Claro, es una cuestión de inteligencia, eso seguro, para ampliar les cuento, vino a la oficina un conocido, que previamente me había consultado su tema por mail a ver si se podía hacer algo, bueno, vino, le expliqué los pasos procesales, etc. y me comuniqué con la contraparte (para ver si reconocía la deuda), no se si habrá sido verdad o no pero resulta que mi cliente, también le debía una importante suma de dinero, por lo cual la deuda ya estaba saldada. Le comento a mi cliente, a lo que responde "que deje todo asi como está", claro sin decirme nada de"cuánto te debo", esa actitud me sacó, le dije como quieras pero la consulta es X pesos, a lo que me responde "no sabía que tenía que pagar", le aclaré, que el desistió de iniciar la acción y que si hubiera seguido con la causa no había problemas, pero el asesoramiento es arancelado por ley, por supuesto se ofendió (como decimos siempre aqui, es mas fácil hacerse pasar por tal antes de sacar el dinero), me dijo que no me iba a pagar hasta que no le diera factura detallada de por que tenía que pagar (el pensando que yo no tenía factura).
La cuestión es que después de habérsela enviado, me responde que no tiene dinero que iba a pagar lo que podía, terminó depositando la mitad, pero no importa, pagó y aprendió la lección de que todo trabajo es remunerado y si alguna vez llega a ir a un letrado va a preguntar cuanto le debo. Se mandó un show y miles de artilugios para no pagarme, menos mal que terminó todo allí sino los honorarios finales los iba a cobrar el día del arquero.
Como corolario de lo expuesto: hay que cobrar, sea conocido o no siempre, es la única manera de hacer valer nuestro trabajo, no ser un chanta mas del montón, este ahora lo va a pensar dos veces antes de intentar pasarse de listo.
"Si un día tienes que elegir entre el mundo y el amor...recuerda: si eliges el mundo, quedarás sin amor, pero si eliges el amor, con él conquistarás al mundo"