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Charlas de café. Hilo social y cualquier tema de interés o entretenimiento.
 #213106  por usuario
 

Beatriz Pineda De Sansone // El hombre que nunca dejó de ser niño

Lo esencial es tener un ideal o crearlo si no se tiene


En casi todas las sociedades los niños aprenden aquello que a los mayores les interesa que aprendan. Esto de alguna manera condicionará sus gustos, y hasta su comportamiento cuando llegan a adultos.

Poner un libro en las manos de un niño es un acto grande, porque para la mayoría de los niños los personajes, y los héroes son los protagonistas de películas de vaqueros, de indios, de "gangster", de soldados... y, desde luego, los futbolistas, los peloteros, los ciclistas, cuyas hazañas nos refieren constantemente los periódicos y la televisión. Para la mayoría de los niños la hazaña más grande consiste en meterle un gol al portero de la selección inglesa, o italiana, de fútbol; o ganar la vuelta ciclista a Francia.

Dejar un buen libro de cuentos, de poesía, o de la historia en las manos de un niño constituye un acto de gran relevancia, porque lo orientamos, lo estimulamos a descubrir, por su propia cuenta, otros personajes, otros hombres mucho más importantes como los científicos que trabajan buscando la manera de mejorar nuestra vida; aliviando nuestros sufrimientos; o como los pintores y los escultores; o como los músicos, y los autores que escriben las piezas de teatro, los guiones de cine, las novelas, los cuentos, la poesía. Y estos son los personajes que merecen ser reconocidos y amados, porque trabajan para dignificar nuestra vida, es decir, para abrirnos los caminos de la libertad y de la felicidad. Por eso es importante la orientación del hombre, desde su niñez, por los caminos del arte y de la literatura. El español Ángel Ganivet, dejó, entre tantos pensamientos originales, éste que merece recuerdo: "El verdadero revolucionario no es el hombre de acción; es el que tiene ideas más nobles y más justas que los otros y las arroja en medio de la sociedad para que germinen y den fruto, defendiéndolas, si el caso llega, no con la violencia, sino con el sacrificio".

Uno de esos grandes hombres, quien nunca dejó de ser niño, fue Federico García Lorca, porque siempre conservó la fantasía y la bondad de los niños. Federico García Lorca fue un gran poeta, también un hombre bueno. Un poeta que murió muy joven, víctima de una guerra entre hermanos; por culpa de alguien que, seguramente, no tuvo a nadie, cuando fue niño, que le enseñara el amor, la alegría, la generosidad, la paz, la libertad y la hermosura que laten, como un ramo de estrellas, en la poesía. Porque, en definitiva, todo artista verdadero es un niño que nunca envejece. Una criatura que jamás será expulsada del paraíso de su infancia.

García Lorca dedicó muchos libros a los niños, a los negros, a los gitanos, a los pobres, y a los perseguidos, porque su corazón estaba plantado en la falda de una montaña que no conocía límites para jugar, para soñar, para vivir en paz y en amor. Es uno de los mejores poetas y dramaturgos de España. Nació en Fuente Vaqueros, un pueblo de la provincia de Granada, el día 5 de junio de 1898. Su vida y obra merecen un gran respeto, pues era un hombre dotado de una gran sensibilidad.

Federico evoca su infancia y nos dice: mi infancia es aprender letras y música con mi madre; todo es pueblo, pastores, campos, cielos, soledad... He tenido una infancia muy larga y de esa infancia prolongada me ha quedado esta alegría y optimismo inagotable...; esta risa de hoy es mi risa de ayer, mi risa de infancia y de campo que la defenderé hasta la muerte. A los siete años hizo sus primeros estudios, luego cursó el bachillerato en el colegio Sagrado Corazón de Jesús, en Granada, y en la Alhambra. Curso las carreras de Filosofía y Letras y Derecho y se licenció en la Universidad de Granada. Tanto su vida como su obra revelan que García Lorca tenía un ideal.

En carta que escribió a su amigo y catedrático Jorge Guillén, le dedica a su hija Teresita lo siguiente: dile a Teresita que le voy a contar el cuento de la gallinita con traje de cola y sombrero amarillo. El gallo tiene un sombrero muy grande para cuando llueve. Dile que le contaré el cuento de la rana que tocaba el piano y cantaba cuando le daban pasteles.

En Santiago Federico dice: Esta noche ha pasado Santiago su camino de luz en el cielo. Lo comentan los niños jugando con el agua de un cauce sereno. ¿Dónde va el peregrino celeste por el claro infinito sendero? Va a la aurora que brilla en el fondo en caballo blanco como el hielo.

Antes de morir Federico García Lorca realizó viajes culturales por el extranjero. Visitó Nueva York, París, Londres, Oxford, Escocia, Cuba, Argentina, Uruguay y Brasil, donde pronunció varias conferencias. Este niño eterno desaparece trágicamente en la provincia de Granada, el 19 de agosto de 1936, pero su llama poética nunca deja de sonar en el corazón de los niños que nunca envejecen.

 #213120  por Catita_1
 
Gracias Lila.
Felicidades para todos los hijos de nuestro/as colegas.

 #213330  por usuario
 
1756-1763
MOZART.-Un niño prodigio: sus primeros años

El 27 de enero de 1756 a las 8 de la noche en la casa Hagenauer en la Getreide-gasse No. 9 vino al mundo Johannes Chrysostomus Wolfgangus Theophilus. Padre: Leopold Mozart, músico de la corte del príncipe arzobispo Madre: Anna Maria Mozart, nacida Pertl...
En los tiempos de Mozart Salzburgo se había convertido en una gran ciudad intermedia que en 1771 contaba con algo más de 16.000 habitantes. Los centros sociales y culturales más importantes eran la Corte del Arzobispo y la Universidad Benedictina, fundada en 1623. El gremio de los comerciantes de Salzburgo disponía de amplias relaciones, de tal forma que la importancia y marco de acción de la ciudad iban mucho más allá de los límites provinciales.

Año 1761

Aparecen las primeras composiciones de Wolfgang. Wolfgang Amadeus Mozart se presenta en público por primera vez el 1 de Septiembre de 1761 en Salzburgo en el drama escolar en latín „Sigismundus Hungariae Rex" como uno de los "salii" (bailarines) en el Paraninfo de la Universidad. Entre sus composiciones salzburguesas tempranas cuentan, entre otras, el Oratorio "Die Schuldigkeit des Ersten Gebots" ("La obligación del primer mandamiento") KV 35 para la Corte del Arzobispado (1767), el Drama Escolar "Apollo et Hyacinthus" ("Apolo y Jacinto") KV 38 para el Paraninfo de la Universidad (1767), su Missa brevis en Re menor KV 65 (61a) para la Iglesia de la Universidad y la Misa en Do mayor KV 66, la así llamada "Dominicus-Messe", para la Primera Misa de su amigo de juventud y posteriormente Abate de St. Peter, Kajetan Rupert Hagenauer. Mozart nunca visitó ni una escuela ni una universidad, pero a través de sus composiciones para los actos solemnes de sus amigos, creó buenos vínculos con la Universidad de Salzburgo.

Año 1762

El 12 de enero el padre emprendió por primera vez un viaje de conciertos con sus "niños prodigios". Durante este viaje a Munich, que duró tres semanas, Wolfgang y Nannerl tocaron para el príncipe elector Maximiliano III José de Bavaria. Se ha calculado que Mozart estuvo de viaje un total de 3720 días, es decir casi un tercio de su vida. A él le gustaba viajar a pesar de las incomodidades de las carrozas. En otoño del año 1962 viajó la familia Mozart a Viena y el 13 de octubre obtuvo su primera audiencia con la Emperatriz Maria Theresia."Wolferl saltó hacia la Emperatriz, y en su regazo, la abrazó por el cuello y la besuqueó probamente", cuenta el orgulloso padre al dueño de su casa, el señor Hagenauer, el 16 de octubre en una carta. Además de otros preciosos regalos, cada niño recibió un vestido de gala.

Año 1763

El 28 de febrero de 1763, poco después de su regreso de Viena, Leopold Mozart fue nombrado Vicemaestro de Capilla por el Principe Arzobispo Sigismund Christoph Conde de Schrattenbach, quien con gran generosidad apoyó los viajes de la familia Mozart. Wolfgang se presentó en público por primera vez como músico en el cumpleaños del arzobispo.

 #213333  por usuario
 
La cancion del inicio esta interpretada por Fridda Boccara.
http://es.youtube.com/watch?v=F7pJx1RFPY0

Esta es la letra.
En su simplicidad marca toda una pintura con sentimiento.
Su autor es el maravilloso compositor
Eddie Manay. http://www.eddymarnay.com/

UN DÍA, UN NIÑO
France 1969 / Frida Boccara
Written by Émile Stern & Eddie Marnay

Un día nacerá sin el sol y lloverá
Pero un niño lo verá en su libro de estampas
El mundo junto a él tiene un buen sabor a miel
Y a otro día como aquél le cambiará la estampa

Al dibujar en forma de naranja
Él le dará el sol, y no lloverá
Al dibujar la flor, él inventará el amor
Y al buscar un gorrión encontrará un corazón


Al dibujar la estela de una estrella
La seguirá hasta el fin y verá el confín
El mundo se abrirá como si fuera una flor
Y en él descubrirá que cada rosa es amor

 #213576  por poorlaw
 
¡Gracias Lila! Lástima que mi mujer no ve al niño que todavía guardo... desde hace semanas, y a cada hora, le vengo pidiendo permiso para comprar la Nintendo Wii, y le machaco: -Dale, ¿sí?... dale, ¿sí?... dale, ¿sí?... dale, ¿sí?... hasta que se pudrió y me conminó: -Dejate de hinchar... elegí: la Nintendo o yo... y elegí... basta decir que una cartera de alta gama ejerce más adicción en una mujer de lo que haría una consola en un varón :cry:

 #213585  por Sailaw
 
Habia una vez.............


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 #213586  por Sailaw
 
Para hacer tortilla, es necesario romper huevos!!!!!!!!!!


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 #213588  por Sailaw
 
Lila, cuando era bebe!!!!


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 #213724  por usuario
 
poorlaw escribió:¡Gracias Lila! Lástima que mi mujer no ve al niño que todavía guardo... desde hace semanas, y a cada hora, le vengo pidiendo permiso para comprar la Nintendo Wii, y le machaco: -Dale, ¿sí?... dale, ¿sí?... dale, ¿sí?... dale, ¿sí?... hasta que se pudrió y me conminó: -Dejate de hinchar... elegí: la Nintendo o yo... y elegí... basta decir que una cartera de alta gama ejerce más adicción en una mujer de lo que haría una consola en un varón :cry:
Vamos poorlaw!!!!, haga berrinches, patalee, tirese en el suelo, no coma la sopa e insista con su pedido.Saque al niño que hay en Ud!!!.
 #213986  por usuario
 
Y que tal si vemos algo de niños prodigio??
Johann Karl Friedrich Gauss fue uno de los más grandes matemáticos de la historia. Su precocidad en relación con las matemáticas se pone de manifiesto en las siguientes anécdotas :

Antes de cumplir 3 años se encontraba con su padre que estaba preparando la nómina de los obreros que de él dependían. El joven Gauss que seguía con gran atención los cálculos del padre le dijo al terminar : "Padre has hecho mal la cuenta, el resultado debe ser ... ". El padre al repasar los cálculos comprobó con sorpresa que el hijo tenía razón. La historia es todavía más sorprendente si tenemos en cuenta que nadie le había enseñado a leer.

Un día en la escuela cuando tenía 10 años el maestro propuso como ejercicio sumar 100 números consecutivos. Hay un método sencillo para hacerlo que el maestro conocía pero sus alumnos no. Era costumbre que el primero en acabar el ejercicio debía dejar su pizarra sobre la mesa del maestro, el siguiente alumno encima de la del primero y así sucesivamente.
Nada más terminar el maestro el enunciado del ejercicio Gauss puso su pizarra sobre la mesa del maestro. Cuando al cabo de una hora acabaron sus compañeros, el maestro comprobó sorprendido como el resultado que aparecía en la pizarra de Gauss era el correcto.
A Gauss, ya mayor, le gustaba contar como el resultado de su pizarra era el único correcto.
El maestro quedó tan impresionado que de su propio bolsillo compró un libro de aritmética y se lo regaló a Gauss quien rápidamente lo devoró.
 #213987  por usuario
 
GAUSS Johann Karl Friedrich (1777-1855)

Matemático alemán nacido en Brunswick y fallecido en Gotinga. Gauss fue un niño prodigio en matemáticas y continuó siéndolo toda su vida. Hay quien le considera uno de los tres mayores matemáticos de la historia junto a Arquímedes y Newton. Su padre era un obrero en Brunswick, obstinado en sus puntos de vista, que intentó evitar que su hijo recibiera una educación adecuada, pero en cambio, su madre, que tampoco había recibido ningún tipo de educación, animó siempre a su hijo en sus estudios. De niño asistió Gauss a la escuela local, dirigida por un maestro de costumbres rutinarias. Un día, con objeto de mantener la clase atareada y en silencio, el maestro tuvo la idea de hacer sumar a los alumnos todos los números del 1 al 100, ordenándoles además que, según fueran terminando colocaran su pizarra sobre la mesa del maestro. casi inmediatamente Carl colocó su pizarra sobre la mesa afirmando haber realizado la suma. En la pizarra se encontraba la solución correcta 5050 sin ningún cálculo accesorio. gauss había sido capaz de sumar mentalmente dicha progresión aritmética, utilizando correctamente la fórmula a tal efecto. Su inteligencia superdotada llamó la atención del duque de Brunswick, quien decidió costearle todos sus estudios, entrando en 1795 en la universidad de Gotinga. Gauss estaba entonces indeciso entre dedicarse a la filosofía o a las matemáticas. Antes de cumplir los veinte años hizo algunos descubrimientos importantes, entre los que se incluye el método de los mínimos cuadrados. Según este método, se puede trazar la ecuación de la curva que más se adapte a un número de observaciones y el error subjetivo es llevado al mínimo. El día 30 de marzo de 1796 se decidió por fin por la matemática, porque ese mismo día, cuando le faltaba aun un mes para cumplir los diecinueve años, hizo un brillante descubrimiento. Desde hacía más de 2000 años, se sabía como construir con regla y compás el triángulo equilátero, el cuadrado y el pentágono regular (así como algunos otros polígonos regulares cuyos números de lados son múltiplos de dos, de tres o de cinco), pero ningún otro polígono regular con un número primo de lados. Ese día en cuestión Gauss halló un método para construir un polígono equilátero de 17 lados con ayuda de regla y compás, e incluso fue más allá, demostrando que sólo ciertos polígonos equiláteros se podían construir con ayuda de regla y compás. Hizo una labor importante en la Teoría de Números, sintetizada en su obra "Disquisitiones arithmeticae", famosísima obra responsable del desarrollo del lenguaje y de las notaciones de la rama de la teoría de números conocida como álgebra de congruencias, ejemplo primitivo de las clases de equivalencia. También construyó una geometría no euclídea, basada en axiomas distintos a los de Euclides, pero se negó a publicarla. Lobachevski y Bolyai ostentan el honor de su descubrimiento al publicarla algo más tarde. En 1799 Gauss demostró el teorema fundamental del álgebra, que afirma que toda ecuación algebraica tiene una raíz de la forma a+bi donde a y b son números reales, e i es la unidad imaginaria. También demostró que los números se podían representar mediante puntos en un plano. El 1801 demostró el teorema fundamental de la aritmética: todo número natural se puede representar como el producto de números primos de una y sólamente una forma. Fuera del dominio de las matemáticas puras, Gauss ganó gran fama por su labor sobre el planetoide Ceres, del que calculó su órbita, siendo nombrado director del observatorio de Gotinga en 1807. Durante su estancia en el observatorio, construyó un heliotropo, instrumento que reflejaba la luz solar a grandes distancias y con él los rayos de luz solar se podían emplear como líneas rectas que marcaban la superficie terrestre, pudiéndose obtener así determinaciones trigonométricas más precisas de la forma del planeta. También estudió el magnetismo terrestre, llevando la unidad de flujo magnético su nombre. Se levantó una estatua en su honor en su ciudad natal, que descansa sobre un pedestal en forma de estrella de 17 puntas, en celebración de su descubrimiento de la construcción del polígono de 17 lados.
 #213991  por usuario
 
Después de leer la historia de Helen Keller es imposible decir "no voy a poder"
Para los que se quejan por todo y de todo.
Para los chicos de hoy en día , que creen que por no tener el último jueguito o la ropita de marca, se les acaba el mundo, y para los papás complacientes que creen que el futuro y la felicidad de sus hijos se vende en las casas de computación y jugueterias y shopings.
Supe de ella ya grande. Cuántas cosas me hubiesen dolido menos!!!.


Les dejo la historia y les sugiero busquen el google más material.

Una historia para leer en verde, en VERDE ESPERANZA.
Helen Keller

Figura que representa un gran valor entre los humanos. Una persona llena de fe, esperanza y
optimismo. Su condición de ciega, sorda y muda no representó para ella obstáculo alguno para
querer saber, desear aprender y tratar de conocer el mundo.

Y así, no obstante su mundo de obscuridad, Helen se sobrepuso para enseñar al mundo que no
todo está perdido cuando se tiene fe y esperanza. Un ejemplo para todos que nos dejó, ya hace
tiempo, Helen Keller.

Para conocer el mundo

Para conocer el mundo no hacen falta ojos, hace falta corazón. Podremos tener los recursos, pero si no tenemos ese algo que nos impulse a estar abiertos ante todo, difícilmente aprendemos algo. El agua se escurrirá entre las manos y no podremos beber de la fuente del conocimiento.

A veces las verdades quedan cortas ante hechos contundentes. Creemos que si nos falta algo ya no podremos armar el rompecabezas de la vida. ¡Qué mentira tan grande! El ser humano es tan complejo y tan grandioso que olvidamos que los llamados “cinco sentidos” son tan sólo una parodia que apenas si llegan a representar un pequeño pedazo a través del que podemos conocer el mundo.

El valor de una persona

Helen Keller representa un verdadero valor de la personalidad. Una persona que siendo sorda y ciega llegó no solamente a valerse por sí misma, sino que llegó, incluso, a conocer más que los demás. Algo que debe hacernos pensar, reflexionar, y considerar seriamente que somos muy poco y podemos ser más.

La obra de Helen Keller nos muestra la vida de una persona que sumida en las tinieblas de la incomprensión, en el mundo de la obscuridad, supo dar los pasos para llegar a comprender que no todo está perdido cuando falta algo. Y que incluso, el carecer de algo, puede ser motivo y causa de nuevas actitudes que nos lleven a un mejor conocimiento de la persona y de nuestros semejantes.

La familia

Hellen Keller nació a fines del siglo pasado en una pequeña población de unos dos mil habitantes. El poblado se llama Tuscumbia, está situado al norte de Alabama, junto al río Tennesse. Se trata de una región fértil, de clima benigno, extensos campos de cultivo, verdes y floridos pastos, y preciosos bosques rodeados de altas montañas.

En las afueras de aquella población habitaba un capitán del ejército confederado, el Mayor Arthur H. Keller (cuyo abuelo fue un emigrado suizo). Al terminar la Guerra Civil, el señor Keller construyó su casa, contrajo matrimonio y de esta unión nació Hellen Keller.

Helen Keller

Hellen Keller nació en Estados Unidos el año de 1880. Su madre era mucho más joven que su padre. Vivían en una casa que era llamada “Ivy Green” (“Ivy Green” significa, en español ‘hiedra’), pues sus paredes, los árboles y las verjas que la rodeaban estaban cubiertos de frondosa hiedra inglesa.

Y fue allí, en esa casa, entre el verdor de las plantas y olorosas flores, en que un 27 de junio de 1880, naciera el primer vástago de los Keller: una niña rubia, sana, alta y fuerte. Los padres le darían por nombre Helen, Helen Keller.

Helen: la niña

Helen era una criatura llena de vitalidad. Una niña lista, recia y fuerte de carácter. A los seis meses ya pronunciaba los primeros vocablos y al año exacto ya daba sus primeros pasos. Gozó del primero y único verano luminoso de su vida. Cuentan que vino el invierno, y en un desapacible mes de febrero, Helen enfermó. Ahí empezaría su desgracia.

No se supo exactamente cuál era su mal. El médico suponía (como nuestros nuevos médicos siguen suponiendo sin saber nada) que se trataba de una aguda congestión del estómago y cerebro. Otro, “más listo aún” (de todo hay en la viña del Señor) sugirió que se trataba de una congestión nasal, complicada con envenenamiento residual del olor despedido por la hiedra).

La niña estaba bastante enferma; pero, una mañana ¡oh sorpresa! ¡Gran regocijo en la casa! La fiebre había desaparecido. ¿Qué extraño mal había entrado en el cuerpo de la pequeña? ¿Qué mosco le habría picado? Nadie lo supo. La niña se había aliviado, pero nadie se había dado cuenta de una cosa más dolorosa: ¡la niña había perdido la vista! ¡Y también, y para siempre, la vista y el oído!


Entre luz y sombras

Helen ya no fue la niña traviesa, alegre y juguetona que era antes. El mundo se le había cerrado. Su acercamiento con el mundo exterior era nulo. Encerrada en la cárcel del silencio y las tinieblas, Helen nació dolorosamente a una nueva vida; pero, también, de aquella especie de tumba, surgió la personalidad única y radiante de Hellen Keller.

El hecho le sirvió a Helen para enfrentarse a la vida. Un mundo al que habría que vencer. Helen triunfaría y el mundo le reconocería su fuerza y valor para enfrentarse a todo. Helen, una persona que vencería su invalidez y, haciendo uso de su elevado espíritu, inteligencia y sabiduría mostraría al mundo que todo se puede hacer si existe voluntad. Un hecho que ha servido de ejemplo, modelo y guía para la humanidad.


Los primeros conflictos

Helen había sido hasta entonces una niña intranquila. Pero entonces, ante este problema, impotente y sola, sumergida en un profundo pozo, Helen no sabía de otras necesidades mas que las que se les pudiera otorgar a un pequeño animal.

La niña era como un pequeño niño salvaje. Se enfurecía cuando no comprendía lo que le decían. Nunca estaba satisfecha. Las rabietas estaban a la orden del día. Se enojaba y chillaba de coraje, siempre que su voluntad topaba con algún obstáculo. Pudiera, hasta decirse, que Helen era una niña malcriada: lloraba, pegaba, se revolcaba, aventaba y rompía todo lo que se le pusiese enfrente. Era casi imposible dominarla.

¿En qué gastaba su tiempo?

Helen pasaba el tiempo sentada en el regazo de su madre. Algunas veces sentada en el suelo, otras sobre la alfombra. Algunas veces más, agarrada de su madre, acompañándola en el ir y venir de su cotidiana labor familiar. Helen empezaba a descubrir de nuevo el mundo.

Y así fue como creció. Día a día descubría nuevas cosas. Era su nuevo mundo. Un mundo tangible en formas, volúmenes y tamaños. Un mundo lleno de olores, aromas y sensaciones. Sus manos palpaban todos los objetos, “observaba” los movimientos de las cosas (digamos, los animales, como el perro y el gato); adquiría conocimiento de las cosas...

La necesidad de comunicarse

Sabiendo ya la existencia de los demás, de los cuerpos animados e, incluso, los inanimados, Helen siente la necesidad de comunicarse, dar a entender lo que siente, dar a entender sus deseos, sus angustias y sus miedos.

Algo debió indicarle que sus ademanes eran observados, y bien o mal interpretados, y recurrió a ellos. Esto le valió recompensas, así como severas reprimendas. Seguía siendo traviesa, y más ahora que sabía que podía nuevamente dominar el mundo, su mundo que le rodeaba. Así, cuando tenía hambre, imitaba el acto de rebanar un pedazo de pan y untarlo con mantequilla; si quería un helado, hacía el típico movimiento de estar mordiendo, chupando o lamiendo un helado.

Y así fue aprendiendo muchas otras cosas. Si tenía frío, tiritaba y estremecía su cuerpo. Si tenía calor, se echaba aire con las manos. Eran ademanes o gestos sencillos que poco a poco fue aprendiendo, aún de que ella, muchos de ellos, no los viera nunca.

Una niña inteligente

Helen era más que una niña inteligente, una niña excepcional. Su intuición y comprensión eran asombrosas. Captaba rápidamente todo lo que se le enseñaba y retenía el sentido de lo que no podía ver ni oír. Aprendió a ayudar en algunos quehaceres de la casa, como guardar la ropa, distinguir las prendas, moler café, amasar la harina y la pasta para hacer galletas...

Llegó incluso a distinguir vibraciones y sonidos. Dichas vibraciones, de algún modo llegaban a ella y las sentía. Sabía quién llegaba y quién salía; e incluso saber si la persona que entraba o salía era de la casa o no.

Más tarde llegó el día en que empezó a darse cuenta de que ella no era como os demás. Observó que entre ellos no se valían las señas; o al menos, no las empleaban. Cuando se encontraba entre dos personas, tocaba sus labios y sus bocas y a veces quería imitarlas moviendo también sus labios.

Su primera amiga

Su primera amiga fue una negrita llamada Martha Washington (homónimo del nombre de la esposa del primer presidente de Estados Unidos, George Washington). Ella, Martha, era hija de la cocinera, y era un poco menor que Helen.

Helen se complacía en tiranizarla y hacerle enojar. Le pegaba, le insultaba, le hacía hacer corajes; pero, de todos modos, eran grandes amigas. Pasaban horas juntas, jugando, ayudando en la cocina, presenciando cómo se ordeñaban las vacas, dando de comer a las aves de corral, yendo a buscar los huevos puestos por las gallinas; en fin, también, haciendo travesuras.

Nuevamente su familia

El nacimiento de una hermanita, puso de genio a la pequeña Helen. No podía soportar que alguien más robase su cariño. Su hermanita se llamaba Mildred y fue para ella toda una contrariedad. Detestaba la presencia de aquella intrusa que sabía le estaba robando el cariño de sus padres. No la podía “ver”...

Un día, resulta que, encontrando a su hermanita sola, durmiendo en su cuna de su muñeca, Helen, presa de furor, volcó la cuna. La consecuencias fueron una seria reprimenda para Helen. Luego, más tarde, ya cuando ambas fueron mayores y pudieron comunicarse las dos hermanas, éstas se quisieron mucho.

Tratando de ayudarle

La familia de Helen aún tenía esperanza de que el problema y su enfermedad tuviera solución. Se había consultado a alguien, pero no se veía nada en concreto. Mientras se reflexionaba sobre esto, el capitán Keller llevó a su hija al oculista.

Esto sucedía en la ciudad de Baltimore. Ahí, el oculista, le recomendaría al señor Keller que llevase a la pequeña Helen con Alexander Graham Bell, en Washington. Recordemos que el principal interés y dedicación de Bell era la enseñanza de los sordos y que había inventado el teléfono sólo como un “subproducto de un aparato que permitiese a los sordos “ver” los sonidos que no podían oír.

El Doctor Bell aconsejó al padre de Helen que se comunicara con otra persona, un tal griego de apellido Anagnos. Sería él, quien a su vez, le indicase a alguien para que se entendiera del caso de la pequeña Helen. Meses después la persona ya había sido encontrada.


Anne Sullivan

Dice Helen Keller que el día más importante de su vida fue el 3 de marzo de 1887. “Aquel día vino a ser para mí un día especial, aquel que vino a liberar mi espíritu” -escribió. Se trataba del día en que llegaba su maestra y futura amiga y compañera: Anne Sullivan.

Fue Anne una de las mujeres más extraordinarias que hayan existido. Después de una infancia dura y triste, de huérfana abandonada, a los catorce años llegó a la Institución Perkins, ciega, miserable e inculta.

Una serie de operaciones le devolvieron la vista. Y así luego, poseedora de una inteligencia altamente intuitiva y privilegiada, y con un gran afán por saber, en seis años adquirió los conocimientos que le habrían de permitir la realización de una gran labor y entrega: enseñar a hablar a Helen Keller.

La obra de Anne Sullivan

La tarea de Anne Sullivan fue una tarea de años y años. Una labor llena de paciencia infinita. Una obra llena de amor, entrega, comprensión y sabiduría. Y desde aquel día en que recibió a la “fierecilla indomada”, Anne supo aportar mucho de lo suyo y valorar mucho de lo que Helen poseía.

Al día siguiente de su llegada, Anne regaló a Helen una muñeca y, utilizando el alfabeto manual, deletreó la palabra “muñeca”, dándole a entender la relación entre los signos y el objeto. Aquello interesó inmediatamente a la niña. Primeramente como juego, luego como método de enseñanza, Helen iba aprendiendo a pasos acelerados.

Fue así como, poco a poco, Helen fue aprendiendo los nombres de otras cosas. No solamente lo que era la palabra “muñeca”, “brazo”, “cabeza”, “ojos”, “nariz”, “pecho”, “estómago o “espalda”. Ahora Helen aprendía, ya, otras palabras.

A veces se impacientaba y un día que no podía captar la diferencia entre “vaso” y “agua” estrelló contra el suelo su muñeca. Entonces la maestra sacó la niña al jardín, la llevó junto a la fuente, puso su manita frente al chorro y le enseñó lo que era “agua”. Helen aprendió de inmediato.


La infancia de Helen

La infancia de Helen al lado de su maestra fue alegre, fue feliz. Continuos descubrimientos, nuevas sensaciones, nuevos conocimientos inundaron su vida. Conoció el mar, se bañó en él. Aprendió historia tocando monumentos. Visitó un circo, toco los animales, incluso la boca de un león.

Visitó las Cataratas del Niágara, sintió la trepidación y fuerza del agua; pero lo mas sensacional de todo esto fue de que aprendiera a hablar. Helen había insistido en que se le enseñara a comunicarse con los demás, pues se había enterado de que una niña noruega sorda y ciega había aprendido a hablar.

El intento se hizo y Helen muy pronto empezó a emitir sonidos. A los diez años de edad la llevaron a la Escuela Horace Mann, donde bajo la dirección de Sarah Fuller aprendió el habla mediante el sistema aplicado a los sordos; es decir, percibiendo por el tacto las vibraciones de la garganta, el movimiento de los labios y las emisiones del aire.


Una mujer estudiosa

Helen fue una mujer inteligente, sabia, estudiosa. En 1894 ingresó a la Escuela Wright Hamason de Nueva York. Pero ella tenía la ambición de ir a una escuela de alumnos en posesión de todos sus sentidos y competir con ellos.

Lo consiguió. En 1896 comenzó sus estudios en una escuela de Cambridge, Massachusetts. Su fin era prepararse para ingresar en el Radcliffe College, lo cual logró cinco años después. Anne Sullivan asistía con ella a las clases y le comunicaba con el alfabeto manual todo lo que el profesor decía. Así fue como aprendió y así fue como se desenvolvió.


Una vida ejemplar

En verdad la vida de Helen Keller es un ejemplo de amor y fortaleza. Ella, a pesar de todo, realizó muchas, muchísimas cosas más de las que cualquier ser humano que se crea capaz pueda o haya podido con sus cinco sentidos realizar.

Aprendió a escuchar música, aprendió a llevar el compás de las melodías. Le gustaba escuchar el fonógrafo y deleitarse en los bailes y conciertos. Helen dio conferencias, aprendió varios idiomas y, por si fuera poco, aprendió a volar.

Helen Keller gustaba de arreglarse y lucir lindos vestidos. Su secretaria particular, Polly Thompson, le ayudaba. Helen conoció también el amor y llegó a casarse. Como en un cuento de hadas, nuestro personaje vivió un final feliz. Se trataba de un periodista, un atractivo joven con el cual Helen Keller se casaría.

Los dos, juntos, seguirían viviendo. Luego, los años vendrían por ella para llevársela a un mundo de verdadera luz. Ella dejaría su recuerdo y su imborrable ejemplo.