¡Feliz cumpleañitos, Ciudad Judicial!... ¡Ya 12 añitos, quién lo creería…! ¡Cómo pasa el tiempo (y cómo se boludea políticamente en el Río de la Plata!)
Para la gente joven , que carece de esa memoria que sirve para vacunarse de muchas argentinidades, -además de pegarse unas formidables rabietas-, la Ciudad Judicial nació oficialmente para esta época del año, allá por el 1999. El proyecto ganador del concurso, y sus maquetas correspondientes, los pueden ver en la página http://1999.arqa.com/informa/judici1.htm. Debía cubrir los fueros Civil, Comercial, y Laboral, además de ser sede de varios Ministerios. El lugar elegido era el predio enmarcado entre las calles Brasil, Juan de Garay, Pozos, y Pasco. De haberse llevado a cabo, los sufridos letrados de esta benemérita Ciudad de los Buenos Aires no tendríamos que estar peregrinando entre 36 sedes judiciales dispersas, saltando de transporte en transporte, y puteando cada dos cuadras por la intromisión de piquetes, huelguistas, manifestantes, escrachantes, y otras yerbas.
Bueno, ahí quedó. Jódanse. El primer principio de la táctica política rioplatense es: cuando cambia el gobierno, el sucesor tiene que hacer pelota todo lo que hizo el anterior, sea bueno, malo, o regular. Lo importante es destruír. Como decía un literato español que nos visitó, y a quien no menciono porque no tengo a mano el recorte periodístico para citarlo textualmente, pero que nos caló de un vistazo: “los rioplatenses no van juntos: solamente, se amontonan, para amotinarse”.
Les propongo que celebremos este 12º cumpleañitos, reuniéndonos con una velita y una tortita en la plaza frente al Hospital Garrahan –donde debió asentarse la Ciudad Judicial- y cantemos juntos el japi berdi tu yu. Eso sí: traigan una escoba, tachos, y mucho lisoform, porque esa plaza está llena de cartones, colchones despanzurrados, deyecciones de mascotitas, y mugre a más no poder… O sea, está como para que se haga un buen asentamiento a cargo de la empresa “Okupa S.A”, con el beneplácito de unos cuantos legisladores progres y la protección de algún extravagante fallo judicial.
Para la gente joven , que carece de esa memoria que sirve para vacunarse de muchas argentinidades, -además de pegarse unas formidables rabietas-, la Ciudad Judicial nació oficialmente para esta época del año, allá por el 1999. El proyecto ganador del concurso, y sus maquetas correspondientes, los pueden ver en la página http://1999.arqa.com/informa/judici1.htm. Debía cubrir los fueros Civil, Comercial, y Laboral, además de ser sede de varios Ministerios. El lugar elegido era el predio enmarcado entre las calles Brasil, Juan de Garay, Pozos, y Pasco. De haberse llevado a cabo, los sufridos letrados de esta benemérita Ciudad de los Buenos Aires no tendríamos que estar peregrinando entre 36 sedes judiciales dispersas, saltando de transporte en transporte, y puteando cada dos cuadras por la intromisión de piquetes, huelguistas, manifestantes, escrachantes, y otras yerbas.
Bueno, ahí quedó. Jódanse. El primer principio de la táctica política rioplatense es: cuando cambia el gobierno, el sucesor tiene que hacer pelota todo lo que hizo el anterior, sea bueno, malo, o regular. Lo importante es destruír. Como decía un literato español que nos visitó, y a quien no menciono porque no tengo a mano el recorte periodístico para citarlo textualmente, pero que nos caló de un vistazo: “los rioplatenses no van juntos: solamente, se amontonan, para amotinarse”.
Les propongo que celebremos este 12º cumpleañitos, reuniéndonos con una velita y una tortita en la plaza frente al Hospital Garrahan –donde debió asentarse la Ciudad Judicial- y cantemos juntos el japi berdi tu yu. Eso sí: traigan una escoba, tachos, y mucho lisoform, porque esa plaza está llena de cartones, colchones despanzurrados, deyecciones de mascotitas, y mugre a más no poder… O sea, está como para que se haga un buen asentamiento a cargo de la empresa “Okupa S.A”, con el beneplácito de unos cuantos legisladores progres y la protección de algún extravagante fallo judicial.