Gente: A ver quien me sigue. Yo quería ser escritora o astronauta (el tema era irme mentalmente o físicamente de dónde estaba) Me iba a la terraza de mi casa escribía por horas e imaginaba que esas historias se convertían en guiones. Después mi papá empezó a molestarse por las "horas que perdía y lo rara que es chica", y empezó a exigirme que le mostrara que escribía. Entonces por la noche se lo daba para leer, siempre las criticaba. Como para mí era muy importante su aprobación, ideé una forma de que leyera mis ensayos y los aprobara: inventaba seudónimos y decía que eran copias de otros autores. Resultado: solamente tenía elogios para decir y por dentro yo pensaba: "Tengo 6 años y soy más viva que él, porque le invento nombres y piensa que en realidad existen". Por años hice eso y seguí escribiendo (copiando para él) y por la noche leía y discutía mis escritos. Por dentro me divertía un montón. Cuenten sus anécdotas.