Hace un par de semanas que me encontré con un caso bastante peculiar y que sinceramente no sé por donde cogerlo. La cuestión es que vino a mi oficina unos padres y un joven que estaba preocupado por su privacidad. En parte los comprendo a los dos, porque por un lado el chaval se siente vigilado, puesto que cuenta con una aplicación nativa en la que se le sigue exactamente a cualquier parte, tanto si va a un parque, como si va a casa de alguna amiga que está conociendo y le gusta, y por otro lado, los padres temen que al chaval le pueda ocurrir algo, ya que viven en una zona problemática y llena de maleantes. Por lo que estoy todavía en dudas de a quién darle la razón de todo este fregado.