El Trabajo Argentino en la Encrucijada Algorítmica: Desafíos Éticos, Protección del Trabajador y el Rol del Derecho
La inteligencia artificial no solo transforma tareas, sino que redefine la supervisión, la toma de decisiones y la propia experiencia laboral. Desde los sesgos discriminatorios ocultos en el software de contratación hasta la intensificación del control mediante la vigilancia algorítmica, emergen dilemas éticos y legales que el derecho laboral argentino debe abordar con urgencia.
La inteligencia artificial (IA) se ha instalado en el epicentro de la transformación laboral contemporánea. Su promesa de optimizar procesos, aumentar la productividad y generar nuevas oportunidades es innegable. Sin embargo, a medida que los algoritmos se vuelven gestores, evaluadores e incluso decisores en el ámbito del trabajo, surgen con igual fuerza desafíos éticos y legales. Estos interpelan profundamente los cimientos del derecho laboral. Ya no se trata solo de regular la tecnología en sí misma, como exploramos en nuestra nota anterior sobre marcos normativos emergentes. Debemos comprender y mitigar su impacto directo en la dignidad, la equidad y los derechos fundamentales de los trabajadores. Para Argentina, un país con una rica tradición de protección laboral, el avance de la IA plantea una encrucijada: ¿cómo aprovechar sus beneficios sin erosionar las conquistas sociales? Esta nota analiza los dilemas éticos y las necesidades de protección que la gestión algorítmica impone. Además, reflexiona sobre el rol crucial que los profesionales del derecho y las instituciones argentinas deben desempeñar.
El Problema de la «Caja Negra»: Opacidad, Sesgos y Discriminación Algorítmica
Uno de los mayores desafíos de la IA laboral es su complejidad y, a menudo, su opacidad. Los sistemas de aprendizaje automático, especialmente los modelos de aprendizaje profundo, frecuentemente operan como «cajas negras». Procesan ingentes cantidades de datos. Luego, arrojan resultados: una selección de candidatos, una evaluación de desempeño, una predicción de riesgo de abandono. Sin embargo, sus desarrolladores o usuarios no siempre pueden explicar de manera sencilla y completa cómo llegaron a esa conclusión.
Esta falta de transparencia resulta problemática por varias razones.
Sesgos Ocultos y Riesgo de Discriminación
Los algoritmos aprenden de los datos con los que los entrenamos. Si estos datos históricos reflejan sesgos sociales existentes, la IA no solo los replicará. Podría amplificarlos y perpetuarlos, esta vez bajo un manto de supuesta objetividad tecnológica. Por ejemplo, un sistema de IA para selección de personal, entrenado con perfiles de empleados exitosos predominantemente masculinos, podría sistemáticamente penalizar candidaturas femeninas igualmente válidas, sin que esto sea evidente.
Incluso sin intención discriminatoria, las correlaciones espurias que un algoritmo encuentre en los datos pueden llevar a decisiones discriminatorias indirectas. Un ejemplo sería asociar un código postal con menor rendimiento, cuando el código postal es un proxy de origen socioeconómico. Esto afectaría a grupos vulnerables.
Dificultad para Impugnar Decisiones Algorítmicas
Si un trabajador es despedido o no promocionado basándose en una decisión algorítmica que no comprende, su capacidad para impugnarla se ve severamente limitada. Resulta difícil argumentar contra una lógica desconocida.
Las normativas europeas intentan abordar esto. El Artículo 14.2 del Reglamento de IA de la UE impone la «obligación de informar a empleados y sindicatos sobre el funcionamiento de algoritmos que afecten condiciones laborales». Por su parte, el Artículo 64.4.d del Estatuto de los Trabajadores español otorga a los comités de empresa el derecho a conocer «los parámetros, reglas e instrucciones» de los algoritmos. Estas disposiciones son un primer paso crucial. No obstante, su efectividad dependerá de la profundidad de la información proporcionada y de la capacidad de los actores laborales para interpretarla. En Argentina, aún carecemos de un marco específico similar. Esto deja a los trabajadores en una posición de mayor vulnerabilidad frente a decisiones algorítmicas opacas.
Combatir la discriminación algorítmica exige más que transparencia. Requiere el desarrollo e implementación de auditorías algorítmicas rigurosas, tanto internas como externas. También precisa fomentar la «IA explicable» (Explainable AI – XAI), que busca diseñar sistemas cuya toma de decisiones los humanos puedan comprender. Para el derecho argentino, esto podría implicar la necesidad de invertir la carga de la prueba en casos de sospecha de discriminación algorítmica. Se exigiría al empleador demostrar que el sistema utilizado es justo y no sesgado.
Gestión Algorítmica: La Supervisión Constante y sus Costos Humanos
La IA no solo decide; también gestiona y supervisa. La «gestión algorítmica» implica usar software para asignar tareas, monitorear el ritmo de trabajo y evaluar la calidad. También mide los tiempos de inactividad e incluso infiere el estado emocional de los empleados mediante análisis de voz o expresiones faciales. Si bien esto puede llevar a una mayor eficiencia operativa, también plantea serias preocupaciones.
Vigilancia Intensificada y Pérdida de Autonomía
Los trabajadores pueden sentirse bajo un escrutinio constante, donde cada acción es medida y evaluada. Esto puede erosionar la confianza y limitar la autonomía profesional. También puede generar un ambiente de trabajo opresivo. El TJUE, en su sentencia C-658/22, ya advirtió que el monitoreo continuo de la productividad mediante IA puede ser una «injerencia desproporcionada en la privacidad del trabajador». Esto aplica salvo que cumpla con estrictos requisitos de legitimidad, consentimiento (Art. 7 RGPD) y necesidad (Art. 6 RGPD). En Argentina, la Ley de Protección de Datos Personales (Ley 25.326) y el principio de dignidad del trabajador (Art. 14 bis CN y LCT) deberían interpretarse a la luz de estos nuevos riesgos. Se debería limitar la recolección de datos a lo estrictamente indispensable para la relación laboral. Además, se deberían prohibir formas de vigilancia excesivamente intrusivas.
Impacto en la Salud Mental
La presión por cumplir con métricas impuestas por algoritmos y la falta de control sobre el propio trabajo pueden tener consecuencias graves. El miedo a una evaluación negativa por un sistema puede afectar la salud mental de los trabajadores. Puede causar estrés, ansiedad, burnout e incluso depresión. Este «tecnoestrés» es un riesgo laboral emergente. Las Aseguradoras de Riesgos del Trabajo (ART) y la legislación sobre higiene y seguridad en el trabajo (Ley 19.587) en Argentina deberían comenzar a considerarlo seriamente.
Deshumanización del Vínculo Laboral
Cuando la interacción principal del trabajador es con un algoritmo que dicta sus tareas y evalúa su desempeño, el componente humano de la relación laboral se diluye. Un sistema rígido e impersonal puede reemplazar la figura del supervisor humano, capaz de empatía y flexibilidad. El Artículo 22.3 del Reglamento de IA de la UE busca precisamente contrarrestar esta deshumanización. Prohíbe «decisiones automatizadas sin intervención humana» en procesos críticos. Es fundamental que en Argentina se promueva una cultura donde la IA sea una herramienta de apoyo a la gestión humana, y no un sustituto completo, especialmente en decisiones que afectan significativamente la vida del trabajador.
La Brecha Digital y el Futuro del Empleo: ¿Adaptación o Exclusión?
El debate sobre si la IA creará más empleos de los que destruye está lejos de resolverse. Sin embargo, es indudable que transformará la naturaleza de muchos trabajos existentes y demandará nuevas habilidades. Esto presenta un doble desafío para Argentina.
Riesgo de Desplazamiento y Aumento de la Desigualdad
Ciertas tareas son susceptibles de automatización, especialmente las rutinarias y manuales, pero también algunas cognitivas. Si no se implementan políticas activas de reconversión y transición laboral, podríamos enfrentar un aumento del desempleo estructural. También podría generarse una mayor polarización del mercado de trabajo. Existiría una élite altamente cualificada y una masa de trabajadores con habilidades obsoletas. La experiencia de países como Brasil, que en su Plan Nacional de IA incluye programas de reconversión profesional, o Panamá, que discute planes de transición laboral, podría ofrecer algunas pistas, tal como señala el informe base.
La Urgencia de la Recualificación y Mejora de Habilidades
La adaptación a la economía digitalizada exige una inversión masiva y coordinada en educación y formación profesional. Necesitamos programas que enseñen habilidades técnicas para interactuar con la IA. También se requieren competencias «blandas» (pensamiento crítico, creatividad, inteligencia emocional), que son menos automatizables. Este es un desafío que interpela al sistema educativo argentino en todos sus niveles. También concierne a las empresas, que deben asumir un rol activo en la capacitación de sus empleados, y al Estado, como coordinador y promotor de estas iniciativas.
Brecha Digital Interna en Argentina
En nuestro país, la heterogeneidad estructural del mercado laboral y las desigualdades regionales en el acceso a tecnología y educación de calidad pueden exacerbar el impacto de la IA. Es crucial que las políticas públicas busquen cerrar estas brechas. Así, los beneficios de la digitalización no se concentrarán en unos pocos.
La Tutela de los Derechos Fundamentales en la Era Algorítmica
La IA no opera en un vacío legal. Los derechos fundamentales consagrados en nuestra Constitución Nacional y en los tratados internacionales siguen plenamente vigentes. El desafío es asegurar su efectiva aplicación en este nuevo contexto.
Derecho a la No Discriminación
Este es quizás uno de los riesgos más patentes. El derecho laboral argentino, con su fuerte impronta antidiscriminatoria (Ley 23.592, art. 17 y 81 LCT), debe encontrar mecanismos para detectar, prevenir y sancionar la discriminación algorítmica.
Derecho a la Privacidad e Intimidad
La Ley 25.326 debe ser el pilar para proteger los datos personales de los trabajadores frente a la recolección y procesamiento masivo por sistemas de IA. El consentimiento debe ser verdaderamente informado y libre. El principio de minimización de datos debe regir cualquier implementación.
Debido Proceso y Derecho a Ser Oído
Frente a decisiones automatizadas adversas (despidos, sanciones, no contratación), debemos garantizar el derecho del trabajador a conocer los motivos. También debe tener derecho a una revisión humana significativa y a poder impugnarla con todas las garantías. La «explicabilidad» de los algoritmos es aquí un requisito instrumental.
Libertad Sindical y Negociación Colectiva
Los sindicatos tienen un rol crucial. El derecho a la información algorítmica, como el consagrado en España, es vital. Les permite negociar las condiciones de implementación de la IA y proteger el empleo. También pueden asegurar que los beneficios de la productividad se distribuyan equitativamente. La conclusión del informe base sobre la necesidad de formación especializada en análisis algorítmico para los comités de empresa es directamente aplicable a los sindicatos argentinos. Sin esta capacidad técnica, su poder de negociación disminuirá.
El Rol de los Abogados, Jueces y el Sistema de Justicia Argentino
La irrupción de la IA en el mundo laboral también interpela profundamente a los operadores del derecho. Los profesionales deben adaptarse.
Nuevas Competencias para Abogados Laboralistas
Los abogados laboralistas necesitarán adquirir conocimientos sobre el funcionamiento de los sistemas de IA. Deben entender qué tipo de datos utilizan y cuáles son sus vulnerabilidades (sesgos, errores). También deben comprender cómo pueden impactar los derechos de sus clientes. Deberán asesorar a empresas sobre implementaciones éticas y legales. Asimismo, asesorarán a trabajadores sobre cómo defender sus derechos.
Desafíos para la Judicatura Argentina
Los jueces enfrentarán casos donde deberán dirimir si un algoritmo actuó de manera discriminatoria. Analizarán si una vigilancia fue excesiva o si un despido basado en IA fue justificado. Esto requerirá una sólida formación en derecho laboral. También exigirá una comprensión de la tecnología subyacente. La aplicación analógica de normativas existentes, como la Ley 10.149 de la Provincia de Buenos Aires sobre obstrucción a inspecciones, podría ser un punto de partida para abordar la opacidad. Sin embargo, claramente necesitaremos criterios más específicos. Podría ser necesario desarrollar protocolos para la admisibilidad y valoración de prueba pericial informática en estos casos.
Necesidad de Formación y Especialización
Resulta imperativo que las facultades de derecho, los colegios de abogados y los consejos de la magistratura impulsen programas de formación continua. Estos deben enfocarse en IA y derecho.
Trazando el Camino Argentino: Hacia una IA Ética y Centrada en el Humano
La regulación legal es solo una pieza del rompecabezas. Para que la IA contribuya positivamente al futuro del trabajo en Argentina, necesitamos un enfoque holístico.
Fomentar el Diálogo Social Ampliado
El Gobierno, los empleadores, los sindicatos, la academia y la sociedad civil deben participar en un debate continuo. Juntos deben modelar la IA en el trabajo.
Desarrollar Guías Éticas y Códigos de Conducta
Las empresas deberían adoptar principios éticos para el desarrollo y uso de IA. Esto complementaría la legislación.
Invertir en Investigación Local
Necesitamos más investigación sobre el impacto real y potencial de la IA en los diversos sectores productivos y regiones de Argentina. Esto informará políticas basadas en evidencia.
Promover la Participación de los Trabajadores
Debemos consultar e involucrar a los empleados y sus representantes en los procesos de diseño e implementación de herramientas de IA que afecten sus trabajos.
Conclusión: El Derecho como Garante de la Humanidad en el Trabajo Digitalizado
La inteligencia artificial es una herramienta poderosa. Posee un enorme potencial transformador. Sin embargo, como toda herramienta, su impacto dependerá de cómo la diseñemos, implementemos y regulemos. Para el derecho laboral argentino, el desafío es asegurar que esta revolución tecnológica se desarrolle respetando la dignidad humana. Debe promover la equidad y preservar los derechos fundamentales de los trabajadores. No se trata de frenar la innovación. Se trata de encauzarla hacia un futuro donde la tecnología esté al servicio del ser humano, y no al revés.
Invitamos a nuestros lectores, abogados, académicos, sindicalistas y empresarios a profundizar en estos debates en nuestros foros. Compartan sus perspectivas y propuestas. La construcción de un marco laboral justo en la era de la inteligencia artificial es una tarea colectiva y urgente.