Estimados colegas,
Creo que puede ser el caso de muchos: siento que el ejercicio de la profesión en la soledad del estudio -más allá de tener que recorrer tribunales a diario- es tedioso y nos puede llevar a repetir errores o -más bien- a no salir de círculos viciosos.
Llevo más de 10 años en el ejercicio de la profesión tengo mi oficina propia y un empleado fijo -ocasionalmente contrato a algún estudiante para ayudar con la procuración- y me encuentro con el anhelo de darle un giro. Por ello es que más que nada, convocó especialmente a quienes se hallen en condiciones similares, sin ánimo de discriminar a los nóveles abogados.
En mi caso, hago derecho laboral y comercial. Daños hago, pero son los menos.
A quienes estén de acuerdo, los invitó a reunirnos una vez por semana en el colegio de abogados de capital federal, con el fin de formar un equipo de trabajo: cada uno con sus cosas, por supuesto, pero creando un espacio de encuentro con el objeto de intercambiar ideas sobre estrategias, aprender unos de los otros, y porque no, llegado el momento crear algún monstruito, como lo sería un estudio grande, con publicidad adecuada a la captación de clientes nuevos -he hecho algunas acciones que me han resultado muy bien-. Y porque no también, a trabajar a grandes escalas!
En mi entorno de mayor confianza, no conozco abogados. He aprendido todo por mi cuenta y estudiando mucho... Y todo lo que falta! Es inagotable. .
No es que me proponga dirigir un encuentro con una orden del día, podemos ver simplemente a quienes nos sirve y si realmente sirve. Seguramente todos los que nos encontremos tendremos inquietudes similares.
Ir a cursos de capacitación resulta fundamental, sin dudas. Pero siempre siento que falta una pata, que es la de compartir inquietudes diarias y concretas con otros colegas.
Que les parece la propuesta?
Mis mejores deseos para este año que comienza! Saludos.
Laura.
Creo que puede ser el caso de muchos: siento que el ejercicio de la profesión en la soledad del estudio -más allá de tener que recorrer tribunales a diario- es tedioso y nos puede llevar a repetir errores o -más bien- a no salir de círculos viciosos.
Llevo más de 10 años en el ejercicio de la profesión tengo mi oficina propia y un empleado fijo -ocasionalmente contrato a algún estudiante para ayudar con la procuración- y me encuentro con el anhelo de darle un giro. Por ello es que más que nada, convocó especialmente a quienes se hallen en condiciones similares, sin ánimo de discriminar a los nóveles abogados.
En mi caso, hago derecho laboral y comercial. Daños hago, pero son los menos.
A quienes estén de acuerdo, los invitó a reunirnos una vez por semana en el colegio de abogados de capital federal, con el fin de formar un equipo de trabajo: cada uno con sus cosas, por supuesto, pero creando un espacio de encuentro con el objeto de intercambiar ideas sobre estrategias, aprender unos de los otros, y porque no, llegado el momento crear algún monstruito, como lo sería un estudio grande, con publicidad adecuada a la captación de clientes nuevos -he hecho algunas acciones que me han resultado muy bien-. Y porque no también, a trabajar a grandes escalas!
En mi entorno de mayor confianza, no conozco abogados. He aprendido todo por mi cuenta y estudiando mucho... Y todo lo que falta! Es inagotable. .
No es que me proponga dirigir un encuentro con una orden del día, podemos ver simplemente a quienes nos sirve y si realmente sirve. Seguramente todos los que nos encontremos tendremos inquietudes similares.
Ir a cursos de capacitación resulta fundamental, sin dudas. Pero siempre siento que falta una pata, que es la de compartir inquietudes diarias y concretas con otros colegas.
Que les parece la propuesta?
Mis mejores deseos para este año que comienza! Saludos.
Laura.