Bob Fosse - Chicago, 1927 - Washington, 1987.
El triunfo de "Chicago" en la última entrega de los Oscars nos lleva a evocar la figura del director norteamericano que dio una vuelta de tuerca al musical en los '70s. Un repaso por sus películas y sus colaboradores más cercanos.
En los últimos meses se habla insistentemente de la resurrección del musical como género cinematográfico. Se menciona mucho a "Moulin Rouge" y a la multipremiada "Chicago", y no tanto a la europea "Dancer in the Dark". Suele olvidarse que las dos últimas décadas sí contaron con películas comercialmente exitosas que retomaron el género: "Flashdance", "Footlose", "Dirty Dancing", "El Baile", "Todos dicen I love you", "Conozco la canción". Quizás la diferencia radique en que las tres primeras incorporaban canciones justificándolas por el contexto donde ocurría la acción (night clubs, salas de baile) mientras que en las tres últimas la música y las coreografías se constituían en un lenguaje en sí mismo, el recurso que articulaba dramáticamente la película.
Este fenómeno nos remonta al origen del musical, que surgió en el cine de los años '30 y tuvo su apogeo en los '50s, hasta que la llegada de la televisión sumada a otros cambios sociales de la posguerra, provocaron una cimbronazo en los géneros tal como eran comprendidos hasta ese momento. A partir de entonces los musicales comenzaron a ser bastante mal vistos, a pesar de que no fueron pocas las producciones que lo llevaron adelante (bastaría citar, desde Hollywood "West Side Story", "Funny Girl" o "Hello, Dolly", y desde Francia, las obras de Jacques Demy, como "Los Paraguas de Cherburgo" o "Las Señoritas de Rochefort").
Comienza el Espectáculo
Bob Fosse, quien había iniciado su carrera en night clubs de fama dudosa para llegar a protagonizar varios musicales en Broadway como actor y luego como coreógrafo, llegó al cine como director a fines de la década del ´60 con una versión de "Sweet Charity". La obra de teatro estaba basada en la película "Las Noches de Cabiria", de Federico Fellini, ganadora del oscar al film extranjero unos años antes, y en Broadway había sido protagonizada por Gwen Verdon, mujer de Bob Fosse. Sin embargo, y como suele ocurrir en estos casos, a la hora de llevarla a la pantalla se eligió una nueva protagonista, cuya presencia en los carteles de cine fuera más familiar para el público: Shirley MacLaine.
La película fue un fracaso. Algo que visto desde hoy resulta bastante comprensible. Más allá del carisma de McLaine o el vuelo de algunos números, la narración hace agua por varios costados, entre efectos de montaje que eran modernos en su día y que hoy son obsoletos, personajes que entran y salen de la historia debilitando la trama central y un vagabundeo por la ciudad que acaba volviéndose tedioso.
De alguna manera, podríamos considerar a "Sweet Charity" como la despedida del musical clásico, aquel donde la música irrumpe en mitad de una escena y los personajes cantan y bailan en contextos cotidianos, como naturalidad impostada, mientras la cámara los acompaña en largos planos secuencia (modelo que recién sería retomado casi treinta años más tarde, con igual dosis de amor y de parodia, por Woody Allen en "Todos dicen I love you").
Fosse aprendió muy bien la lección. Quizás a ese cachetazo que representó en su carrera y en su propia concepción del género a la hora de comprender las diferencias entre cine y teatro, debamos el gran aporte de Bob Fosse al séptimo arte: una nueva concepción del musical a través del montaje y la puesta de cámara. La siguiente película del director, confirmó con creces el aprendizaje: "Cabaret", convertida hoy en uno de los clásicos de las últimas décadas.
La Vida es un Cabaret
¿Pero qué es lo que hizo que "Cabaret" fuera una película marcara un antes y un después en la evolución del género? Podemos señalar al menos tres elementos. Primero, el abordaje de temas sociales complejos y con gravedad histórica (el ascenso del nazismo, la intolerancia, la homosexualidad, el aborto...) en lugar de los típicos conflictos románticos de los musicales clásicos. En segundo lugar, la decisión de limitar las escenas musicales al verosímil que el propio argumento proponía: todas las canciones (con la excepción de un himno nazi) son cantadas en el escenario del cabaret, estableciendo siempre un juego de espejos con el avance de las tramas, que las canciones comentan o reinterpretan. Y tercero, la ruptura con el plano secuencia, en pos de una cuidada planificación de planos cortos, a veces detalles, que el montaje sincroniza con la música, creando una puntuación mucho más rítmica y una participación diferente por parte del espectador.
El origen de este último recurso podemos reconocerlo ya en "Sweet Charity", en el número Big Spender, que cantan las compañeras de trabajo de Charity, casualmente en un cabaret.
"Cabaret" fue la consagración de Fosse como cineasta, otorgándole incluso el Oscar al mejor director (sobre Francis Ford Coppola, que competía ese año por "El Padrino", nada menos). La película ganó otros ocho premios y significó además el lanzamiento de Liza Minnelli como estrella, tras la estela dejada por su madre, Judy Garland. También significó el comienzo de la colaboración entre Fosse y la dupla John Kander y Fred Ebb, autores de las canciones del musical.
Los tres emprenderían luego la realización en Broadway de "Chicago", además de colaborar en el especial para televisión "Liza with a Z": show creado para el lucimiento de Minnelli y coreografiado por Fosse. Por cierto, Kander y Ebb habían escrito Cabaret para Liza, con quien ya habían trabajado en "Flora, la Amenaza Roja", pero el director de la puesta en Broadway, Harold Prince, la rechazó por considerarla demasiado americana para encarnar a una chica británica. Tras el suceso de "Cabaret", Kander y Ebb volvieron a contar con Liza en "The Act", donde compartió cartel con Chita Rivera.
Rivera, que encarnaba a una de las amigas de MacLaine en "Sweet Charity", fue protagonista de "Chicago" en Broadway junto a Gwen Verdon, la mencionada esposa de Fosse. Según cuenta la leyenda, Fosse concibió Chicago especialmente para su mujer, luego de la crisis matrimonial generada por sus constantes infidelidades. El musical fue un éxito y pronto comenzó a hablarse de trasladarlo al cine. Se mencionaron los nombres de Goldie Hawn y Liza Minnelli entre otros, pero el proyecto fue postergándose indefinidamente hasta que el musical fue repuesto con un nuevo elenco en 1995. Esta versión, sin escenografía y con un estilizado trabajo de vestuario en blanco y negro, fue coreografiada por Ann Reinking, que había participado de la puesta original reemplazando a Verdon en algunas funciones. Mientras tanto Kander y Ebb estrenaron en los ´80s otro gran éxito, también protagonizado por Chita Rivera: "El Beso de la Mujer Araña". El papel le permitió a Rivera ganar su segundo Tony. A los 70 años, Rivera volverá por estos días a Broadway en carácter de leyenda viva, junto a Antonio Banderas en la remake de "Nine".
El Show debe Seguir
Pero volvamos al cine. ¿Qué hizo Fosse después de Cabaret? Cuando el público esperaba otra entrega de esta reencarnación actualizada del género, Fosse se descolgó con una película completamente atípica, inesperada y muy incomprendida en su momento. Se trató de "Lenny", una biografía (no musical) del stand up comedian Lenny Bruce, un personaje de la contracultura que desde el escenario de un night club criticó a su gobierno, a la sociedad de su tiempo y al American Way of Life, hasta su muerte temprana. El personaje fue protagonizado por Dustin Hoffman, quien se había consagrado por "El Graduado" y "Midnight Cowboy". Hoffman llenó a su personaje de tics y modismos, según su método habitual, y en forma paralela Fosse llenó la película de recursos visuales fuertemente emparentados con el cine documental. Toda la película se filmó en un blanco y negro rabioso, muy contrastado y por momentos sucio.
Las escenas dramatizadas se alternan con falsas entrevistas a los personajes, dando al conjunto un tono opresivo, extrañamente realista y por momentos hipnótico. La película es un prodigio de montaje y podemos hallar en ella cierto estilo que luego retomaría para llevarlo mucho más lejos Oliver Stone en "JFK".
Tras el fracaso comercial de "Lenny", Fosse renació como el Ave Fénix en su siguiente película, con la que ganó la Palma de Oro en Cannes: "All That Jazz", sin dudas su obra más personal. El argumento era un claro repaso de Fosse por su propia vida. Incluso el personaje central, interpretado por Roy Scheider, mostraba una similitud física increíble con él.
Acaso inspirada por "8 y ½" de Fellini, la película contaba las fantasías y reflexiones de un coreógrafo de éxito, que en mitad de los ensayos de una obra sufría un infarto. A partir de entonces y en diálogo con La Muerte (Jessica Lange) el protagonista repasaba su vida entera, y asistía al desfile de sus mujeres (esposa, amante, hija) que se despedían de él representando, por supuesto, números musicales. Con este esquema (originado en el verdadero infarto que tuvo Fosse durante los ensayos de "Chicago") la película justificaba la inclusión de canciones por dos recursos: por el lado realista, como parte del trabajo del director (castings y ensayos en el teatro) y por el lado onírico, como parte de sus alucinaciones durante su estado de coma (las viejas amantes bailando como cisnes crueles alrededor de su cama, por ejemplo).
"All That Jazz" continúa siendo hoy una de los exponentes más intensos del género musical, y a la vez una mirada de enorme humanidad sobre la vida de los trabajadores del espectáculo. Su cruce de lenguajes, sus varios planos de acción y sus desplazamientos de sentido hacen que la película roce por momentos la genialidad.
Telón
Tras este punto culminante Fosse dejó de lado el cine por varios años, durante los cuales trabajó en la puesta en Broadway de "Big Deal" entre otras. Volvería al cine con otro proyecto muy emparentado a "Lenny": "Star 80", biografía de Dorothy Stratten, una chica playboy asesinada por su novio. Una vez más Fosse utilizó códigos del documental para explorar el mundo de las modelos y la vida nocturna de los ´70s. Los personajes centrales fueron encarnados por Mariel Hemingway y Eric Roberts (en el papel que estuvo a punto de encarnar Richard Gere, hoy protagonista de "Chicago"). Y aunque el filme presenta elementos muy interesantes (algunos han leído en él algún subtexto autobiográfico sobre el precio de convertirse en una estrella mediática) lo cierto es que no logró la fuerza de sus películas anteriores.
Fosse ya no volvería a dirigir cine, aunque sí realizó algunas otras puestas en Broadway, un Broadway que ya no era el de sus tiempos, donde toda la atención aparecía centrada en Andrew Lloyd Weber y sus megaéxitos ("Evita"," Cats", etc). Durante la gira de reposición de "Sweet Charity", en 1987, Fosse murió de un paro cardíaco, cumpliendo la profecía de "All That Jazz".
Desde entonces su figura ha ido creciendo en prestigio, hasta convertirse en el referente más importante del género musical de las últimas décadas. Gran parte del mérito se origina en la reposición de "Chicago" en Broadway, coreografiada y protagonizada por Ann Reinking, cerrando de esta manera un círculo extraño: Reinking, que había sido amante de Fosse y había interpretado a la amante del director en "All That Jazz", encarnaba finalmente el personaje que Fosse había creado para reconciliarse con su esposa Gwen Verdon.
A partir del éxito internacional de esta nueva puesta de "Chicago" (importada a medio mundo en versiones clonadas, con elencos locales) volvió a la superficie el proyecto de su versión cinematográfica. La dirección cayó en manos de Rob Marshall, coreógrafo que algunos señalan como único posible heredero de Fosse. Sin embargo, la falta de sobriedad en su dirección de "Chicago", así como el endeble justificativo de las alucinaciones de la protagonista para introducir los números musicales, parecen indicarnos que aún le falta un largo camino para acercarse al maestro.
Porque Bob Fosse no fue sólo un coreógrafo creador de un estilo propio como marca de autor; fue también un gran cineasta. Pero como ocurrió en su momento con Hitchcock o con Fellini, el alarde de estilo parece eclipsar al minucioso estudio del lenguaje, un rigor en la construcción que pocos autores alcanzan.
Filmografía de Bob Fosse
1969 – Sweet Charity
1972 – Cabaret
1974 – Lenny
1979 – All That Jazz
1983 – Star 80
31/03/2003 - Diego Sabanés
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Fuente: CHC
www.comohacercine.com
Fotos: Danza Ballet
Filmografía como director:
DVD Noches en la ciudad. (1969) Sweet Charity. De Bob Fosse
DVD BSO Cabaret. (1972) Cabaret. De Bob Fosse
DVD Lenny. (1974) Lenny. De Bob Fosse
DVD Empieza el espectáculo. (1979) All That Jazz. De Bob Fosse
Star 80. (1983) Star 80. De Bob Fosse
Filmografía como actor:
BSO Bésame Kate. (1953) Kiss Me Kate. De George Sidney
Mi hermana Elena. (1955) My Sister Eileen. De Richard Quine
Malditos yanquis. (1958) Damn Yankees!. De George Abbott
DVD Pequeño príncipe, El. (1974) The Little Prince. De Stanley Donen
Hollywood, Hollywood. (1976) That’s Entertainment, Part II. De Gene Kelly
Sanford Meisner: The American Theatre’s Best Kept Secret. (1984) Sanford Meisner: The American Theatre’s Best Kept Secret. De Nick Doob
Filmografía como guionista:
DVD Empieza el espectáculo. (1979) All That Jazz. De Bob Fosse
Star 80. (1983) Star 80. De Bob Fosse
BSO DVD Chicago. (2002) Chicago. De Rob Marshall
Página Oficial:
www.fosse.com
Por Diego Sabanés