Hola,
tengo 28 años y este es mi caso.
En abril de 2011 mi madre decidió volver a casa después de tres años viviendo en la calle de forma voluntaria. Mi abuela, la propietaria de la vivienda, aceptó acogerla. Así que ahora en casa éramos tres. Sin embargo, la convivencia entre nosotros siempre ha sido muy difícil. Por un lado porque mi madre no goza de buena salud mental, por otro lado porque mi abuela es una persona con escasa cultura y no entiende la situación, y en último lugar porque todos mis intentos por evitar las disputas entre ellas se ven frustrados a causa de la susceptibilidad y vulnerabilidad de mi madre o por la falta de tacto y percepción de la realidad mi abuela.
El 9 de agosto de 2011 hubo otra discusión. Mi abuela se marchó a visitar a su hermana y yo me quedé solo en casa con mi madre. Era una época de gran nerviosismo para mí. Me sentía muy estresado a causa de problemas con mi pareja y porque recientemente me diagnosticaron una enfermedad crónica. En cierto momento mi madre comenzó a increparme y yo perdí los nervios, de modo que la agarré del brazo, abrí la puerta de casa y le dí un empujón, echándola de la casa. La mala fortuna es que se golpeó la cabeza con el marco de la puerta de enfrente y se hizo una herida. Entonces bajó corriendo dando gritos y diciendo que le había pegado. Llegó la policía y me llevaron detenido. Pasé una noche y un día en el calabozo. Al día siguiente, vino mi abogado de oficio y me dijo que el Ministerio Fiscal me había denunciado y que el juicio rápido ya se había celebrado. Me dijo que tenía dos opciones: 1ª conformarme con la sentencia (acatar una orden de alejamiento durante 16 meses y un día, no aproximarme a ella a menos de 500m. y no poseer armas durante 2 años), y 2ª no conformarme e ir a un siguiente juicio, arriesgándome a ser condenado a una pena mayor. Yo elegí la primera de las opciones y me mudé a un piso de alquiler, a algo más de 500m. del domicilio donde vive.
A pesar de la orden de alejamiento, inevitablemente he tenido que encargarme de tratar con los servicios sociales para conseguir que, con la ayuda de una acompañante, mi madre se arregle los papeles y consiga la ayuda económica de la RAI.
El 14 de junio de 2012 mi abuela me llamó pidiéndome ayuda ya que la convivencia entre ellas es imposible, hasta tal punto de que se agreden físicamente. Me pidió que me acercara al centro social para sacar cita. Entonces, me acerqué al centro social, el cual está dentro del radio en el que no se me permite estar. Más tarde, decidí sentarme a liarme un cigarro en una avenida a 250m. del domicilio de mi madre, zona también prohibida para mí. Y, por desgracia, una patrulla de la Policía Nacional me vio y se acercó a pedirme la documentación. Pudieron comprobar que estaba quebrantando la orden de alejamiento, y yo alegué en mi defensa que venía del centro social y que no recordaba la distancia exacta a la que debía estar alejado. Así que me llevaron detenido otra vez.
He pasado un día y medio en los calabozos y la sentencia de este segundo juicio rápido ha sido 10 meses de prisión. La abogada de oficio me ha aconsejado que no me conforme con esta sentencia y que en el juicio que se realizará el próximo día 27 de junio alegue los motivos que me han llevado a quebrantar la orden de alejamiento: 1º que no era consciente de que había rebasado la distancia límite y 2º que no tuve más remedio que entrar en el radio de 500m. para poder pedir cita en el centro social. Y eso es lo que he hecho.
La abogada de oficio me ha dicho también que hay tres sentencias posibles en el juicio del próximo día 27 de junio: 1º que se me condene a 10 meses de prisión, 2º que consiga sustituir la pena de prisión por trabajos a la comunidad y 3º que se me absuelva.
Estoy muy ansioso porque no sé si alegando que tengo problemas de salud, que la situación en mi casa es muy difícil y que creía que estaba respetando la distancia límite de alejamiento valdrá para que me absuelvan. No me importa si tengo que hacer trabajos a la comunidad pero lo último que quiero es entrar en prisión. No sé si el quebranto de condena en este caso puede ser tomado como un delito imprudente y si pagando una multa se puede solucionar. Tampoco sé si en el próximo juicio el testimonio de mi abuela ablandaría el corazón de sus señorías y les hará ver el conjunto de la situación. O si el hecho de que tengo un contrato firmado de voluntariado para ir a trabajar a Alemania el 1 de agosto, el billete de avión ya reservado, el seguro médico ya listo y los papeles de mi enfermedad podrían llevar a la jueza a pasar por alto esta imprudencia por mi parte.
Por favor, espero una pronta respuesta. ¿Creen ustedes que hay posibilidad de que no vaya a la cárcel? ¿Cuánta posibilidad?
Mil gracias de antemano
tengo 28 años y este es mi caso.
En abril de 2011 mi madre decidió volver a casa después de tres años viviendo en la calle de forma voluntaria. Mi abuela, la propietaria de la vivienda, aceptó acogerla. Así que ahora en casa éramos tres. Sin embargo, la convivencia entre nosotros siempre ha sido muy difícil. Por un lado porque mi madre no goza de buena salud mental, por otro lado porque mi abuela es una persona con escasa cultura y no entiende la situación, y en último lugar porque todos mis intentos por evitar las disputas entre ellas se ven frustrados a causa de la susceptibilidad y vulnerabilidad de mi madre o por la falta de tacto y percepción de la realidad mi abuela.
El 9 de agosto de 2011 hubo otra discusión. Mi abuela se marchó a visitar a su hermana y yo me quedé solo en casa con mi madre. Era una época de gran nerviosismo para mí. Me sentía muy estresado a causa de problemas con mi pareja y porque recientemente me diagnosticaron una enfermedad crónica. En cierto momento mi madre comenzó a increparme y yo perdí los nervios, de modo que la agarré del brazo, abrí la puerta de casa y le dí un empujón, echándola de la casa. La mala fortuna es que se golpeó la cabeza con el marco de la puerta de enfrente y se hizo una herida. Entonces bajó corriendo dando gritos y diciendo que le había pegado. Llegó la policía y me llevaron detenido. Pasé una noche y un día en el calabozo. Al día siguiente, vino mi abogado de oficio y me dijo que el Ministerio Fiscal me había denunciado y que el juicio rápido ya se había celebrado. Me dijo que tenía dos opciones: 1ª conformarme con la sentencia (acatar una orden de alejamiento durante 16 meses y un día, no aproximarme a ella a menos de 500m. y no poseer armas durante 2 años), y 2ª no conformarme e ir a un siguiente juicio, arriesgándome a ser condenado a una pena mayor. Yo elegí la primera de las opciones y me mudé a un piso de alquiler, a algo más de 500m. del domicilio donde vive.
A pesar de la orden de alejamiento, inevitablemente he tenido que encargarme de tratar con los servicios sociales para conseguir que, con la ayuda de una acompañante, mi madre se arregle los papeles y consiga la ayuda económica de la RAI.
El 14 de junio de 2012 mi abuela me llamó pidiéndome ayuda ya que la convivencia entre ellas es imposible, hasta tal punto de que se agreden físicamente. Me pidió que me acercara al centro social para sacar cita. Entonces, me acerqué al centro social, el cual está dentro del radio en el que no se me permite estar. Más tarde, decidí sentarme a liarme un cigarro en una avenida a 250m. del domicilio de mi madre, zona también prohibida para mí. Y, por desgracia, una patrulla de la Policía Nacional me vio y se acercó a pedirme la documentación. Pudieron comprobar que estaba quebrantando la orden de alejamiento, y yo alegué en mi defensa que venía del centro social y que no recordaba la distancia exacta a la que debía estar alejado. Así que me llevaron detenido otra vez.
He pasado un día y medio en los calabozos y la sentencia de este segundo juicio rápido ha sido 10 meses de prisión. La abogada de oficio me ha aconsejado que no me conforme con esta sentencia y que en el juicio que se realizará el próximo día 27 de junio alegue los motivos que me han llevado a quebrantar la orden de alejamiento: 1º que no era consciente de que había rebasado la distancia límite y 2º que no tuve más remedio que entrar en el radio de 500m. para poder pedir cita en el centro social. Y eso es lo que he hecho.
La abogada de oficio me ha dicho también que hay tres sentencias posibles en el juicio del próximo día 27 de junio: 1º que se me condene a 10 meses de prisión, 2º que consiga sustituir la pena de prisión por trabajos a la comunidad y 3º que se me absuelva.
Estoy muy ansioso porque no sé si alegando que tengo problemas de salud, que la situación en mi casa es muy difícil y que creía que estaba respetando la distancia límite de alejamiento valdrá para que me absuelvan. No me importa si tengo que hacer trabajos a la comunidad pero lo último que quiero es entrar en prisión. No sé si el quebranto de condena en este caso puede ser tomado como un delito imprudente y si pagando una multa se puede solucionar. Tampoco sé si en el próximo juicio el testimonio de mi abuela ablandaría el corazón de sus señorías y les hará ver el conjunto de la situación. O si el hecho de que tengo un contrato firmado de voluntariado para ir a trabajar a Alemania el 1 de agosto, el billete de avión ya reservado, el seguro médico ya listo y los papeles de mi enfermedad podrían llevar a la jueza a pasar por alto esta imprudencia por mi parte.
Por favor, espero una pronta respuesta. ¿Creen ustedes que hay posibilidad de que no vaya a la cárcel? ¿Cuánta posibilidad?
Mil gracias de antemano
