y éste? le podremos sacar alguna moraleja?
Ahí les va una que me contaron unas colegas hace un tiempo…
Lucía, como siempre la reina su generoso escote, y como siempre enervaba las más calurosas fantasías del paje del rey. (Léase simplemente paje) Este desfalleciendo de amor (amor?) y no pudiendo acceder por ningún medio a ella decide pedirle al abogado de la familia que lo asesorara sobre algún mecanismo como para lograr sus más libidinosas fantasías. El abogado accedió, y le dijo que sus honorarios eran elevados, pero su labor efectiva.
El letrado, mientras la reina dormía en los balcones del palacio real, subrepticiamente le echó pimienta en el escote. Cuando el rey se enteró de que la reina estaba sufriendo un insoportable picor, allí cerca estaba el abogado para recomendarle el mejor método para calmar a la reina, pues sólo se aliviaría con saliva pero esa saliva debería poseer características muy específicas y el único hombre con esas aptitudes en el reino era su paje.
Así fue como el muchacho pudo, lamiendo los pechos de la reina, satisfacer sus deseos hasta el hartazgo. Era hora entonces, (entonces?) de abonar los honorarios a nuestro colega, pero…. como a veces sucede, aquel, luego de colmar su apetito, se negó a pagar y aún se le burló.
Fue entonces, cuando nuestro amigo se vio en la obligación de utilizar nuevamente un poco de la pimienta que otrora fuera efectiva pero esta vez en los calzoncillos del rey….
Pregunto: Por qué hay gente que todavía que asume que el asesoramiento debe ser gratuito?