Legalizar el aborto
Señor Director:
"El doctor Nathanson describió las maniobras para legalizar el aborto en los Estados Unidos. Señaló que los medios y la población fueron manipulados con la ignorancia de las evidencias científicas que certifican el comienzo de la vida en la concepción, el aumento falso de estadísticas (en la cantidad de abortos y en las de muertes, por ellos) y la estrategia de presión del anticatolicismo. Responsable de la muerte de 75.000 niños, abandonó la práctica del aborto y difundió las películas que fundaron su cambio: El grito silencioso (1984), El eclipse de la razón (1987) y su autobiografía, La mano de Dios (1996). Destacó, además, el rédito económico de los abortos.
"En 1983, propuse a la Real Academia Española cambiar el término «feto» por el de «bebino» y «bebina» (bebe-intra-uterino) por razones psicobiológicas, jurídicas y culturales. En mi actividad psicoterapéutica, muchos sueños de pacientes evocaban episodios prenatales que aún, en modo negativo, influían en sus vidas. Esta evidencia y la neurología me permitieron calificar la «conciencia bebinal». Por sus registros, prenatales y perinatales, compartí en congresos médicos su efecto nocivo en ataques de pánico, alarmas claustrofóbicas y regresiones de impotencia en crisis vitales. Es necesario hacer, sin propósito de juicio alguno, un seguimiento anónimo de las mujeres que necesitaron interrumpir un embarazo. Las que poseen principios éticos podrían compartir los efectos perjudiciales en sus vidas por la inevitable auto-punición inconsciente, ejecutada por culpabilidad postaborto. La intención de legalizar sugiere el anhelo de un perdón legal y social para aquellas que no han logrado indultarse.
"Por último, concebidos en situaciones de extrema enfermedad y pobreza que no fueron abortados: Beethoven, Juan Pablo II y otros seres excepcionales."
Dr. Emilio Franchi Roussel
http://www.lanacion.com.ar/1488858-cartas-de-lectores
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