Esta es la historia de un letrado que se recibió en cualquier universidad estatal del país. Su nombre ya no lo recuerdo, pero el sujeto se largó a caminar por las calles de la vida con su título bajo el brazo recorrió en sus primeros tiempos estudios jurídicos donde solamente le ofrecían un lugar en algún oscuro rincón para poder aprender los caminos del derecho procesal.
Fue en aquella época que al novel abogado le llegó un extraño al estudio en el que había recalado.
Era su primer cliente, el abogado temblaba como una hoja ante un extraño sujeto que estaba delante suyo.
- Buenos días- saludó formalmente el novel abogado
Del otro lado obtuvó como respuesta un gruñido.
- Usted es nuevo en la profesión?- Preguntó el sujeto
- Si......- respondió sorprendido el letrado.
- Conozco a los de tu calaña y pronto serás como los demás.
- No entiendo señor......-
- Lo entenderás con el tiempo novel todavía estas verde en algunas cuestiones.
- Señor me esta ofendiendo con lo de verde.
- No te estoy diciendo que seas un viejo verde, zopenco. Yo vengo por tu alma.
- Que?- se sobresaltó el boga.
- Si vengo por tu alma para transformarte de a poco en el hombre cuervo.
Fue en aquella época que al novel abogado le llegó un extraño al estudio en el que había recalado.
Era su primer cliente, el abogado temblaba como una hoja ante un extraño sujeto que estaba delante suyo.
- Buenos días- saludó formalmente el novel abogado
Del otro lado obtuvó como respuesta un gruñido.
- Usted es nuevo en la profesión?- Preguntó el sujeto
- Si......- respondió sorprendido el letrado.
- Conozco a los de tu calaña y pronto serás como los demás.
- No entiendo señor......-
- Lo entenderás con el tiempo novel todavía estas verde en algunas cuestiones.
- Señor me esta ofendiendo con lo de verde.
- No te estoy diciendo que seas un viejo verde, zopenco. Yo vengo por tu alma.
- Que?- se sobresaltó el boga.
- Si vengo por tu alma para transformarte de a poco en el hombre cuervo.