Laura Alonso, titular de la Oficina Anticorrupción, y Sergio Bergman, ministro de Ambiente y Desarrollo Sustentable, firmaron un convenio para crear esa área. La unidad tendrá como objetivo supervisar “la ejecución de políticas implementadas para incrementar los controles y transparencia de la gestión”.
La titular de la Oficina Anticorrupción (OA), Laura Alonso, firmó un convenio entre el organismo y el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable, a cargo de Sergio Bergman, para la creación de la Unidad de Ética y Transparencia dentro del ámbito de esa cartera. La unidad tendrá como objetivo supervisar “la ejecución de políticas implementadas para incrementar los controles y transparencia de la gestión”. Según indica el convenio, se busca «fomentar las acciones que favorezcan a la ética pública, la transparencia, el acceso a la información, la participación ciudadana y detectar las posibles conductas irregulares que puedan existir dentro del sistema».
Alonso, secretaria de Ética Pública, Transparencia y Lucha Contra la Corrupción, aseguró que “la creación de la Unidad de Ética y Transparencia en el Ministerio de Ambiente es la primera en su tipo. Es un avance importantísimo para la promoción de políticas de transparencia y para el fortalecimiento de la OA y de su vinculación con otros organismos del Estado. Esperamos que sea el comienzo de una fructífera relación con este ministerio y que otros también se sumen».
La titular de la OA también destacó que «la capacitación a los funcionarios y a los empleados en materia de ética pública, el fortalecimiento de los sistemas de compras y contrataciones y el diseño de herramientas de transparencia que permitan a la ciudadanía un mayor control serán parte del plan de trabajo».
Entre las tareas que tendrá la Unidad, junto a la elaboración de programas de prevención de la corrupción y de promoción de la transparencia, también estará la realización y el relevamiento de la información existente sobre la administración de recursos. Y también se encargará de establecer un mecanismo único de denuncias sobre posibles delitos contra la administración pública que pudieran derivar perjuicios para el patrimonio del ministerio y crear una plataforma de información y colaboración ciudadana para facilitar el conocimiento ciudadano y colaborar en el proceso de publicación y actualización de datos abiertos.
Bergman, por su parte, señaló que «el trabajo colaborativo con la OA nos permite en el ministerio poder marcar un punto de inflexión. No solamente dejamos de ser secretaría y empezamos a ser ministerio, sino que diferenciamos las auditorias generales de lo que tiene que ver con establecer protocolos de transparencia para la gestión. Es muy importante volver a jerarquizar la función pública desde una ética y una práctica, donde la política y lo público esté al servicio de la gente, para servir a la gente y no para servirse de ella».