actor externo y herramientas adecuadas.

 La creación de la agencia informática, denominada Sociedad de la Información, para incentivar las inversiones en industrias de contenido y de software (ver aparte).

 La creación de la Inspección General de Justicia local, que quedaría a cargo de Jorge Vanossi.

 Una ley de transparencia y concurso para profesionales.

 Y una ley de obra pública, actividad hoy regida por dos normas (una nacional y otra local) con décadas de antigüedad.

Antes, los legisladores deberán sortear un obstáculo difícil: los gremios del transporte. Es que hoy estará terminado el proyecto para debatir las licencias por puntaje, scoring , que contemplará 27 faltas (correr picadas será la más grave con la quita de la licencia), lejos de las ocho que habían pedido los representantes del sector.

Por Angeles Castro
De la Redacción de LA NACION
 #101085  por Pandilla
 
Fuente: Diario Clarín, Sección El País , Edición del día Miércoles, 06 de Febrero de 2008

FALLO DE LA JUSTICIA PROVINCIAL
Anulan parte de la reforma constitucional en Tucumán
Por: Rubén Elsinger
Fuente: TUCUMAN. CORRESPONSAL

Tras analizar el asunto durante más de un año y medio, la Justicia de la provincia de Tucumán hizo lugar ayer a varios planteos del Colegio de Abogados provincial y declaró nulas e inconstitucionales las reformas introducidas en cuatro artículos (y en uno de los incisos de otro más) de la Constitución provincial.

Las reformas que fueron anuladas habían sido sancionadas por una Convención Constituyente con abrumadora mayoría peronista que concluyó su labor en junio de 2006. Las nulidades -que no quedarían firmes pues serían recurridas ante la Corte de la provincia, según fuentes allegadas al gobernador José Alperovich- fueron resueltas por la sala II de la Cámara en lo Contencioso Administrativo, integrada por los vocales Rodolfo Novillo y Carlos Giovanniello, en un extenso fallo de 151 páginas.

Los artículos anulados establecían la posibilidad de introducir enmiendas constitucionales por la la Legislatura ad referendum de la ciudadanía, la organización del Consejo de la Magistratura por el Poder Ejecutivo y el mecanismo de la acusación contra jueces ante el Jurado de Enjuiciamiento.

El fallo judicial conocido ayer incluyó también otro aspecto relevante: rechazó al mismo tiempo las demandas de inconstitucionalidad de la entidad profesional contra otros diez artículos de la Carta Magna tucumana.

Estos artículos disponen, entre otras cosas, que los funcionarios sometidos a juicio político no serán suspendidos en sus cargos y la exigencia de una mayoría de tres cuartos de los votos para el enjuiciar políticamente al gobernador y al vice, así como para declararlos culpables.

Además, establecen el procedimiento para el nombramiento de jueces, los procedimientos para el juicio político y el jurado de enjuiciamiento, y la forma de elección y duración del mandato de este último.
 #101096  por Pandilla
 
San Miguel de Tucumán, Febrero 05 de 2008.
SENT. N° 07

VISTO: El juicio caratulado “COLEGIO DE ABOGADOS DE TUCUMÁN vs. HONORABLE CONVENCIÓN CONSTITUYENTE DE TUCUMÁN, s/Inconstitucionalidad” (expdte. 379/06), y reunidos los señores vocales de la sala segunda de la Excma. Cámara en lo Contencioso Administrativo, se establece el siguiente orden de votación: Dres. Rodolfo Novillo y Carlos Giovanniello; habiéndose procedido a su consideración y decisión con el siguiente resultado.

ACCESO AL FALLO:
http://www.justucuman.gov.ar/colegio_de ... _FINAL.doc

Saludos.
 #101197  por Pandilla
 
Fuente: Diario Clarín, Sección Opinión , Edición del día Miércoles 6 de febrero de 2008.

EDITORIAL
Cambios en la Ley del Nombre

La intención del Gobierno nacional de impulsar la reforma de la Ley del Nombre concuerda con la necesidad de remover formas discriminatorias que persisten en nuestro orden jurídico y que afectan a la mujer, pero hay también otros aspectos que deben ser considerados con detenimiento, previendo posibles inconvenientes y resistencias al abandono de las formas acostumbradas.

La normativa actual excluye el uso del apellido de la madre en el nombre de los hijos, lo cual expresa una jerarquización del padre en desmedro de la mujer que es el resultado de valores machistas, una posición incompatible con los compromisos igualitarios asumidos por nuestro orden constitucional. La modificación del modo de funcionamiento de los apellidos, entonces, con la trasmisión de los apellidos paterno y materno a los hijos, configuraría un paso positivo.

También significa un paso simbólico correctivo la pretensión de eliminar el artículo posesivo "de" cuando la mujer decide incorporar el apellido de su esposo. Además, se brindaría la posibilidad al cónyuge masculino de incorporar el apellido de su esposa, lo cual establecería un equilibrio que expresa más adecuadamente el conjunto de rasgos que tiene en la actualidad el contrato matrimonial. En el caso de hijos reconocidos por un solo progenitor, se deberá cuidar la letra de la ley para que no se genere una fórmula que en algún punto pueda resultar lesiva para los portadores.

La actual Ley del Nombre tiene rasgos tradicionalistas, diferentes a los vigentes en otros países de la región y de Europa. El cambio proyectado -el cual también contribuiría a darle mayor seguridad a la identificación de las personas y garantizaría el ejercicio del derecho a elegir el nombre- tal vez halle resistencias y, de ser adoptado, irá con los años interviniendo en una dimensión simbólica que hace a la identidad personal.

El Gobierno impulsa una reforma a la Ley del Nombre, la cual eliminaría formas de discriminación contra la mujer. Otros aspectos deben ser cuidados para que se eviten problemas y resistencias.
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