Un abogado quería darle un toque cálido a su estudio por lo que decide comprar una mascota. Ya en la veterinaria, le pide asesoramiento al vendedor y se produce el siguiente diálogo:
-¿Qué mascota considera que puedo comprar para alegrar mi Estudio Jurídico?
-Pase por acá, doctor -dice el vendedor, y lo lleva a una habitación contigua en la que hay tres loros. El abogado se acerca al primero, un lindo ejemplar muy colorido y dice:
-Lindo animal, ¿cuánto vale?
-Cinco mil pesos.
-¿Cinco mil pesos por un loro?
-Pero este es un loro especial para abogados. Sabe la Constitución Nacional, los´Códigos Civil y Penal, la Constitución de la Provincia de Buenos Aires y el Estatuto de la Ciudad Autónoma.
El abogado se sorprende y luego de interrogar brevemente al loro, comprueba que es cierto. Pero no del todo decidido se para frente al segundo animal. Un imponente papagayo de brillante plumaje. Y pregunta:
-¿Y este cuanto vale?
-Diez mil pesos. Y antes de que me diga nada, doctor, le informo que éste, además de saber lo mismo que el otro, sabe de memoria el Tratado de Derecho Civil de Llambías, los de Penal de ´Nuñez, Soler y Fontán Balestra, conoce también la última jurisprudencia de la Corte y recibe actualizaciones semanales con las resoluciones de la AFIP. Y para distraerse lee a Ihering.
El abogado queda absolutamente maravillado. Pero igualmente ambos loros le parecen muy caros. Y allí descubre un tercer loro, chiquito, verde opaco y muy silencioso. Y entonces le pregunta al vendedor:
-¿Y éste cuánto vale?
-Veintinco mil dólares.
-¿¿¿¿QUEEEEEEEEEEEEEEEE???? ¿Y qué hace para valer tanta guita?
-Mire, la verdad no sé. Hace cuatro años que lo tengo y nunca hizo ni dijo nada. Pero los otros dos le dicen Su Señoría.
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-¿Qué mascota considera que puedo comprar para alegrar mi Estudio Jurídico?
-Pase por acá, doctor -dice el vendedor, y lo lleva a una habitación contigua en la que hay tres loros. El abogado se acerca al primero, un lindo ejemplar muy colorido y dice:
-Lindo animal, ¿cuánto vale?
-Cinco mil pesos.
-¿Cinco mil pesos por un loro?
-Pero este es un loro especial para abogados. Sabe la Constitución Nacional, los´Códigos Civil y Penal, la Constitución de la Provincia de Buenos Aires y el Estatuto de la Ciudad Autónoma.
El abogado se sorprende y luego de interrogar brevemente al loro, comprueba que es cierto. Pero no del todo decidido se para frente al segundo animal. Un imponente papagayo de brillante plumaje. Y pregunta:
-¿Y este cuanto vale?
-Diez mil pesos. Y antes de que me diga nada, doctor, le informo que éste, además de saber lo mismo que el otro, sabe de memoria el Tratado de Derecho Civil de Llambías, los de Penal de ´Nuñez, Soler y Fontán Balestra, conoce también la última jurisprudencia de la Corte y recibe actualizaciones semanales con las resoluciones de la AFIP. Y para distraerse lee a Ihering.
El abogado queda absolutamente maravillado. Pero igualmente ambos loros le parecen muy caros. Y allí descubre un tercer loro, chiquito, verde opaco y muy silencioso. Y entonces le pregunta al vendedor:
-¿Y éste cuánto vale?
-Veintinco mil dólares.
-¿¿¿¿QUEEEEEEEEEEEEEEEE???? ¿Y qué hace para valer tanta guita?
-Mire, la verdad no sé. Hace cuatro años que lo tengo y nunca hizo ni dijo nada. Pero los otros dos le dicen Su Señoría.
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