Estoy de acuerdo, flux. Siempre han habido intentos de "domar" a la bestia de los mil terabytes, pero nunca han dado resultado real. Con un simple manejador de proxies se puede determinar la IP desde la ubicación geográfica que uno elija en el mundo, y no hace falta ser un "hacker" para lograrlo. Además, no olvidemos los intentos en España para regular el uso de la red de redes y su fracaso ante la férrea oposición de la Asociación de Internautas. Si en Argentina, con la pésima técnica legislativa y el desconocimiento técnico que impera en los distintos panales parlamentarios (por el alojamiento de zánganos, digo...) quisieran hacer algo similar, hasta un pibe de diez años sabría burlar cualquier tipo de restricción. Fuera del ámbito normativo y ya con un componente ideológico, creo sin lugar a dudas que internet es la "última frontera" de libertad absoluta. Que es una jungla, a esta altura del milenio, creo que nadie lo duda. Pero nadie se aventura en una jungla sin contar con un mínimo de conocimientos en supervivencia. El usuario también es responsable por su seguridad informática. Si cada vez que se entra a la red se dejan todos los puertos abiertos de la computadora, sería comparable a la bóveda de cajas de seguridad de un banco que no cuenta con la aplicación de las normas de seguridad bancaria o una lujosa casa que mantiene portón y puerta de ingreso sin ninguna medida de protección. Personalmente, no me hace ninguna gracia la reglamentación de uso, contenido, etc. en internet. Creo que las normas generales acerca de los daños que pueden producirse por el uso o el contenido en la red, tanto civiles como penales, son suficientes. Pero es solo una opinión...