Manyapapele ..
El abogado no es el padre o madre de su cliente. Sus malos modales, insultos y otras demasías, como dijeron antes, son un problema de él, y de quienes resultan destinatarios de sus ofensas. No es exigible que lo controles.
Pero la cosa cambia cuando afecta tu trabajo o tu relación con él. Puede que no te deje actuar, te contradiga, te desautorice públicamente, te cree un ambiente desagradable, no te consulte o no tome en cuenta tu opinión. ¿Para qué te contrató, entonces? Eso, además de tu incomodidad para hacer tu tarea.
En una situación así -y por motivos que tienen que ver con la comodidad que es esperable para ejercer una defensa- yo habría renunciado. Si tenés ganas de explicarle por qué, hacelo. No es indispensable. Pero renunciá si, como vos decís, preferís no tener un cliente-problema.
Si mi experiencia te sirve de algo, te comento que yo de entrada le marco la cancha al cliente, le digo lo que puede, debe y no debe hacer a o decir. Si aparece una alternativa de solución, le muestro ventajas e inconvenientes, y que elija. Si pretende decirme lo que tengo que hacer, lo mando a pasear. El cliente debe saber de entrada que él elige el camino pero el vehículo lo maneja el abogado, y fija la velocidad y las paradas. En lo personal yo no acepto patrocinados que se llevan a la gente por delante, porque alguna vez intentará hacerlo conmigo y no quiero llegar a ese momento.
Suerte. Y recordá dos cosas: hay más clientes que abogados. Y el Juez no puede elegir a las partes. El abogado, sí.
Saludos.
'Hay personas que estudian abogacía porque quieren saber Derecho,
y otras que estudian Derecho porque quieren ser abogados'
"La ignorancia no es otro punto de vista"