Recuerdo cuando en el año 1980 hasta el año 1983 íbamos de vacaciones al Partido de la Costa. Recuerdo el muelle de Mar de Ajó, cuando de noche con un medio mundo se llenaba un balde de 20 litros de camarones y cornalitos. Recuerdo que los empleados del muelle eran gente honrada, se podía visitar el muelle y no pagar la entrada, salvo si se iba a pescar, y esa entrada era económica.
Recuerdo que en ese lugar solo se observaban italianos y españoles honrados, la gente trabajaba, se levantaba la casa y en invierno los que quedaban viviendo allí cuidaban las casas de sus paisanos sin el temor de ser usurpados, pues la gente en esa época era decente y honrada. Recuerdo haber alquilado una bicicleta por 2 horas contrato de palabra y antes de vencimiento devolvérsela a tiempo.
A partir de diciembre del año 1983 surge nuevamente el cáncer, la democracia negocio, los políticos, los intendentes, los concejales, el negocio del voto. como la gente europea y descendiente de los mismos no votaban a los negros y delincuentes, empezaron a importar negros del interior del país, como los negros de San Luis, Cordoba, bolivianos, gente que tienen los ojos de avista, que miran con odio, a cambio de un plan, que usurpan y se quedan con lo ajeno.
Una vez que poblaron de negros el partido de la Costa, a partir del año 1990 en adelante, los peronistas empezaron a perseguir a los propietarios, aumentando la tasa para financiar y sostener a los planeros, incluso en épocas de hiperinflación, iniciaban el juicio de apremio, pero no ejecutaban las propiedades, los punteros y afiliados peronchistas se acercaban al municipio, se los inscribía como responsables de la tasa, se les condonaba la deuda pasada luego de los 10 años de posesion y se les decía que pagaran los contemporáneos, y se introducían a los lotes, una usurpación donde el participe es el propio municipio. Esto sigue pasando en todo el conurbano bonaerense, repleto de negros ojos de avispa, planeros, delincuentes. No todos los europeos pudieron iniciar el desalojo contra estos intrusos, y había que tener cuidado de iniciar la acción judicial ante el juez de paz, porque era amigo del intendente.
Hoy en día en el Partido de la Costa no existen negocios de alquileres de bicicletas, porque el negro no la devuelve y quedan escasos italianos y españoles, el resto son todos negros. Hoy en día si se va a pescar al muelle, no se pesca ni el 3% de un balde de 5 litros, el muelle lo atienden los negros, visitar el muelle sin pescar se deberá pagar una entrada costosa. No queda una sola almeja porque esos negros las exterminaron por comérselas. Está repleto de negros, y en invierno solamente quedan ellos, metiéndole miedo y obligando a los dueños de las propiedades que quedan deshabitadas a que les paguen para que nadie se les metan en las mismas o exigirles que les paguen para mantener las mismas porque de lo contrario se introducirán intrusos que son ellos mismos.
Recuerdo que en ese lugar solo se observaban italianos y españoles honrados, la gente trabajaba, se levantaba la casa y en invierno los que quedaban viviendo allí cuidaban las casas de sus paisanos sin el temor de ser usurpados, pues la gente en esa época era decente y honrada. Recuerdo haber alquilado una bicicleta por 2 horas contrato de palabra y antes de vencimiento devolvérsela a tiempo.
A partir de diciembre del año 1983 surge nuevamente el cáncer, la democracia negocio, los políticos, los intendentes, los concejales, el negocio del voto. como la gente europea y descendiente de los mismos no votaban a los negros y delincuentes, empezaron a importar negros del interior del país, como los negros de San Luis, Cordoba, bolivianos, gente que tienen los ojos de avista, que miran con odio, a cambio de un plan, que usurpan y se quedan con lo ajeno.
Una vez que poblaron de negros el partido de la Costa, a partir del año 1990 en adelante, los peronistas empezaron a perseguir a los propietarios, aumentando la tasa para financiar y sostener a los planeros, incluso en épocas de hiperinflación, iniciaban el juicio de apremio, pero no ejecutaban las propiedades, los punteros y afiliados peronchistas se acercaban al municipio, se los inscribía como responsables de la tasa, se les condonaba la deuda pasada luego de los 10 años de posesion y se les decía que pagaran los contemporáneos, y se introducían a los lotes, una usurpación donde el participe es el propio municipio. Esto sigue pasando en todo el conurbano bonaerense, repleto de negros ojos de avispa, planeros, delincuentes. No todos los europeos pudieron iniciar el desalojo contra estos intrusos, y había que tener cuidado de iniciar la acción judicial ante el juez de paz, porque era amigo del intendente.
Hoy en día en el Partido de la Costa no existen negocios de alquileres de bicicletas, porque el negro no la devuelve y quedan escasos italianos y españoles, el resto son todos negros. Hoy en día si se va a pescar al muelle, no se pesca ni el 3% de un balde de 5 litros, el muelle lo atienden los negros, visitar el muelle sin pescar se deberá pagar una entrada costosa. No queda una sola almeja porque esos negros las exterminaron por comérselas. Está repleto de negros, y en invierno solamente quedan ellos, metiéndole miedo y obligando a los dueños de las propiedades que quedan deshabitadas a que les paguen para que nadie se les metan en las mismas o exigirles que les paguen para mantener las mismas porque de lo contrario se introducirán intrusos que son ellos mismos.