A las mujeres se nos exige más y (salvo algunas que terminan siendo reprochadas, como siempre) no hay lugar para quejarse ni no hacer.
La mujer es mujer, esposa y madre, y la compañera de siempre, claro. Pero ser esposa y madre significa ser el eje del hogar y la que equilibra los intereses de grandes y pequeños. Se ocupa de la casa y de su familia. Limpieza - ella o de gestión de otra persona que lo haga casi siempre mal -, alimentación de esposo e hijos, educación, escuela - mil cosas-, salud de todos - controles médicos, emergencias, atención a todo, vacunas, vigilias, perseguirlos para que tomen los remedios-, vestimenta, compras, etc. y si además tiene una profesión que ejercer o un trabajo que cumplir fuera del hogar, también. Y nadie piensa que todo eso es mucho para cualquier persona, en una mujer es "natural" y sobreentendido. De ella se espera eso y más.
El hombre entiende que con trabajar (proveedor, en el caso de que la mujer no tenga un ingreso propio) ya está. Y sabemos que ocho horas en el Estudio o en un trabajo haciendo lo que es más o menos esperable y rutinario no es lo mismo que veinticuatro horas a cargo de la casa, esposo e hijos (y a veces, con suerte, una misma) donde puede pasar cualquier cosa en cualquier momento.
Entiendo que por cultura o tradición pero más bien por necesidad y capacidad o incapacidad de encargarse de varias cosas al mismo tiempo, el hombre y la mujer asumen roles diferentes. Si dejalos la casa en manos del hombre, se les viene encima y se desesperan al tercer día. Sería bueno no atribuir la cuestión a la "naturaleza" de cada uno porque estamos fritos. Se necesita un poco de esfuerzo de cada lado. Un poco de reconocimiento che, que no estamos solamente para salir los fines de semana.
Si hay cosas que resolver a las doce de la noche en la casa, los niños duermes, el hombre se acuesta y la mujer es la que sigue hasta la hora que sea. Siempre seguimos, con los almuerzos y las cenas y nuestras necesidades dadas vuelta, con dolores, pero seguimos.
También se pretende de las mujeres que sean amigas, amantes, protectoras (sisi, más de uno encontró una segunda madre), proveedoras (no es cuestión de que trabajen fuera ellos solos y vos seas una mantenida), buenas madres... que sean trabajadoras pero no tanto como para dejarlos de lados, buenas amantes pero nada de abracitos, que sean buenas esposas pero no unas manejadas, que tengan caracter pero que no lo usen en su contra... que tengan personalidad y opinion propia pero que no los contradigan... que sean amigables y sociables pero no demasiado... que los complazcan en todo...
Pobres los hombres?
...mi trozo de pan, mi viejo refrán, mi poeta, la fe que perdí, mi camino y mi carreta, mi dulce placer, mi sueño de ayer, mi equipaje, mi tibio rincón, mi mejor canción, mi paisaje...