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Charlas de café. Hilo social y cualquier tema de interés o entretenimiento.

 #147124  por Charlie
 
La intrusa

[Cuento. Texto completo]

Jorge Luis Borges

Dicen (lo cual es improbable) que la historia fue referida por Eduardo, el menor de los Nilsen, en el velorio de Cristián, el mayor, que falleció de muerte natural, hacia mil ochocientos noventa y tantos, en el partido de Morón. Lo cierto es que alguien la oyó de alguien, en el decurso de esa larga noche perdida, entre mate y mate, y la repitió a Santiago Dabove, por quien la supe. Años después, volvieron a contármela en Turdera, donde había acontecido. La segunda versión, algo más prolija, confirmaba en suma la de Santiago, con las pequeñas variaciones y divergencias que son del caso. La escribo ahora porque en ella se cifra, si no me engaño, un breve y trágico cristal de la índole de los orilleros antiguos. Lo haré con probidad, pero ya preveo que cederé a la tentación literaria de acentuar o agregar algún pormenor.

En Turdera los llamaban los Nilsen. El párroco me dijo que su predecesor recordaba, no sin sorpresa, haber visto en la casa de esa gente una gastada Biblia de tapas negras, con caracteres góticos; en las últimas páginas entrevió nombres y fechas manuscritas. Era el único libro que había en la casa. La azarosa crónica de los Nilsen, perdida como todo se perderá. El caserón, que ya no existe, era de ladrillo sin revocar; desde el zaguán se divisaban un patio de baldosa colorada y otro de tierra. Pocos, por lo demás, entraron ahí; los Nilsen defendían su soledad. En las habitaciones desmanteladas dormían en catres; sus lujos eran el caballo, el apero, la daga de hojas corta, el atuendo rumboso de los sábados y el alcohol pendenciero. Sé que eran altos, de melena rojiza. Dinamarca o Irlanda, de las que nunca oirían hablar, andaban por la sangre de esos dos criollos. El barrio los temía a los Colorados; no es imposible que debieran alguna muerte. Hombro a hombro pelearon una vez a la policía. Se dice que el menor tuvo un altercado con Juan Iberra, en el que no llevó la peor parte, lo cual, según los entendidos, es mucho. Fueron troperos, cuarteadores, cuatreros y alguna vez tahúres. Tenían fama de avaros, salvo cuando la bebida y el juego los volvían generosos. De sus deudos nada se sabe y ni de dónde vinieron. Eran dueños de una carreta y una yunta de bueyes.

Físicamente diferían del compadraje que dio su apodo forajido a la Costa Brava. Esto, y lo que ignoramos, ayuda a comprender lo unidos que fueron. Malquistarse con uno era contar con dos enemigos.

Los Nilsen eran calaveras, pero sus episodios amorosos habían sido hasta entonces de zaguán o de casa mala. No faltaron, pues, comentarios cuando Cristián llevó a vivir con él a Juliana Burgos. Es verdad que ganaba así una sirvienta, pero no es menos cierto que la colmó de horrendas baratijas y que la lucía en las fiestas. En las pobres fiestas de conventillo, donde la quebrada y el corte estaban prohibidos y donde se bailaba, todavía, con mucha luz. Juliana era de tez morena y de ojos rasgados; bastaba que alguien la mirara, para que se sonriera. En un barrio modesto, donde el trabajo y el descuido gastan a las mujeres, no era mal parecida.

Eduardo los acompañaba al principio. Después emprendió un viaje a Arrecifes por no sé qué negocio; a su vuelta llevó a la casa una muchacha, que había levantado por el camino, y a los pocos días la echó. Se hizo más hosco; se emborrachaba solo en el almacén y no se daba con nadie. Estaba enamorado de la mujer de Cristián. El barrio, que tal vez lo supo antes que él, previó con alevosa alegría la rivalidad latente de los hermanos.

Una noche, al volver tarde de la esquina, Eduardo vio el oscuro de Cristián atado al palenque En el patio, el mayor estaba esperándolo con sus mejores pilchas. La mujer iba y venía con el mate en la mano. Cristián le dijo a Eduardo:

-Yo me voy a una farra en lo de Farías. Ahí la tenés a la Juliana; si la querés, usala.

El tono era entre mandón y cordial. Eduardo se quedó un tiempo mirándolo; no sabía qué hacer. Cristián se levantó, se despidió de Eduardo, no de Juliana, que era una cosa, montó a caballo y se fue al trote, sin apuro.

Desde aquella noche la compartieron. Nadie sabrá los pormenores de esa sórdida unión, que ultrajaba las decencias del arrabal. El arreglo anduvo bien por unas semanas, pero no podía durar. Entre ellos, los hermanos no pronunciaban el nombre de Juliana, ni siquiera para llamarla, pero buscaban, y encontraban razones para no estar de acuerdo. Discutían la venta de unos cueros, pero lo que discutían era otra cosa. Cristián solía alzar la voz y Eduardo callaba. Sin saberlo, estaban celándose. En el duro suburbio, un hombre no decía, ni se decía, que una mujer pudiera importarle, más allá del deseo y la posesión, pero los dos estaban enamorados. Esto, de algún modo, los humillaba.

Una tarde, en la plaza de Lomas, Eduardo se cruzó con Juan Iberra, que lo felicitó por ese primor que se había agenciado. Fue entonces, creo, que Eduardo lo injurió. Nadie, delante de él, iba a hacer burla de Cristián.

La mujer atendía a los dos con sumisión bestial; pero no podía ocultar alguna preferencia por el menor, que no había rechazado la participación, pero que no la había dispuesto.

Un día, le mandaron a la Juliana que sacara dos sillas al primer patio y que no apareciera por ahí, porque tenían que hablar. Ella esperaba un diálogo largo y se acostó a dormir la siesta, pero al rato la recordaron. Le hicieron llenar una bolsa con todo lo que tenía, sin olvidar el rosario de vidrio y la crucecita que le había dejado su madre. Sin explicarle nada la subieron a la carreta y emprendieron un silencioso y tedioso viaje. Había llovido; los caminos estaban muy pesados y serían las once de la noche cuando llegaron a Morón. Ahí la vendieron a la patrona del prostíbulo. El trato ya estaba hecho; Cristián cobró la suma y la dividió después con el otro.

En Turdera, los Nilsen, perdidos hasta entonces en la mañana (que también era una rutina) de aquel monstruoso amor, quisieron reanudar su antigua vida de hombres entre hombres. Volvieron a las trucadas, al reñidero, a las juergas casuales. Acaso, alguna vez, se creyeron salvados, pero solían incurrir, cada cual por su lado, en injustificadas o harto justificadas ausencias. Poco antes de fin de año el menor dijo que tenía que hacer en la Capital. Cristián se fue a Morón; en el palenque de la casa que sabemos reconoció al overo de Eduardo. Entró; adentro estaba el otro, esperando turno. Parece que Cristián le dijo:

-De seguir así, los vamos a cansar a los pingos. Más vale que la tengamos a mano.

Habló con la patrona, sacó unas monedas del tirador y se la llevaron. La Juliana iba con Cristián; Eduardo espoleó al overo para no verlos.

Volvieron a lo que ya se ha dicho. La infame solución había fracasado; los dos habían cedido a la tentación de hacer trampa. Caín andaba por ahí, pero el cariño entre los Nilsen era muy grande -¡quién sabe qué rigores y qué peligros habían compartido!- y prefirieron desahogar su exasperación con ajenos. Con un desconocido, con los perros, con la Juliana, que había traído la discordia.

El mes de marzo estaba por concluir y el calor no cejaba. Un domingo (los domingos la gente suele recogerse temprano) Eduardo, que volvía del almacén, vio que Cristián uncía los bueyes. Cristián le dijo:

-Vení, tenemos que dejar unos cueros en lo del Pardo; ya los cargué; aprovechemos la fresca.

El comercio del Pardo quedaba, creo, más al Sur; tomaron por el Camino de las Tropas; después, por un desvío. El campo iba agrandándose con la noche.

Orillaron un pajonal; Cristián tiró el cigarro que había encendido y dijo sin apuro:

-A trabajar, hermano. Después nos ayudarán los caranchos. Hoy la maté. Que se quede aquí con sus pilchas, ya no hará más perjuicios.

Se abrazaron, casi llorando. Ahora los ataba otro círculo: la mujer tristemente sacrificada y la obligación de olvidarla.

FIN

 #148224  por usuario
 
10 datos curiosos de México.

1.- ¿Sabías que el meteorito que provocó la extinción
de los dinosaurios se estrelló,hace 65 millones de
años, en lo que actualmente es el pueblo de Chicxulub
en la costa de la península de Yucatán?

El impacto formó un cráter de 180 kilómetros de
diámetro, que actualmente está sepultado a 600 metros
de profundidad. Fue descubierto en 1981 cuando
trabajadores de Pemex hacían perforaciones en busca de
yacimientos petroleros, detectando un cambio brusco de
la densidad a esa profundidad.

2.- México significa 'en el ombligo de la Luna'. Del
Náhuat 'Metztli' (luna) y 'xictli' (ombligo).Los
Aztecas lo p ronunciaban 'Meshico'. Los españoles lo
escribían 'Méjico'ya que no existía la pronunciación
de la 'x'.
La Real Academia de la Lengua permite las dos
versiones: México y Méjico.

3.- ¿Sabes porqué se le llama Zócalo a la plaza
central de la Ciudad de México? En 1842 el presidente
Antonio López de Santa Ana mandó construir en la
entonces Plaza de la Constitución una gran columna
conmemorando la Independencia.
Sin embargo debido múltiples problemas sólo se
terminó la base o zócalo, la cual permaneció durante
varios años hasta que fue retirada, pero el nombre
llegó para quedarse.

4.- La residencia oficial de los presidentes
mexicanos se llama 'Los Pinos' no porque en ella
abunden estos árboles, si no en recuerdo de una huerta
en Michoacán donde el presidente Lázaro Cárdenas
(quién fue el primero en habitar dicha residencia)
conoció a su esposa apodada Pina.

5.- México (el estado de Zacatecas) es el mayor
productor de plata en el mundo.

6.- México es el mayor consumidor per cápita de coca
cola a nivel mundial (527 botellas de ocho onzas por
persona al año, superior al promedio de 411 en Estados
Unidos).

7.- México es el país que tiene más taxis: 60,000
registrados (súmale los piratas).

8.- El nombre de la zona de México conocida como
Península de 'Yucatán' se debe a que un conquistador
preguntó a un maya cómo se llamaban esas tierras.
El nativo probablemente le respondió: yuk ak katán.
Lo que el español no sabía es que en maya significa
'no te entiendo'.

9.- El castillo de Chapultepec es el único castillo
construido en el continente Americano donde han
habitado monarcas.

10.- México, D.F. es la ciudad con el mayor número de
museos en el mundo: 110 museos (¿conoces al menos diez?)

 #148283  por usuario
 
CULTURA - HASTA FINES DE MAYO

"Los artistas del pueblo”, en el espacio Imago
.
La muestra "Los artistas del pueblo. 1920-1930" que acaba de inaugurar en espacio Imago, reúne más de 140 obras entre pinturas, grabados, dibujos y esculturas del "primer grupo de arte social en la Argentina", integrado por José Arato, Adolfo Bellocq, Guillermo Facio Hebequer, Abraham Vigo y Agustín Riganelli.

La exposición aborda no sólo la vasta producción artística del grupo -que provenía de sectores populares, adhería a las ideologías de la época y entendía el arte como un modo de intervenir en la sociedad- sino también la importancia que tuvo en el desarrollo del arte argentino del siglo XX.

"Ellos formaron el primer grupo de arte social en la Argentina -enfatiza el curador de la muestra, Miguel Angel Muñoz, en una entrevista con Télam-. Son artistas con una militancia política, que desarrollan un programa.

Una actitud novedosa para 1920, que después, a lo largo del siglo, va a ser una constante". "Al lado de ellos -ejemplifica- ’Sin pan y sin trabajo’, la famosa obra de Ernesto de la Cárcova es también una obra social pero que hizo entre muchas otras obras, porque De la Cárcova no tenía un programa social, sino uno artístico, en cambio estos artistas sí lo tenían; lo que después harían Demetrio Urruchúa, Antonio Berni o Carlos Castagnino".

Estos artistas son los mismos que en 1920 se vincularon con los escritores del Grupo de Bodeo (entre quienes destacan Elías Castelnuovo, Alvaro Yunque y Leónidas Barletta), junto a los que combatieron por un arte social comprometido con los sectores populares.

De este modo, los temas más recurrentes en las pinturas y grabados del grupo fueron los sectores más vulnerables de la sociedad, como los vagabundos, los chicos de la calle, las prostitutas, las mujeres, los trabajadores explotados, el arrabal o la ciudad moderna vista como una Babel, temas que a su vez sirvieron a Muñóz para organizar los ejes de la muestra.

Por eso, cada panel que da inicio al recorrido por los distintos subnúcleos de la exposición está acompañado de un texto de alguno de los escritores mencionados, junto a una reproducción de la tapa del número uno de la revista Claridad, en las que todos ellos participaban.

"Como la faceta del grupo es social, la obra de estos artistas del pueblo tiene toda la intención de ser popular, con un sentido socialista. Algunos más otros menos, pero todos militaban en la izquierda, por eso hacen un arte con contenido, porque pretenden, con suerte, intervenir en la cuestión social", describe Muñoz. "Entendían el arte como un arma de revolución... ¿Utópicos? Si, y un poquitín disparatados -admite- con su mejor intención.

Es que la década del 20 fue de mucho esplendor económico en la Argentina, entonces ese discurso de la miseria del trabajador, aunque habría quienes lo sufrían, no fue demasiado apoyado por el pueblo".

Durante la recorrida, se puede ver "una reiteración en la temática de la mujer vista como la muchacha joven, como éstas de Arato que son bellísimas -dice Muñoz mientras señala la obra-, las madres de barrio, las mujeres pobres, las viejitas y las prostitutas, algunas tituladas "La mala vida" o "las locas".

"Otro sector vulnerable y al mismo tiempo simpático porque lo han retratado permanentemente es el atorrante, el ciruja, el vagabundo: un anarquista, el tipo que no tiene ley, no tiene familia, hace la suya y que les resulta atractivo ideológicamente".

"Este sector -se entusiasma el curador- está acompañado de un texto de Roberto Arlt titulado justamente ’Los atorrantes de Facio Hebequer’, que es nada menos que una aguafuerte porteña del escritor -no tan conocida porque nunca se publicó en las antologías- inspirada en este artista, a quien conoció".

Los artistas del pueblo también hicieron mucha gráfica, donde volcaron sus ideales de revolución social, de militancia política y de rebelión puesta al servicio de publicaciones de izquierda y populares, así como en revistas y libros.

Una vitrina de objetos permite apreciar "Tu historia compañero", un cuadernillo ilustrado que Facio Hebequer vendía a 30 centavos, la tapa que hizo para "Contra" dirigida por Raúl González Tuñón, o el "Martín Fierro" que ilustró por Bellocq.

Es la primera vez que se realiza una retrospectiva tan grande de estos artistas "parte fuerte de la historia del arte argentino", en este caso integrada por obra proveniente de Museo Nacional de Bellas Artes, el Museo Quinquela Martín y varias colecciones privadas, entre ellas, la de Albino Fernández y la de Ariel Vigo, hijo de Abraham.

Habrá dos encuentros con el curador en abril (el jueves 17 a las 18 y el viernes 25 a las 20) en el marco de la muestra que se podrá visitar hasta el 31 de mayo de lunes a sábados de 12 a 20 en el espacio de arte de Fundación Osde, Suipacha 658, primer piso, con entrada libre y gratuita.

 #149234  por COLUMBO
 
[quote="Charlie"]La intrusa

[Cuento. Texto completo]

Jorge Luis Borges

Dicen (lo cual es improbable) que la historia fue referida por Eduardo, el menor de los Nilsen, en el velorio de Cristián, el mayor, que falleció de muerte natural, hacia mil ochocientos noventa y tantos, en el partido de Morón. Lo cierto es que alguien la oyó de alguien, en el decurso de esa larga noche perdida, entre mate y mate, y la repitió a Santiago Dabove, por quien la supe. Años después, volvieron a contármela en Turdera, donde había acontecido. La segunda versión, algo más prolija, confirmaba en suma la de Santiago, con las pequeñas variaciones y divergencias que son del caso. La escribo ahora porque en ella se cifra, si no me engaño, un breve y trágico cristal de la índole de los orilleros antiguos. Lo haré con probidad, pero ya preveo que cederé a la tentación literaria de acentuar o agregar algún pormenor.
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Cuantos buenos recuerdos me trajo releer este texto.
Es genial. Hace años cuando despuntaba el vicio, de otra de mis vocaciones, el teatro, lo elegì en una de las pràcticas de inprovisaciòn y la experiencia fue soberbia.
La historia es tan completa, principio, desarrollo y fin y tan llena de emociones y contradicciones humanas, que, en este caso, transformar el arte de la literatura, en el arte de la expresiòn no fue màs que un pasaje orgànico.
Es un bello cuento para leer, y un profundo, completo y sensible texto para interpretar y transmitir.
Gracias por el aporte

COLUMBO

 #150370  por usuario
 
ARTE 3D-JULIAN BEEVER

El artista británico de las ilusiones opticas, en la argentina

El artista británico Julian Beever, famoso por sus pinturas en tiza en tres dimensiones que realiza en calles de todo el mundo y que suele difundir a través de internet, llegó a Buenos Aires para pintar, desde el lunes pasado y hasta el jueves, una de sus famosas obras en Diagonal Norte y Cerrito, a metros del Obelisco.

Una famosa cascada que nace justo en las escaleras del metro de Madrid, una pileta de natación en plena calle con una muchacha dentro haciendo piruetas o una foca que asoma por un lago congelado son algunos de los famosos dibujos en 3D que Beever realiza con tizas de colores, exclusivamente en el pavimento de muchísimas ciudades.

La peatonal que sale de Plaza Tribunales y llega hasta Cerrito, en pleno centro porteño, es el escenario elegido esta vez -Beever fue invitado por Telefónica para plasmar su visión sobre el concepto "comunidad"- para ver al británico abocado a su obra, sobre el suelo, rodeado de tizas, bocetos y muchísimos curiosos.

"Estoy dibujando una comunidad de hormigas, todas cargando pequeñas hojas, y ellas están construyendo un puente (que es el logotipo de la empresa). La idea es que el trabajo sea acerca de la comunidad y los logros de una comunidad así que, por supuesto, también es simbólico de la comunidad de personas", señaló a Télam el británico durante un descanso.

"Además, me da la posibilidad de dibujar estos grandes paisajes donde la pequeño parece enorme; un trabajo que encuentro muy divertido", cuenta el inglés sonriente, de muy buen ánimo, luego de nueve horas de trabajo al aire libre y de un día muy frío.

Sus trabajos -de breve duración- están hechos con un método llamado anamorfosis: un efecto perspectivo utilizado en arte para forzar al observador a un determinado punto de vista preestablecido o privilegiado, desde el que el elemento cobra una forma proporcionada y clara.

Beever utiliza una cámara de fotos como referencia, y mientras gesticula con sus manos, señala la obra para enfatizar: "Es una distorsión de la imagen y cuando lo miras a través de la cámara, desde una posición exacta, el dibujo parece tridimensional".

Lo que significa que, si el espectador no se ubica en el lugar elegido por el autor, no podrá ver la obra, o tan sólo verá un montón de garabatos: "Bueno, en realidad -admitió el británico- si uno se ubica en la posición adecuada y cierra un ojo, sí podrá verlo, pero es mejor con la cámara, que no le permite al cerebro juzgar la distancia".

Muchos curiosos se detienen a mirar y tratan de adivinar el resultado final del dibujo ("debe ser una cascada", dice alguno), o se quedan viendo al artista en plena creación, proceso que se puede seguir en detalle desde una pantalla gigante colocada muy cerca de la obra.

"Creo que mi trabajo es especialmente para la gente que pasa por la calle, es un arte muy popular. Yo no trabajo en galerías de arte, ni necesito la aprobación de los críticos o expertos. Es todo a través de internet, a la gente le gusta mi trabajo y se lo reenvían unos a otros, así que estoy bastante orgulloso de eso", admitió.

El artista, de 47 años, pinta también murales y réplicas de trabajos de grandes maestros del arte y trabaja en publicidad y marketing, mientras que ya ha dejado su sello en Inglaterra, España, Bélgica, Francia, Holanda, Alemania, Estados Unidos y Australia.

La obra terminada -declarada de interés cultural por el gobierno porteño- será presentada el jueves a las 12 en Cerrito y Diagonal Norte, en un evento que incluirá la actuación de la banda musical Gran Martell (Jorge Araujo, Tito Fargo y Gustavo Jamardo), quienes presentarán el tema musical "Comunidad".

 #150385  por usuario
 
Dos familias enfrentadas.

La de Romeo y Julieta no es la única historia de amor donde los suegros se oponen y las suegras sufren un ataque de nervios, donde primos y hermanos ofician de traidores o de héroes por encargo. Al igual que la de Romeo y Julieta, esta historia porteña no tuvo un final feliz.

Como en una telenovela de la tarde, con galanes que hablan mientras suspiran (haciendo uso de una técnica poco práctica pero televisivamente efectiva) y heroínas inocentes de lágrima fácil, la historia de dos jóvenes enamorados quedó inmortalizada en el barrio de Retiro. Buenos Aires, con el misterio y el romanticismo en sus calles, era el escenario perfecto.

Fue a principios del siglo pasado cuando el amor llamó a la puerta de uno de los jóvenes más ricos de la ciudad. (Se escucha un toc toc.) Aunque un poco acartonado en sus modales pero con el espíritu vivo y salvaje, el joven Anchorena, de pelo moreno y un jopo algo artificial, atendió el llamado. Vivía en el actual Palacio San Martín, con escaleras de mármol y fuentes con forma de angelitos. En la vereda, jacarandás y palos borrachos de flores rosadas se disputaban el lugar y es que todos querían disfrutar de la hermosa vista desde allí, producto de la calle que baja empinada hasta Avenida Libertador.

El joven Anchorena se había enamorado y rogaba encontrarse por la calle con una de las hijas de los Kavanagh, otra de las familias ricas de la zona, lo cual era prácticamente imposible, porque las señoritas adineradas y paquetas no caminaban solas por calle. Corina Kavanagh también le había echado el ojo al muchacho de la calle Arenales, pero, como buena heroína de esta telenovela, ella, de mejillas rosadas y sonrisa poco estridente y muy estudiada, hacía como si nada. Y es que en estas historias siempre hay algún novio en el medio que dificulta un poco más el romance que espera la audiencia.

Hasta que un día, los caminos se cruzaron y cuando finalmente se miraron a los ojos, el mundo se detuvo porque en un instante los dos supieron que eran el uno para el otro. Los dos jóvenes se encontraban a escondidas en las fiestas de los ricos y poderosos y cada vez que podían se daban uno de esos besos que tan bien salen en cámara.

Por esas épocas, los Anchorena, que contaban con varios miembros en la familia y unos cuantos extras que oficiaban de servidumbre pero que nunca pronunciaban una línea, habían construido un imponente sepulcro familiar, la Basílica del Santísimo Sacramento en la calle San Martín al 1000, así que el señor Anchorena estaba algo estresado por el proyecto y su esposa se lo pasaba pidiendo que no lo molestaran.

Pero el amor es más fuerte. Entonces un día, el muchacho, sin pensarlo dos veces, confesó:

"Padre; madre, estoy enamorado."

Su mamá, que entraba en escena vestida de color crema y con una copa en la mano, abrazó a su hijo emocionada pero sin lágrimas. Su padre, en cambió le hizo esa pregunta tan temida: “¿Quién es la afortunada?”

“La señorita Kavanagh, padre, y voy a pedirle que se case conmigo.”

En ese momento subió la música de fondo, mientras la madre se desmayaba, la sirvienta limpiaba el piso de mármol, el padre fruncía el entrecejo y en primerísimo primer plano aparecía la cara del joven A respirando aceleradamente mientras una gota de sudor caía en el suelo que estaba limpiando la sirvienta.

Padre: "¡Jamás! Jamás te casarás con ella." Su vozarrón se escuchó en toda la casa y como el decorado no era del todo bueno, algún que otro jarrón se tambaleó.

El joven A quería gritarle de todo, pero a diferencia de las novelas actuales donde las discusiones se prolongan por bloques, se quedó callado, el pobre. Esas palabras bastaban para que el muchacho sintiera que el corazón se le rompía en mil pedazos.

Cuando Corina se enteró las lágrimas no alcanzaron para descargar su rabia hacia la familia Anchorena, entonces, ella, que parecía tan inocente y buenita, se transformó en pocos capítulos en la mala de la película y mandó a construir el edificio más alto de la ciudad, justo, justito en el lugar indicado, para impedir que desde el hogar de los Anchorena, pudiera verse la Basílica del Santísimo Sacramento.

Y como sucede en las novelas, hay historias que culminan y algunas, que por cuestiones de libreto y rating se esfuman. Esto mismo sucedió con la historia de estos jóvenes adinerados que bien podría haberse convertido en una telenovela. Sin embargo, y seguramente para que el furor del romance durara más de una temporada, esta historia de amor se convirtió en una de las leyendas urbanas que quedó inmortalizada en las calles de Retiro.

Lucía Alfonso

 #150503  por Dr. 8
 
Me gusta mucho esta version de una hermosa cancion de L. Amstrong, quisiera compartirla con Uds.

http://www.youtube.com/watch?v=2A2Jt4WOxN8

 #150522  por Charlie
 
Bonita versión estimado Dr. 8, pero la canción no es de autoria de Louis Armstrong, sino de Harold Arlen y la letra de E.Y. Harburg. (compuesta en 1939). :D

Saludos.

 #150605  por usuario
 
ESPECTACULOS

"Rent" apuesta a ser un espectáculo total



El promocionado musical "Rent", de Jonathan Larson, se estrenó en Ciudad Cultural Konex de acuerdo a su versión original y puso sobre el tapete la problemática de la juventud neoyorquina de los 90, con actuaciones convincentes y en medio de lujos varios.

La puesta porteña de "Rent", obra estrenada en 1996 en Nueva York y aún en cartel, con versiones en todo el mundo, pretende desde el pique ser un espectáculo total: ya desde el amplio patio de acceso del Konex hay puestos de hot-dogs y rosquillas, y hasta nieve artificial.

Lo que describe la pieza es la vida de un puñado de personas entre los 20 y los 30 años, adictas a una bohemia bastante artificial -más parecen sujetos de la "belle époque"- que habitan un vetusto edificio y se debaten en problemas de identidad sexual, soledad y enfermedad.

Así, un joven enfermo de sida (Germán "Tripa" Tripel, ex Mambrú) intenta componer la canción que guarde su memoria y termina enamorándose de una bailarina complicada (Florencia Otero), mientras un aspirante a cineasta (Andrés Bagg) filma la vida de los otros sin vivir la propia.

Al mismo tiempo, un activista social (Pablo Sultani) se enamora de una "drag queen" (Angel Hernández) y una pareja de lesbianas (Déborah Turza, Laura Conforte) se juntan y se pelean alternadamente, mientras el dueño del edificio y ex de la barra (Martín Repetto) amenaza a todos con el desalojo.

La historia sucede durante un año, entre las Navidades de 1988 y 1989, y está marcada por el "pathos" de la enfermedad: entonces el VIH conducía inevitablemente a la muerte. Se afirma que "Rent" es heredera directa del "Hair" de los 60, pero de acuerdo al momento en que fue creada no tiene, como el ícono del hippismo, la contracara de un hecho político, como era entonces la oposición a la guerra en Vietnam.

Las criaturas de "Rent" no tienen ningún proyecto colectivo; para ellos lo importante es resguardar sus identidades sexuales y a lo sumo son capaces de pequeñas generosidades individuales, pero no más. El desalojo del edificio se soluciona fácil, con el "sacrificio" de una de las chicas que se entrega al propietario a cambio del techo.

Por otra parte, el subtítulo de la obra es "La vida es hoy", un concepto adecuado para quien espera morirse en cualquier momento, pero demasiado vigente en los últimos 20 años como ingrediente de ciertas "filosofías" instantáneas en boga.

La falta de proyectos comunes, la imposibilidad de pensar en el mañana como consecuencia natural del presente, inyectan al musical una melancolía que la música y los bailes no llegan a mellar: quizá sea el estado de ánimo del autor, un mozo de bar que murió en la víspera del estreno neoyorquino sin llegar a conocer las dimensiones de su éxito.

Por eso la primera parte -expositiva y de presentación de los personajes- resulta tan larga y la segunda tan expeditiva y compacta, en un espectáculo de casi tres horas de duración, incluido un intervalo de 15 minutos.

De todos modos, "Rent" resulta atrapante para quien se deje llevar por ese hiperrealismo subrayado desde la escenografía de Facundo Lozano y Ana Repetto, que impacta no bien se accede a la sala, por la puesta de Valeria Ambrosio y la coreografía de Gustavo Carrizo.

Llama la atención lo medido de la música, a cargo de teclado, dos guitarras, bajo y batería, que hacen un rock bastante cuadrado, muy al estilo de los 60, en el que se evitan las melodías pegadizas. La falsa muerte de un personaje se destaca por una frase de "La bohSme" -el personaje se llama Mimi, justamente- a cargo de la guitarra, pero es la única referencia en un mundo a-cultural en el que el afuera parece no existir.

Hay muy buenas interpretaciones de la veintena de jóvenes del elenco, sobre todo en los cantables -cualquiera que frecuente la obra de Pepe Cibrián sabe de la formación de los jóvenes intérpretes argentinos-, y un despliegue a adrenalina que no decae.

Lo que no parece justo es el modo "a la francesa" del saludo final: en un elenco donde no hay figuras -quizás alguno llegue a serlo, pero no todavía-, sería mejor un saludo colectivo del puñado central, que evitaría confusiones de egos frente al voluble aplauso de los espectadores.

"Rent" se ofrece en Ciudad Cultural Konex (Sarmiento 3131, Capital) los miércoles, jueves y domingos a las 21 y los viernes y sábados a las 22.

 #151088  por usuario
 
Buque Museo Corbeta Uruguay

En el dique 1, se ubica la Corbeta Uruguay, la más antigua de la Armada Argentina. Se trata de una embarcación que llegó a nuestro país en 1874 proveniente de Inglaterra, donde había sido construida. Entre 1877 y 1880 cumplió funciones de buque escuela. Posteriormente, fue pionera en las travesías a la zona antártica, y en 1903 rescató una expedición sueca en esa región.

En 1927 la corbeta fue dada de baja y en 1955 un decreto presidencial la designó buque museo. En junio de 1967 fue declarada Monumento Histórico Nacional. Todos aquellos que quieran disfrutar de un paseo con mucho de historia pueden visitarla de lunes a domingo de 10 a 21 horas. El teléfono es 4314-1090.

 #151089  por usuario
 
Buque Museo Fragata Sarmiento

Anclado en el dique 3, se encuentra el famoso Buque Escuela de la Armada Nacional Argentina que llegó desde Inglaterra en el año 1898. La fragata lleva el nombre de Domingo Faustino Sarmiento, en homenaje al presidente de la nación que fundó la Escuela Naval en 1872.

El buque permite apreciar las particularidades de la armada argentina de fines del siglo XIX y comienzos del XX, y conocer las particularidades de sus viajes y los puertos en los cuales recaló. La embarcación fue botada en 1897 y por décadas realizó viajes por el mundo. Estuvo presente en una gran cantidad de episodios históricos como la coronación de Eduardo VII de Inglaterra, Alfonso XII de España, el centenario de la independencia de México o la inauguración del Canal de Panamá. Fue, además, el buque escuela de los cadetes navales de la Armada Argentina.

La fragata posee ochenta y cinco metros de eslora y trece de manga, y cuenta con una estructura de madera, acero y bronce. Declarada Monumento Histórico Nacional, actualmente ha sido convertida en un museo, y está abierto para todos aquellos que quieran disfrutar de su magia y conocer sus secretos, transformandose en una salida cultural única. Puede ser visitado de lunes a viernes de 9 a 20 horas, y los sábados y domingos de 9 a 22. El teléfono para consultas es 4334-9386.

 #151090  por usuario
 
Escultura "El sueño de la esfera"

En la esquina de las calles Olga Cossettini y Manuela Sáenz, frente al Centro de Convenciones del Hotel Hilton, se ubica la impresionante escultura "El sueño de la esfera", otra de las atracciones artísticas de la zona de Puerto Madero.

Se trata de una creación de Eduardo Pla, única en su género ya que está recubierta por neones que la convierten en la primera escultura luminosa de la ciudad. Fue instalada en noviembre de 2002.
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