Este es un espacio destinado para que aquellos a los que nos gusta escribir algo de vez en cuando -olvidemos los escritos de la profesión- los pongamos aquí y, de ese modo, molestemos la lectura del resto
Suelo publicarlos en mi feisbuc o algún blog o foro y vi que este foro está virgen aún de mi virus literario, así que vamos a contaminarlo un poco.
Voy a ir copiando las pavadas que escribo en mi feisbuc, quien escriba algo, cópese y posteelo:
La permanente falta de tiempo del hueveador online
El Mié a las 22:29 | Editar nota | Eliminar
Hace poco entré sin anunciarme a la oficina de un amigo que tenía su computadora encendida. Apenas me vio, el tipo se alteró. Empezó a cerrar ventanas de la computadora con velocidad. Tiempo atrás, esa reacción me había sugerido que el tipo tenía en pantalla la planilla de Excel con sus ingresos en negro, pero lo que estaba haciendo –no pude dejar de preguntarle por su reacción- era chequear su Facebook.
Hay quien se siente culposo por perder el tiempo que pagan las empresas en esta sociedad donde el hueveo online pasó de ser un mero desorden a ser una patología masiva. En estas épocas, en que buscamos nuevos significados a todo lo viejo, el hueveador online reemplazó al vago y al irresponsable.
Incluso hasta puede resultar copado si escribe algo interesante.
Los hueveadores online –me reconozco uno de ellos, aunque sin hacerle perder tiempo pago a nadie- estamos emparentados con los que pagan los impuestos el último día, o están de joda los veinte días previos al exámen final y se ponen las pilas la noche anterior a la mesa de exámen. La esencia del hueveador online es la misma desde hace añares.
Cualquiera, todos, encontramos excelentes excusas para postergar lo impostergable. Elegimos volvernos triviales, vivir en un mundo líquido y posmoderno de sentimientos inestables que nunca llegan a cristalizar.
Una responsabilidad, una decisión, es algo casi inmoral para un hueveador online. El placer vence a la obligación. Cada vez precisa moverse menos para una mas efectiva pérdida de tiempo, Facebook te regala una comunidad inmediata, hay foros de lo que mas te guste con miles de fulanos por cada foro y para los hipercomunicados, Twitter y el MSN. Porque el hueveo online es masivo y comunitario, se trata de un acto individual pero compartido con amplias masas alrededor del planeta, milagro satelital mediante. Es como tomar un buen vino, hay que beberlo acompañado ya que en soledad, pierde gracia.
"No tengo tiempo", es lo que suele decir el hueveador online. Es que esto es adictivo. Yo se que en este momento debería estar tecleando algo mas relevante que esta nota destinada a perderse en el ciberespacio, pero sin embargo estoy en la cama con el sonido de fondo de Petinatto -y creo Bonadeo- en la tele y esta compu abierta, con cinco páginas web abiertas a la abiertas a la vez que incluyen a este Facebook, foros, un diario y el mail. Elijo eso a ponerme las pilas como se debe y encarar mis obligaciones. Podría empezar a escribir ahora y con buen ritmo, terminar mi trabajo a eso de las 11 de la noche, pero elijo meterme a ver a mi mascota Stich en el Pet Society, en darle reload a la página de La Nación, buscar en youtube aquella melodía perdida o -si el mundo virtual es un páramo- pasear por los 80 canales de tele y concluir que no hay nada para ver. Ver emails una y otra vez, releerlos, entrar a uno de tantos foros, cualquier cosa con tal de postergar el trabajo.
Cuestión que hoy por la tarde volví de trabajar con toda la intención de revisar en casa un documento que tendría que presentar la semana próxima. Incluso abrí el word y lo imprimí. Pero en ese momento cuando me acomodé tranquilo a leer, recordé con una sonrisa de placer que ayer un alma caritativa me pasó una página para escuchar un tema de David Pack que no encontraba en Youtube y no pude resistir la tentación de abrir la compu y ponerlo una y otra vez, dejando al documento impreso arriba del escritorio.
Quedará para mañana.
Sucede que, como todo hueveador online, no tengo tiempo.
Suelo publicarlos en mi feisbuc o algún blog o foro y vi que este foro está virgen aún de mi virus literario, así que vamos a contaminarlo un poco.
Voy a ir copiando las pavadas que escribo en mi feisbuc, quien escriba algo, cópese y posteelo:
La permanente falta de tiempo del hueveador online
El Mié a las 22:29 | Editar nota | Eliminar
Hace poco entré sin anunciarme a la oficina de un amigo que tenía su computadora encendida. Apenas me vio, el tipo se alteró. Empezó a cerrar ventanas de la computadora con velocidad. Tiempo atrás, esa reacción me había sugerido que el tipo tenía en pantalla la planilla de Excel con sus ingresos en negro, pero lo que estaba haciendo –no pude dejar de preguntarle por su reacción- era chequear su Facebook.
Hay quien se siente culposo por perder el tiempo que pagan las empresas en esta sociedad donde el hueveo online pasó de ser un mero desorden a ser una patología masiva. En estas épocas, en que buscamos nuevos significados a todo lo viejo, el hueveador online reemplazó al vago y al irresponsable.
Incluso hasta puede resultar copado si escribe algo interesante.
Los hueveadores online –me reconozco uno de ellos, aunque sin hacerle perder tiempo pago a nadie- estamos emparentados con los que pagan los impuestos el último día, o están de joda los veinte días previos al exámen final y se ponen las pilas la noche anterior a la mesa de exámen. La esencia del hueveador online es la misma desde hace añares.
Cualquiera, todos, encontramos excelentes excusas para postergar lo impostergable. Elegimos volvernos triviales, vivir en un mundo líquido y posmoderno de sentimientos inestables que nunca llegan a cristalizar.
Una responsabilidad, una decisión, es algo casi inmoral para un hueveador online. El placer vence a la obligación. Cada vez precisa moverse menos para una mas efectiva pérdida de tiempo, Facebook te regala una comunidad inmediata, hay foros de lo que mas te guste con miles de fulanos por cada foro y para los hipercomunicados, Twitter y el MSN. Porque el hueveo online es masivo y comunitario, se trata de un acto individual pero compartido con amplias masas alrededor del planeta, milagro satelital mediante. Es como tomar un buen vino, hay que beberlo acompañado ya que en soledad, pierde gracia.
"No tengo tiempo", es lo que suele decir el hueveador online. Es que esto es adictivo. Yo se que en este momento debería estar tecleando algo mas relevante que esta nota destinada a perderse en el ciberespacio, pero sin embargo estoy en la cama con el sonido de fondo de Petinatto -y creo Bonadeo- en la tele y esta compu abierta, con cinco páginas web abiertas a la abiertas a la vez que incluyen a este Facebook, foros, un diario y el mail. Elijo eso a ponerme las pilas como se debe y encarar mis obligaciones. Podría empezar a escribir ahora y con buen ritmo, terminar mi trabajo a eso de las 11 de la noche, pero elijo meterme a ver a mi mascota Stich en el Pet Society, en darle reload a la página de La Nación, buscar en youtube aquella melodía perdida o -si el mundo virtual es un páramo- pasear por los 80 canales de tele y concluir que no hay nada para ver. Ver emails una y otra vez, releerlos, entrar a uno de tantos foros, cualquier cosa con tal de postergar el trabajo.
Cuestión que hoy por la tarde volví de trabajar con toda la intención de revisar en casa un documento que tendría que presentar la semana próxima. Incluso abrí el word y lo imprimí. Pero en ese momento cuando me acomodé tranquilo a leer, recordé con una sonrisa de placer que ayer un alma caritativa me pasó una página para escuchar un tema de David Pack que no encontraba en Youtube y no pude resistir la tentación de abrir la compu y ponerlo una y otra vez, dejando al documento impreso arriba del escritorio.
Quedará para mañana.
Sucede que, como todo hueveador online, no tengo tiempo.
Tengo los bolsillos llenos de verdades (by Charlie)