Buenas tardes!
Estoy realizando un juicio por demanda de radicacion de mi hijo en el país lindante de Chile. El mismo pedido está realizado en un contexto de un padre que veía a su hijo cada 15 dias, sin embargo se opone. En el momento en que presentamos escrito proponemos la toma de compromiso de nuestra parte para cumplir con el regimen que se viene manteniendo de fin de semana de por medio, el cual correría economica y logisticamente por nuestra cuenta, y a su vez aseguramos vacaciones en el país junto a su papá y nos mantenemos abiertos a cualquier negociacion.
El cambio se origina a partir del cambio de radicacion por trabajo de la pareja de la progenitora, quien en el páís de destino tiene una muy buena propuesta laboral, en la cual se integra al menor como beneficiario, teniendo beneficios tales como colegio pago, seguro medico, casa, etc, todo cubierto por la empresa.
El punto es que el progenitor, desde el momento en que se le hace el pedido, comenzó a intentar frecuentar a su hijo mas seguido, en un acto (desde mi punto de vista) de manipulacion sobre la desicion del niño en cuanto a si quiere vivir afuera o no, lo cual podría complicar la pericia psicologica del menor si este se manifiesta algo reticente a la radicacion en Chile.
Al momento hemos pasado al período de apertura a pruebas, pero aun no está el expediente en letra. Las pruebas que la madre presenta son: Certificado emitido por el colegio al que el niño de 12 años concurre desde los 6 años, donde manifiestan la ausencia del padre y la constante dedicacion de la madre, asi como tambien, el beneficio que se detectó a partir de que la madre del menor integró su familia con su actual pareja, certificado de compromiso de busqueda laboral en el país de destino emitido por la empresa en la que la progenitora trabaja actualmente, un historial de 4 años interrupcion en el pago de alimentos y todos los documentos que demuestran el beneficio economico que conlleva la situacion.
Alguien que haya pasado por algun caso parecido? algun consejo?
Muchas gracias!
Saludos,
Ana Maria
Estoy realizando un juicio por demanda de radicacion de mi hijo en el país lindante de Chile. El mismo pedido está realizado en un contexto de un padre que veía a su hijo cada 15 dias, sin embargo se opone. En el momento en que presentamos escrito proponemos la toma de compromiso de nuestra parte para cumplir con el regimen que se viene manteniendo de fin de semana de por medio, el cual correría economica y logisticamente por nuestra cuenta, y a su vez aseguramos vacaciones en el país junto a su papá y nos mantenemos abiertos a cualquier negociacion.
El cambio se origina a partir del cambio de radicacion por trabajo de la pareja de la progenitora, quien en el páís de destino tiene una muy buena propuesta laboral, en la cual se integra al menor como beneficiario, teniendo beneficios tales como colegio pago, seguro medico, casa, etc, todo cubierto por la empresa.
El punto es que el progenitor, desde el momento en que se le hace el pedido, comenzó a intentar frecuentar a su hijo mas seguido, en un acto (desde mi punto de vista) de manipulacion sobre la desicion del niño en cuanto a si quiere vivir afuera o no, lo cual podría complicar la pericia psicologica del menor si este se manifiesta algo reticente a la radicacion en Chile.
Al momento hemos pasado al período de apertura a pruebas, pero aun no está el expediente en letra. Las pruebas que la madre presenta son: Certificado emitido por el colegio al que el niño de 12 años concurre desde los 6 años, donde manifiestan la ausencia del padre y la constante dedicacion de la madre, asi como tambien, el beneficio que se detectó a partir de que la madre del menor integró su familia con su actual pareja, certificado de compromiso de busqueda laboral en el país de destino emitido por la empresa en la que la progenitora trabaja actualmente, un historial de 4 años interrupcion en el pago de alimentos y todos los documentos que demuestran el beneficio economico que conlleva la situacion.
Alguien que haya pasado por algun caso parecido? algun consejo?
Muchas gracias!
Saludos,
Ana Maria
