La ley básica que gobierna la tabla periódica moderna establece que las propiedades de los elementos son funciones periódicas de su número atómico. Estas propiedades reaparecen a intervalos regulares o siguen una tendencia particular a intervalos regulares. Este fenómeno se conoce como la periodicidad de los elementos.
Las propiedades periódicas de los elementos se producen debido a la recurrencia de una configuración electrónica similar que tiene una misma cantidad de electrones en la órbita más externa. En un grupo particular, el número de electrones de valencia sigue siendo el mismo. Por otro lado, el número de electrones de valencia aumenta a medida que avanzamos de izquierda a derecha a lo largo de un período. La propiedad química de un elemento depende de la cantidad de electrones en la capa de valencia.
Las propiedades periódicas de los elementos se producen debido a la recurrencia de una configuración electrónica similar que tiene una misma cantidad de electrones en la órbita más externa. En un grupo particular, el número de electrones de valencia sigue siendo el mismo. Por otro lado, el número de electrones de valencia aumenta a medida que avanzamos de izquierda a derecha a lo largo de un período. La propiedad química de un elemento depende de la cantidad de electrones en la capa de valencia.
