En un reportaje, Benedetti dijo una vez:
-¿Ud. cree en la amistad entre un hombre y una mujer? -preguntó el periodista
Y él respondió sin titubear:
-No, en absoluto. Entre un hombre y una mujer, siempre estará presente la lagartija del deseo.
El era un predicador de la no hipocrecía. Un tipo sutilmente y magistralmente directo. Pocos logran ese talento. Más allá de compartir o no esa opinión, estoy segura que otros hubiesen contestado con el poco comprometido: "sí".
-¿Ud. cree en la amistad entre un hombre y una mujer? -preguntó el periodista
Y él respondió sin titubear:
-No, en absoluto. Entre un hombre y una mujer, siempre estará presente la lagartija del deseo.
El era un predicador de la no hipocrecía. Un tipo sutilmente y magistralmente directo. Pocos logran ese talento. Más allá de compartir o no esa opinión, estoy segura que otros hubiesen contestado con el poco comprometido: "sí".