Panes dulces con semillas.
INGREDIENTES
Espumado
70 gramos de levadura fresca o 2 y ½ cucharadas de levadura seca
1 cucharada de azúcar
2 cucharadas de harina
½ taza de agua tibia
Masa
1400 gramos de harina ( un kilo cuatrocientos )
1 cucharadita de sal
260 gramos de manteca ( mantequilla ) o manteca vegetal
½ taza de azúcar
2 tazas de agua bien caliene ( 500cc. )
5 huevos semibatidos
1 cucharada de agua de azahar
½ vaso de limoncello ( puede sustituirse por coñac )
1 taza de harina que se emplea durante el amasado ( 120 gramos )
Semillas y fruta
150 gramos de semillas de lino
150 gramos de semillas de girasol
700 gramos de tiritas de naranja confitadas
250 gramos de pasas de uva rubias y negras
650 gramos de fruta confitada
PREPARACION
Espumado. Poner en un recipiente de loza, plástico o vidrio la levadura.
Agregarle el azúcar y la harina. Añadirle el agua tibia mientras se va revolviendo hasta formar una crema. Tapar el recipiente y dejarlo 10 minutos o hasta que haya espumado.
Preparación de la masa. Poner en un recipiente grande la harina junto con la sal.
Aparte, poner en un bol la manteca, el azúcar y el agua caliente. Mezclar hasta que la manteca esté derretida y el azúcar disuelta. Una vez tibia la preparación se agrega los huevos, el agua de azahar, el limoncello y la levadura levada.
Se mezcla bien y se incorpora toda la harina revolviendo hasta que esté integrada.
Se vuelca sobre la mesa enharinada y se termina de unir con las manos formándose una masa tierna y pegajosa. Se empieza con el amasado.
Amasado. Trabajar la masa en forma continua siempre con ayuda de algo de harina para evitar que se pegue la masa. La cantidad de harina que se emplea cada vez que se necesita debe ser poca para no excederse y que la masa se endurezca. Es preferible repetir la operación de agregar harina y no emplear mucha de golpe.
A medida que se va trabajando, la masa va cambiando su textura transformándose en suave, lisa, elástica. Cuando ya no se pega ni en la mesa ni en las manos significa que la masa está pronta.
Levado de la masa. Se coloca en un recipiente, se cubre con papel film ( nailon, plástico ) y se pone en un lugar cálido dejándola descansar hasta que la masa duplique su tamaño.
Puede llevar 40 minutos aproximadamente dependiendo de la temperatura ambiente del lugar.
Preparación de la fruta. Se pone en una sartén apenas unas gotas de aceite junto con las semillas de lino. Se lleva al fuego y mezclando siempre se deja unos segundos para tostarlas. Siempre con cuidado ya que son fáciles de quemar.
Lo mismo se hace con las semillas de girasol.
Para que los panes queden con igual cantidad de fruta se divide la fruta confitada, las cáscaras, las pasas y las semillas en 10 partes iguales.
Armado de los panes. Una vez levada la masa se vuelca sobre la mesa y se divide en 10 partes iguales. Se toma una de las partes y el resto se cubre con un paño.
Se estira la masa con las manos o con un palote y se esparcen las frutas en forma pareja.
Se envuelve la masa arrollándola y se trabaja un poco para que la fruta se distribuya pareja.
Se forma un bollo, se apoya en una placa de horno enmantecada y alrededor se le pone una faja de cartón o cartulina o de papel firme, enmantecado.
Se repite lo mismo con el resto de la masa y se van a acomodando uno al lado del otro.
Con una tijera se corta en forma de cruz la cara superior. Corte característico del pan dulce. Se pintan con huevo batido y se dejan descansar hasta que hayan levado.
Cocción de los panes. Se llevan a un horno moderado 180º durante 50 minutos o hasta que estén cocidos y bien dorados. En los últimos minutos se puede subir la temperatura del horno a 200º para que doren más rápidamente.
Detalles de interés. La receta de las cáscaras confitadas se encuentra entrando a la página principal de SoloPostres -
http://www.solopostres.com/ - y poniendo en el buscador que se encuentra en la parte superior izquierda "Tiritas de cáscara de naranja abrillantadas o confitadas". Para congelarlos conviene retirarlos del horno y guardarlos en bolsas de freezer ( sin la faja de papel ) hasta que estén tibios y luego llevarlos a congelar. De esta forma se conservan perfectamente durante muchos meses tomando cada vez más sabor.