Bueno, antes que nada quiero agradecer que hayan dejado sus opiniones en este hilo y que se debata un tema que es para mi fundamental que se haga, como es la respuesta del estado ante la "inseguridad".
Leí todos los post, y la verdad que voy a opinar en forma generalizada.
La idea de compartir mi experiencia surge a raíz de lo profundamente conmocionada que me sentí.
Les digo que desde la "biblioteca" yo nunca estuve de acuerdo con los fines que se les trato de dar a la pena desde las diversas teorías, y soy, como adelanté una descreída total de que es sistema penal sirva para algo, sólo actúa como control social en sentido "amplio" y como un nuevo ámbito de exclusión de excluidos.
Evidentemente, la idea de asociar a los pobres con el delito, surge de la "selectividad del sistema". Los autores que empezaron con los estudios criminológicos, lo hacían con la gente que se encontraba privada de la libertad, y de allí que llegarán a las conclusiones que llegaban, pero siempre olvidando que los allí encerrados ya habían sido seleccionados. Comparto la idea de Active, hay que dejarse de joder "TODOS" cometemos delitos, de distinto tipo, pero todos somos en algún momento "delincuentes".
Lo que pasa es que siempre resulta atractiva la posibilidad de distinguirse del resto.
Lo que a mi me pasó con la visita a Olmos, fue que termine de corroborar lo que pensaba desde la "biblioteca", dejen de decir que se priva a la gente de su libertad para resocializar, porque desde el momento en que se aísla para incluir, se configura la paradoja más grande con la que debe enfrentarse el sistema penal.
Comparto 100% el análisis que hace Moni, sobre el gran negocio que es la seguridad y como les conviene mantenernos a todos paranoicos. Más allá de que sean verdad que los hechos delictivos son cada vez más violentos.
Por otro lado, bajar la edad de imputabilidad no es lo que hay que hacer. Si ese niño, para alguien deja de ser niño, es porque el Estado no le dio la opción de seguir siéndolo. Es un error pensar que encerrándolos van a lograr cambiar una situación que es de base social, y que tiene que ver con dos millones de falencias que tiene que soportar la gente que está excluida del sistema en el que nos toca vivir.
A mi siempre me llamó la atención, que las personas que defienden las políticas económicas neoliberales sean las que después piensen en esta solución "mágica", que es el encierro, para el problema de la inseguridad.
Y parafraseando a nuestra presidente puede decir que ellos: Excluyen, excluyen, excluyen para después encerrar, encerrar y encerrar.
Formando el círculo vicioso del negocio.
Están negociando con seres humanos, y defienden el sistema penal porque le es completamente funcional al modelo que los mantiene en poder.
Saludos!
Leí todos los post, y la verdad que voy a opinar en forma generalizada.
La idea de compartir mi experiencia surge a raíz de lo profundamente conmocionada que me sentí.
Les digo que desde la "biblioteca" yo nunca estuve de acuerdo con los fines que se les trato de dar a la pena desde las diversas teorías, y soy, como adelanté una descreída total de que es sistema penal sirva para algo, sólo actúa como control social en sentido "amplio" y como un nuevo ámbito de exclusión de excluidos.
Evidentemente, la idea de asociar a los pobres con el delito, surge de la "selectividad del sistema". Los autores que empezaron con los estudios criminológicos, lo hacían con la gente que se encontraba privada de la libertad, y de allí que llegarán a las conclusiones que llegaban, pero siempre olvidando que los allí encerrados ya habían sido seleccionados. Comparto la idea de Active, hay que dejarse de joder "TODOS" cometemos delitos, de distinto tipo, pero todos somos en algún momento "delincuentes".
Lo que pasa es que siempre resulta atractiva la posibilidad de distinguirse del resto.
Lo que a mi me pasó con la visita a Olmos, fue que termine de corroborar lo que pensaba desde la "biblioteca", dejen de decir que se priva a la gente de su libertad para resocializar, porque desde el momento en que se aísla para incluir, se configura la paradoja más grande con la que debe enfrentarse el sistema penal.
Comparto 100% el análisis que hace Moni, sobre el gran negocio que es la seguridad y como les conviene mantenernos a todos paranoicos. Más allá de que sean verdad que los hechos delictivos son cada vez más violentos.
Por otro lado, bajar la edad de imputabilidad no es lo que hay que hacer. Si ese niño, para alguien deja de ser niño, es porque el Estado no le dio la opción de seguir siéndolo. Es un error pensar que encerrándolos van a lograr cambiar una situación que es de base social, y que tiene que ver con dos millones de falencias que tiene que soportar la gente que está excluida del sistema en el que nos toca vivir.
A mi siempre me llamó la atención, que las personas que defienden las políticas económicas neoliberales sean las que después piensen en esta solución "mágica", que es el encierro, para el problema de la inseguridad.
Y parafraseando a nuestra presidente puede decir que ellos: Excluyen, excluyen, excluyen para después encerrar, encerrar y encerrar.
Formando el círculo vicioso del negocio.
Están negociando con seres humanos, y defienden el sistema penal porque le es completamente funcional al modelo que los mantiene en poder.
Saludos!
La justicia es como las serpientes, sólo muerde a los descalzos. (Eduardo Galeano)