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 #81998  por Pandilla
 
Aunque para no pocas personas, lo "que es o no es" el "Ser Humano/a", sea el "Ser Humano Hombre" o la "Ser Humana Mujer", esta sólo limitado a "respirar", "comer", "hacer pis y caca", "fornicar" y "reproducirse"; tengo aprendido, y entendido, La Vida Humana, es mucho más que esos actos.

ENTREVISTA: EMILCE DIO BLEICHMAR Directora de Elipsis, de la Universidad Pontificia de Comillas

"Las mujeres soportan el maltrato porque se sienten culpables"

¿Por qué muchas mujeres soportan el maltrato físico y psicológico de su compañero? ¿Por qué no denuncian antes? Y, si llegan a hacerlo, ¿por qué muchas veces se sienten culpables y retiran la denuncia? "La tradición de la superioridad masculina genera en la mujer la obligación de respetar la autoridad del padre o de la pareja. El riesgo, en caso de que ésta desobedezca, es la pérdida del amor, de la valoración de ser una buena esposa y madre", explicó Emilce Dio Bleichmar, psicoanalista y directora de Elipsis, un grupo de estudios de la mujer de la Universidad Pontificia de Comillas (Madrid), durante una jornada organizada en Barcelona por el Colegio de Psicólogos de Cataluña.

El contexto cultural sienta las bases para que el maltrato se convierta en una trampa. La situación de hombres y mujeres respecto de la vida privada sigue propiciando una desigualdad de derechos: mientras que en los hombres la vida privada son derechos, en la mujer son deberes. En las mujeres, la vida privada coincide con el trabajo doméstico, de acuerdo con "un modelo y un ideal deseado: ser ama, dueña de algo, de su casa y de sus hijos". Por eso, a diferencia de los hombres, las mujeres pueden encontrar incompatible una vida profesional exitosa con la vida personal, y por eso algunas se llegan a plantear abandonar su profesión por amor a su familia.

Sin embargo, según Emilce Dio, la carrera de cuidadora no tiene valoración social: no parece exigir grandes esfuerzos, ni preparación, ni cultura, no entra en ninguna categoría de trabajo, no genera remuneración ni derechos sociales. Las labores de cuidado son consideradas un instrumento para realizarse como persona, para confirmar su valía como mujer. "Pero el trabajo doméstico suele ser solitario, exige mucho tiempo, es rutinario, e impide tener una vida privada; es decir, un desarrollo personal".

La mayoría de mujeres se enfrentan al reto de ser cuidadoras y de lograr un desarrollo individual al mismo tiempo. Esta dualidad implica diferentes grados de desequilibrio familiar que las llena de culpa y de sentimientos de estar en falta. Sufren por ello ansiedad, trastornos de pánico, crisis de angustia y depresión que las llevan a terapias psicológicas sin saber que la causa es la incapacidad de conciliar la vida pública y privada.

"Un hombre tuvo un grave problema mental que ponía en riesgo sus negocios y repercutía gravemente sobre su familia. Su esposa se separó para tratar de salvar a la familia", cuenta Emilce Dio Bleichmar. "El hombre empeoró. Pese a la separación, ella lo mantenía y cuidaba, pero en un descuido él se suicidó. La sociedad y la familia culparon a la mujer de lo sucedido. A lo mejor si ella se hubiera quedado en casa, todo el mundo diría que es una excelente mujer".

El narcisismo femenino se basa, según esta psicoanalista, en el modelo maternal del todo por amor. "Por eso las mujeres, en lugar de matar, sufren". El masoquismo genera sufrimiento en la mujer, pero ofrece ganancias para su pareja. "Produce en ella sufrimientos extremos, complejos, porque siente que ha faltado al mandato de ser buena para él, se siente culpable por haber dejado de tolerar, de aguantar, y hasta se cree la causante del estallido de violencia", sostiene Bleichmar.

Freud ya se hizo en 1924 esta pregunta sobre el masoquismo: ¿cómo es posible que aquello que resulta doloroso física o psicológicamente, que produce humillación, que priva de satisfacción, sea buscado activamente por una persona y encuentre en el sufrimiento precisamente la causa del placer?

En cambio, la violencia es fruto del narcisismo masculino. Ricardo asesinó a Svetlana después de que ésta le rechazara en el programa de televisión El diario de Patricia. No hay ninguna duda de que Ricardo se sintió en la televisión atacado en su narcisismo y no lo pudo tolerar.

¿Por qué aparentemente se ha agudizado la violencia? ¿Por qué cada año mueren más mujeres? "Es consecuencia de la ira individual y colectiva que sienten los hombres por la pérdida de poder". Según Emilce Dio Bleichmar, la violencia es una herramienta para la dominación y el control.

Culpa y castigo por no cumplir el mandato del amor; podemos pensar que en el circuito infernal de la violencia de género llega un momento en el que la mujer está convencida de que provoca el maltrato que recibe. Al faltar al mandato moral, busca el sufrimiento, el autoperjuicio o la provocación del castigo. El sufrimiento alivia la culpa, ya que la mujer pasa a tener el mismo destino del hombre, de cuyo sufrimiento se siente responsable; él sufre, ella también, todo por amor.

Las mujeres maltratadas llegan a un estado de confusión emocional, de entumecimiento que condiciona su actitud. Se quejan, pero no se sienten víctimas. Dicen: "Yo tengo la culpa; voy a retirar la denuncia".

Cuando una mujer consulta por maltrato, Bleichmar recomienda a los profesionales entrenarse en la escucha y evitar actitudes que puedan ser dañinas. En lugar de decirle "¿por qué no lo denuncias?", "¿por qué vuelves con él?", "¿por qué toleras ese trato?", es mejor plantearle "¿qué sientes?", "¿en qué crees que te puedo ayudar?".

Una parte del tratamiento debe orientarse, según Bleichmar, a transformar ese estado de confusión y lograr que adquiera la categoría de víctima. Cuando una mujer puede sentir rabia, indignación y sentimiento de injusticia, se siente víctima. Los lazos del amor convierten fácilmente a la víctima en verdugo, porque se siente culpable. Sin embargo, reconocerse víctima es el paso previo a convertirse en superviviente. El problema es que muchas de las mujeres que sufren la violencia de género esconden el trauma por sentimientos de vergüenza, culpa e indignidad.
 #83516  por Pandilla
 
La entrevista

Eugenio Raúl Zaffaroni: "La reforma judicial es todavía una deuda"

"Las personas pasamos, las instituciones son las que quedan", razona el juez de la Corte Suprema. Por eso sostiene que los cambios en la composición del tribunal que impulsó Néstor Kirchner no representaron una reforma real en el ámbito de la justicia sino un recambio de nombres. Sin embargo, confía en las promesas de Cristina Kirchner de mejorar la calidad institucional del país

Domingo 16 de diciembre de 2007

Suena más cristinista que kirchnerista, si cabe la distinción. El ministro de la Corte Suprema de Justicia Eugenio Raúl Zaffaroni afirma que el ex presidente Néstor Kirchner no hizo reformas en el ámbito judicial durante su mandato y descarta que los cambios introducidos en el máximo tribunal del país lo hayan sido. Pero pone su voto de confianza en la Presidenta y en sus promesas de mejorar la calidad institucional de la Argentina.

"La de la Corte fue una reforma de personas. Yo creo que tenemos que enfocarnos en lo institucional. Las personas pasamos, las instituciones son las que quedan", observa con su hablar pausado. Sin duda, no es un juez argentino típico: responde a todo lo que se le pregunta y no elude las definiciones políticas, como cuando afirma que en la Argentina "hay que reformar la Constitución y terminar con el sistema presidencialista". Tampoco parece cuidar demasiado sus palabras, excepto cuando se lo consulta sobre algún asunto que está en trámite en la Corte. "El hecho de ser juez o Presidente no le quita a uno sus derechos de ciudadano, por lo que puede expresarse y criticar todo cuanto considere necesario", sostiene. Durante la entrevista, en su despacho del Palacio de Justicia, se ríe varias veces, fuma un cigarrillo, no atiende el teléfono y, durante una hora, nadie lo interrumpe.

El reconocido penalista considera indispensable reformar el Código Penal porque, señala, "en la actualidad no se sabe siquiera cuál es la pena máxima establecida". Pero advierte que, a diferencia de lo que se hizo durante el gobierno de Néstor Kirchner, ese debate tiene que darse independientemente de la discusión sobre el aborto porque, en caso contrario, es imposible que prospere. Pone además en duda que sirva encerrar en prisión a tanta gente y reclama que se reforme también el Código Procesal Penal de la Nación, aunque luego de definir claramente qué conflictos se quiere procesar judicialmente.

Zaffaroni le concede a Cristina Fernández que, hasta el momento, el oficialismo no manipuló políticamente al Consejo de la Magistratura, y coincide con la Presidenta en que todos los juicios grandes contra militares podrán terminarse durante los próximos cuatro años.

P-La Presidenta dijo ante la Asamblea Legislativa que trabajará para que "toda la gente vuelva a sentir a la Justicia como un valor reparador". Todos compartimos el deseo, la pregunta es: ¿usted confía en que pasará de una frase a hechos concretos?

R-Obviamente en ese objetivo estamos todos. Pero el problema no es tan sencillo, porque hay que ponerse de acuerdo sobre cómo solucionarlo. El desafío es definir cuáles son la reformas concretas para remediar los serios defectos del servicio de administración de justicia, sobre todo para facilitar el acceso a la Justicia.

P-¿Lee las declaraciones de Cristina esperanzado?

R-Yo siempre soy optimista (se ríe). En las escasas relaciones que he tenido con la Presidenta siempre la he visto preocupada realmente por las cuestiones institucionales y tiene una particular capacidad para comprender su complejidad. Eso me hace ser, en este caso, más optimista.

P-¿Cree que el gobierno de Kirchner hizo mucho, poco o nada por superar los graves defectos de la administración de Justicia?

R-Se han detenido algunos procesos, por suerte. Yo creo que necesitamos un nuevo Código Penal. La situación que tiene nuestra legislación penal vigente es insostenible. No puede ser que en tengamos una inseguridad jurídica, provocada por la ley, de modo tal que no sabemos cuál es la pena máxima privativa de libertad. Nunca, en toda la historia argentina, tuvimos esta confusión legislativa. Se hicieron reformas parciales y absolutamente irresponsables.

P-En ese sentido, ¿qué opina de la propuesta de Código Penal que durante la gestión de Kirchner elaboró una comisión de expertos y que, luego de recibir críticas en la prensa, fue cajoneada?

R-Ese proyecto tiene que ser sometido a un debate técnico amplio y ser la base de un nuevo Código.

P-La razón por la que el Gobierno archivó el proyecto fue que preveía una mayor despenalización para la figura del aborto.

R-Creo que ese fue un grave error. En ningún proyecto de Código Penal se debe tocar el aborto. Son dos debates que tienen que darse por separado. La cuestión del aborto, si se discute en un proyecto general de Código Penal, genera un conflicto o el proyecto no sale. Esa fue la experiencia de Alemania, de Austria. Son debates separados.

P-¿Cree que como sociedad estamos preparados para llevar adelante ambas discusiones, por cierto, muy complejas?

R-Son dos discusiones diferentes. La del Código Penal es una tarea mucho más técnica. La otra es una discusión en la que las opiniones divergen más y hay implicancias sociales, ideológicas y religiosas.

P-¿Es decir que estamos más preparados para discutir el Código que para discutir el aborto?

R-Creo que históricamente estamos más preparados. Cuando digo que nunca tuvimos una anarquía legislativa penal como la actual, lo digo con datos históricos. Nuestros legisladores de todas las épocas en materia penal, desde 1860, han sido muy responsables... Primeras espadas de la política se han metido con el Código Penal y han llevado adelante reformas al Código en distintas épocas. Carlos Tejedor casi fue presidente de la República; Rodolfo Moreno también. Recuperemos esas tradiciones, seamos serios.

P-¿Quién es el Tejedor de hoy?

R-En una de esas es Cristina, no sé. No tengo idea (ríe). No sé, que alguien con responsabilidad política lo haga, porque no es una tarea menor. No nos podemos olvidar de que el Código Penal es derecho constitucional aplicado, y si se nos va la mano en la habilitación de poder punitivo del Estado, naufraga la Constitución, el Estado de Derecho.

P-¿El caos legislativo responde a que los políticos han buscado dar soluciones a las demandas de la opinión pública?

R-Es un fenómeno mundial, lo que llamo el derecho penal "cool", a la moda, que se hace según la televisión. Es "cool", liviano, pero en medio están nuestras garantías y el Estado de Derecho.

P-Respecto de la situación carcelaria, ¿cree que se ha avanzado algo?

R-En el orden federal creo que se hicieron progresos. En las provincias, habría que evaluar caso por caso.

P-¿A qué progresos se refiere?

R-Creo que ha mejorado bastante el sistema penitenciario federal y que habría que seguir en esa línea. El problema es que tenemos demasiados presos y no sé si necesitamos tener ese número de presos.

P-En sus libros usted dice categóricamente que "no", que habría que buscar alternativas de penas para que sólo se condene a prisión en casos muy puntuales.

R-Creo que hay una exageración en esto. Una de nuestras principales deudas es el alto porcentaje de procesados detenidos. En la Argentina agotamos las penas en la prisión preventiva.

P-Además de una reforma integral al Código Penal, ¿cree que debe hacerse una reforma al Código Procesal Penal o piensa que no es urgente?

R-Creo que el Código Penal y el Código Procesal Penal tienen que ir de la mano. Nosotros hemos tenido una disparidad penal y procesal durante muchísimos años, que en realidad ha introducido algunos vicios en la Justicia que aún padecemos.

P-¿Cree que en los próximos cuatro años se avanzará con estas reformas?

R-Espero que sí.

P-¿Qué características debería tener el Código Procesal Penal?

R-Hay un ideal, que es el sistema acusatorio: es el más liberal, democrático y transparente. El problema es que un Código Procesal Penal cuesta dinero. Un Código Penal, no. Pero el Procesal requiere funcionarios e infraestructura. Primero hay que determinar el universo de conflictividad que queremos procesar. Ningún país puede procesar judicialmente todos los conflictos. Luego, ver cuánto cuesta y si tenemos el presupuesto necesario. Recién entonces hacemos el Código, porque, si no, estamos empezando por el techo.

P-¿ Cómo reducir el ámbito de conflictividad a procesar?

R-Podemos degradar ciertas infracciones, como los hurtos menores, a contravenciones. No darle una medalla, pero degradar la conducta a una contravención o infracción menor para que tenga un procedimiento más rápido y permita que los tribunales penales se ocupen de causas graves.

P-¿Qué opina de las reformas que se hicieron en el Consejo de la Magistratura y en la Corte durante el gobierno de Kirchner?

R-La reforma del Consejo de la Magistratura está impugnada ante la Corte y no quisiera pronunciarme acerca de si respeta o no la norma constitucional respecto al equilibrio entre los estamentos. Pero algo que dijo Cristina es cierto: yo no he observado desde la reforma hasta hoy que se haya manipulado el Consejo para perseguir jueces ni para imponer la nominación de jueces.

P-¿Y la Corte?

R-¿En qué sentido?

P-¿Hubo presiones por parte del gobierno saliente? Kirchner criticó en duros términos varios fallos de la Corte.

R-Esta Corte tiene una característica singular. Somos siete personalidades muy diferentes, con biografías, entrenamientos y procedencias distintas, lo cual nos dificulta, muchas veces, conseguir mayoría. Pero éste es el precio de tener una Corte plural.

P-¿En lo personal, entonces, no sintió presiones del Ejecutivo?

R-No, lo dije muchas veces, yo por más que sea juez conservo todos mis derechos de ciudadano y, por ende, conservo el derecho a criticar al Presidente de la República. Y creo que el Presidente de la República sigue siendo un ciudadano y tiene todo el derecho a criticarme a mí. Es parte del juego democrático.

P-Cristina dijo que los jueces deben pagar el impuesto a las Ganancias, como todos. ¿Qué postura tiene usted?

R-Yo siempre tuve la opinión de que tenemos que pagar el impuesto a las Ganancias, sólo que, por ley, tienen que establecer cuál es la base imponible.

P-¿Por qué hasta ahora no se ha hecho? ¿Cuál es la dificultad?

R-Hasta ahora no se hizo ninguna ley diciendo cuáles son los rubros remunerativos sobre lo que tenemos que pagar. Y sería absurdo que lo hiciéramos nosotros: sería como "pagar sobre lo que queremos".

P-¿No imagina una fuerte oposición a la medida por parte de la corporación judicial?

R-Supongo que puede haber resistencias.

P-¿Cuál cree que fue la principal reforma del gobierno de Kirchner en materia judicial u otros aspectos institucionales?

R-En estos cuatro años no hubo reformas en el ámbito judicial. Todavía es una deuda. Cristina señaló esto, lo que queda por hacer.

P-¿Confía en que el discurso de Cristina se concrete?

R-Sí, yo confío, y empujo en ese sentido. Y voy más allá: creo que habría que reformar la Constitución y acabar con el sistema presidencialista. Tener un sistema parlamentario y terminar con la re-reelección, la sucesión matrimonial y todas esas cosas. Un sistema parlamentario como nuevo modelo: el que tiene mayoría parlamentaria gobierna y, el que no, perdió el gobierno. Nadie dice que porque Tony Blair se quedó 10 o 12 años en el poder Inglaterra haya tenido una dictadura.

P-Cristina también dijo que espera que en los próximos cuatro años terminen todos los juicios a militares por violaciones a los derechos humanos. ¿Es factible?

R-Estamos estudiando la forma de reforzar los tribunales orales que están más cargados. Estamos discutiendo la forma de hacerlo. Es seguro que en estos cuatro años van a estar terminados los juicios grandes, por lo menos los del I Cuerpo, II Cuerpo, ESMA... Ahora, si se nos escapa alguno pequeño, no lo sé, porque son muchos, no lo descarto.

P-En casi todos los temas que repasamos su discurso está muy a tono con el de la Presidenta.

R-Sí, como materias pendientes, no cabe la menor duda de que el diagnóstico es exacto.

P-¿Le tiene confianza al nuevo ministro de Justicia?

R-Sí, sí: es un político y creo que, en ese sentido, va a ser un hombre dinámico. Toda reforma tiene un aspecto técnico y uno político. Puede ser que los dos aspectos se desbanden y nada funcione. Pero muchas veces al técnico lo come la política, porque el técnico no sabe cómo vencer los obstáculos políticos.

P-¿Piensa quedarse en la Corte o planea regresar a sus anteriores mundos académico y político para impulsar las reformas que considera necesarias para mejorar la Justicia? Los que lo conocen dicen desde que asumió que le aburre estar mucho tiempo en un mismo lugar...

R-No es que me aburra, pero no creo que estas funciones sean monárquicas. Seguro que no me voy a quedar por un período extremadamente largo, pero tampoco tengo pensado irme de momento. En cuanto a las reformas, creo que puedo impulsarlas igualmente desde acá.

Por Laura Zommer

El perfil

Jurista y profesor

Nació en 1940 y Kirchner lo nombró juez de la Corte Suprema en 2003. Reconocido jurista, profesor en universidades nacionales e internacionales (es profesor emérito de la Facultad de Derecho de la UBA) y autor de libros como "El enemigo en Derecho Penal", acaba de recibir la Cruz de la Orden del Mérito que otorga Alemania.

Cargos en la justicia

Fue juez de Cámara y procurador general en San Luis, y juez de instrucción y camarista en la Capital. También fue convencional nacional constituyente, convencional constituyente de la Ciudad y legislador porteño por el Frepaso.
 #84468  por Pandilla
 
http://www.clarin.com/diario/2007/12/18 ... -03615.htm (tema personas internadas en neurosiquiatricos ).
http://www.lanacion.com.ar/edicionimpre ... _id=972111 ( temas de procedimiento judicial ).
http://www.lanacion.com.ar/edicionimpre ... _id=971112 ( temas de procedimiento judicial ).

Saludos, :lol:
 #84813  por Pandilla
 
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