El origen de las frases populares
¿De donde vienen como "turco en la neblina", "le puso los cuernos" y "pisar el palito", entre otros?
Siempre hay frases para “tirar manteca al techo”, por eso sigue buscando los orígenes de las frases más usadas por los argentinos. La primera viene de cuando los jóvenes de la alta sociedad de la década del 20 salían a los cabarets de moda a tomar unas copas. Cuando terminaba la noche de despilfarro y fiesta, hacían una competencia en la que tiraban al techo los panes que tenían manteca con una especie de catapulta que armaban con algún cubierto que tenían a mano.
Una de los dichos populares que suele escucharse cuando alguien debe mantenerse atento y no relajarse ante un éxito es el famoso “no te duermas en los laureles”. Parece que antiguamente a los generales o emperadores victoriosos se los coronaba con guirnaldas hechas con hojas de laurel. Si el emperador luego de su victoria dejaba de esforzarse se decía que se había dormido en los laureles que le habían dado.
En cualquier discusión, para demostrar la confianza o no hacia una persona solemos decir: “Yo por él pongo las manos en el fuego”. En la época en que se practicaban los juicios de Dios, existía una institución jurídica que dictaminaba la inocencia o culpabilidad de una persona según determinadas pruebas de fuego, muchas veces sostener hierros calientes. Si la persona que se sometía a la prueba no tenía graves quemaduras quería decir que Dios lo consideraba inocente.
A nadie le gusta “ser el chivo expiatorio” pero... ¿por qué? Este dicho tan utilizado viene de una tradición judía en la que el Gran Sacerdote en la celebración del Día de la Expiación, seleccionaba dos chivos y se elegía al azar a quien se iba sacrificar. En tanto, el otro chivo no corría mejor suerte ya que era perseguido por la gente entre gritos insultos y pedradas.
Ante cualquier infidelidad en una pareja lo primero que se dice es “ le puso los cuernos”, una popular frase y ¿muy nuestra? Esta proviene de la Edad Media, cuando el señor feudal tenía el derecho de acostarse con la novia la noche de bodas. El caballero colgaba los cuernos de un ciervo en la puerta para advertir que nadie entrara y el marido gritaba orgulloso que su señor le había puesto los cuernos.
Los más usados
“Más locos que una cabra”. Este dicho popular deriva de la propia naturaleza. Cuando los cabritos son desatados se disparan a los saltos hacia el monte y la cabra se vuelve loca tratando de buscarlos.
“Viva la Pepa” deben gritar esos cabritos cuando nacen y hacen poner loca a su madre. Esta frase tiene que ver con el grito que usaban los liberales españoles en adhesión a la Constitución de Cádiz, promulgada en 1812.
Al hablar de caer en una trampa muchas veces pensada por otros, es infaltable la típica y “pisó el palito”. ¿Pero de dónde viene? Muy fácil. Para cazar pájaros se usa un jaula con mucho alpiste y un pájaro cautivo, el "llamador", que atrae con su canto. La puerta se sostiene con un palito que cae y cierra la jaula cuando entra la presa.
Estas cómodo, te levantás y cuando volvés ya ocuparon tu silla; " el que se fue a Sevilla, perdió su silla". Se cuenta que en tiempos de la reina Isabel la Católica, el obispo de Sevilla don Alfonso de Fonseca debió viajar y dejó en el cargo a un sobrino, pero cuando el obispo regresó de su viaje, éste se negó a devolvérlo.
“Como turco en la neblina” nace en España donde el vino en estado puro se lo llama vino turco. Por una disposición de Carlos IV, en la tabernas estaba prohibido dar vino mezclado con agua sino que solo había que servir a la clientela el vino de buena calidad y puro. Así la gente solía andar borracha o “pegarse una buena turca”, por eso la tradición popular la usa para el que tomo algunas copas de más o anda perdido y desorientado.