LA FRASE.
"Pero me vas a extrañar"
Esa fue la frase que coloco en el papelito junto al chocolate.
Sofía guardaba por Andrés un amor y respeto incondicional.
El solía decirle, ante sus preguntas sobre si la extrañaba, que no lo hacía porque la llevaba en el corazón y en la mente.
Esa frase no era la que ella esperaba. Aún así bromeaba con eso y por tal motivo esa noche la colocó en el envoltorio.
La había leído en la novela “El pasajero inglés”, cuando la protagonista frente a su amado, pero también despiadado caballero ya en retirada, se la expresa a modo de reproche doloroso, casi como una maldición dulce y suplicante.
Esa noche, Sofía insistía y esperaba que Andrés ya no escapara a la respuesta. Y aunque así fuera, Sofía estaba dispuesta a demostrarle cuánto sí ella lo extrañaba.
Mientras se decía,
- respeto incondicional...Ya no más...
Tantas veces esperó fuera al revés. Tantas que en aquel papelito se leyera "te voy a extrañar"………..
Entonces decidió ser la mujer de la cual nunca se olvidaría, aquella a la que iba realmente a extrañar, necesitar y hasta a rogar.
Esa noche iba a ser distinta. Así se lo prometió.
Sin embargo pensó que la mejor manera no era demostrarle cuanto ella lo iba a extrañar, sino todo lo contrario. Ella sería esta vez, la despiadada. Nunca encontraría en una mujer todas, como en el próximo encuentro...Esa sería su dulce comienzo de ¿venganza?
Y emtonces se dispuso a faltarle el respeto.
La venganza no había sido su instrumento ni su estrategia.....hasta ahora. Sin embargo se sentía desafiada. En esta oportunidad, él iba a conocer quién realmente era aquella mujer a quien él esquivaba....
Con estilo y refinamiento, pero con toda desfachatez eligió una vestimenta sumamente sexy.
Pantalón negro, blusa drapeada que dejaba ver el encaje de su corpiño, y un perfume insinuante.
Ya comenzó su intrépida actuación al salir de su casa.
Miró descaradamente a un joven que pasaba quien no pudo más que darse vuelta y responderle con una agradable sonrisa.
Si bien Sofía ya había pasado los 40, conservaba una agradable figura y una cara atractiva.
De pronto paró, se miró y pensó: Esta no soy yo. Volvió sobre sus pasos lentamente. Llegó a su casa y mientras abría la puerta, fue sacándose una a una las prendas que tanto le costó ponerse. Sólo su perfume quedó. Fue hasta la cocina y bajó la llave térmica. Ya nadie podría prender una luz en su casa.
El estaba pronto a llegar...Sólo tomó una corbata del placard y la sostuvo entre sus manos. Oscuridad, sólo perfume y una corbata. Se dirigió al dormitorio en silencio....
Ella sabía que esa corbata le daría un toque atractivo,sexy ....pero en caso de que las cosas no se dieran como ella deseaba ..,bien ajustada en el cuello de su amado Andrés luciría....fatal!(cómo te voy a extrañar!!).
Pasaron 10 minutos que para Sofía fueron un siglo cuando escuchó el ruido de las llaves de Andrés introduciéndose en la cerradura.
Andrés entro e intentó prender la luz y en medio de las tinieblas, por primera vez se escuchó decir con voz trémula "Sofía, mi amor, dónde estás?"
Ella sabía que ésta iba a ser su "golden chance" o tal vez ......terminaría entendiendo que ese ser oscuro en realidad no la merecía....
Tanto esperarlo, valdría la pena?, se tomo unos minutos mas , solo para pensar.....ya no tenia ganas de seguir con esto, que había empezado como un juego.
Encendió un cigarrillo y sin decir palabra alguna dejó que Andrés se acercara a la habitación teniendo como único punto de referencia la colilla
.
Y mientras escuchaba los reproches de él sobre si se había olvidado de pagar la factura de la luz, tratándola de descuidada, tomó el chocolate y abolló el envoltorio en el que había escrito esa frase, ya sin sentido.
Giró sobre su cuerpo y se dispuso a dormir para despertar definitivamente a una nueva vida.
Se despertó temprano, como siempre y bajo hasta el kiosco en el compraba los chocolates para Andrés.
Eligió el más rico, esta vez con licor. Compró el diario y subió a preparar el desayuno.
Con paciencia pasmosa piso una cucaracha que deambulaba por la cocina y rocio la mesada con veneno.
Apoyó el bombón y lo roció también mientras escribía una frase en el papel como todos los días.
Andrés comenzó a desayunar sin dirigirle palabra y mientras leía el diario comió el sabroso bombón relleno. Ella se dispuso a salir por la puerta con escasas pertenencias sin saber si él había podido leer la frase que decía" No quise que me extrañaras".
Autoras
Doncella de Orleans
Gadriana
Catita1
Kriptonita
Claudiarf
Usuario/lila
"Pero me vas a extrañar"
Esa fue la frase que coloco en el papelito junto al chocolate.
Sofía guardaba por Andrés un amor y respeto incondicional.
El solía decirle, ante sus preguntas sobre si la extrañaba, que no lo hacía porque la llevaba en el corazón y en la mente.
Esa frase no era la que ella esperaba. Aún así bromeaba con eso y por tal motivo esa noche la colocó en el envoltorio.
La había leído en la novela “El pasajero inglés”, cuando la protagonista frente a su amado, pero también despiadado caballero ya en retirada, se la expresa a modo de reproche doloroso, casi como una maldición dulce y suplicante.
Esa noche, Sofía insistía y esperaba que Andrés ya no escapara a la respuesta. Y aunque así fuera, Sofía estaba dispuesta a demostrarle cuánto sí ella lo extrañaba.
Mientras se decía,
- respeto incondicional...Ya no más...
Tantas veces esperó fuera al revés. Tantas que en aquel papelito se leyera "te voy a extrañar"………..
Entonces decidió ser la mujer de la cual nunca se olvidaría, aquella a la que iba realmente a extrañar, necesitar y hasta a rogar.
Esa noche iba a ser distinta. Así se lo prometió.
Sin embargo pensó que la mejor manera no era demostrarle cuanto ella lo iba a extrañar, sino todo lo contrario. Ella sería esta vez, la despiadada. Nunca encontraría en una mujer todas, como en el próximo encuentro...Esa sería su dulce comienzo de ¿venganza?
Y emtonces se dispuso a faltarle el respeto.
La venganza no había sido su instrumento ni su estrategia.....hasta ahora. Sin embargo se sentía desafiada. En esta oportunidad, él iba a conocer quién realmente era aquella mujer a quien él esquivaba....
Con estilo y refinamiento, pero con toda desfachatez eligió una vestimenta sumamente sexy.
Pantalón negro, blusa drapeada que dejaba ver el encaje de su corpiño, y un perfume insinuante.
Ya comenzó su intrépida actuación al salir de su casa.
Miró descaradamente a un joven que pasaba quien no pudo más que darse vuelta y responderle con una agradable sonrisa.
Si bien Sofía ya había pasado los 40, conservaba una agradable figura y una cara atractiva.
De pronto paró, se miró y pensó: Esta no soy yo. Volvió sobre sus pasos lentamente. Llegó a su casa y mientras abría la puerta, fue sacándose una a una las prendas que tanto le costó ponerse. Sólo su perfume quedó. Fue hasta la cocina y bajó la llave térmica. Ya nadie podría prender una luz en su casa.
El estaba pronto a llegar...Sólo tomó una corbata del placard y la sostuvo entre sus manos. Oscuridad, sólo perfume y una corbata. Se dirigió al dormitorio en silencio....
Ella sabía que esa corbata le daría un toque atractivo,sexy ....pero en caso de que las cosas no se dieran como ella deseaba ..,bien ajustada en el cuello de su amado Andrés luciría....fatal!(cómo te voy a extrañar!!).
Pasaron 10 minutos que para Sofía fueron un siglo cuando escuchó el ruido de las llaves de Andrés introduciéndose en la cerradura.
Andrés entro e intentó prender la luz y en medio de las tinieblas, por primera vez se escuchó decir con voz trémula "Sofía, mi amor, dónde estás?"
Ella sabía que ésta iba a ser su "golden chance" o tal vez ......terminaría entendiendo que ese ser oscuro en realidad no la merecía....
Tanto esperarlo, valdría la pena?, se tomo unos minutos mas , solo para pensar.....ya no tenia ganas de seguir con esto, que había empezado como un juego.
Encendió un cigarrillo y sin decir palabra alguna dejó que Andrés se acercara a la habitación teniendo como único punto de referencia la colilla
.
Y mientras escuchaba los reproches de él sobre si se había olvidado de pagar la factura de la luz, tratándola de descuidada, tomó el chocolate y abolló el envoltorio en el que había escrito esa frase, ya sin sentido.
Giró sobre su cuerpo y se dispuso a dormir para despertar definitivamente a una nueva vida.
Se despertó temprano, como siempre y bajo hasta el kiosco en el compraba los chocolates para Andrés.
Eligió el más rico, esta vez con licor. Compró el diario y subió a preparar el desayuno.
Con paciencia pasmosa piso una cucaracha que deambulaba por la cocina y rocio la mesada con veneno.
Apoyó el bombón y lo roció también mientras escribía una frase en el papel como todos los días.
Andrés comenzó a desayunar sin dirigirle palabra y mientras leía el diario comió el sabroso bombón relleno. Ella se dispuso a salir por la puerta con escasas pertenencias sin saber si él había podido leer la frase que decía" No quise que me extrañaras".
Autoras
Doncella de Orleans
Gadriana
Catita1
Kriptonita
Claudiarf
Usuario/lila
Última edición por usuario el Jue, 08 May 2008, 22:49, editado 2 veces en total.