Fuente: Diario La Nación, Edición del día Viernes 1 de febrero de 2008
Sigue la ocupación de los recolectores
Pocos utilizan los camiones que el gobierno porteño alquila por $ 459.000 mensuales
Varios grupos de cartoneros se resistían ayer a aceptar las propuestas de las autoridades para trasladar, en camiones hasta sus zonas de residencia en el conurbano bonaerense, la mercadería recolectada durante el día.
La respuesta era unánime: prefieren quedarse en asentamientos más que precarios en las calles de la ciudad antes que tener que volver a sus casas y regresar al día siguiente para seguir con el acopio de cartón. Ayer, a esa negativa se sumaba la expectativa que les generaba el fallo de una jueza federal de San Martín por el que ordenó a la empresa TBA reponer en forma inmediata el denominado "tren blanco" (sobre lo que se informa por separado), que estaba destinado únicamente a transportar a los cartoneros con sus cargas, pero que fue desactivado el 28 de diciembre pasado porque el estado de los vagones impedía garantizar la seguridad de sus ocupantes.
Según fuentes oficiales, de los 1200 cartoneros que quedaron varados en calles porteñas, 800 aceptaron la propuesta de ser trasladados.
Antes del fallo de la jueza federal hubo otro de la justicia porteña, que también intimaba a TBA a reponer el "tren blanco", pero esa sentencia quedó en la nada porque se consideró que el magistrado no tenía jurisdicción sobre este asunto, sino que le correspondía resolverlo a la justicia federal, a la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) o a la Secretaría de Transporte de la Nación.
Desconfianza
Las autoridades porteñas alquilan por 17 camiones diarios para el traslado de la mercadería de los cartoneros, mientras que Secretaría de Transporte de la Nación puso otros diez. Según fuentes del gobierno porteño, esto le cuesta al Estado local $ 459.000 mensuales.
La negativa de los cartoneros a trasladar su carga en esos camiones se basa en la desconfianza que dicen sentir de que realmente al final del recorrido puedan recuperar la carga tal como la suben al camión. "Yo no me arriesgo a dejar mi mercadería", dijo a LA NACION Julio César Videla que, con cinco cartoneros más prefiere alquilar un camión que le cuesta 280 pesos por cada viaje. Videla y los suyos se instalaron a 200 metros del Lawn Tenis Club, junto a las vías del tren, en Palermo.
"Ahí no molestamos a la gente. Nosotros somos padres de familia que sólo queremos trabajar." Según Videla, que empuja un carro de fabricación propia, la solución sigue siendo restablecer el "tren blanco", pese a la inseguridad que significaba. "Reconozco que mucha gente hacía desastres allí pero, por culpa de ellos, perjudicaron a los que trabajamos", dijo Videla. Según confió, gana entre 400 y 600 pesos por semana. "Prefiero pagarme un flete. Los camiones del gobierno no respetan los horarios", dijo. La desconfianza hacia el transporte ofrecido llega a tal punto que algunos recicladores afirmaron vender la mercadería en la ciudad a un precio menor contra el que podrían obtener en el conurbano.
En tanto, en Virrey Vértiz y La Pampa, en Belgrano, permanecía ayer una veintena de personas, pese al acuerdo al que habían llegado con el gobierno porteño para dejar la zona.
Acercamiento político
Ayer, miembros de agrupaciones políticas se acercaron a los cartoneros instándolos a realizar una marcha hacia el palacio de gobierno porteño el próximo jueves. "El gobierno de Macri tiene que dar una salida", afirmó a LA NACION Leonardo Furbán, del Polo Obrero.
En Colegiales, en Moldes y Zabala, adonde 30 personas también piden por la restitución del tren, la situación con los vecinos se tornó confusa.
Claudia Gómez, cartonera de Benavídez, contó a LA NACION que su mercadería fue incendiada el sábado pasado tras una gresca con personal de una pizzería de la zona. "Nos quemaron los carros con nafta. Eran nuestra herramienta de trabajo". Sin embargo, Hugo Villalba, su compañero, aseguró: "Los vecinos y la policía nos dejan tranquilos siempre que mantengamos todo limpio".
Enrique Fraga
Sigue la ocupación de los recolectores
Pocos utilizan los camiones que el gobierno porteño alquila por $ 459.000 mensuales
Varios grupos de cartoneros se resistían ayer a aceptar las propuestas de las autoridades para trasladar, en camiones hasta sus zonas de residencia en el conurbano bonaerense, la mercadería recolectada durante el día.
La respuesta era unánime: prefieren quedarse en asentamientos más que precarios en las calles de la ciudad antes que tener que volver a sus casas y regresar al día siguiente para seguir con el acopio de cartón. Ayer, a esa negativa se sumaba la expectativa que les generaba el fallo de una jueza federal de San Martín por el que ordenó a la empresa TBA reponer en forma inmediata el denominado "tren blanco" (sobre lo que se informa por separado), que estaba destinado únicamente a transportar a los cartoneros con sus cargas, pero que fue desactivado el 28 de diciembre pasado porque el estado de los vagones impedía garantizar la seguridad de sus ocupantes.
Según fuentes oficiales, de los 1200 cartoneros que quedaron varados en calles porteñas, 800 aceptaron la propuesta de ser trasladados.
Antes del fallo de la jueza federal hubo otro de la justicia porteña, que también intimaba a TBA a reponer el "tren blanco", pero esa sentencia quedó en la nada porque se consideró que el magistrado no tenía jurisdicción sobre este asunto, sino que le correspondía resolverlo a la justicia federal, a la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) o a la Secretaría de Transporte de la Nación.
Desconfianza
Las autoridades porteñas alquilan por 17 camiones diarios para el traslado de la mercadería de los cartoneros, mientras que Secretaría de Transporte de la Nación puso otros diez. Según fuentes del gobierno porteño, esto le cuesta al Estado local $ 459.000 mensuales.
La negativa de los cartoneros a trasladar su carga en esos camiones se basa en la desconfianza que dicen sentir de que realmente al final del recorrido puedan recuperar la carga tal como la suben al camión. "Yo no me arriesgo a dejar mi mercadería", dijo a LA NACION Julio César Videla que, con cinco cartoneros más prefiere alquilar un camión que le cuesta 280 pesos por cada viaje. Videla y los suyos se instalaron a 200 metros del Lawn Tenis Club, junto a las vías del tren, en Palermo.
"Ahí no molestamos a la gente. Nosotros somos padres de familia que sólo queremos trabajar." Según Videla, que empuja un carro de fabricación propia, la solución sigue siendo restablecer el "tren blanco", pese a la inseguridad que significaba. "Reconozco que mucha gente hacía desastres allí pero, por culpa de ellos, perjudicaron a los que trabajamos", dijo Videla. Según confió, gana entre 400 y 600 pesos por semana. "Prefiero pagarme un flete. Los camiones del gobierno no respetan los horarios", dijo. La desconfianza hacia el transporte ofrecido llega a tal punto que algunos recicladores afirmaron vender la mercadería en la ciudad a un precio menor contra el que podrían obtener en el conurbano.
En tanto, en Virrey Vértiz y La Pampa, en Belgrano, permanecía ayer una veintena de personas, pese al acuerdo al que habían llegado con el gobierno porteño para dejar la zona.
Acercamiento político
Ayer, miembros de agrupaciones políticas se acercaron a los cartoneros instándolos a realizar una marcha hacia el palacio de gobierno porteño el próximo jueves. "El gobierno de Macri tiene que dar una salida", afirmó a LA NACION Leonardo Furbán, del Polo Obrero.
En Colegiales, en Moldes y Zabala, adonde 30 personas también piden por la restitución del tren, la situación con los vecinos se tornó confusa.
Claudia Gómez, cartonera de Benavídez, contó a LA NACION que su mercadería fue incendiada el sábado pasado tras una gresca con personal de una pizzería de la zona. "Nos quemaron los carros con nafta. Eran nuestra herramienta de trabajo". Sin embargo, Hugo Villalba, su compañero, aseguró: "Los vecinos y la policía nos dejan tranquilos siempre que mantengamos todo limpio".
Enrique Fraga
"2017, te espero - UNITE".