Corría 1976. Estaba en tercer grado. Tuve una maestra a la que pareció no importarle las corrientes pedagógicas de moda o las imposiciones del reciente instaurado "Proceso de Reorganización Nacional".
Con ocho años, todos los días, tenía que "dar la lección". No de memoria. Eso no servía. Tenía que hacer resúmenes, estudiarlos y luego decirlos "con mis palabras" frente a la clase, en voz alta, entendible y argentina. Qué mujer antigua!! De hecho se jubiló al poco tiempo. Pero , entre nos, cuánto se lo agradezco!!!! Era una auténtica " MAESTRA".
Y, de vez en cuando, nos tocaba la "lección escrita". Aún hoy recuerdo el tema: "Vida del General José de San Martín". Con mi "303" comencé escribiendo: "José de San Martín nació el 25 de febrero de 1778 en Yapeyú, un pueblito de las misiones jesuíticas de Corrientes..."
Lo demás se me borró. Esa redacción, de seguro, se conserva en una vieja habitación llena de "papeles" y cuadernos viejos, en la terraza de mi casa paterna. En cualquier momento haré un rastreo arqueológico para recuperarla.
Sentí pesadumbre cuando la docente me dijo: "Hugo: se dice resbalar o resfalar??..." Yo, equívocamente, había anotado la segunda opción. Mi papá, que hizo hasta tercer grado, lo decía así y fue como lo aprendí en casa. La mayor pesadumbre era saber que ese "resbalar" se refería a la caída del caballo en el combate de San Lorenzo y, lo peor, que la hora se había ido y solamente había llegado a esa única batalla en suelo argentino.
Sorpresivamente, cuando la maestra dijo las notas, había sacado "diez" como tantas veces, pero ahora "felicitado" por la excelente redacción. "Una pena que no llegaste a terminar con la batalla de San Lorenzo... pero la redacción es de un niño de séptimo grado...."
Como en aquella época, San Martín, me sigue conmoviendo. Podría hablar horas de él. Podría hablar y hablar de su infancia; su adolescencia y la batalla de Orán; su juventud y una treintena de batallas al servicio de España; de su regreso a Buenos Aires, etc, sin llegar nunca al final (como en mi "lección escrita")...
Puedo recordar que por algo dibujé a mis dos héroes máximos, con cierta deformidad, en la posta de Yatasto; que en 1978, con motivo del bicentenario del nacimiento de San Martín, integré la "comisión sanmartiniana" de la escuela y ,justamente, en el partido de Gral. San Martín; que en una representación hice del "granadero ejemplar" que no dejó entrar al general al polvorín, ya que había violado su propia orden...
San Martín volverá una y otra vez... Volverá en 2004 cuando en la Catedral ví de cerca su féretro...
San Martín volverá una y otra vez, a través de sus hazañas libertadoras, su pensamiento, su abnegación, sus principios y valores.
Deberá volver en millones de argentinos que construyamos el país que soñamos. Que podemos ser. Que vamos a ser.
Dr. Hugo Turrini
Con ocho años, todos los días, tenía que "dar la lección". No de memoria. Eso no servía. Tenía que hacer resúmenes, estudiarlos y luego decirlos "con mis palabras" frente a la clase, en voz alta, entendible y argentina. Qué mujer antigua!! De hecho se jubiló al poco tiempo. Pero , entre nos, cuánto se lo agradezco!!!! Era una auténtica " MAESTRA".
Y, de vez en cuando, nos tocaba la "lección escrita". Aún hoy recuerdo el tema: "Vida del General José de San Martín". Con mi "303" comencé escribiendo: "José de San Martín nació el 25 de febrero de 1778 en Yapeyú, un pueblito de las misiones jesuíticas de Corrientes..."
Lo demás se me borró. Esa redacción, de seguro, se conserva en una vieja habitación llena de "papeles" y cuadernos viejos, en la terraza de mi casa paterna. En cualquier momento haré un rastreo arqueológico para recuperarla.
Sentí pesadumbre cuando la docente me dijo: "Hugo: se dice resbalar o resfalar??..." Yo, equívocamente, había anotado la segunda opción. Mi papá, que hizo hasta tercer grado, lo decía así y fue como lo aprendí en casa. La mayor pesadumbre era saber que ese "resbalar" se refería a la caída del caballo en el combate de San Lorenzo y, lo peor, que la hora se había ido y solamente había llegado a esa única batalla en suelo argentino.
Sorpresivamente, cuando la maestra dijo las notas, había sacado "diez" como tantas veces, pero ahora "felicitado" por la excelente redacción. "Una pena que no llegaste a terminar con la batalla de San Lorenzo... pero la redacción es de un niño de séptimo grado...."
Como en aquella época, San Martín, me sigue conmoviendo. Podría hablar horas de él. Podría hablar y hablar de su infancia; su adolescencia y la batalla de Orán; su juventud y una treintena de batallas al servicio de España; de su regreso a Buenos Aires, etc, sin llegar nunca al final (como en mi "lección escrita")...
Puedo recordar que por algo dibujé a mis dos héroes máximos, con cierta deformidad, en la posta de Yatasto; que en 1978, con motivo del bicentenario del nacimiento de San Martín, integré la "comisión sanmartiniana" de la escuela y ,justamente, en el partido de Gral. San Martín; que en una representación hice del "granadero ejemplar" que no dejó entrar al general al polvorín, ya que había violado su propia orden...
San Martín volverá una y otra vez... Volverá en 2004 cuando en la Catedral ví de cerca su féretro...
San Martín volverá una y otra vez, a través de sus hazañas libertadoras, su pensamiento, su abnegación, sus principios y valores.
Deberá volver en millones de argentinos que construyamos el país que soñamos. Que podemos ser. Que vamos a ser.
Dr. Hugo Turrini