DAL escribió:Y llevamos 100 paginas!!!!!!!!!!!!!!
Pero no me olvido. Las reglas indican que hay que presentarse y pagar la matricula de adhesión al foro consistente en tres chistes. Eso sí, hay cambios en las reglas:
1. NO vale ir al post de TODO PORQUERIAS y copiar y pegar.
2.- Por haber tardado tanto en venir a presentarse y matricularse debe abonar con intereses. 5 chistes!!!!
Dal para vos ahi van los chistes qeu me pediste:
Dos abogados han quedado para comer juntos, y uno de ellos se retrasa considerablemente. Cuando llega, finalmente,
- Pero bueno, que te ha pasado?
- Es que he atropellado una botella de leche y se me pinchó una rueda.
- Que pasa, que no viste la botella en la carretera?
- No, el niño la llevaba debajo de su abrigo.
¿Qué diferencia hay entre un abogado y un cuervo?
... que uno es un animal de rapiña, vive de la carroñia, de la basura y de lo ajeno. Acecha a sus víctimas y cuando se descuidan, ataca. Primero le come los ojos y después termina de destrozarla... y el otro es un inocente pajarito negro.
Bueno, pues venia para el puesto de trabajo que está en el tablon de anuncios.
- Sabe usted inglés?
- No
- Sabe usted francés?
- No
- Sabe usted contabilidad?
- No
- Entonces como se presenta a la oferta de trabajo. ...hombre...!!.
- Como decía: "Inutil presentarse sin referencias... "
La tarde de la noche de bodas, la hija le pregunta a la madre:
- Mama, ?tu podrias ensenarme a mantener satisfecho a mi marido?
- Pues, hija - le contesta la senora, un poco ruborizada-, resulta que cuando dos personas se quieren, hacer el amor es el acto mas maravilloso del mundo y...
- Mama, ya se coger... lo que necesito es aprender a cocinar.
Una hermosa mujer joven sale de la ducha, se envuelve en una toalla y le avisa a su marido que ya puede utilizar la ducha. Cuando él entra en la ducha suena el timbre de la puerta. La esposa le dice que ella abre, y baja a abrir la puerta envuelta en la toalla.
Cuando abre la puerta se encuentra a su vecino Bill, quien se queda boquiabierto ante la visión que se le ofrece. Entonces, él saca dos billetes nuevecitos de 100 dólares y le dice a ella que son suyos si deja caer la toalla hasta la cintura.
Ella piensa, "¿por qué no?", de modo que deja caer la toalla y coge el dinero. Bill jadea ante lo que ve; saca prontamente otros doscientos dólares y se los ofrece por dejar caer la toalla completamente. La mujer piensa que ya había llegado bastante lejos, así que no importaba, y deja caer la toalla al suelo. Bill la contempla un momento, le da las gracias y se va.
Cuando ella sube de nuevo, su marido que acababa de ducharse, le pregunta que quién había llamado a la puerta.
Ella contesta: "era simplemente Bill".
"¿Y ha traído los 400 dólares que me debe?", pregunta el marido.