Miren como en pocos posts en tema fue migrando de qué es una mujer a cómo funcionan las parejas. Chicas, que no digan que todas nuestras inquietudes se reducen a eso, conseguir y mantener marido  

 . Nonono, una mujer es mucho más que un proyecto de esclava, pero bueh...están discutiendo sobre el aburrimiento y los permisos.
El camino al aburrimiento me parece corto. Todos los comienzos son rosas y perfumados, todo es alegría y ninguna preocupación, interminables intentos para gustarle al otro y buena predisposición para que el otro nos guste. El deslumbramiento o enamoramiento que le dicen. Dura no se cuánto. Si la cosa sigue, ya no se puede vivir siempre como de viaje de egresados o vacaciones de quince días. Hay que retomar las obligaciones y responsabilidades, entonces llegan los horarios de trabajo, las horas extras, los asados con los muchachos que por estar pegoteados este tiempo no ví y me reclaman, la tarde que todas las semanas nos juntamos con las chicas y que dejé de ver por el mismo motivo, en nuestro caso los vencimientos y los fines de semana adentro del estudio, y se empiezan a compartir ya no sólo las alegrías sino también los problemas. Y ahí empiezan las caras largas, el quiero contarte y no me escuchás, los consejos no pedidos, los silencios no comprendidos. Y si hay hijos, las responsabilidades se multiplican y hay más cosas por las que preocuparse, ya casi todo se planifica considerando las necesidades de los más pequeños, lo que me parece perfecto pero no deja de ser algo que antes no estaba y llega y muchos pueden aburrirse. Ajá! la convivencia. Los que comíamos lo que queríamos, cuando queríamos, dormíamos a cualquier hora, nos pateábamos nuestra ropa en el piso, dejábamos la toalla mojada donde sea que nadie comentaría al respecto (y mil cosas más que no voy a comentar para que no digan que hablo de mí y mis "editoriales" sobre la manera de doblar las toallas ...  

 ) y los que no entendemos cómo el otro sigue haciendo las mismas cosas de la misma manera pese a nuestros "consejos para hacerlo mejor", ya no nos causa gracia todo lo que hace el otro  

 . Y nos acordamos de la época rosa y perfumada...pero ya no. Nonono porque si nos colgamos con eso se nos cae la casa encima. Me parece que abrir la jaula o darnos permisos no son la solución. Porque...otra vez: uno quiere que le abran la jaula y el otro le pone un candado cada vez más pesado; uno quiere permiso y el otro se muere si se lo proponen. Creo que para sostener todo eso hay aprender a aceptar las diferencias (no se puede con todas, eso es cierto), reconocerles la magnitud que realmente tienen, ejercitar la tolerancia, el perdón, ponerse un rato en el lugar del otro. 
Respeto. Mucho respeto. Qué laburito eh! El amor está por ahí, tapado de reproches pero con soplar (más o menos fuerte según el caso) aparece. Ah! humor. Hay que reírse, se acuerdan cuando se reían de todo en esos días rosas y perfumados? Qué se yo, por ahí va la cosa, creo. Los dejo, me voy a juntar zapatos de todos los colores desparramados por toda la casa muerta de risa  
 
 
 