LOLA64 escribió:Lola, te preguntas quien lo sigue o como sigue?
Te esperamos a vos!!!!!
doctoreduardo escribió:
—¡Tita! ¿Dónde vas? —detiene Elisa con un grito a su amiga que empieza a alejarse con pasos rápidos—. ¿Estas loca?
—¡POCO me falta! Pero antes que Enrique venga a buscarme a esta casa, antes de ponerlos a él y a Rubén frente a frente, en una lucha en la que Rubén será vencido... Porque Enrique le matará; Enrique es más audaz, más fuerte... Antes que Enrique le mate a él, prefiero que Rubén me mate a mí. Y ahora mismo...
—¡Quieta, Tita! ¿Dónde está Enrique? ¿Qué quieres que haga?
—¿Vas a ayudarme? ¡Elisa de mi alma! Ya sé que no lo haces por mí... A mí quisieras verme muerta... —No, Tita. Eres mi amiga... Debiera aborrecerte, abandonarte a tu suerte, pero no puedo hacerlo. No es sólo por Rubén; es por ti también. Si hay algo que yo pueda hacer..'.
—Enrique te escuchará. A ti y a Javier tiene que escucharlos... Son los únicos que pueden detenerlo, aunque sea de momento... Un plazo, una prórroga, unas horas de tiempo para hacer algo, algo con qué librarme de ese maldito Enrique...
—Ahora le maldices...
—¡Le maldigo y le aborrezco! ¡Quiero a Rubén y viviré para él! ¡Te lo juro! Si me salvas de ésta, seré la mujer más buena, más sumisa, más honesta, más dedicada al amor de mi esposo...
—¿Pero cómo salvarte, Tita?
—Enrique quiere llevarme esta noche... A las doce me espera con el auto detrás de la iglesia... Si no voy, si no llego, si falto a esa cita, vendrá a buscarme, me arrastrará con él... Ha jurado que me llevará, aunque sea delante de Rubén...
—¡Pero es un salvaje, un demente! —exclama Elisa con el espanto reflejado en su blanco rostro.
—Es... quien es. Ya lo sabes... Procura sólo que no dé el escándalo esta noche. Dile que estoy enferma, prométele en mi nombre que me iré con él... Pero no esta noche, no en este momento.,. —Y, visiblemente alarmada, señala—: ¡Porque ya son las doce! Seguramente que en este instante llega... Esperará sólo unos minutos si yo no me presento, si tú no llegas a detenerlo. No le importará matar ni destrozar a Rubén. ¡Lo odia, lo odió siempre! ¡Corre, Elisa, busca a Javier y corran….háblenle...! Yo me quedaré aquí rezando porque Dios tenga piedad de nosotros, y porque acepte mi arrepentimiento...
Ha caído a los pies del crucifijo que preside la alcoba, y llora... llora de espanto, de angustia, de miedo ... Elisa le mira un instante, perladas de sudor las sienes, y venciendo su horror, ofreciéndose entera al momento terrible, sale arrastrando el cuerpo helado y el alma ardiente... Ya no piensa en mostrar la carta de Enrique encendida de pasión a Rubén y murmura por dentro…”ya no más….” (Qué forista lo dijo..???).
usuario escribió:Donce.- ese eso que posteaste es parte del cuarto cuento!!!
Cabecita de novia!!!!!!
Fijate bien, el quinto tiene otra temática.