Soplan vientos de revolución, brisas de abdicación, suspiros de monjas.
“El exilio es un dolor itinerante” dijo el General mientras se incorporaba un croissant rellena con dulce de leche nacional, popular y peronista. Sino fuera por Uma, la joven sueca que mis protectores me han avecinado no podría soportar tanta distancia, tanto olvido. Con ella puedo mitigar mi dolor (justamente esta mañana mitigue mi dolor dos veces y esta noche, con viento a favor, me pegó otra mitigada). Pero nada, ni ella, ni el sueño de la patria liberada, sosiega mi alma abatida.
Que hacer con tanto amor por el pueblo? Que hacer con tantas pelotas y colchones?
Volver? Volver adonde? si nada es como antes. Si todo ha cambiado.
…pero me endiosa el pecho inexplicable
un júbilo secreto. Al fin me encuentro
con mi destino sudamericano….
Depositaré mi oro en Suiza. Daré clases en la Universidad de Barcelona y moriré en Ginebra.
Y cuando la juventud maravillosa me intime y me reclame, diré con afectación:
Pero están mal de la cabeza!!!?? A ese país de mierda no vuelvo más!!! (dos caritas de peronista setentista idignado con la oligarquía cipaya y vendepatria)
Karadagian, con pasaporte comunitario
Boulogne-sur-Mer, 17 de septiembre de 2008