Advirtiendo que mayormente las preguntas, requerimientos, dudas u opiniones leídas hasta el momento, lo son en las áreas de la dogmática jurídico penal o procesal penal, me preguntaba si algún forero le preocupa la cuestión criminológica.-
Sería quizás interesante, la aparición de alguien que pudiera enseñarnos algo al respecto, puesto que no todo se subsume en una cuestión de normas y plazos.-
Sobre todo si se tiene en cuenta, que no son demasiadas la currículas universitarias que incluyan la materia, aunque no sea más que como un par de puntos de la parte general del derecho penal, o de la sociología jurídica.-
Dado que tiré la primera piedra y paso a esconder la mano para ver si aprendo algo, inicio la inquietud con uno de los temas más "clásicos" del haber criminológico.-
Publico a continuación un texto propio, que tuvo su génesis en ocasión de un pedido cursado para la publicación en un diario de la "comarca" donde resido, con el afán de bajar algún tema criminológico en una dialéctica común para el público no especializado.-
Hago la aclaración que acepté la misiva, por cuanto la flexibilidad de conociemientos que pedían era mucha, y las pretensiones jurídicas mínimas.-
Ahora sí, dejo a continuación el artículo en cuestión, adelantando que habla acerca de la selectividad penal en argentina.
Ciudadanos clase A, b o turista en la Argentina
Que la igualdad ante la ley no existe en Argentina, es mentira, una necedad casi tan grande como creer que vivimos en democracia, que toda época pasada fue otra cosa que anterior, o que con los militares "estábamos" mejor, como si de hecho alguna vez lo hubiésemos Estado. Por supuesto que existe, en más se diría que hasta funciona con una perfección cuasi maquiavélica. La espada de Damocles esta ahí, siempre presente sobre el yugo de todos y cada uno de los ciudadanos, apuntando, amenazando con golpear, y de hecho lo hace, lo hace con la misma frecuencia que el reclamo social del Blumberg(delincuente sin acusación, juicio ni condena, padre adolorido y legislador ad-hoc para quien no lo conozca...)de turno lo pida. El tema pasa por que la misma golpea con toda su fuerza siempre al mismo pobre infeliz, y si bien es cierto que cae sobre todos, no lo hace nunca con el mismo fin, ni respondiendo al mismo reclamo social, ni interés general. La mayoria de las veces cae hasta olvidando el fin de bien común que debe primar en un Estado que al menos trate de ser Estado y no sucumba en el intento olvidando, a veces, hasta el por qué cae . Ahora bien, para adentrarnos un poco en cómo funciona la lógica de la selectividad penal Argentina(es decir a quién se persigue criminalmente y se lo manda a esas antesalas de la muerte llamadas cárceles, aplicándoles así la Ley), pasaremos a analizar los distintos tipos sociales de ciudadanos que existen por estos lares.
Se podría decir que hay tres tipos de ciudadanos, están los clase A, que si los comparásemos con un auto llegaríamos a la conclusión que vienen "full"; traen todas las "mañas" de la democracia incorporadas, pertenecen a la aristocracia, oligarquía o a un lugar que los otros, los del proletariado no podrán conocer ni siquiera en fotos, y funcionan como una especie de casta o corporación, gozando lógicamente de los beneficios del "pertenecer". Sus delitos aparecen en las secciones económicas, o políticas de los diarios, y las posibilidades de que sean investigados son exactamente proporcionales a las de sacarse el Prode, siendo la probabilidad de una condena firme, inversamente proporcional a la oportunidad de ascenso en la carrera judicial del fiscal que investigue y acuse y del juez que los condene(o de permanecer en sus cargos en el mejor de los casos). Por otro lado, encontramos a los ciudadanos clase "b", los cuales varían en número según cuestiones políticas o socioeconómicas del país. Como rasgos predominantes en este tipo encontramos su repudio -aunque con cierta tolerancia- hacia el accionar de los ciudadanos de clase "A", a los cuales en cierta forma admiran y les sirven también para recordar cual es su límite penal social (es decir hasta a donde se les va a tolerar a ellos, ciudadanos que no tuvieron la suerte de ser clase "A", enviando sus causas a archivos, otorgándoles "probation", excarcelaciones, condenas en suspenso). Por otro lado su constante auto diferenciación con los ciudadanos de la clase "turista" hacia quienes su rechazo llega a niveles tan aberrantes como el de clamar por la mismísima muerte de sus colegas delictivos desafortunados; olvidando que su pertenencia a uno u otro grupo, pende de un delgado hilo, hilo que de ser cortado los empujaría hacia la clase "turista" o "nuevos pobres" en este caso, no pudiendo entonces esperar ya ningún tipo de compasión ni tolerancia de sus ex-colegas de situación. Sus delitos raras veces terminan en condenas, y si aparecen en los diarios, aparecen titulados como el crimen del "ingeniero", el robo del "ordenanza", o la agresión del "policía", el homicidio del "odontólogo" e incontables ejemplos, siempre acompañados de su rol en la sociedad. No hay que olvidar que estos ciudadanos, son los que producen y consumen bienes y servicios, cumplen roles y funciones, en fin hacen funcionar el macabro sistema del capitalismo. Y por último, como siempre al final, los ciudadanos clase "turista", los postergados, los desafortunados, las personas que dan vida al Código Penal, que lo hacen aparentemente necesario, los únicos que van a ir presos de verdad, a los que el sistema penal no va a perdonar, sobre los cuales caerá implacablemente con toda su igualdad y en su máximo esplendor llegando sobre la totalidad de la misma. Son turistas de la vida, a los cuales el Estado les concede en todo su esplendor el derecho de dar un paseo por la libertad, paseo limitado lógicamente a los 16 años necesarios hasta ser imputable(es decir penalmente responsable)en el sistema argentino. Aunque claro está, tal dispendio no viene acompañado por los privilegios de la clase "A", ni por las concesiones de la clase "b"; sino, pudiera ser que hasta tuviesen el tupé de acostumbrarse y terminar exigiendo cosas de otras castas modificando el orden ya pre-establecido y consensuado a través de un pacto que nadie sabe bien quiénes firmaron ni cuándo. Por lo que tal dispendio, viene acompañado de viviendas precarias, mala alimentación (cuando la hay), trabajos sin posibilidad de crecer(por llamarlos de algún modo, ya que son tareas que no harían ninguno de los ciudadanos clase A, ni "b" de los que mandan a "trabajar a esos negros de mierda que no quieren hacer nada" por mas de dos días en forma consecutiva...), falta de atención médica, segregación y largos penares si se repasa la lista de derechos de los ciudadanos clase "A" y "b" en comparación.
Sus delitos directamente no salen en los diarios como noticias, han adquirido la sección policiales y el sistema los toma como un número, forman parte de un mapa delictivo, dejan de ser personas, si es que la sociedad en algún momento los reconoció como tales. Se los encuentra abandonados por el Estado, a montones casi como calcados, abarrotados en las prisiones, sufriendo un mal mayor al discutiblemente infringido. Sólo para ir terminando, ya que cité arriba al Sr. Blumberg y a modo de semblanza de como funciona la selectividad penal en Argentina, interrumpir una sesión de los cuerpos deliberativos, es un delito contra el orden público, o sea que tranquilamente podría haber hasta sufrido una condena por su accionar, claro está si el sistema penal se hubiera ocupado de ello, pero no, el Estado no está para esos menesteres, es que interesa más lo que hacen los otros, esos que a veces se "encapuchan" (en donde es dable destacar la diferencia entre salir a cara descubierta a luchar por un derecho de los ciudadanos clase "b", no digo "A" porque ya los tienen todos, y volver a la casa a dormir, y la del piquetero que tiene que volver a la villa y verse de nuevo con el policía al que enfrentó hace escasos días)y que con su palo hacen peligrar la vida de la policía bonaerense en pleno, federal y al ejército o desestabilizar la democracia, si es que se cree que un palo y una capucha tiene más poder de fuego que todo el aparato represivo del Estado.
Y si todo esto no lo convence, o no cree que usted también comete delitos (y en cantidad), o no sabe si pertenece a la clase "b" o no(nótese que no incluyo a la clase "A" dado que estos tienen plena conciencia, y ya no tienen temor ni siquiera a la única sanción que los puede alcanzar, o sea la social, ni a la "turista" ya que, créame estimado lector usted lo sabría), tome su pc con software pirata, abra su procesador de textos hurtado, coloque uno de sus cd truchos de música, relájese y tome nota; eso si, ni piense en decirme y ¿usted acaso no lo hace? , ya que estaría calumniándome, y no me profiera tampoco ningún insulto, ya que podría injuriarme, sírvase algo de tomar mientras lo escribe, de esa compra en el negocio de la esquina por la que no pidió factura, y cuando lo termine úselo de señalador en algún libro de su colección de best-seller fotocopiados, al otro día en el trabajo, levante el teléfono (obviamente no lo vaya a hacer sin el consentimiento de su empleador), y coméntelo con algún amigo, y si descubre que el hace lo mismo por favor no olvide denunciarlo, no sea cosa que crean que lo está encubriendo. Y luego cuando termine de sumar todas las penas que le corresponde por los delitos que comete a diario, camine derecho a la comisaría y entréguese si es que alguien siquiera le toma la denuncia. Y hágale un favor a la sociedad, ni se le ocurra decir pero yo no maté a nadie, en su situación nadie lo haría, no sea obvio, trate de ser más original, intente encontrar la diferencia entre usted y usted mismo. Espero que crea en la reencarnación así puede pagar lo que le debe a la sociedad. Por último, si todo esto aún no lo convence de que para que el sistema penal fuera justo habría que meter al mundo dentro de una gran cárcel, piense que de los 304 artículos del Código Penal se redujesen a 15, todo seguiría igual, las cárceles seguirían con las mismas personas. Y si no me cree, como seguramente usted es de los que compra las publicaciones (de las que es costumbre leer en el día y no fotocopiar), y no de los que las junta para conseguir un pedazo de pan para no comer de la basura, si por una de esas casualidades está leyendo esto en un café, párese e intente "olvidarse de pagar" (pague por que esto no es apología del delito)y fíjese si lo procesan por estafa.
Saludos.-
Sería quizás interesante, la aparición de alguien que pudiera enseñarnos algo al respecto, puesto que no todo se subsume en una cuestión de normas y plazos.-
Sobre todo si se tiene en cuenta, que no son demasiadas la currículas universitarias que incluyan la materia, aunque no sea más que como un par de puntos de la parte general del derecho penal, o de la sociología jurídica.-
Dado que tiré la primera piedra y paso a esconder la mano para ver si aprendo algo, inicio la inquietud con uno de los temas más "clásicos" del haber criminológico.-
Publico a continuación un texto propio, que tuvo su génesis en ocasión de un pedido cursado para la publicación en un diario de la "comarca" donde resido, con el afán de bajar algún tema criminológico en una dialéctica común para el público no especializado.-
Hago la aclaración que acepté la misiva, por cuanto la flexibilidad de conociemientos que pedían era mucha, y las pretensiones jurídicas mínimas.-
Ahora sí, dejo a continuación el artículo en cuestión, adelantando que habla acerca de la selectividad penal en argentina.
Ciudadanos clase A, b o turista en la Argentina
Que la igualdad ante la ley no existe en Argentina, es mentira, una necedad casi tan grande como creer que vivimos en democracia, que toda época pasada fue otra cosa que anterior, o que con los militares "estábamos" mejor, como si de hecho alguna vez lo hubiésemos Estado. Por supuesto que existe, en más se diría que hasta funciona con una perfección cuasi maquiavélica. La espada de Damocles esta ahí, siempre presente sobre el yugo de todos y cada uno de los ciudadanos, apuntando, amenazando con golpear, y de hecho lo hace, lo hace con la misma frecuencia que el reclamo social del Blumberg(delincuente sin acusación, juicio ni condena, padre adolorido y legislador ad-hoc para quien no lo conozca...)de turno lo pida. El tema pasa por que la misma golpea con toda su fuerza siempre al mismo pobre infeliz, y si bien es cierto que cae sobre todos, no lo hace nunca con el mismo fin, ni respondiendo al mismo reclamo social, ni interés general. La mayoria de las veces cae hasta olvidando el fin de bien común que debe primar en un Estado que al menos trate de ser Estado y no sucumba en el intento olvidando, a veces, hasta el por qué cae . Ahora bien, para adentrarnos un poco en cómo funciona la lógica de la selectividad penal Argentina(es decir a quién se persigue criminalmente y se lo manda a esas antesalas de la muerte llamadas cárceles, aplicándoles así la Ley), pasaremos a analizar los distintos tipos sociales de ciudadanos que existen por estos lares.
Se podría decir que hay tres tipos de ciudadanos, están los clase A, que si los comparásemos con un auto llegaríamos a la conclusión que vienen "full"; traen todas las "mañas" de la democracia incorporadas, pertenecen a la aristocracia, oligarquía o a un lugar que los otros, los del proletariado no podrán conocer ni siquiera en fotos, y funcionan como una especie de casta o corporación, gozando lógicamente de los beneficios del "pertenecer". Sus delitos aparecen en las secciones económicas, o políticas de los diarios, y las posibilidades de que sean investigados son exactamente proporcionales a las de sacarse el Prode, siendo la probabilidad de una condena firme, inversamente proporcional a la oportunidad de ascenso en la carrera judicial del fiscal que investigue y acuse y del juez que los condene(o de permanecer en sus cargos en el mejor de los casos). Por otro lado, encontramos a los ciudadanos clase "b", los cuales varían en número según cuestiones políticas o socioeconómicas del país. Como rasgos predominantes en este tipo encontramos su repudio -aunque con cierta tolerancia- hacia el accionar de los ciudadanos de clase "A", a los cuales en cierta forma admiran y les sirven también para recordar cual es su límite penal social (es decir hasta a donde se les va a tolerar a ellos, ciudadanos que no tuvieron la suerte de ser clase "A", enviando sus causas a archivos, otorgándoles "probation", excarcelaciones, condenas en suspenso). Por otro lado su constante auto diferenciación con los ciudadanos de la clase "turista" hacia quienes su rechazo llega a niveles tan aberrantes como el de clamar por la mismísima muerte de sus colegas delictivos desafortunados; olvidando que su pertenencia a uno u otro grupo, pende de un delgado hilo, hilo que de ser cortado los empujaría hacia la clase "turista" o "nuevos pobres" en este caso, no pudiendo entonces esperar ya ningún tipo de compasión ni tolerancia de sus ex-colegas de situación. Sus delitos raras veces terminan en condenas, y si aparecen en los diarios, aparecen titulados como el crimen del "ingeniero", el robo del "ordenanza", o la agresión del "policía", el homicidio del "odontólogo" e incontables ejemplos, siempre acompañados de su rol en la sociedad. No hay que olvidar que estos ciudadanos, son los que producen y consumen bienes y servicios, cumplen roles y funciones, en fin hacen funcionar el macabro sistema del capitalismo. Y por último, como siempre al final, los ciudadanos clase "turista", los postergados, los desafortunados, las personas que dan vida al Código Penal, que lo hacen aparentemente necesario, los únicos que van a ir presos de verdad, a los que el sistema penal no va a perdonar, sobre los cuales caerá implacablemente con toda su igualdad y en su máximo esplendor llegando sobre la totalidad de la misma. Son turistas de la vida, a los cuales el Estado les concede en todo su esplendor el derecho de dar un paseo por la libertad, paseo limitado lógicamente a los 16 años necesarios hasta ser imputable(es decir penalmente responsable)en el sistema argentino. Aunque claro está, tal dispendio no viene acompañado por los privilegios de la clase "A", ni por las concesiones de la clase "b"; sino, pudiera ser que hasta tuviesen el tupé de acostumbrarse y terminar exigiendo cosas de otras castas modificando el orden ya pre-establecido y consensuado a través de un pacto que nadie sabe bien quiénes firmaron ni cuándo. Por lo que tal dispendio, viene acompañado de viviendas precarias, mala alimentación (cuando la hay), trabajos sin posibilidad de crecer(por llamarlos de algún modo, ya que son tareas que no harían ninguno de los ciudadanos clase A, ni "b" de los que mandan a "trabajar a esos negros de mierda que no quieren hacer nada" por mas de dos días en forma consecutiva...), falta de atención médica, segregación y largos penares si se repasa la lista de derechos de los ciudadanos clase "A" y "b" en comparación.
Sus delitos directamente no salen en los diarios como noticias, han adquirido la sección policiales y el sistema los toma como un número, forman parte de un mapa delictivo, dejan de ser personas, si es que la sociedad en algún momento los reconoció como tales. Se los encuentra abandonados por el Estado, a montones casi como calcados, abarrotados en las prisiones, sufriendo un mal mayor al discutiblemente infringido. Sólo para ir terminando, ya que cité arriba al Sr. Blumberg y a modo de semblanza de como funciona la selectividad penal en Argentina, interrumpir una sesión de los cuerpos deliberativos, es un delito contra el orden público, o sea que tranquilamente podría haber hasta sufrido una condena por su accionar, claro está si el sistema penal se hubiera ocupado de ello, pero no, el Estado no está para esos menesteres, es que interesa más lo que hacen los otros, esos que a veces se "encapuchan" (en donde es dable destacar la diferencia entre salir a cara descubierta a luchar por un derecho de los ciudadanos clase "b", no digo "A" porque ya los tienen todos, y volver a la casa a dormir, y la del piquetero que tiene que volver a la villa y verse de nuevo con el policía al que enfrentó hace escasos días)y que con su palo hacen peligrar la vida de la policía bonaerense en pleno, federal y al ejército o desestabilizar la democracia, si es que se cree que un palo y una capucha tiene más poder de fuego que todo el aparato represivo del Estado.
Y si todo esto no lo convence, o no cree que usted también comete delitos (y en cantidad), o no sabe si pertenece a la clase "b" o no(nótese que no incluyo a la clase "A" dado que estos tienen plena conciencia, y ya no tienen temor ni siquiera a la única sanción que los puede alcanzar, o sea la social, ni a la "turista" ya que, créame estimado lector usted lo sabría), tome su pc con software pirata, abra su procesador de textos hurtado, coloque uno de sus cd truchos de música, relájese y tome nota; eso si, ni piense en decirme y ¿usted acaso no lo hace? , ya que estaría calumniándome, y no me profiera tampoco ningún insulto, ya que podría injuriarme, sírvase algo de tomar mientras lo escribe, de esa compra en el negocio de la esquina por la que no pidió factura, y cuando lo termine úselo de señalador en algún libro de su colección de best-seller fotocopiados, al otro día en el trabajo, levante el teléfono (obviamente no lo vaya a hacer sin el consentimiento de su empleador), y coméntelo con algún amigo, y si descubre que el hace lo mismo por favor no olvide denunciarlo, no sea cosa que crean que lo está encubriendo. Y luego cuando termine de sumar todas las penas que le corresponde por los delitos que comete a diario, camine derecho a la comisaría y entréguese si es que alguien siquiera le toma la denuncia. Y hágale un favor a la sociedad, ni se le ocurra decir pero yo no maté a nadie, en su situación nadie lo haría, no sea obvio, trate de ser más original, intente encontrar la diferencia entre usted y usted mismo. Espero que crea en la reencarnación así puede pagar lo que le debe a la sociedad. Por último, si todo esto aún no lo convence de que para que el sistema penal fuera justo habría que meter al mundo dentro de una gran cárcel, piense que de los 304 artículos del Código Penal se redujesen a 15, todo seguiría igual, las cárceles seguirían con las mismas personas. Y si no me cree, como seguramente usted es de los que compra las publicaciones (de las que es costumbre leer en el día y no fotocopiar), y no de los que las junta para conseguir un pedazo de pan para no comer de la basura, si por una de esas casualidades está leyendo esto en un café, párese e intente "olvidarse de pagar" (pague por que esto no es apología del delito)y fíjese si lo procesan por estafa.
Saludos.-
Acompañando el proyecto nacional y popular.
Subcomandante Insurgente "Campanita".
Ejército Comarquista para la Liberación Nacional
Subcomandante Insurgente "Campanita".
Ejército Comarquista para la Liberación Nacional